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¿Dónde estás Roger? Su familia lo pregunta en redes sociales. Suena retórico, casi existencial. Nadie puede responder dónde está Roger Lampert (27) después de que fuera visto por última vez a 17 minutos de su casa, un 6 de junio de 2022. Pistas hay pocas: rastreó una dirección en Google Maps, buscó tres nombres en Rutificador y luego salió de casa bajo una lluvia despiadada. La excusa era que se juntaría con un profesor. Nunca más se le volvió a ver. Su familia sigue insistiendo que no se suicidó. "¿Cómo una persona se va a suicidar y va a esconder solo su cuerpo?", se preguntan.
La noche del 6 de junio Roger Lampert no durmió.
Entre las 3:58 y las 4:11 de la madrugada habló por WhatsApp con su amigo Felipe. Después Roger retomó la conversación a las 7:42 de la mañana. No hubo respuesta, así que 24 minutos más tarde le envió un audio donde le decía que iba a salir. Fue su último mensaje. No le dijo dónde ni tampoco con quién. Dejó su celular cargando al computador y bajó al primer piso de la casa para avisarle a su mamá que se juntaría con un profesor.
—¿Vas a salir sin desayuno? —fue lo único que le consultó.
—Voy y vuelvo —le respondió.
En la habitación del lado, su padre, Luis Lampert, escuchó todo. La casa era pequeña. No le preguntó nada, sólo le ofreció dinero para la locomoción pero Roger le dijo que tenía. Afuera llovía descomunalmente y el viento azotaba Valdivia.
Vestido con un pantalón de buzo negro y zapatillas blancas salió de la población Los Jazmines. Adentro dejó su celular, su billetera y su reloj. Una cámara lo captó por la plaza Carlos Lorca: a 17 minutos caminando desde su casa. Ese fue el último registro que se tiene de Roger. El último desde el 6 de junio de 2022. Por más que barrieron los humedales y los ríos valdivianos no apareció indicio de él.
La única pista fue que esa mañana antes de salir Roger buscó la dirección “Dr. Pedro Videla XX” en Google Maps. Su historial dice que a las 08:35, minutos antes de salir, actualizó por sexta vez el mapa. También buscó tres nombres en la página Rutificador. Uno de esos coincidía con la calle buscada. La cámara que lo localizó antes de desaparecer presume que iba hacia ese punto. La triangulación coincide.
Fiscalía desechó esa línea de investigación. Se enfocan más en que la semana pasada a su desaparición Roger renunció a la universidad y testigos declararon que tenía problemas familiares. Enfatizan eso sí, que siguen investigando, aunque la familia opina lo contrario.
Defensa Philidor
Son pocas las cualidades que Luis Lampert menciona de su hijo. Sentado en el living de su casa, un espacio reducido de madera con un reloj de pared que adorna la sala, asegura que era un chico tranquilo al que le gustaba caminar. De la habitación del lado se escucha ruido. Es su esposa, dice.
Lo que sí conoce bien era que a Roger le gustaba jugar ajedrez. Que su tablero está guardado en su habitación y que días antes de desaparecer recibió una noticia importante: se había ganado un proyecto para hacer clases de ajedrez a niños. Hasta recuerda cuando le intentó enseñar a jugar y nunca lo logró. Es el único momento donde sonríe.
Hojea una libreta donde anotó todos los nombres que tienen relación con Roger. Profesores, compañeros, amigos, abogados. Todos están ahí, en hojas que ya no tienen ningún espacio en blanco. Hasta las tapas contienen información. Dice que ninguno le contestó. Que la segunda abogada que les ofreció la municipalidad de Valdivia no se ha comunicado con la familia. Y que es él quien todas las semanas va o llama a la fiscalía para preguntar por alguna novedad del caso. Nada hasta ahora, asegura. Sólo un cambio de fiscal.
Recapitula esa mañana cuando Roger se levantó cerca de las 7:30, que se fue sin desayunar y que su tono de voz era normal. Que pensó que luego iría a la universidad y que por eso no se preocupó mientras corrían las horas de ese lunes. Admite que no sabía que su hijo había dejado la carrera de Química cuando sólo le quedaba un semestre para terminarla, pero se alteró cuando lo llamó cerca de las 20:00 horas y no contestó. Más aún cuando supo que el celular vibraba en la habitación.
Al día siguiente fue a la comisaría.
—Ahí el carabinero como que tuvo dudas de anotar porque dijo que, para estar más seguros, por qué no iba a la universidad a ver si estaba allá. Y yo le dije que no llegó en toda la noche, cómo iba a ir la universidad y no iba a ir a la casa primero… —cuenta Luis mientras sigue sentado en el sillón. Inamovible.
Lo buscaron por los campus de la Universidad Austral. Sobre todo en el de Isla Teja que tiene 10,6 hectáreas. También recorrieron la orilla del Cau Cau, del Calle Calle y el Río Cruces. Le explicaron que después de cinco o siete días su cuerpo podría flotar.
—No lo encontraron por ningún humedal, ningún río, ningún bosque. No encontraron su cuerpo (…) La teoría del fiscal era que se había suicidado.
Ajedrez a la ciega
Roger Lampert Ponce tenía 27 años cuando desapareció. Entró a estudiar Licenciatura en Ciencias con mención en Química a la Universidad Austral (UACh) en 2014. Obtuvo una beca que más tarde perdió por reprobar algunos ramos. Roger llevaba ocho años estudiando. La carrera dura cinco.
—El primer y segundo año estuvo más lento. No sé, le costaba.
Felipe Soto (25) fue su amigo. Entró a estudiar la misma carrera al año siguiente. Lo conoció porque tomó ramos que él tenía atrasados. Y claro, jugaban ajedrez.
—Bueno, sus amigos me decían que era dejado nomás.
En la misma universidad los profesores lo molestaban. Le apodaban -junto a otro compañero- “los dinosaurios”.
—Pasó un tiempo y se empezó a aplicar. Después los ramos los pasaba superbién, o sea, no tenía problema en ese sentido —afirma su amigo.
En 2022 aprobó la primera tesis con nota 6,5. Le faltaba una más y la práctica profesional. En simple, un semestre para titularse. Se le veía motivado, al menos sus amistades coinciden en que quería terminar la carrera. Hasta usó como excusa sus estudios para rechazar participar en un campeonato de ajedrez. Igual otra idea ya rondaba por su cabeza: antes de dar la tesis le comentó a Felipe que había pensado dejar la universidad.
De todas formas no lo hizo y esperó hasta el miércoles anterior a su desaparición. El 1 de junio se presentó en el Campus de Isla Teja y renunció. O al menos lo intentó porque la UACh no lo aceptó y le explicó que antes tenía que pagar el semestre completo. Para entonces, Roger tenía la intención de no volver más y le escribió a Felipe ese mismo día a las 15:53.
Roger: Hice una wea muy loca. Dejé la carrera. Felipe: Qué. Rayos. Qué te llevó a esto. Qué harás. Roger: Desde ahora en adelante dices tú? Arruinar mi vida, supongo. Felipe: Pero no lo entiendo, el motivo. Roger: Ni yo lo entiendo. Estoy entero loco. Felipe: ¿Es alguna clase de jugada maestra? Roger: Sí, de esas que te dejan mate en 3 y después tienes que abandonar.
Variante del cambio
En términos ajedrecísticos, el jaque en uno, en dos o tres movimientos, son jugadas que pueden hacen perder al oponente en segundos. Algunos —o la mayoría— lo llaman abandono, sobre todo cuando la derrota es inminente. El jaque en tres es el más complejo porque aplica un razonamiento meticuloso y asertivo.
El jueves 2 de junio, cuatro días antes de la desaparición, Roger le volvió a escribir a Felipe respecto a la universidad. Era la 1:24 de la madrugada:
—Estaba pensando que lo que hice no fue una mala jugada en realidad, lo que hice fue más como apagar el reloj y estirar la mano, porque la partida ya estaba perdida y no podía seguir jugando. Era momento de aceptar la derrota y empezar una partida nueva, o al menos así me siento.
Felipe insistió en preguntar las razones del porqué tomó esa decisión.
—No me apetece contarlo, es una volá muy personal —sentenció.
La última vez que hablaron del tema con Felipe fue para contarle que le reveló a sus padres lo que había hecho. Eran las 17:57. El mismo 2 de junio.
Roger: Hoy le dije a mis viejos que dejé la carrera. Felipe: Y qué te dijeron? Te dejaron de hablar? o te echaron de la casa. Roger: Al parecer me entendieron. No me lo esperaba la verdad, pero sé que en el fondo están decepcionados. Yo lo estaría. Felipe: Comprendo. Y algún día me dirás el motivo? Roger: Bueno, es que son varios, te puedo decir 1, que es el que le dije a mis viejos: no me dio la cabeza. Felipe: Pucha. Y te dijeron algo más? Roger: mmmm me dijeron que me busque un trabajo, porque si no me voy de la casa.
Para entonces, su padre había sido operado de un cáncer nasofaringe. Estaba sin trabajo, con reposo y alimentándose por una sonda gástrica. Su madre era la única que aportaba económicamente.
Luis contradice los mensajes de su hijo. Afirma que él no sabía. Por eso llegó hasta la universidad al día siguiente para buscarlo.
Doble ataque
Roger jugó ajedrez desde niño pero nunca a nivel profesional. En 2018 ingresó al Club de Ajedrez Valdivia y al año siguiente se convirtió en el secretario. Al principio su nivel se redujo en saber mover las piezas, luego empezó a ver videos en YouTube, a leer y estudiar destrezas nuevas. Adquirió jugadas ambiciosas aunque se desplazó en dos favoritas: defensa philidor y variante del cambio. La primera sostiene el peón para que no lo capture el caballo. La segunda cede a los alfiles para ganar ventaja con el rey.
Sus amistades coinciden que se adueñó de conocimientos que le hicieron vencer a casi todos sus oponentes. Hasta se coronó con el primer lugar en el Torneo Sur Unido 2022. Ganó todas las partidas a excepción de una. Hubo un chico al que nunca, ni en jugadas amistosas, pudo hacerle jaque mate: David Jaramillo.
Se conocieron en el mismo club durante 2018. David era experimentado y lo invitó a su casa a jugar con sus abuelos. Todas sus salidas giraban en torno a un tablero. Eran amigos. David diferencia:
—Hay cosas que yo no sabía, como las complicaciones que tenía en el interior de su familia. Pero son cosas que él no mencionaba. No profundizaba en esos temas.
Pese a que Roger conocía su nombre y su casa, David es una de las personas que buscó en el Rutificador antes de su desaparición.
—En el ajedrez, uno suele preparar partidas con un rival en específico y hay páginas que a veces necesitas información como el rut de alguien o el nombre completo para saber qué apertura juegan —explica Jaramillo.
Sólo se necesita el nombre. Tampoco completo.
—Lo otro es que yo vivo cerca de la presidenta (del club). Entonces, puede ser que haya buscado… No sé, es que ahí sale mi dirección.
Fue la misma respuesta que declaró en fiscalía.
—No estoy convencido de esa hipótesis, pero… Si es que tuviese que obligado dar una respuesta, sería esa (…) Es muy extraño, para mí llega a ser muy difícil creer que haya desaparecido porque es justamente el momento en donde más mejora su nivel ajedrecístico —cuestiona.
David terminó en la presidencia del club tras una votación interna. Su cargo se oficializó en 2022.
—¿Existe la envidia en el ajedrez?
—Sí, la envidia existe. Uno nunca le puede caer bien a todo el mundo. Pero eso es válido para todos los aspectos de la vida.
—¿Tú conoces a Roger Lampert?
—Sí.
—¿Estás por casualidad con él?
—No.
—Sabes. Roger salió de la casa y todavía no vuelve.
El martes 7 de junio, un día después de la desaparición, la expolola de Roger, Natacha, se comunicó con sus amistades para preguntarles si estaban con él. Uno de ellos fue Oscar Barría (23).
Oscar fue el segundo nombre que buscó en la página de Rutificador.
Junto a Felipe y otro chico fueron a la casa de Roger el jueves 9 de junio. Antes pidieron revisar su casillero en la universidad que ya estaba vacío. La idea era encontrar alguna pista sobre el paradero de Roger. Fueron ellos —en presencia de Luis, el papá— quienes revisaron su computador y encontraron que esa mañana buscó la misma dirección reiteradas veces: XX Dr. Pedro Videla. También que borró casi dos meses de historial en otro navegador.
—Justo antes de salir de su casa él busca unas direcciones. No varias, sino que busca varias veces una calle. Después salen como direcciones cercanas a esa dirección —dice Oscar.
Intentaron mirar su celular. Tenía clave. Lo formatearon y perdieron toda la información. No ellos. Otra chica que arrendaba una habitación en la casa de atrás de los Lampert.
—Mi señora cometió el error de decirle que se metiera en el teléfono —justifica el padre de Roger.
Carabineros llegó hasta calle Pedro Videla XX y encontraron a una mujer. Era la madre de un profesor que hacía clases en la universidad, en la misma facultad de Ciencias. Pero nunca a Roger.
—Según el profesor (que vive en Videla XX), había casas más allá (donde) vivían otros profesores de la universidad. Dice que hay otros profesores dentro de la misma calle —sostiene Oscar.
Y sí lo había. El tercer nombre que buscó Roger era el de un profesor de Ciencias Químicas: Ricardo Ugarte. En la página del Rutificador aparece que vive en la misma calle Pedro Videla.
—Esa dirección en específico, a la que el Roger iba a llegar, era la casa de un profesor de la universidad que era de Biología. Ese profesor no tenía nada que ver con Roger. O sea, muy difícilmente iba a tener contacto con Roger porque ese profesor era nuevo en la U. Y claro, los químicos por lo menos tienen un ramo de Biología que era el primer semestre. Y eso para el Roger habrá sido el 2014. Entonces difícil (…) Ugarte vivió ahí en ese sector pero por los años 90, cuando llegó a Valdivia —explica Felipe.
Las especulaciones crecieron rápido. Una de las peticiones de la familia fue conversar con Ricardo Ugarte para entender por qué Roger buscó su nombre antes de desaparecer.
—No le corresponde a la Universidad determinar si algún miembro de la institución tiene o ha tenido alguna relación con las circunstancias que rodean la desaparición de Roger. Aquello es algo que debe determinar la investigación que lleva adelante la Fiscalía en la que seguiremos colaborando con total compromiso, tal como ha sido hasta ahora —expresa Alejandro Durán, director jurídico de la casa de estudios.
Apagar el reloj
De acuerdo a fuentes requeridas por BBCL Investiga, ningún profesor figura como sospechoso dentro de la investigación. Declararon en fiscalía en calidad de testigos. Uno estaba fuera de Valdivia ese día. Los mismos consultados ni siquiera creen que Roger llegara hasta la dirección que buscó en Google Maps esa mañana antes de desaparecer.
La directora de Asuntos Estudiantiles de la Universidad Austral, Carolina Zambrano, manifiesta que activaron todos los protocolos, tanto de búsqueda como de acompañamiento.
—Se gestionó para dar contención psicológica y diversas acciones de apoyo dirigidas a la familia y al seguimiento de este caso. Nuestras autoridades se han reunido con la familia para expresar ese apoyo, entendiendo el dolor y la angustia que están viviendo —esclarece a este medio.
Una de sus acciones fue depositarle $150 mil pesos a la Cuenta Rut de la madre de Roger. Así al menos expone Luis:
—Ese tipo de ayuda no se la estaba pidiendo yo. Yo se lo dije cuando por fin nos recibió el rector de la universidad, que ya habían pasado nueve meses. Nosotros no le estábamos pidiendo ese tipo de ayuda.
La familia, además de criticar la investigación y las pocas diligencias que a su juicio han hecho, cree que el foco de un posible homicidio o secuestro se alejó desde que la expolola declaró en fiscalía.
—Ella aprovechó la instancia de las declaraciones para perjudicar un poco a la familia. Contó cosas que no venían al caso con la desaparición. No aportaba nada y eso ayudó un poco a que se desvíe la investigación, en el sentido de que llegaran a pensar que Roger se fue a quitar la vida por dramas familiares. Contó cosas como, por ejemplo, que mi tío cuando Roger era pequeño tenía problemas de alcohol —evidencia Bárbara, prima de Roger.
Según su padre, ya no bebía. Menos después del cáncer.
—Dan como resultado que Roger estaba en una familia, en un ambiente como de… Como que podía pasar esto. Que él no quisiera estar con su familia y que se haya ido por su voluntad. Eso a raíz de todo lo que ella contó.
Entre las diligencias que realizó la Policía de Investigaciones estuvo realizarle un perfil psicológico a cada integrante de la familia. Vinieron peritos desde Santiago para entrevistarlos uno a uno.
—A mí me preguntaron por mi papá, desde cuando yo era niño. No entiendo para qué, en qué pudo ayudar. Indagaron todo, desde la familia de mi señora, desde antes que se casara conmigo, cosas que yo encuentro son totalmente irrelevantes —reniega Luis.
Jaque mate
En abril de 2022, dos meses antes de su desaparición, Roger se inscribió en un torneo de ajedrez para la semana valdiviana. Antes de jugar su primera partida le dijo a Oscar que si le ganaban, abandonaría el campeonato. Perdió a la primera ronda y se fue del lugar. Después comentó que lo hizo porque tenía algunos “temas” de la universidad.
—Tenía esa filosofía de que todo lo que tiene que pasar, tiene que pasar por algo.
Oscar es el más firme en creer que no se suicidó. Sabía que el padre de Roger estaba enfermo pero nunca cómo se sentía él respecto a eso. No hablaba de sus emociones. Nunca. En algún momento el tema del suicidio flotó en su conversación. Veía que su amigo se mostraba reacio:
—Él estaba totalmente contrario al suicidio. Me decía que quizás era para gente cobarde, que independiente las razones de aquello, hay que seguir luchando en la vida. Y siempre me hablaba de aquello.
Felipe también.
—El suicidio lo veía como algo para hueones.
Explica que quizás, después de un año de haber tenido esa conversación, donde opinaron de la muerte de Kurt Cobain a sus 27 años, pudo haber cambiado de opinión.
—Yo creo que es más probable que él se suicidó a que él se fue a juntar con el profesor.
Luis, el padre, lo niega. Dice que es imposible. Cree que el profesor tuvo algo que ver con la decisión que tomó su hijo. Hasta se enojó con el primer fiscal que tuvo la investigación, Jaime Calfil Cárdenas, por suponer esa teoría:
—Él me dijo, ¿pero usted tiene otra teoría? ¿Usted tiene otra información? Entonces, me dijo, se tiene que haber suicidado. Y yo le dije, pero si una persona se suicida, a los días, o a la semana, o 15 días, con las búsquedas que se han hecho se habría encontrado su cuerpo. ¿Cómo una persona se va a suicidar y va a esconder solo su cuerpo?
Ahora el fiscal que lleva la causa es Álvaro Pérez. Además de Roger, en Los Ríos hay otras tres causas abiertas por desapariciones: Patricio Muñoz Marabolí (31), Omar Avilés (35) y Sebastián Álvarez (32) más conocido como Mente enferma. A eso se suma que en menos de un año, dos estudiantes de la Universidad Austral (Roberth Aldunce y Alfonso Rivas) aparecieron muertos en algún río de Valdivia.
Desde la Fiscalía de Los Ríos, su vocero Eric Aguayo sólo se refirió a que es una investigación abierta.
—Es una causa que se encuentra vigente y cuyos detalles de diligencias se van a dar a conocer a los padres de Roger en una reunión que se encuentra ya siendo programada y en la cual van a participar los fiscales del caso junto con la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos.
Fin de la partida
La madrugada del 6 de junio Roger le escribió a Felipe y le preguntó si había visto un video de él de ese verano. Uno de cuando estaba con Oscar en su campo, mojándose los pies. Esa fue la última conversación que tuvo, antes de buscar las direcciones en internet.
A la fecha su cuerpo no aparece. Ya no realizan búsquedas y su padre detalla que ni siquiera lo apoyan en la junta mensual que realiza en la plaza de la ciudad.
La Municipalidad de Valdivia le dio vales de gas y una caja de alimentos como formato de ayuda. La Universidad Austral les depositó los $150 mil pesos justo después de una entrevista donde contaron que se sentían “abandonados” por la UACh.
—Yo hace seis meses estoy yendo a la iglesia sino no habría podido soportarlo. He tenido ayuda de la iglesia, espiritual.
—¿Y su esposa?
—No, ella no quiere hablar del tema.
La expareja de Roger no respondió a los requerimientos de este medio.
BBCL Investiga visitó la UACh para entrevistarse con el profesor Ricardo Ugarte pero estaba fuera del campus.
Pese a insistir en reiteradas ocasiones, la Brigada de Homicidios no respondió. Tampoco la PDI.