Luego de un reportaje de Radio Bío Bío respecto de una posible instalación de una organización narco mexicana en Chile, el Gobierno y las policías reconocieron la preocupación por atacar e impedir el asentamiento de estos grupos criminales transnacionales.

Los antecedentes de La Radio consignan que el 27 de junio del año pasado ingresaron por el paso Chacalluta en la frontera con Perú los mexicanos Luis Olaiz y Álvaro Ojeda quienes en Iquique instalaron una plantación indoor de marihuana, además de cocaína y droga sintética.

A ellos se suma que el 10 de marzo pasado, fueron detenidos dos operadores del Cártel de Sinaloa en el aeropuerto de Santiago, Héctor Palma Salazar, pariente de unas de las exparejas del Chapo Guzmán y Yolanda Palma su hermana.

Ambos fueron detenidos y permanecen en prisión, luego de una Investigación con el apoyo de la administración de control de drogas de Estados Unidos conocida por sus iniciales en inglés como DEA.

El subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, reconoció la necesidad de innovar en los recursos y métodos de investigación para impedir que nuestro país sea tierra fértil para estas organizaciones.

A la vez el general Alex Chavan, jefe de la Dirección de Control de Drogas e Investigación de Carabineros, destacó que existen organizaciones internacionales en Chile, no de la envergadura de carteles como los mexicanos, pero que han podido ser neutralizados.

Misma visión expresó el prefecto Inspector Enrique Schwarzenberg, Jefe Nacional Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de la PDI.

Fuentes de la Fiscalía consultadas por la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío aseguraron que la indagatoria en contra de Luis Olaiz y Álvaro Ojeda no se relaciona con los operadores del cártel de Sinaloa, pero se asimilan en algo, todos “trabajaban” con narcos bolivianos y se desplazaban por Iquique.

En el caso de Héctor Palma Salazar era el “contralor” de un millonario cargamento de droga con destino a Europa.