Se ha transformado en el rostro de los Juegos Olímpicos de Tokio. La gimnasta estadounidense Simone Biles ha estado en boga debido a sus retiros de dos competencias y la salud mental que ella ha puesto sobre la mesa con algunas declaraciones.
El apoyo ha sido intrínseco hacia la histórica atleta norteamericana, pero no ha faltado quien ha optado por criticar las decisiones de la prodigio deportista.
Fue el caso del columnista británico Piers Morgan, quien para el Daily Mail se despachó una nota lamentando que la salud mental está siendo utilizada como excusa por algunos atletas para justiciar sus errores y fracasos, además de ver a una irreconocible gimnasta en estos Juegos, muy diferente a la llena de ego y confianza en sí misma que conoció cuando la entrevistó.
“Me gusta que mis campeones deportivos sean unos diablillos arrogantes, especialmente cuando tienen la habilidad y las medallas para respaldar la retórica. Y no se ponen mucho más engreídos que la señorita Biles”, partió el comunicador.
“Simone debía participar en las cuatro partes de la competencia final de Gimnasia por equipos femeninos. Ella era la líder del equipo y, de hecho, la líder no oficial de la delegación estadounidense en los Juegos Olímpicos de Tokio como la atleta olímpica más exitosa del equipo. Como tal, se esperaba que ella predicara con el ejemplo. Sin embargo, en su primer ejercicio, en el salto, cometió un gran error… Pero en lugar de desempolvarse y luchar por el oro, como hizo en 2018, hizo algo que me dejó absolutamente atónito. Ella renunció. La gimnasta más grande del mundo, una mujer que me contó con orgullo cómo se defendió después de cometer grandes errores para ganar el oro, se rindió en el primer obstáculo de estos Juegos Olímpicos”, agregó Morgan en su extenso texto.
“‘Físicamente, me siento bien, estoy en forma. Emocionalmente, eso varía según el momento y el momento. Venir a los Juegos Olímpicos y ser la estrella principal no es una tarea fácil’. ¿Estrella principal?… hmmm, ahí está ese ego GOAT (la mejor de todos los tiempos) levantando la cabeza de nuevo. Pero si te vas a llamar la más grande de todos los tiempos y la ‘estrella principal’, entonces te estás poniendo mucha presión, ¿no es así?”, se cuestionó el columnista.
“Luego Biles dijo algo realmente extraordinario y esclarecedor: ‘Siento que tampoco me estoy divirtiendo tanto. Estos Juegos Olímpicos, quería que fueran para mí, pero entré y sentí que todavía lo estaba haciendo por otras personas. Me duele el corazón que me hayan quitado hacer lo que amo para complacer a otras personas’. Lo siento, ¿QUÉ? No solo estás en estos Juegos por ti mismo, Simone. Eres parte del Equipo de EE.UU., que representa a cientos de millones de estadounidenses que lo ven en casa, sin mencionar a todos los patrocinadores que han pagado enormes sumas de dinero para apoyarlo. Y cuando renunciaste, estabas actuando como parte de un equipo de gimnasia, no como tú misma. Tampoco se supone que se trate solo de divertirse”, añadió Morgan.
Trascartón, el británico continuó: “Biles admitió que la versión anterior de ella no habría renunciado. Si lo hubieras dicho hace cuatro o cinco años, definitivamente no habría sido esa Simone, habría salido y hecho lo que fuera. Pero hoy fue como, sabes qué, no quiero hacer algo estúpido… no vale la pena, especialmente cuando tienes tres atletas increíbles que pueden dar un paso al frente y hacerlo. ‘No vale la pena’. ¿En serio? ¿No vale la pena esforzarse para ganar el oro para sus compañeros de equipo más jóvenes que nunca han probado tanta gloria olímpica? Prefería a la vieja Simone que haría lo que fuera necesario para ganar”.
“Esperaba críticas justificadas por la decisión egoísta de Biles de dejar perder a su equipo sin ella. Pero no vino ninguno. ¿Qué es exactamente tan valiente, heroico o inspirador en renunciar a su equipo y país en unos Juegos Olímpicos? Ningún periodista deportivo se atreverá a decir nada de esto porque están demasiado aterrorizados de que la turba despierta venga por ellos”, complementó el columnista.
Para cerrar, Morgan recalcó: “Uno de los peores aspectos de las redes sociales, especialmente Twitter, no es solo la forma en que ahora celebra la pérdida, el fracaso y el abandono como logros mayores que el triunfo, el éxito y la resistencia, sino la forma viciosa en que intimida y avergüenza para silenciar a cualquiera que se desvíe de esto. Visión deformada del logro deportivo”.
“Vuelve a salir, Simone, y no te dejes atrapar por todas las tonterías de Twitter que se despiertan débilmente y le gustan los fracasos: eres una campeona demasiado grande para ser etiquetada como una desertora”, sentenció el británico.