Charles Leclerc le devolvió la sonrisa a Ferrari en la Fórmula 1, luego de conquistar el GP de Mónaco, octava carrera del Campeonato Mundial de F1 que llegó hasta el principado.
El monegasco siempre contó con el apoyo del público asistente, ya que era el único piloto de la parrilla en ser oriundo de uno de los países con el circuito urbano más reconocido en todas las fechas de la F1.
Tras su victoria y algarabía que se vivió en Mónaco, un registro captado por un hincha local muestra a Charles Leclerc paseando en bicicleta por las calles del principado, despreocupado y hablando por teléfono con la indumentaria de Ferrari tras conseguir el GP del ‘Gran Circo’.
De hecho, en el registro audiovisual se escucha a la persona que grabó el video decir “ese es uno de los pilotos de Fórmula 1 sobre una bicicleta, está loco”, tras la sorprevisa escena que estaba viendo en las calles de Mónaco.
Esta decisión, lejos de ser un acto de egocentrismo o extravagancia, refleja la cercanía de Leclerc con su comunidad y su deseo de mantenerse conectado con sus raíces.
Nacido y criado en Mónaco, ganar en su tierra natal significó un logro que Leclerc siempre soñó (según sus propias palabras tras la victoria), y su elección de regresar a casa en bicicleta parece ser una forma de celebrar este hito de manera auténtica y personal.
Además de su destacado desempeño en la pista, Leclerc también ha ganado el corazón de muchos aficionados con su personalidad modesta y accesible.
Esta decisión de regresar a casa en bicicleta solo refuerza su imagen como un campeón cercano a la gente, que valora las cosas simples de la vida, incluso en medio del glamour y la emoción de la Fórmula 1.