Un debut complejo tuvo Monse Jerez en la segunda noche del Festival de Olmué, con una rutina que no logró cautivar al público presente.
Durante su show, que se extendió 30 minutos, la artista sacó algunos aplausos del público, risas algo nerviosas e incipientes pifias en el Patagual.
No obstante, en redes la situación fue más complicada, ya que los televidentes fueron bastante más críticos.
La rutina de Monse Jerez estuvo basada en una serie de monólogos relacionados a su vida en Valparaíso, colegio, experiencias con su madre, estudios de Teatro, guiños a Glup! e historias de profesores.
Sin embargo muchas personas, en redes sociales, aseguraron que quedaron a la espera de más “remates” dentro de sus relatos.
Por fortuna, su carisma hizo que no se escucharan grandes pifias dentro de los asistentes al evento, quienes escucharon con respeto.
Sobre el final los animadores del evento, Ivette Vergara y Eduardo Fuentes, le entregaron el galardón y la posibilidad de un ‘bis’.