El primer día hábil del 2023 ocurrió un trágico accidente de tránsito en la Ruta 68. Nueve vehículos, un camión y un bus le dieron vida a uno de los primeros siniestros viales con consecuencias fatales del año. Cuatro personas murieron. Y es que en el país las muertes en calles y autopistas son pan de cada día. Una pandemia silenciosa que marcha, para la desgracia de muchos, sobre ruedas.
Para hacernos una idea: en el país, en promedio, fallecen cinco personas al día por siniestros de tránsito. A nivel mundial, la cifra es escalofriante: cada 24 segundos muere alguien en carreteras y caminos. Pese a las campañas que realiza el Estado, con motivo de las tradicionales celebraciones nacionales, como fiestas patrias, las cifras son desalentadoras.
Y a fines de enero se cumplirán nueve años desde que se tramita en el Congreso el proyecto de Ley CATI, el que busca reducir las muertes por exceso de velocidad. Falta de educación vial, de fiscalización y la emisión de licencias de conducir falsas son algunos de los factores que tiene al país caminando por la cornisa en materia de tránsito. Fue el 5 de enero que la ley fue aprobada en la Comisión de Hacienda del Senado y será votada en sala mañana miércoles 10.
En el informe de la ley, analizado por la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, se entrega una serie de “cifras alarmantes”. Una de ellas, por ejemplo, es que solo dos regiones disminuyeron sus fallecidos por accidentes de tránsito al comparar 2020 y 2021: Metropolitana y Ñuble. Las demás suben. El documento detalla que “los siniestros de tránsito representan la 1º causa de muerte externa en NNA”.
Pero la pregunta es ¿cuál es el principal problema que causa el número de muertos por siniestros viales? Por esto, la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío conversó con tres expertos acerca de los problemas que existen en Chile en relación al tránsito.
Luz roja
Según la Estrategia Nacional de Seguridad de Tránsito 2021-2030, lanzada por Conaset en diciembre de 2021, en el país “la primera causa de muerte en siniestros de tránsito durante la última década se registra por la velocidad y pérdida de control del vehículo (29%), seguido por la imprudencia del conductor (25%), y por la imprudencia del peatón (23%)”.
Al observar los datos del año 2005 podemos ver que, según el DEIS, fallecieron 2.169 personas en siniestros de tránsito. En 2006 fueron 2.172 y 2007 un total de 2.151. Con el devenir de los años la situación no ha hecho más que transformarse en una -desafortunada- tendencia.
A juicio de Ariel López estamos ante una “falla multisistémica del Estado en su conjunto”. Y agrega que “está tan normalizado que no se toman acciones para atender las causas que matan a las personas en las vías. Lo primero es que se deshumaniza, pasan de personas a ser solo estadísticas, y se celebran si no aumentan los porcentajes, aunque sean miles de personas fallecidas”.
“Los atropellos, seguidos por las colisiones y los choques, son los tipos de siniestro que dejaron más fallecidos en la última década, mientras que en el caso de los lesionados fueron los mismos tipos, pero en distinto orden: mayoritariamente colisiones, seguidos por los choques y atropellos”, desclasifica la Estrategia Nacional de Seguridad de Tránsito 2021-2030 del Conaset.
Los datos también son foco de observaciones desde los expertos. Por ejemplo, López advierte que “los datos actuales son los que toma Carabineros en el lugar del siniestro y posteriormente el que hace el DEIS a partir de los certificados de defunción, son mediciones en dos etapas diferentes e inconexas, necesitamos avanzar en crear esa trazabilidad”.
José Antonio Villa, gerente de estudios viales de MVTO Gestión en Movilidad, puntualizó que “Chile hasta el día de hoy no ha modificado cómo evalúa los fallecidos y los accidentados de tránsito. Se produce el accidente y se evalúa dentro de las 24 o 48 horas, va a depender de las herramientas que tenga la unidad policial para hacerle seguimiento, porque el registro lo lleva Carabineros, para ver cuales son los fallecidos en accidentes de tránsitos”.
El mismo experto, quien además es docente en la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM) y en la Universidad Mayor, señala que “hace mucho que tenemos más de 2 mil muertos por accidente de tránsito y esto no te lo dice nadie. Realmente es un problema de salud pública increíble solo por los fallecidos. Sumale toda la gente que producto del accidente de tránsito resulta lesionada gravemente”.
Llegamos a 2015. Aquella anualidad el DEIS contabilizó 1.958 fallecidos por siniestros de tránsito. En simple, transcurridos 10 años la situación no varió e incluso se agudizó. “Tenemos una tendencia a asociar que los incidentes de tránsito son “accidentes”, como si fueran accidentales, pero no siempre lo son”, lamentó Ariel López.
Ceda el paso
Si bien la preocupación actual de la mayoría de los chilenos es la seguridad, y así lo refrenda la última encuesta Cadem donde el 80% de los sondeados señaló estar muy o bastante preocupado de ser víctima de un delito, las muertes en calles y carreteras no dan ni han dado tregua.
En 2021 fueron 1.871 los fallecidos por siniestros de tránsito. Y si comparamos dicha anualidad con el 2020, por ejemplo, representa un alza de 182 chilenos que murieron. No obstante, al mirar periodos anteriores también se puede ver que las cifras han ido descendiendo.
Si bien las cifras del recién pasado 2022 no están consolidadas, desde el Ministerio de Transportes indicaron a la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío que desde que asumieron como gobierno uno de los “pilares” de su gestión fue la “prevención de los siniestros viales y como tarea inmediata revertir la tendencia de sus cifras”.
En la misma línea, Karina Muñoz, secretaria ejecutiva de Conaset, dice que a partir de “mayo de 2022 ya se puede apreciar cómo la curva se ha aplacado y desde julio ha ido derechamente a la baja. Al finalizar el año y aun cuando las estadísticas no están cerradas, podemos ver que este 2022 terminará con un 5,2% más de víctimas fatales que 2021. Es decir, muy lejos del 58,8% de enero”.
Lo anterior -agrega- se ha logrado a través de la fiscalización. En números: este 2022 se han realizado más de 549 mil controles, lo que da cuenta de 73 mil más que en 2021. “Si vamos un poco más allá, se puede ver que de enero a noviembre se produjo una fuerte caída en las muertes de peatones; mientras en enero teníamos un 186,7% más que a igual mes de 2021, en noviembre tuvimos un 24% menos muertes que el año anterior”, precisa Karina Muñoz.
Fiscalizaciones que podrían ser más.
Desde enero de 2014 se tramita en el Congreso un proyecto de Ley que crea un Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (CATI), el cual busca “disuadir y prevenir” las eventuales faltas de tránsito a través de medios tecnológicos contemplados en la Ley de Tránsito. “El sistema automatizado que se propone, supone el empleo de tecnologías de la información de última generación tanto para el envío y procesamiento de la información visual o audiovisual que sea registrada”, señala la idea parlamentaria.
Y es que el exceso de velocidad es la primera causa de muerte en las vías. Bajo este contexto, la secretaría ejecutiva de Conaset afirma que “de allí que hayamos tomado la posta y estemos impulsando la Ley CATI para el tratamiento automatizado de infracciones por exceso de velocidad. La evidencia internacional nos muestra que este sistema reduce la fatalidad y mejora el comportamiento de los conductores”.
Ariel López reconoce que “comparado con el periodo anterior, se ha notado mayor fiscalización de tránsito por parte del MTT. Hay una fuerte presencia de fiscalización a motocicletas que circulan sin licencia de conducir, o de vehículos sin placas patentes, pero aún es poco, se ve poca fiscalización de velocidad, mucho menos de fiscalización de vehículos circulando o estacionados en ciclovías, veredas o parques, y casi nula fiscalización a vehículos que se pasan las luces rojas, conducta que es cada vez más recurrente”.
Pare
Hay un mix de factores que podrían explicar la situación en la que nos encontramos hoy en día en materia vial. Por ejemplo, José Antonio Villa señala que “esto es un problema del Estado”. Lo anterior, explica, ya que “la educación vial es un problema del Ministerio de Educación. En la ley de tránsito, artículo 30, que está desde los 80, dice que todos los niños que entran a 1º básico hasta que salen de 4º medio tienen que tener educación vial de manera oficial y permanente. Pregunten si el Ministerio de Educación hace la pega. No lo hace”.
Agrega que “la base de todo es la educación, pero la educación con una sanción correctiva. En Alemania tiene la asignatura de educación vial de manera obligatoria, pero si tu cruzas un semáforo en verde como peatón, aunque la calle esté sin presencia de vehículos, son 200 mil pesos mínimo de multa”.
Otro punto importante lo entrega Axel Rimbaud, fundador de la organización Movimiento contra el Exceso de velocidad Letal (MEL), quien perdió a su pareja por culpa de un conductor imprudente. “Hay que hacer un trabajo grande para reducir los límites de velocidad. Se redujo en 2018, pero como no hay fiscalización al final la velocidades reales no han cambiado. Donde hay muchos peatones y ciclistas, en zonas residenciales y comerciales, tiene que tener límite de velocidad de 30, es lo que existe en todas las ciudades grandes de Europa”, plantea.
Rimbaud, que ha expuesto ante el Congreso abogando por la promulgación de la Ley CATI, agrega que “mucha gente conduce con licencia falsa o sin licencia. En los últimos años la primera infracción cursada por Carabineros es conducir sin licencia. Hay dos problemas, la formación vial para cuando la gente empieza a conducir y después tienen que controlar la ley de tránsito. Eso se hace en todos los países. Hay una correlación muy fuerte entre fiscalización y fallecidos en el tránsito. Si hay más fiscalización, hay menos fallecidos en el tránsito”.
Lo que expone Rimbaud guarda directa relación con la venta de licencias de conducir adulteradas o directamente falsas. Sin ir más lejos, el pasado jueves fue detenido en las inmediaciones de la Municipalidad de Pedro Aguirre Cerda (PAC) un sujeto que se dedicaba a la venta de licencias de conducir fraudulentas. Su nombre: Felipe Manquián Carrasco, quien fue denunciado por la sede edilicia del sector sur de la capital. Fue sorprendido en una transacción por 260 mil pesos.
Pese a su detención y posterior formalización por el delito de falsificación de licencia de conducir, Manquián accedió a una salida alternativa del procedimiento. ¿El costo? Textual: “Donación de 180.000 pesos en tres cuotas a Bomberos de su comuna a contar del mes de febrero 2022”. En conversación con la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, el alcalde de PAC, Luis Astudillo, detalla que Manquián fue descubierto a través de las “cámaras de televigilancia municipal”.
Asimismo, explica que el modus operandi detectado en su zona corresponde a la “aparición de personas que traen consigo una hoja que busca copiar la documentación que es entregada por la Municipalidad de manera legal. Los delincuentes convocan a quienes le comprarían estas licencias de conducir falsificadas en sectores cercanos al municipio. En muchos de estos casos simulan trabajar en la municipalidad, o bien simulan tener algún tipo de nexo o relacionamiento con funcionarios municipales, quienes facilitarían la documentación”.
Pese a lo anterior, subraya que “ninguno de estos hechos ha expuesto algún tipo de relación, de provisión de documentos u otros elementos por parte de funcionarios municipales. Esta actividad ilícita tiene lugar en espacios exclusivamente externos a la municipalidad, no hay funcionarios de Pedro Aguirre Cerda involucrados en estas actividades”. Cierra comentando que pese a que el detenido del pasado jueves era de nacionalidad chilena, se ha “identificado principalmente a personas de nacionalidad peruana y colombiana ejerciendo este delito”.
La urgencia de CATI
El pasado 5 de enero fue despachado desde la Comisión de Hacienda del Senado el informe de la Ley CATI, la cuál será votada en sala mañana miércoles 10. En dicho informe, analizado por la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, se entregan una serie de “cifras alarmantes”. Una de ellas, por ejemplo, es que solo dos regiones disminuyeron sus fallecidos por accidentes de tránsito al comparar 2020 y 2021: Metropolitana y Ñuble. Las demás suben.
El documento detalla que “los siniestros de tránsito representan la 1º causa de muerte externa en NNA”. De la misma manera, tomando en cuenta el parque de vehículos motorizados en 2019, el que llegó a 5.599.733, las infracciones de velocidad ese periodo anual fueron 184.040, es decir, un 3,2% del total. “Solo 3 de cada 100 excesos de velocidad son detectados”, consigna una presentación realizada por el MTT ante la Comisión.
A diferencia de los fotorradares, que tenían como objetivo “persuadir velocidad”, el proyecto Ley CATI apunta a “reducir el número de fallecidos por siniestros de tránsito”. Asimismo, los criterios de detección de infracciones estarán “centralizados en un organismo único a nivel nacional (…) dependiente de la Subtrans”, lejos de los municipios como es el caso de los fotorradares. Asimismo la recaudación, la que estará a cargo de la Tesorería General de la República (TGR).
La necesidad de contar con este sistema, según expuso el MTT en el Senado, se respalda en la “conducta de no respeto a los límites de velocidad instaurada”, en que la velocidad es la responsable del “30% de las muertes en el tránsito”, en que “CATI permitirá ampliar cobertura fiscalizadora y ser un apoyo a la labor esencial de Carabineros de Chile”, y en que la “experiencia en el mundo demuestra grandes resultados”.
Ariel López sostiene que “la fiscalización manual tradicional es costosa, poco efectiva y en la práctica su discrecionalidad se percibe como injusta. Se debe implementar mecanismos automatizados masivos de fiscalización que mediante multas cambie la conducta de los infractores, la legislación actual lo permite y la ley CATI lo fortalecería”.
El personal humano es esencial a la hora de fiscalizar, labor que recae en Carabineros de Chile. Según Axel Rimbaud, a raíz de un estudio realizado por el Movimiento contra el Exceso de velocidad Letal (MEL), cuando “baja la fiscalización, aumenta el número de fallecidos”. Y aplica lo mismo de manera opuesta. “Acá se ve cuando empezó el estallido social, Carabineros tenía otras prioridades entonces no hicieron ninguna fiscalización, y el número de fallecidos aumentó muy fuertemente. La fiscalización es muy importante, y en Chile hoy en día hay un nivel muy bajo”, cuestiona.
En la misma línea, José Antonio Villa da cuenta que “todavía vemos el tránsito como una disciplina de los años 50 que le echamos la culpa a una persona que es el conductor pero nadie se hace cargo de las otras responsabilidades que existen como por ejemplo: ¿cuantas infracciones tenía en su hoja de vida? ¿A lo mejor no debería haber tenido licencia? ¿Debería haber estado más restringido? ¿Quién fiscaliza eso? ¿Qué pasa con la educación vial? y ¿Con las sanciones?”
Agrega que “una cosa que yo puedo reconocer de este gobierno, siendo que no es de mi preferencia, es que hay personas que están a cargo de ciertas áreas del Ministerio de Transporte que tienen mucha expertis en el tema. En particular la Conaset es primera vez que alguien que ha tenido injerencia, estudios, aportes en temas de seguridad vial, está a cargo de la Conaset. Nunca antes fue así”.