Un desempeño que impresiona. La esgrimista Nada Hafez, de Egipto, se convirtió en una de las estrellas de los JJOO de París 2024 al confesar que compitió con un embarazo de siete meses.
Tras quedar eliminada en octavos de final del torneo la deportista largó a llorar. Fue una especie de gran desahogo en pleno ‘campo de batalla’.
Su emoción fue evidente. Y después, en sus Redes Sociales, la atleta explicaría sus lágrimas, especificando que su tercera participación en JJOO fue la más especial de todas porque no estaba sola al momento del combate.
“Lo que parecen ser dos competidoras en el campo, en realidad son tres. Era yo, mi rival y mi pequeño bebé está por nacer”, sentenció con evidente emoción.
“Mi bebé y yo hemos tenido que enfrentar muchos desafíos, tanto físicos como emocionales. El embarazo es una montaña rusa”, complementó la deportista, acotando que “luchas por mantener el equilibrio entre la vida y el deporte fue una tarea agotadora, pero valió la pena”.
Nada Hafez además sentenció que “escribo esta publicación para decir que me llena de orgullo haber llegado hasta los octavos de final”, rematando que “estas olimpiadas fueron diferente. Soy tres veces esgrimista olímpica, pero esta vez lo hizo llevando a un pequeño olímpico”.