Manuel Monsalve (59), el otrora subsecretario del Interior —hoy cumpliendo prisión preventiva imputado por violación—, atravesó una turbulenta semana. Por un lado, sufrió un duro revés ante la Corte de Apelaciones de Santiago, que le denegó el arresto domiciliario y optó por mantenerlo encarcelado en el Anexo Capitán Yáber. A ello se sumó la salida de María Inés Horvitz de su equipo legal, el que ahora quedó enteramente a cargo de Lino Disi y Cristian Arias.
De paso, también se supo que el pasado 8 de noviembre, apenas seis días antes de ser detenido, pactó separación total de bienes con su esposa María Eugenia Garrido (63), exconcejal socialista de Los Álamos con quien ha estado casado por 31 años. Fue una movida de último minuto que le permitirá proteger el patrimonio de su cónyuge en caso de deudas o eventuales demandas civiles derivadas de su actual situación judicial.
En medio de toda esa vorágine se suma otro antecedente de su paso por la Subsecretaría de Interior. De una revisión a su Declaración de Patrimonio e Intereses (DIP), realizada por BBCL Investiga, se desprende que la exautoridad sub declaró el avalúo fiscal de sus propiedades y también anotó un abultado aumento en los fondos de su Ahorro Previsional Voluntario (APV), que subió casi $25 millones en apenas cinco meses.
Se trata de un asunto que le generó un nuevo flanco, pues la normativa considera procesos sancionatorios cuando una autoridad realiza una declaración incompleta o inexacta, como en este caso. Así las cosas, de acuerdo a fuentes de este medio, Contraloría ya detectó varios de los problemas y le solicitó formalmente a Monsalve realizar las precisiones pertinentes.
De hacer caso omiso, algo altamente probable considerando que está en prisión, cabe la posibilidad que el ente fiscalizador le formule cargos e incluso aplique multas, sin importar que ya haya dejado el cargo.
¿Monsalve “arruinado”?
Durante la formalización del exsubsecretario, a mediados de noviembre, la abogada defensora María Inés Horvitz respondió a la prensa con particular ironía cuando dijo que buscaba lograr el arresto domiciliario para Monsalve. Aludió a la también formalizada exalcaldesa de Maipú, quien bajo esa medida cautelar aprovechó de generar contenido erótico para ganar dinero en medio del encierro.
“Obvio, como la Cathy Barriga, me gustaría mucho, a ver si él también tiene opción de ganarse unas lucas, porque está arruinado”, dijo Horvitz.
Evidentemente sus deseos no se cumplieron y Monsalve quedó en prisión.
Sarcasmo aparte, lo cierto es que la situación económica del exsubsecretario no parece estar tan mal. Por ejemplo, hasta la fecha ni él ni su esposa se han desprendido de sus vehículos ni bienes raíces. De acuerdo a los registros oficiales, él mantiene la propiedad de su Jeep Grand Cherokee 4×4, el que le compró en 2021 al diputado Ricardo Celis (exPPD).
Por su parte, ella sigue manejando su Hyundai Santa Fe año 2020, que compró en 2023 al arquitecto Domingo Pillado Melzer, funcionario que ejerció como alcalde subrogante de Chillán Viejo, en la región de Ñuble, durante la administración del socialista Felipe Aylwin Lagos (2008-2021).
A la hora de desprenderse de los autos también acostumbran venderlos a cercanos. De hecho, a fines de 2022 Monsalve le cedió su anterior Hyundai Veracruz a Roberto Aguín Arriagada, uno de sus asesores más cercanos, de los pocos que siguió en contacto con él tras su bullada salida de La Moneda. Tanto así, que el gobierno decidió no renovarle el contrato tras conocerse la visita que realizó a su departamento, en Viña del Mar, días después de su renuncia.
Avalúos recortados
Precisamente esa misma propiedad es una de las que saltó a la vista en la declaración de patrimonio. Se trata de una unidad en el décimo piso en los Edificios Arenas del Mar, en el sector de Agua Santa de Viña del Mar, adquirido en 2007.
En principio, cuando asumió el cargo en 2022, consignó el real avalúo fiscal de esa época, que llegaba a los $75,3 millones. Sin embargo, en las actualizaciones de 2023 y 2024 Monsalve inexplicablemente comenzó a declarar que el departamento valía menos de la mitad: sólo $31,5 millones.
Una cuestión que en la práctica nunca ocurre con ese tipo de propiedades. Por el contrario, según pudo chequear BBCL Investiga en los registros oficiales del Servicio de Impuestos Internos, el valor ha ido al alza, llegando hasta los $86,7 millones al cierre de 2024. Aquello sin considerar otros $7 millones extra del estacionamiento y bodega. Es decir, el conjunto sobrepasa los $93 millones de avalúo fiscal, por lo que su valor comercial fácilmente supera los $100 millones.
Lo mismo hizo Monsalve respecto a su otra propiedad en Lonco Norte, uno de los barrios más exclusivos de Chiguayante, en la región del Bío Bío. En principio declaró que su avalúo fiscal era de $121 millones, pero al año siguiente lo redujo a $83,5 millones y lo mantuvo así hasta su última actualización en marzo 2024. Sin embargo, lo cierto es que el valor —estipulado por el SII— en realidad escaló hasta los $145 millones.
Con todo, la situación se transformó en un nuevo dolor de cabeza para el exsubsecretario, pues las Declaraciones de Intereses y Patrimonio son objeto de fiscalización incluso si la autoridad aludida ya salió del cargo. De acuerdo a fuentes de BBCL Investiga, el ente contralor ya detectó varios de los problemas mencionados y le solicitaron a Monsalve realizar las precisiones pertinentes.
Diego Martin | Agencia UNO
CGR a la carga
La Contraloría General de la República (CGR), consultada por las inconsistencias, señaló a este medio que ellos efectúan “sucesivamente la revisión de las DIP presentadas conforme a la ley, y si se detectan errores o inconsistencias, se notifica a la persona a su casilla de correo para que las corrija, tal como acontece en este caso”.
Al margen de las propiedades, otro asunto que llama la atención es el rápido crecimiento de los ahorros invertidos en su APV de Consorcio.
Si bien abrió dicho fondo hace 10 años, en un lapso de cinco meses creció $24,9 millones. Tanto en su declaración de marzo como en la de octubre del año pasado se mantuvo estable en $71 millones; sin embargo, en la de marzo 2024 se elevó hasta los $95,6 millones.
Un detalle que cobra especial relevancia por estos días, sobre todo considerando que la propia Contraloría se encuentra indagando el uso de gastos reservados de Monsalve. De hecho, la semana pasada funcionarios del ente fiscalizador llegaron a La Moneda por segunda vez para acceder a la caja fuerte que resguarda dichos dineros, todo con el objetivo de ejecutar una auditoría a los desembolsos realizados por ese ítem.
Más aún, desde la oposición incluso han pedido al Consejo de Defensa del Estado que se involucre y presente una querella por posible fraude al fisco. Desde esa óptica, y considerando que probablemente seguirá en prisión, lo más seguro es que el actual buen pasar de su patrimonio no se extenderá por mucho tiempo en el futuro, pues en su última DIP —además de sus propiedades y fondos— también registra $100 millones de deuda por dos créditos hipotecarios del Banco Edwards.
El apoyo familiar
“Mi familia está conmigo”. Esas fueron las palabras de Monsalve el 1 de noviembre, en su primera aparición tras salir de La Moneda, cuando fue abordado por la prensa en los alrededores de su departamento en Viña del Mar.
Ayer viernes fue cuando más se hizo patente. Hasta entonces, en las audiencias y en la cárcel sólo había estado con sus abogados, pero su esposa apareció por primera vez en Capitán Yáber para visitarlo y llevarle algunas cosas.
“Solo quiero agradecer a todas las personas que están orando por él y como familia estamos unidos”, dijo a su salida.
Y aunque públicamente sus hijas no han estado allí, aparentemente también lo han respaldado en este periodo. Por ejemplo, antes de caer detenido fue visto en un viaje de Viña a Santiago para encontrarse con sus abogados, a cuya reunión asistió en un Subaru Forester que figura a nombre de su hija Gabriela Monsalve Garrido (30).
Poco se sabe de ellas, pues no son tan conocidas como sus padres, pero ambas están dedicadas al servicio público. Gabriela es ingeniera civil industrial de la Universidad del Desarrollo y, de acuerdo a los últimos registros disponibles, trabaja desde 2022 como parte del Programa de Fomento Productivo de la Municipalidad de San Pedro de Atacama, liderada por el alcalde reelecto Justo Zuleta Santander (IND-FRVS).
En tanto, Amanda Monsalve Garrido (31), desde 2018 es médico cirujano de la Universidad San Sebastián y actualmente se encuentra cursando la especialización en Medicina Interna de la Universidad de Concepción. Todo ello tras obtener un cupo mediante el Concurso Nacional de Especialidades para médicos (CONE) convocado por el Ministerio de Salud.
Dentro del círculo se suma también Carmen Monsalve Benavides (64), hermana mayor del exsubsecretario, que lleva uno de los nombres de la matriarca de la familia. De hecho, Gabriela —la hija menor del hoy imputado— también lo llevaba en primer lugar, hasta que en 2021 decidió legalmente removerlo y dejar únicamente el segundo.
Carmen cuenta con una extensa trayectoria trabajando en el Estado y en la academia. Es enfermera de la Universidad de Concepción, titulada en 1983, y desde 2020 se desempeña como intendenta de Prestadores de Salud en la superintendencia del ramo, por cuya labor hoy recibe un sueldo superior a los $11 millones brutos. También figura entre los docentes del Diplomado en Oncología General para Profesionales de Salud de la Universidad de Los Andes.
Aunque no se ha referido públicamente a la situación de su hermano y no tiene redes sociales abiertas, de igual forma ha recibido algunos reproches. A propósito de un post de la Superintendencia de Salud, que hace un año destacó su rol como oradora principal en un acto en la Universidad de Talca, algunos han aprovechado de dejar sus mensajes. “Ojalá que no caigas tan bajo como tu hermano, el exsubsecretario del Ministerio del Interior, Manuel ‘Violeta’ Monsalve”, le comentaron hace una semana.