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La empresa Bursan, originaria de Chile y con presencia en Brasil, logró cumplir un sueño al participar por primera vez en un Gran Premio de Fórmula 1 en 2023. Tras evolucionar desde el rubro de servicios de alimentación hasta seguridad, la compañía ganó la licitación para proveer servicios en el evento, destacando por su experiencia previa y competitividad en precios. El Gerente, Raúl Burgos, resaltó la importancia de esta oportunidad para la visión y motivación de otras empresas, describiendo la intensa experiencia de trabajar en un evento de tal magnitud, con una asistencia de más de 300 mil personas en las gradas.
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De una oportunidad, nació algo grande. “El año pasado estuvimos en la Fórmula 1 por primera vez, fueron 150 personas y este año, hubo más de 400. Eso nos dio un respaldo, este año fue mucho mejor, ya teníamos experiencia”, recordó el Gerente de Bursan, Raúl Burgos, en diálogo con BBCL.
Hace 18 años, la mencionada empresa partió desde el rubro de los servicios de alimentación, posteriormente evolucionando al aseo y ornato y la seguridad. Tales características le permitieron abrir una sede en Brasil, desde la cual postularon para cumplir un sueño: estar en un Gran Premio de Fórmula 1, por primera vez, en 2023.
“Como cualquier licitación, se abren postulaciones y ganamos el año pasado. Este año, íbamos con cierta ventaja porque ya nos conocían. Esta negociación fue muy importante, de manera telemática. Antes de llegar a São Paulo, ellos estaban en Inglaterra y se hizo todo en inglés, ganamos en tema de precios”, comentó Burgos.
“No es fácil, pero es confortable y motivador para otras empresas, por un tema de visión. La experiencia fue mucho más tranquila, porque ya la conocíamos y nos agradecieron los gerentes, prácticamente ya estamos comprometidos para el próximo año”, agregó.
Apareciendo también en el GP de Brasil, cuya carrera principal se disputó el 3 de noviembre en Interlagos, el chileno pudo vivir y consolidar otra experiencia de su compañía en una fecha de la categoría reina del automovilismo.
“Es una locura, un estrés gigante. Hubo graderías nuevas, entonces había más gente en el paddock, aproximadamente, superior a las 300 mil personas. Te piden cien, veinte, treinta personas más en un momento, es como tener un Mundial de Fútbol en un Gran Premio”, sentenció.