Una de las veces que Michael Schumacher más impactó en la F1: el día de su primer triunfo con Ferrari, bajo la lluvia y con una " basura de coche".
Michael Schumacher es sinónimo de leyenda. Así de simple. El piloto alemán -lamentablemente accidentado en 2013 y en estado de salud incógnito en la actualidad-, brilló en cada una de los equipos que defendió en la Fórmula 1. Sin embargo, su amor por Ferrari fue gigante y especial.
Y es que tras conseguir resultados importantes con Benetton, incluyendo el bicampeonato 1994-1995, ‘Schumi’ decidió firmar en 1996 con el ‘Cavallino Rampante’ que estaba al borde del colapso por sus horrendas campañas deportivas esas mismas temporadas.
Es decir, Michael se pasó al conjunto italiano cuando él estaba en un notable momento y el fabricante en uno terrible, donde la racha de 17 años sin campeonatos lo decía todo.
El alemán nunca temió a los grandes desafíos. Y así, sin óptimas condiciones, quería demostrar sobre la pista que estaba para hacer grandes cosas.
“Schumacher fue muy valiente al ir a Ferrari: si le quitáramos a los coches el color rojo y el caballo relinchando, la idea de fichar por la escudería italiana en 1996 parecería directamente una estupidez”, destaca, ´por ejemplo, el portal Vice.
Sin embargo, ‘Schumi’ le dio vuelta al destino. Comenzó a pavimentar de a poco su camino que lo terminaría convirtiendo en, para muchos, el mejor de la historia.
Te acordás ?
1996,primera de Victoria de Michael #Schumacher con Scuderia #Ferrari en el Gran Premio de España…
A medida que se acercaba el inicio del Mundial, las cosas no mejoraban. El vehículo de Ferrari era lento, abultado y pesado. El panorama no podía ser peor.
Por si fuera poco, el propio compañero del germano, Eddie Irvine, quien arruinaría más la interna al calificar públicamente el coche como “una basura”.
“Recuerdo que cuando el coche se dio a conocer le dije a Michael, ‘Parece muy diferente a los demás coches’. Era un desastre”, admitió.
“Y aquel año Michael hizo un fenomenal trabajo conduciendo esa cosa… porque era un pedazo de basura, de verdad que lo era”, complementó a Sky Sports.
Con toda esa presión, y contra todo pronóstico, Schumacher consiguió importantes puntos ese año… ¡Y hasta victorias!
El primer triunfo de Michael Schumacher llegaría un 2 de junio. Y sería el mejor de todos.
Luciendo bajo la lluvia
Tras 6 fechas de dominio absoluto de Williams esta temporada, con Damon Hill y Jacques Villeneuve, y una sorpresiva victoria de Olivier Panis en Mónaco, en España Schumacher firmaría su primer batacazo con Ferrari.
Y lo haría a lo grande. Coronándose bajo una torrencial lluvia en el circuito de Montmeló, tras comenzar en la tercera posición.
Ese día, para peor, Schumacher bajó al séptimo casillero a lo poco de haber largado. La desolación y tristeza en su equipo era evidente.
Pero todo cambiaría. A medida que la carrera avanzaba el alemán empezó a mostrar su destreza en el volante, mientras seis de un total de veinte piloto debieron abandonar tras las primeras dos vueltas.
Desde el duodécimo giro El ‘Kaiser’ tomó el liderato y no soltó más. Por otro lado, sus rivales seguían dejando la carrera por no saber controlar las monoplazas con la pista mojada.
“‘Excepcional’ o ‘increíble’ fueron algunos de los adjetivos que los directivos de Ferrari utilizaron ese día para calificar el espectáculo ofrecido por Schumacher”, recuerda una crónica del medio MotoSport.
Michael Schumacher, Ferrari F310 – Ferrari Tipo 046 3.0 V10. GP España 1996.#F1 📸 LAT Photographic. pic.twitter.com/KmGzXeU52J
A partir de esta hazaña, Schumacher tomó confianza y se consolidó venciendo en dos competencias más: Gran Premio de Bélgica y Gran Premio de Italia. El germano, además, terminaría tercero la temporada en el campeonato de pilotos.
Fue el nacimiento del amor Ferrari-Schumacher que duraría para siempre. Uno que empezó a los tumbos, pero acabó lleno de éxitos y un pentacampeonato (2000-2001-2002-2003-2004).