Una delicada e infrecuente investigación es la que dirige el fiscal Centro Norte, Patricio Cooper, que guarda relación con el uso de cadáveres destinados a la investigación científica y a la docencia universitaria. Normalmente el trabajo de los persecutores, junto a las policías, en relación a cuerpos sin vida, es encontrar las causas que originaron el deceso y, de haber indicios de responsabilidad de terceros, encontrar a los presuntos responsables.
En esta indagatoria no hay nada de eso. Ni móvil ni homicidas. Y es que el foco está puesto al interior del Programa de Donación de Cuerpos para la Ciencia y la Docencia de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC). Es allí donde el Ministerio Público trabaja para esclarecer una denuncia realizada por dos académicos del Departamento de Anatomía de la mencionada casa de estudios.
En concreto, la hasta ahora desconocida acusación, y a la que tuvo acceso la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, apunta a “posibles infracciones al Código Sanitario en lo que respecta a actividades con cadáveres de personas donadas que no corresponden a docencia universitaria ni investigación científica”. Asimismo, se agregaron al escrito “antecedentes que posiblemente comprometen la salubridad y seguridad”.
Según el artículo artículo 146 del Código Sanitario, “toda persona plenamente capaz podrá disponer de su cadáver, o de partes de él, con el objeto de que sea utilizado en fines de investigación científica, para la docencia universitaria, para la elaboración de productos terapéuticos o en la realización de injertos”. Dicho donante, agrega la norma, “manifestará su voluntad por escrito, pudiendo revocarla en la misma forma”.
Pese a no ser algo masivo, cualquier persona puede llegar al Programa de Donación de Cuerpos para la Ciencia y la Docencia de la PUC. Quienes lo hacen, llegan al programa porque lo conocen, se han ido interiorizando de cómo funciona y depositan confianza en él. El vínculo se sella con una declaración jurada ante notario en la que el donante entrega su cuerpo para la “investigación científica” y la “docencia universitaria”.
¿Actividades con empresas?
La denuncia ingresada a la fiscalía, y también a la Seremi de Salud de la región Metropolitana por posibles irregularidades en el manejo de cadáveres, entrega detalles de actividades que, a juicio de los denunciantes, se alejan de los fines que señala la normativa sanitaria. “Un tipo específico de actividad cadavérica involucra la presencia de empresas, sin que sea evidente que la UC, algún programa de la UC, o alguna institución universitaria o educativa, auspicie o certifique estas actividades”, señala el documento.
En dichas instancias, desarrolladas al interior de la religiosa universidad, “adicionalmente a las demostraciones realizadas por especialistas médicos invitados, las empresas mostrarían equipos y aditamentos a la venta dentro de los pabellones”. Estos encuentros habrían contado con la instalación de “pendones publicitarios” ubicados “dentro de los pabellones donde se utilizan cuerpos” del Departamento de Anatomía de la PUC. Y no en pocas ocasiones.
Según la acción legal, entre el 23 de agosto y el 16 de diciembre de 2022 se programaron “aproximadamente” 57 actividades cadavéricas. De estas, en “al menos 12 de ellas, de acuerdo al nombre indicado en el calendario, se identifica a empresas”. Las dudas en torno a estos encuentros también se sustentan en que en estos “no muestran docentes UC” y de que existe “evidencia que algunas actividades se respaldan en sociedades médicas”.
Ejemplo de lo anterior es que “existe evidencia de que actividades con empresas involucradas tendrían como uno de sus objetivos mostrar equipos y aditamentos que las distintas empresas ofrecen, utilizando piezas cadavéricas”. Uno de estos encuentros fue el “Curso cadavérico de osteosíntesis de mano, muñeca y codo”, el que se realizó el 27 de julio de 2022 en el pabellón del Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina de la PUC.
De la reunión había detalles en el sitio web de la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología (SCHOT), ya no disponibles, pero que fueron incorporados a la denuncia. En estas se menciona que dentro de los objetivos específicos del curso estaba conocer los “distintos implantes disponibles en el mercado”, “describir las indicaciones para cada uno de estos implantes” y “realizar los abordajes y posicionar adecuadamente los implantes en las preparaciones cadavéricas”.
“Otro ejemplo de que actividades con empresas tendrían como objetivo mostrar sus aditamentos es lo que se observa en el sitio web de Hélico –firma de dispositivos médicos-, donde se describe el entrenamiento Cadaver-Lab, que considera el uso de implantes en piezas cadavéricas. Desde el sitio web de Helico se puede acceder a un curso que muestra un video post-evento con piezas cadavéricas en los pabellones del Departamento de Anatomía UC, pendones promocionales intra pabellón, y agradecimiento a empresas, las cuales se listan”, expone la denuncia.
Aquel registro post-evento corresponde al “Primer curso cadavérico de cirugía mínimamente invasiva de pie”, realizado el 29 y 30 de julio de 2021. Si bien la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío no pudo dar con el video desde la web de la mencionada empresa, el registro está disponible en la cuenta de la plataforma Vimeo de la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología. En él se puede ver, como sostienen los denunciantes, parte de la actividad, los pendones y la participación de las empresas.
Pero también hay encuentros que son previo pago. “Para algunas de las actividades cadavéricas existe evidencia de inscripciones con costo asociado por participar en ellas. Por ejemplo, en el ‘Curso cadavérico de osteosíntesis de mano, muñeca y codo’, el costo de inscripción varió entre los $400.000 y $600.000. Para el curso se habrían llenado los 28 cupos disponibles, según se desprende del sitio”, consigna la presentación.
Otro evento cuestionado se realizó en octubre de 2022. Se llamó “Spine Fest” o Festival de la Columna y, “según calendario compartido, en esta actividad se habrían utilizado al menos tres torsos y dos cadáveres”. Tal como, al parecer, suele ocurrir en este tipo de actividades cadavéricas, el “Spine Fest” contó con “pendones publicitarios dentro del pabellón durante las actividades”. Los académicos cuestionan que “ningún pendón exhibió algún logo que demostrara organización, patrocinio o auspicio de la UC, Facultad de Medicina o Educación Continua” (vea denuncia).
Alertas en pregrado
Según la denuncia a la que tuvo acceso la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, a la disconformidad por la realización de actividades cadavéricas junto a empresas, también se hizo presente una serie de anomalías en la “enseñanza de pregrado”. Esto porque “un docente del departamento ha indicado que preparaciones cadavéricas para docencia de pregrado están en malas condiciones”. Aquel docente era el ex académico Guillermo Leyton Ensignia, quien fue desvinculado del departamento.
El mismo académico reportó que los “estudiantes declaran que no es posible observar todo lo que se pide reconocer en las guías de pasos prácticos usando las preparaciones disponibles para pregrado (escasas y deterioradas)”. Es más, la denuncia menciona que funcionarios del departamento “han reportado que las entradas de nuevas piezas cadavéricas al stock de pregrado son pocas, siendo estas pocas de segundo uso luego de haber sido utilizadas en diplomados”.
No solo eso. En la acusación hicieron presente que “un funcionario expresó que, antes que se iniciaran los cursos cadavéricos, los cuerpos para pregrado se ocupaban alrededor de un año o dos máximo, y no como ocurre ahora que se ocupan múltiples veces por más años”. Asimismo, se menciona que “un funcionario específico dijo que entre el 90% y 95% de los cuerpos del pabellón Z (de congelación) son ocupados para actividades cadavéricas o para el médico específico”.
En los pasillos del Departamento de Anatomía de la PUC, al parecer, era frecuente ver actividades cadavéricas con empresas. “Al menos durante el segundo semestre de 2022, actividades cadavéricas con publicidad de empresas fuera de los pabellones fueron algo usual de observar para estudiantes, funcionarios y/o académicos. (…) Es posible que estudiantes de la salud que se encontraban en el sexto o séptimo piso observaran, por un lado, a una empresa promocionándose con pendones y por otro la disposición de cuerpos dentro de los pabellones para una actividad cadavérica”, apunta el escrito.
Los cuestionamientos al tratamiento de los cuerpos donados al programa también tienen repercusión en temas de “salubridad y seguridad”. Eso porque “un docente indica que hay preparaciones humanas que tienen hongos y que estas se usan en pasos prácticos de pregrado. Ante la pregunta de alumnos sobre qué es lo que tienen los cadáveres, él les ha indicado que son hongos”. De hecho, el texto desclasifica situaciones en las que los mismos estudiantes han debido constatar las presuntas faltas en la mantención de estos cuerpos.
Bajo este contexto de desorden, la jefa del Departamento de Anatomía, la Dra. Marcia Gaete Carrasco, una de las denunciantes de esta situación, organizó una “jornada de orden y limpieza del pabellón Z los días lunes 19, martes 20 y miércoles 21 de diciembre de 2022. Esto, a raíz de que funcionarios reportaron gran hacinamiento y desorden de cadáveres y material cadavérico en tal pabellón”.
Fue el primer día de limpieza cuando la entonces jefa “observó el gran apilamiento de material cadavérico en el pabellón Z”. En aquella ocasión observó que un funcionario “específico ‘escaló’ encima de todos los cadáveres, teniendo que pisarlos como si fuese una montaña. Tal grado era la cantidad de piezas que habían”. Asimismo, Gaete -según la denuncia- “indica que habían bolsas en el suelo, posiblemente con piezas cadavéricas o restos cadavéricos”.
Un caso puntual ocurrió el 11 de noviembre de 2022. “Luego de escuchar ruidos de golpes en el séptimo piso, la -entonces- jefa de departamento entró al pabellón oriente donde encontró a una persona trabajando. Se presentó como la jefa de departamento y conversó con la persona”, narra la denuncia. Y es que aquella persona estaba “provocando fracturas en los brazos. (…) La persona le cuenta que se encontraba preparando un curso, y que ya habían realizado otro curso previo”.
La misma persona le dice que la actividad sería “el 8 de diciembre de 2022, aprovechando el feriado, y vendría gente de toda latinoamérica. De acuerdo a calendario compartido del departamento, esta actividad correspondería a ‘LATAM hombro y codo’. En tal actividad se menciona el uso de 12 piezas prefracturadas, y aparece comenzando el día 9 de diciembre de 2022. Desconocemos si para la realización de fracturas a los cadáveres existe un protocolo de seguridad y/o certificación de competencias asociado a tal procedimiento”, indicaron en el escrito.
La demora del Seremi
Junto a la denuncia que sigue la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, la cual, según información que ha ido conociendo Radio Bío Bío, ya cuenta con diligencias solicitadas a la Brigada Investigadora de Delitos del Medio Ambiente y Patrimonio Cultural de la PDI, una de ellas fechada del 20 de julio del presente año. Sin embargo, dos días antes los denunciantes habían ingresado los mismos antecedentes a la Seremi de Salud de la región Metropolitana.
Consultada la institución sobre las acciones llevadas a cabo respecto a la denuncia, señalaron que en esta parte del procedimiento no se “contempla en una primera etapa una fiscalización pues se debe primero estudiar y poner en conocimiento al denunciado todos los antecedentes para que presente sus descargos ante dichas imputaciones”.
A renglón seguido, señalaron que “con respecto al estudio de los antecedentes, esta Autoridad evidenció que la denuncia incumplía diversos requisitos: a) la individualización completa de los denunciados; b) la descripción clara de los hechos que constituyen infracción sanitaria, c) indicar específicamente la normativa infringida d) acompañar evidencia suficiente que acrediten la veracidad de los hechos denunciados”. Es decir, la autoridad demoró casi un mes en pedir rectificar o enmendar la denuncia (vea respuesta).
El mismo día en que el organismo que dirige Gonzalo Soto Brandt respondió a la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, los dos denunciantes fueron notificados de la resolución exenta Nº708 del 1 de agosto de 2023. En ella la autoridad sanitaria les informó que “previo a proveer” su escrito se requería precisar la individualización de los denunciados, la descripción “clara y precisa de los hechos constitutivos de la infracción sanitaria”, y la “especificación de la normativa sanitaria infringida”.
Normativa
La normativa en torno al “aprovechamiento de tejidos o partes del cuerpo de un donante vivo para la utilización de cadáveres o partes de ellos con fines científicos o terapéuticos” está contemplada en el Libro IX del Código Sanitario. En su artículo 146, la ley señala que “toda persona plenamente capaz podrá disponer de su cadáver, o partes de él, con el objeto de que sea utilizado en fines de investigación científica, para la docencia universitaria, para la elaboración productos terapéuticos o en la realización de injertos”.
En el caso de la declaración jurada que se realiza con el Programa de Donación de Cuerpos para la Ciencia y la Docencia de la Facultad de Medicina de la PUC, esta señala lo siguiente: “Declaro que es mi deseo que, a mi muerte mi cuerpo sea entregado a la Pontificia Universidad Católica de Chile, Corporación de Derecho Público de Estudios Superiores, (Facultad de Medicina) de acuerdo al artículo 146 del Código Sanitario”.
Y agrega: “Declaro bajo juramento, libre y espontáneamente, que hago donación de mi cuerpo a la Pontificia Universidad Católica de Chile, (Facultad de Medicina) para que después de mi muerte se disponga de él con fines docentes y/o de investigación científica”. Es decir, de cuatro ítems que la ley indica, la PUC solamente menciona dos en su declaración jurada ante notario. El mismo texto consigna que se autoriza a la PUC a “gestionar la cremación de mis restos cuando dicha institución lo determine” (vea documento).
En el mismo título IX del Código Sanitario también está regulado el tema para personas “fallecidas en establecimientos hospitalarios públicos o privados, o que se encuentren en establecimientos del Servicio Médico Legal, que no fueren reclamados dentro del plazo que señale el reglamento, podrán ser destinados a estudios e investigación científica, y sus órganos y tejidos, destinados a la elaboración de productos terapéuticos y a la realización de injertos”.
Consultados por la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, desde el Servicio Médico Legal (SML) explicaron que el Código Sanitario “faculta al SML para disponer de un cuerpo para investigación y docencia universitaria transcurridas las 72 horas de ingreso de una persona fallecida que no ha sido reclamada. Sin embargo, nuestra política institucional apunta a la conservación de estos, en las condiciones más dignas posibles, para darles una oportunidad a sus familiares de retirarlos y sepultarlos” (vea respuesta).
En tanto, al interior del Programa de Donación de Cuerpos para la Ciencia y la Docencia de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la donación por años ha ido al alza. Si en 2016, periodo en que fue creado el programa según consignan en el sitio web de la Facultad de Medicina, se donaron 4 cuerpos, en 2020 el número aumentó a 24. En 2022 hubo más personas que decidieron donar su cuerpo para la ciencia, alcanzando 31 donaciones.
Juan Pablo Cavada, abogado del estudio Lillo, Orrego, Torres y Cía., quien representa a los académicos denunciantes, tras ser consultado si una empresa puede comprar un cuerpo o parte de él para probar sus insumos, sostiene que “hasta donde tengo conocimiento, ello no es posible legalmente en Chile“. Y complementa: “El aprovechamiento de órganos del cuerpo de una persona fallecida solo se permite cuando sea con fines terapéuticos, de investigación científica, para la docencia universitaria o para la elaboración de productos terapéuticos”.
Quiebre laboral
En la lista de hechos que deberá indagar el Ministerio Público se encuentra una situación que está directamente relacionada al cobro por arriendo de espacios con, presuntamente, fines cadavéricos. “Existe un documento excel que la actual jefa del Departamento recibió el año 2021 por parte del encargado de donaciones y entonces jefe del Departamento como parte de su preparación para asumir la jefatura”, señala la denuncia.
Al revisar el contenido, el escrito expone que “en la primera pestaña salen descritos los ítems por los cuales se le cobraría a una empresa por cursos cadavéricos. Incluye detalle de cobro por arriendo de espacio UC (pabellón) y personal técnico de apoyo durante el entrenamiento”. En la segunda pestaña se consigna que “aparecen los precios del año 2021 de las estaciones. Como ejemplo, se indica que el valor de la estación de cabeza sería de $450.000 (con un valor empresarial de $518.000)”.
La prueba que daría cuenta de esta situación está en un mail acompañado a la denuncia, en el que el entonces encargado del programa cadavérico de la institución escribió: “Adjunto en (sic) ppto que realizamos a la firma BIOmet por un total de 5 cursos cadavéricos. Del monto total pasan directamente para los fondos descentralizados de anatomía los $200.000.- de cada curso (total 6,4 millones) y el dinero para el técnico operador ($1.000.000) y de las piezas (6,5 millones aprox). Esperemos que todo salga bien y que el 2021 sea un año de opulencia”.
Los quiebres al interior del Departamento de Anatomía eran cosa de tiempo. En enero de 2023 la jefa del Departamento, Marcia Gaete Carrasco, presentó una “denuncia a la Dirección de Personas de la Universidad por verse afectada e imposibilitada de ejercer plenamente sus funciones, producto del maltrato sistemático de parte del encargado del Programa de Donaciones y un docente específico que asiste en este programa”. Ambos fueron amonestados en marzo tras concluir la investigación.
En junio de 2023, docentes y un funcionario “específico” del departamento “presentaron a la Dirección de Personas de la UC una denuncia por afectación del clima laboral en contra de la jefa del departamento, Marcia Gaete. Como medida cautelar, la Dirección de Personas suspendió de todas sus funciones de jefatura y académicas a Marcia Gaete”. El quiebre y la fractura de confianzas era evidente ya en esa fecha.
Pero antes que Gaete y Pablo Henny Vargas, el otro académico denunciante, ejercieran acciones legales, estos informaron a las autoridades de la Facultad las presuntas irregularidades que a su juicio se estaban desarrollando al interior del Programa. Lo hicieron a través de informes que fueron a dar al decano, el Dr. Felipe Heusser, en el que le transmitieron su “preocupación sobre los hechos relatados y otras situaciones derivadas de ellos”.
El descargo de la UC: suspende relación con privados
El desorden de cuerpos, las acusaciones de actividades con empresas, y otros emplpazamientos, fueron contestados por la institución católica. Lo hizo la vicedecana de la Facultad de Medicina, la Dra. Marcela Cisternas. En un documento hecho llegar a la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, la autoridad comenzó aclarando que tras las denuncias realizadas por la Dra. Gaete y el Dr. Henny, “encargamos abrir una investigación interna para aclarar los hechos relatados a dos destacados profesores no relacionados al Departamento de Anatomía”.
Dichos profesionales, agregó, “iniciaron su trabajo alrededor del 20 de diciembre, entregando los resultados al Decano el día 12 de enero de 2023”. Dicho informe “destacó el importante desarrollo y crecimiento de los programas de ‘Donación de Cuerpos para la Ciencia y la Docencia’ y de ‘Simulación Cadavérica’ y de su relevante contribución para la docencia de pre y postgrado, para la investigación y también para la educación continua de médicos especialistas”.
En el mismo informe, agrega la vicedecana, “hizo notar que, particularmente en relación a cursos de simulación cadavérica de perfeccionamiento médico y educación continua, habrían ocurrido en el último año algunas situaciones que no obedecían a los estándares de rigurosidad que amerita un programa de esta naturaleza y que exige extremar las medidas de cautela sobre el máximo respeto a los cuerpos generosamente donados, como el uso de pendones publicitarios y la difusión de contenidos e imágenes de actividades de estos cursos en distintas plataformas”.
La Dra. Cisterna indicó que “el informe enfatizaba que, dado el importante crecimiento de estos programas, se requería mejorar su gestión, asegurando una operación que respete de la mejor forma el compromiso con los donantes, de los cuerpos donados, y la contribución a la docencia y a las ciencias biomédicas. El informe enfatizó en la necesidad de actualizar los protocolos de funcionamiento, con acciones claras y explícitas, y con normativas estrictas”.
Asimismo, la vicedecana aclaró que “la investigación determinó que en modo alguno las actividades realizadas no cumplieran con los fines comprometidos con sus donantes, de contribuir a la ciencia y a la docencia”. Y agrega que “en relación a los cursos de simulación cadavérica con auspicio de la industria, la investigación no encontró la existencia de irregularidades en los contratos; sí la oportunidad de mejorar la gestión de estos”.
Bajo este contexto, la Dra. Cisternas explicó que “considerando los antecedentes recabados, la dirección de la Facultad definió una serie de medidas, que incluyeron la suspensión de los cursos de perfeccionamiento auspiciados por la industria. Estas fueron comunicadas por el Decano, Vicedecana y Director de la Escuela de Medicina a los denunciantes el día 31 de enero de 2023, quienes manifestaron su conformidad con las decisiones tomadas y acciones emprendidas”.
Pese a la situación que hoy vive el departamento, la decana llama a la calma y subraya la importancia de los programas de Donación de Cuerpos y de Simulación Cadavérica. Estos son fundamentales para formar profesionales de excelencia que luego ponen su conocimiento a disposición de los seres humanos.
“(…) Este programa contribuye significativamente a que, año a año, cientos de estudiantes de Medicina y de otras profesiones de la salud, logren un sólido conocimiento anatómico, forjado en el trabajo práctico con preparaciones reales, contribuyendo significativamente a la formación de profesionales que van a desempeñar una práctica clínica segura y eficiente”, señala la decana (vea respuesta completa).