Viernes 25 diciembre de 2020 | Publicado a las 10:42
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El cambio climático es claramente más evidente con el paso del tiempo, y la urgencia de tomar medidas para contrarrestarlo va en aumento. Autoridades como Donald Trump han tomado este fenómeno a la ligera, llegando incluso a llamarlo una “farsa” y un “mito”. Un estudio demostró que el 10% de la población estadounidense considera que en las escuelas no se debería enseñar “absolutamente nada” sobre el cambio climático.
Las nuevas generaciones son las que más acción han tomado frente a esta crisis, acusando a las generaciones previas de ser poco empáticos y dejando como herencia un planeta moribundo. Figuras como Greta Thunberg han acusado y enfrentado autoridades sobre el tema, reclamándoles “¿cómo se atreven?”.
A pesar de la presión que se ha manifestado en todo el planeta, no se han tomado las medidas necesarias y urgentes que se requieren para hacer frente a esta crisis. Movimientos como Fridays for Future exigen que se tomen acciones drásticas e inmediatas. Lamentablemente, a pesar de los aparentes esfuerzos, aún no es suficiente.
Clases de Cambio Climático
Recientemente, un grupo de expertos exigió a Joe Biden, el próximo presidente de los Estados Unidos, implementar en las escuelas públicas educación sobre el cambio climático. En una carta abierta, el ex secretario de educación, John King, declaró que “con más de 50 millones de niños enrolados en escuelas públicas, la educación puede ayudar a prepararlos para avanzar hacia un mundo más sustentable. Sea futuros ingenieros, expertos en energías renovables, líderes de empresas, agricultores o responsables políticos, la próxima generación tendrá que hacer frente al cambio climático”.
La carta también fue firmada por figuras como Christine Whitman, quien fue administradora de la Agencia de Protección Ambiental bajo el presidente Bush, y la ex secretaria de educación Arne Duncan, entre otros miembros anteriores del cabinete, eruditos y activistas climáticos. Hace unos meses, Nueva Jersey fue el primer estado del país en exigir clases de cambio climático en sus escuelas públicas, medida que fue celebrada. Luego de esta iniciativa, comenzó la presión hacia Biden para asegurarse que otros estados hagan lo mismo.
Tanto expertos como activistas y políticos han apoyado esta idea. La Unesco declaró que “la educación es un elemento esencial como respuesta al cambio climático global. Ayuda a los jóvenes a comprender y abordar el impacto del calentamiento de nuestro planeta, fomenta cambios en sus actitudes y comportamientos, además de ayudarlos a adaptarse a las tendencias relacionadas con el cambio climático”.
Esta misma institución creó su programa de Educación Sobre el Cambio Climático para el Desarrollo Sostenible que “tiene como objetivo hacer la educación sobre el cambio climático una parte central y visible de la respuesta internacional a este problema. El programa tiene como objetivo ayudar a las personas a comprender el impacto del calentamiento global actualmente y aumentar la “alfabetización climática” entre los jóvenes”.
Espera lograrlo al “fortalecer a sus estados miembros” para que tengan las capacidades y herramientas para brindar una educación de calidad sobre esta crisis, fomentando enfoques de enseñanza innovadores, que integren este teman en las escuelas, sensibilizando así a la población sobre el cambio climático y mejorar los programas educacionales, tanto formales como no formales, a través de medios de comunicación, redes, asociaciones y organizaciones, entre otras plataformas.
No sólo organizaciones y autoridades han expresado la urgencia y necesidad de agregar este tópico en los currículum de estudio. Un estudio reveló que la gran parte de los profesores no educa a sus estudiantes sobre este tema, cuando 4 de cada 5 padres desea que lo hagan. Al explorar los motivos de porqué no se estaba enseñando en la sala de clases sobre este tema, el 65% de los profesores reveló que no enseñaba nada sobre la crisis ya que no está relacionada a los temas que enseña. Un 20% considera que los estudiantes son muy jóvenes, y un alarmante 8% declaró no creer en el cambio climático mientras que 4% reveló que sus escuelas no les permitían enseñarlo.
Sin embargo, los jóvenes no están satisfechos. Globalmente, jóvenes y estudiantes han conformado grupos en los cuáles debaten sobre la importancia de aprender sobre el cambio climático y escriben a autoridades exigiendo esta educación como un derecho que se les está siendo negado.