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"Toño Marchant te puso en mi camino": los chats secretos con periodista que sellaron caída de Llaitul

"Toño Marchant te puso en mi camino": los chats secretos con periodista que sellaron caída de Llaitul

Martes 28 mayo de 2024 | 06:00

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Constanza Escobar (BBCL)

Cientos de páginas copan las conversaciones de WhatsApp y Signal que la PDI extrajo del teléfono Xiaomi Redmi Note 10 de Héctor Llaitul. Los intercambios -que hoy revela BBCL Investiga- no sólo desnudan la interna de la CAM y sus operaciones, sino también los estrechos nexos del exfrentista. Aquí figuran sus hijos e incluso periodistas. "Me tocó el resguardo... con pura cara de tuto", dice un mensaje acompañado de una selfie que Llaitul envió, armado, a la directora de El Ciudadano, Josefa Barraza. Precisamente esas fotografías pavimentaron, en parte, la condena a 23 años de cárcel en su contra.

El subcomisario de la PDI, Cristián Salgado, fue pieza clave del juicio contra Héctor Llaitul. Con 19 años de servicio, le correspondió formar parte del equipo que detuvo al líder de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM) y exponer, en estrado, los resultados del peritaje del teléfono que él mismo incautó al exmiembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.

A lo largo de su alocución —que se extendió por dos días—, el testigo no sólo reveló el rol de Llaitul en el acarreo de armas y personal para la concreción de ataques en la Macrozona Sur, sino que también desnudó conversaciones inéditas del imputado. Aquí aparecen, entre otros, chats con su círculo más íntimo e incluso periodistas. Los mismos intercambios más tarde se transformarían en piezas fundamentales para pavimentar la sentencia a 23 años de cárcel contra el mandamás de la CAM.

Y es que la información extraída del Xiaomi Redmi Note 10, junto a otras diligencias, permitió al Ministerio Público acreditar la participación de Llaitul en delitos contemplados en la Ley de Seguridad del Estado, usurpación violenta, hurto de madera y atentado contra la autoridad.

—Yo juré vengarlo!! Desde que él murió (Toño Marchant) he redoblado los esfuerzos. Y hoy tenemos el doble de fundos forestales en recuperación. No hay un día ni un momento de descanso en que deje de trabajar y luchar contra quienes lo mataron. Él te puso en mi camino… —versa, por ejemplo, uno de los mensajes enviados por el imputado a Josefa Barraza, actual directora del medio online El Ciudadano.

Llaitul: el líder

Apoyado con una presentación gráfica, el subcomisario Salgado —perteneciente a la Fuerza de Tarea Macrozona Sur— inició su intervención en el juicio el 19 de marzo recién pasado. El policía explicó, a grandes rasgos, el rol de Llaitul en la orgánica de la CAM:

—Conforme a todo lo observado, en las conversaciones, forma de hablar, forma de instruir, de dar instrucciones del traslado de armas, del traslado de personas, en general, es el líder de la CAM (…) Él es quien dirige.

Los ejemplos son numerosos.

—Peñi… estoy convocando a algunos pa darles a los pacos mañana al mañanero —escribió Llaitul a mediados de 2022, no sin antes instruirle a su contraparte que bloqueara el camino ante la inminente llegada de Carabineros a un predio usurpado.

El detective complementó:

—Durante el análisis del teléfono yo no puedo mencionar que haya alguna conversación donde sea él quien reciba instrucciones de alguien. Siempre es él quien dirige todas las conversaciones.

Según se desprende de la exposición del subcomisario, Llaitul confió las tareas más delicadas de la organización a sus propios hijos: Ernesto y Pelentaro, ambos en prisión preventiva por ataques incendiarios.

Sin ir más lejos, a este último lo envió personalmente a Santiago para recibir un fusil. Ocurrió en junio de 2022, luego de que Llaitul padre coordinara la entrega con un contacto registrado como “Riquel”, un exmiembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, según establecieron las pesquisas de la PDI.

—Domingo 12 horas, panamericana/Salesianos. Esquina norponiente (como tomando micro hacia el sur). Y no googlear dicen. Debes ir con un gorro (consigue) y un libro chico en la mano izquierda…. ¿está claro? —escribió Llaitul a Pelentaro.

El menor del clan hizo caso a cabalidad. Cuatro horas después del encuentro, Pelentaro informaba a su padre de los resultados de la diligencia.

—Hay un puro M —escribió el menor, en alusión a un fusil M16.

Lo tenía desarmado, encima de una mesa, cuando tomó y envió una fotografía al cabecilla de la CAM. Llaitul estaba decepcionado: esperaba que el arma viniese acompañada de otras de menor calibre, cosa que no sucedió. Sin más, instruyó a su hijo que armara un bulto y se lo hiciera llegar a Puerto Choque, donde residía.

El mismo fusil más tarde aparecería en selfies que Llaitul solía tomarse con su teléfono celular.

Los corteli y el connotado

El suministro y administración de las armas que Llaitul mantenía en su poder copa varias páginas de conversaciones a las que accedió BBCL Investiga.

Un mes después de la misión encargada a Pelentaro, el líder de la CAM instruyó a Ernesto, su otro hijo, para que tomara las prevenciones para un ataque perpetrado en Máfil, región de Los Ríos.

En un mensaje de audio, el imputado pidió a su hijo repartirse con otros miembros de la organización “tres temitas”: dos “corteli” y el “connotado”.

—Los “temitas” siempre son referencias a armas de fuego —detalló el subcomisario—. El “connotado”, como en otras conversaciones que se detectaron, siempre corresponde a un arma de fuego de un calibre más alto. Por lo general a fusiles.

Según se desprende de las palabras del policía, dicho armamento posiblemente se trataba del mismo M16 que Pelentaro había recogido en su periplo. Los “corteli”, en tanto, hacen referencia a armas cortas, de puño, como una pistola o un revólver.

Sea como sea, apenas horas después de esa conversación entre padre e hijo, la CAM se adjudicaría la quema de un furgón, seis maquinarias forestales, dos camiones y dos containers. Todo ello, en “homenaje” al primer aniversario de la muerte de Pablo Marchant.

En un intercambio posterior, Pelentaro le hizo saber a su padre que se había hecho de un pequeño botín tras el ataque.

—En la salida pasamos por una faena y quemamos dos máquinas y una camioneta más container. Lo que se recuperó: visor nocturno. Cuesta como 2 millones —le escribió sin recibir mayores comentarios de su padre.

La periodista

Los ataques en conmemoración de la muerte de “Toño” no es casual: el alza registrada por este motivo fue desclasificada por el propio Llaitul. Lo hizo en una conversación con la periodista Josefa Barraza, con quien mantuvo una estrecha relación. Los intercambios fueron pieza clave en la sentencia contra el líder de la CAM puesto que no sólo vinieron a confirmar el rol de Llaitul en la organización sino también porque lo posicionó en sitios donde se estaban cometiendo delitos.

—Yo le juré vengarlo!! Desde que el murió he redoblado los esfuerzos. Y hoy tenemos el doble de fundos forestales en recuperación. No hay un día ni un momento de descanso en que deje de trabajar y luchar contra quienes lo mataron. Él te puso en mi camino… —escribió Llaitul a la periodista el 3 de junio de 2022.

Barraza retrucó:

—Toñito merece justicia, y yo intentaré apoyar la causa desde mi profesión…

—Eres muy agradable conmigo… y me alegras la vida —contestó Llaitul.

—Es que me generas eso… El ser amable contigo. Y como te digo… Yo no hablo con el líder de la CAM, yo hablo con Héctor. Y que paren de criminalizar al pueblo mapuche —dijo Barraza.

—Pero a Toñito lo vengaremos nosotros… recuérdalo siempre —sentenció Llaitul.

Los escritos en alusión a la “memoria del peñi Toñito Marchant” se replicarían en todas las acciones que impulsaría la organización en la zona. Sin ir más lejos, una de las ORT (órganos de resistencia territorial) más mediáticas de la CAM adoptó su nombre. Allí, de acuerdo a la indagatoria, Ernesto tuvo un rol preponderante. De hecho, hoy está a la espera de que se repita el juicio en su contra por un atentado en las cercanías a Los Ángeles.

Respecto de esos brazos armados de la CAM, el detective Salgado confirmó:

—De lo que se pudo detectar en el análisis, esos grupos operan siempre bajo el comando de gente que es cercana al imputado (Llaitul). En los atentados en Máfil y otros, el imputado pide cooperación de personas locales pero siempre acompañados por alguien de su círculo cercano.

Pelentaro baleado

El rol activo de los hijos de Llaitul no sólo les significó que hoy estén sentados en el banquillo de los acusados, sino también que al menos uno de ellos cayera herido en enfrentamiento. Así consta en otra conversación entre el condenado y la periodista.

—Me acostaré… estoy algo triste y decaído (…) ¿Serás reservada? —partió diciendo Llaitul.

—¿Cuándo no lo he sido? Jamás he contado nuestras cosas —respondió Barraza a los pocos minutos.

—Están investigando a mi Pelochoclo (Pelentaro). Lo quieren procesar y meter preso también… y es un niño aún. El Pele tiene 17. Le dieron un balazo en una pierna y tuvimos que llevarlo a Santiago a atenderlo… estaba re mal —confidenció Llaitul.

Si bien el chat está fechado el 6 de agosto de 2022, pasadas las 03:00 de la madrugada, la investigación sostiene que dicho episodio ocurrió el 10 de mayo de 2021, en el predio Vegas de Centenario, emplazado entre las comunas de Los Sauces y Lumaco.

Ese día un grupo de encapuchados, provistos de armas de fuego, interceptaron dos camiones para luego incendiarlos. Carabineros, al llegar al sector, fueron emboscados. Fue entonces, según se desprende de la conversación con Barraza y otras pruebas aportadas en el juicio, que Llaitul hijo recibió un disparo en una pierna.

—Me podría llamar en un rato más porque tengo un problema, le hablo por WhatsApp, pasó algo grave —reza un mensaje enviado ese mismo día por Llaitul a la también periodista Mónica González.

—El peñito está bien, no se comprometió nada fuerte, tomando medicamentos para el dolor —escribió a otro interlocutor en los días posteriores.

—La policía llegó a ese hospital. Lo ingresamos clandestino y con otra identidad… alguien lo entregó —se lamentó finalmente Llaitul ante el silencio de Barraza. La comunicadora no respondió los mensajes. Las relaciones entre ambos para ese entonces estaban quebradas luego de que no concretaran un encuentro personal entre ambos que tenían programado en Santiago.

Tras las desavenencias por la fallida cita, Llaitul volvió a tomar la palabra.

—Una infidencia: del gobierno tomaron contacto conmigo, al más alto nivel. Y se viene el medio montaje en mi contra —le escribió.

El mensaje tendría relación con el diálogo entre el imputado y una asesora de Jeanette Vega, la entonces ministra de Desarrollo Social. Todo terminaría con la salida de la secretaria de Estado una vez se conocieron esos mensajes.

“He tomado la decisión de aceptar la renuncia de la ministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega. Porque quiero que sepan, que como Presidente de la República, debemos ser cuidadosos del fondo, pero también de la forma. Los hechos que hemos conocido hacen que corresponda hacer valer la responsabilidad política de la ministra”, dijo el Mandatario Gabriel Boric en la oportunidad.

Josefa nunca atendió esos mensajes.

Además de Barraza, Mónica González y la profesional de la Delegación Presidencial de La Araucanía, Natalia Nicolás, hay un cuarto periodista que aparece mencionado en la sentencia de Llaitul. Se trata de Boris van der Spek. Los investigadores detectaron conversaciones y una transferencia bancaria en favor de Llaitul. Una suma de dinero no informada fue depositada en la cuenta de Pelentaro.

—Habría sido una entrevista pagada y no por un tema de reivindicación —atestiguó el detective Salgado.

“Le vamos a dar una…”

Hay más. En las conversaciones entre ambos también se observan fotografías enviadas por Llaitul a Barraza que permitieron a los investigadores posicionarlo en hechos de violencia acaecidos en la Macrozona Sur.

La primera de la que se tiene registro es del 2 de junio de 2022. “Toño presente”, versa la imagen de un lienzo, tomada por el imputado en el predio Renaco Los Pastales de la comuna de Chol-Chol. El terreno, propiedad de Bosques Cautín, había sido ocupado dos meses antes por miembros de la CAM. La sentencia sostiene que Llaitul participó activamente no solamente de la toma del lugar sino también de las faenas forestales clandestinas que allí emprendieron. Robaron, según el Ministerio Público, 425 millones de pesos en madera.

—Aquí andan los pacos. De civil… creo pasará algo —le hizo saber Llaitul a Barraza ese día.

—Puros infiltrados. No se cansan de molestar —retrucó la periodista.

El imputado, luego de contarle sus planes de almuerzo y otros aspectos más bien domésticos, advirtió:

—Le vamos a dar una…

Y así fue. O al menos eso se desprende de la investigación. En el fundo Renaco Los Pastales, encapuchados emboscaron a Carabineros. Los funcionarios policiales habían sido advertidos de la presencia de desconocidos. Fueron atacados a balazos. Uno de los tiros atravesó la ventana del vehículo policial y fue a dar justo en la parte superior derecha del chaleco antibalas de uno de los uniformados. Su compañero, sin embargo, corrió peor suerte: sufrió una fractura expuesta en su tobillo derecho producto de un proyectil balístico.

Las selfies de Llaitul

—Me tocó el resguardo… con pura cara de tuto —versa otra conversación con Barraza, fechada el 2 de junio de 2022.

Llaitul lo escribió desde el mismo fundo Renaco Los Pastales. Se sabe porque su mensaje iba acompañado, otra vez, de una imagen. Se veía al imputado en medio de ese predio. Vestía una chaqueta mimetizada e iba armado con un fusil M16.

La conversación discurrió rápidamente en torno a otras materias. Primero, Llaitul contó que tenía una alta estima por el exministro Jorge Arrate (con quien escribió un libro) pero que sus diferencias políticas e ideológicas los terminaron por apartar.

También desclasificó desavenencias al interior de la propia organización. Por aquel entonces José Huenchunao Mariñan, uno de los fundadores de la CAM, había concedido una entrevista al medio Sala de Prensa. La conversación no cayó bien a Llaitul.

Josefa consultó porqué Huenchunao ya no seguía en la Coordinadora. Llaitul fue claro:

—Por amarillo pue. Y cuestionó la línea político-militar que yo llevaba. Al final yo tenia la razón. Por eso estoy instalado en todos lados. La mayoría de los otros grupos se formaron al alero de la CAM. Son desprendimientos de la CAM. Con otros propósitos si. Y claro. Algunos con desviaciones. Por eso el tema del narcotráfico, de las mafias de madera y del asesinato indiscriminado (…) Igual se aprovecha por que yo no he hablado —dijo.

Llaitul volvió a enviar selfies a Barraza dos meses después. En agosto de 2022 le hizo llegar dos fotografías. En ambas iba armado.

—Custodiando recuperación productiva —le comentó a Barraza el 2 de ese mes. Portaba una escopeta.

Dos días después volvió a enviar una imagen. Esta vez encapuchado y con un fusil.

—Toy amontañao pero tomando fundos —escribió.

Consultada por BBCL Investiga, Josefa Barraza indica que las conversaciones con Llaitul las mantuvo en el marco de una relación profesional. Todo se debió —añade— a una investigación periodística por la muerte de Pablo Marchant que comenzó en septiembre de 2021.

“Fiscalía no me citó a declarar, tampoco fui citada al juicio. Me enteré que tuvieron acceso a estas conversaciones en la condena del 7 de mayo pasado”, afirma.

En esa línea, considera que “los y las periodistas salgan mencionados en la condena, y sean foco de investigación, es una vulneración grave a la libertad del ejercicio periodístico”.

“Es grave”, acusa.

El líder “narcisista”

Sea como sea, las fotografías halladas en el celular del imputado permitieron a la PDI conformar su perfil psicológico. Los resultados fueron expuestos en el juicio y apuntaban a rasgos “narcisistas” y “ególatras” de Llaitul.

—Dentro del informe que se envía al Ministerio Público se menciona que las búsquedas web realizadas por el imputado corresponden principalmente a la búsqueda de su propio nombre, de Héctor Llaitul, concordante con que también buscaba reivindicaciones territoriales, atentados incendiarios que hayan aparecido en la prensa —sentenció el subcomisario Salgado al final de su intervención en el juicio.

Llaitul fue condenado a 23 años de cárcel. Victoria Bórquez, abogada defensora dijo tras conocerse la sentencia que su representado fue víctima de una persecución desde el comienzo de la investigación.

“Estas penas impuestas, que suman un total de 23 años, dan cuenta del carácter que nosotros planteamos de un comienzo en cuanto a la persecución política y racial que ha realizado el Estado chileno. Históricamente es sabido, conocido de todo que el Estado junto a los particulares, se han encargado de perseguir y encarcelar a estas personas”, expuso.

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