La guerra interna en Red Bull Racing no tiene para cuando parar. En las últimas horas salieron versiones de que el jefe de la escudería, Christian Horner, planea una estrategia para alejar del equipo austriaco a una pieza importante.
El diario alemán Auto Motor und Sport reveló que el británico aceleraría la salida de Adrian Newey, el director técnico de la escudería, quien está incómodo con el turbulento presente del team de la bebida energética.
Incluso, el sitio apuntó que el ingeniero inglés mostró su total desacuerdo con la absolución del jefe de Red Bull ante la acusación de una empleada por una “conducta inapropiada”.
La idea de Horner es asignarle a Newey el proyecto de Hypercar RB17 por “razones presupuestarias” para alejarlo de la Fórmula 1.
Y eso no es todo. El hombre clave en la creación del exitoso monoplaza contó hace algunas semanas en un podcast que todavía tiene en mente “trabajar con Ferrari o Lewis Hamilton” para redondear su carrera profesional.
La danza de rumores no para en el equipo dominador de la máxima categoría del automovilismo. A comienzos de semana el portal germano F1 Insider destapó que Christian Horner será despedido antes del GP de Australia, evento que se correrá el 24 de marzo en el circuito de Albert Park.
De una reunión entre Franz Watzlawick, CEO del Grupo Red Bull, el tailandés Chalerm Yoovidhya, propietario de la mayoría de acciones (51%) y el director ejecutivo de la escudería de F1 Oliver Mintzlaff, tras el GP de Arabia Saudita, habría salido la información que el británico sería cesado de sus funciones en las próximas semanas.