Una preocupante evolución han registrado en nuestro país los homicidios por encargo, conocidos como sicariatos, que cambiaron la modalidad de “ajuste de cuentas” que se registraban en nuestro país.

Así lo reflejan las cifras dadas a conocer por El Mercurio, en base a información del Departamento OS9 de Carabineros.

De acuerdo a la policía uniformada, se evidencia un cambio en el comportamiento y el perfil de los delincuentes, con un uso masivo de armas de fuego y fuertes vínculos con el narcotráfico.

Los cambios en la “modalidad” del sicariato

En ese sentido, alertan el aumento considerable desde inicios del año de disparos en “órganos vitales y el cráneo”, donde se actúa “sobreseguro”, muchas veces sin conocer a las víctimas.

Esto último se refleja en un incremento en los crímenes “por encargo”, o sicariatos, donde los blancos son ubicados por fotografías o información previa, siendo asesinados a cambio de dinero.

Si bien es una práctica que se ha venido registrando desde hace un tiempo en nuestro país, ahora se incluye el traslado de los cuerpos a otros lugares, que involucra la participación de más personas y tener más de un sitio del suceso.

Importación de modalidades delictivas

Según señaló el jefe del Departamento OS9 de Carabineros, coronel Juan González Albornoz, “esto lo hemos detectado en casos donde los participantes son extranjeros, lo que se asemeja a modalidades delictivas usadas en otros países”.

Las cifras más concretas, en tanto, muestran que los involucrados son principalmente hombre de edades no superiores a los 35, vinculados al crimen organizado y el narcotráfico.

Asimismo, se destaca que muestran un actuar “agresivo, determinado, frío y planificado”, lo que podría explicarse en base al hecho que en su mayoría son personas con antecedentes penales por diversos delitos como robos, uso de armas y tráfico.

Algunos, son migrantes que están en nuestro país de forma irregular, sin registros en Chile.

Otro punto que destaca, es que los homicidios ya no se registran en la periferia, sino que ahora se concentran en las zonas céntricas y en la vía pública, principalmente durante la tarde y la noche.