El pasado domingo, Aleksi Leppä conmovió al mundo del deporte en los Juegos Olímpicos de París 2024 (JJOO) al debutar en el evento pese a haber afrontado hace horas el fallecimiento de su padre y entrenador, Marko.

El tirador de rifle de aire comprimido sufrió la pérdida de su progenitor Marko Leppä, quien pese a atravesar una dura enfermedad, tenía como objetivo ver competir a su hijo. Sin embargo, dicha ilusión se apago el viernes, cuando falleció repentinamente en el vuelo que lo trasladaba hasta Francia.

Sacudido por la dura noticia, el deportista de 29 años decidió competir y por sobre todo, cumplir la voluntad de su padre.

En este duro escenario, Aleksi Leppä participó por primera vez en su carrera en unos Juegos Olímpicos, ubicándose en el puesto 22 de la prueba de su disciplina.

Tras sus primeros JJOO, para el tirador no hubo tiempo para lo deportivo, sino, para abrir su corazón. Visiblemente emocionado, señaló al medio noruego NRK que “ha sido el día más difícil de toda mi vida”.

“Mis sentimientos son contradictorios, porque estoy feliz de haber venido aquí para representar a Finlandia en los Juegos Olímpicos, pero me hubiera gustado que mi padre hubiera estado aquí para ver mi competición”, sentenció.