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El camión limpia fosas es parte del día a día de más de 10 villas en la zona urbana de Isla de Maipo ¿Por qué? A pesar de una licitación adjudicada en 2014, cientos de familias no tienen acceso al alcantarillado. “Es una incomodidad, el olor es atroz. Viene el limpia fosas, hay que cerrar todas las ventanas porque queda todo pasado”, explica Cecilia Maribel Medina una vecina de la comuna.
Por su parte, otro habitante de la comuna, Sebastián García, indica que “es indigno tener este problema. Más encima que estamos en la Región Metropolitana. Entiendo que estas casas no se hicieron con alcantarillado porque son antiguas.
Moscas, ratones y mal olor es lo que viven 10 villas en la comuna de Isla de Maipo que a noviembre de 2022 no tienen acceso a un alcantarillado. Todas estas se ubican en el radio urbano de la comuna y fue en 2014 cuando se les prometió que sus vidas cambiarían ya que tendrían acceso a la infraestructura que los haría no depender más de las fosas.
Pero al día de hoy, la situación no ha cambiado. Y por esto, sus vidas siguen estrechamente unidas a un camión limpia fosas. Para la gran mayoría de los vecinos el invierno es la peor época por la cantidad de veces que sus casas son inundadas con aguas sucias o negras, pero en verano el olor, las moscas y los ratones no hacen más agradable el día a día.
Cecilia Maribel Medina es vecina de la zona urbana de la comuna. Hace 30 años recibió su hogar, y desde ese día lucha con el problema de depender de una fosa.
“Nos dijeron que iban a hacer el alcantarillado, nos entusiasmamos, hicieron tira toda la calle para poner entubación, después cerraron, después volvieron a abrir porque según ellos había quedado mal. Desde ahí que nos están tramitando hasta ahora”, explica Cecilia.
Dos veces a la semana, durante el invierno, Cecilia tiene que pedir a la municipalidad que el camión visite su hogar. Y si esto no sucede, cada vez que tira la cadena sube el agua sucia e inunda el baño.
Hace más de dos años, Cecilia tuvo una emergencia sanitaria en su hogar. “Un día se me subió la fosa y mandé a buscar al alcalde, ex alcalde ahora, y vieron como tenía mi entorno, todo lleno de esa agua y vivían mis nietas. Ahí me dejaron fijo que todos los martes me vienen a limpiar la fosa”.
Y a pesar de que hoy no tiene problemas con los camiones, “igual es una incomodidad, el olor es atroz. Viene el limpia fosas, hay que cerrar todas las ventanas porque queda todo pasado, claro porque hay que sacar toda esa inmundicia”.
Aunque Cecilia ya tiene una vida más tranquila con la organización que existe, en este minuto, su problema más grave son los ratones.
“Estoy invadida en ratones porque la intubación que hicieron antes quedó ahí y pasa por toda la calle y termina en la puerta de mi casa. Uno no porque sea pobre va a vivir de puro promesas y lleno de ratones. Menos mal tengo perro y gatos. Lamentablemente alimentar los gatos y los perros para que los ratones no se me metan adentro”.
Pero ¿Qué pasó en 2014? ¿Qué se les prometió a los vecinos y vecinas de Isla de Maipo?
Promesas no cumplidas
Fue a mediados de 2013 que el gobierno regional de la Región Metropolitana en conjunto con la municipalidad de Isla de Maipo celebraron un ‘convenio mandato’. En el que se le encomendaba a la Unidad Técnica del municipio licitar y adjudicar los contratos para llevar a cabo la “Construcción Red Secundaria Alcantarillado Público de Isla de Maipo”.
Y fue la empresa Inspecciones y Asesorías Técnicas y Construcciones Ltda, la que se adjudicó la licitación y firmó contrato en enero de 2014. Según las bases esta tendría 512 días de corrido desde la fecha del acta de entrega del terreno y por un monto total de $ 8.131.702.941.
El alcalde de Isla de Maipo, Juan Olave Cambara, da cuenta de que “este primer proyecto se financió con plata del gobierno regional y se presentaron dificultades que supuestamente le impedían a esta empresa continuar con las obras. Para eso se solicitaron aumentos de obras por 3.700 millones de pesos los cuales eran contrarios a las bases de la licitación”.
Según el edil, la empresa habría aludido a “malas condiciones del terreno que fueron avaladas por la hito que en este caso era la Dirección de Obras Municipales y finalmente la empresa dejó tirada las obras. Aún con el aumento de 3.700 millones de pesos la empresa no terminó las obras, se declaró en quiebra y demandó a la municipalidad por 11 mil millones de pesos.”.
A pocas cuadras de Cecilia vive Ana Muñoz Gutierrez. Ella junto a su familia lleva 30 años viviendo en la misma casa y explica que “cuando empezó el asunto del alcantarillado prometieron muchas cosas e inclusive a mi todavía no me hacen nada. Esta solo la parte gruesa y a medias. Aquí hay una acequia, y rompieron aquí la calle y fue un caos. Lo peor es que ahí quedó. No pasó nada”.
Fueron años difíciles para Ana cuando se iniciaron las obras en 2016 porque “cuando estaba haciendo la parte gruesa tuve varios problemas. No podía entrar con el vehículo a la calle de mi casa, tuvimos problemas de agua porque rompían las cañerías. No hubo cuidado y tampoco fiscalización. Ni un respeto por nosotros”.
Ella también espera al camión todos los martes para que limpie su fosa y hace un par de años tomó la decisión de cambiar la ubicación del baño para no tener tantos problemas. “Antes estaba adentro de mi casa y lo saque para afuera y ahí he logrado que no suba tanto el agua sucia. Es una preocupación constante”.
Dos años y medio
El mensaje entregado por la municipalidad -en 2014- a los vecinos fue claro: en dos años y medios o máximo tres tendrían acceso al alcantarillado, explican los vecinos de Isla de Maipo. Por esto, la familia de Sebastián García Paredes decidió realizar una obra, agrandar la fosa, lo que les iba a simplificar la vida por alrededor de cuatro años.
“Dijeron que iba a estar dentro del plazo de 2 años y medio más o menos. Hasta el día de hoy no pasa nada. Pensamos al principio que sí porque empezaron a trabajar a romper las calles, sabíamos que era un bien para todos y nadie reclamó. Pero pasó el tiempo, siguieron las calles rotas, pasaron 2 años, 3 años y no pasó nada”, indica Sebastián.
Agrega que “hicimos un trabajo acá, nos dijeron que el alcantarillado iba a estar en dos años y medio, nosotros hicimos un trabajo -en ese minuto- que nos iba a durar más o menos unos tres o cuatro años. Y hace poco empezó a colapsar mucho más. Antes venía el camión limpia fosas tres veces al año, después fueron cinco y ahora vamos son tres veces al mes que tienen que venir”.
La situación de la familia García es especialmente dramática ya que la única manera de limpiar la fosa es que el tubo del camión pase por el medio de la casa: por el living, comedor y cocina.
“Es un problema importante porque sale un olor que no dan ganas de nada, de irse de acá. Si viene a la hora de almuerzo o desayuno obviamente que no puedes seguir comiendo con el olor que hay”, dice Sebastián.
Pero para él lo peor es que “es indigno tener este problema. Más encima que estamos en la Región Metropolitana. Entiendo que estas casas no se hicieron con alcantarillado porque son antiguas. En ese tiempo éramos comuna rural. Entiendo que en ese tiempo el gran santiago tenía alcantarillado y era un lujo. Ahora no es un lujo, es una necesidad”.
Por sus propios medios
Son pocos los vecinos que han logrado sobrellevar el problema realizando trabajos en sus propios terrenos, los que sin ayuda estatal, han podido mantener o mejorar la calidad de vida.
María Cristina Muñoz, tiene 57 años y desde que nació vive en Isla de Maipo. Ella junto a su familia tuvieron “que hacer un agregado en nuestro sitio donde pudiera acomularse más agua sucia. Porque estar llamando al limpia fosa se hizo molesto. Los costos son elevados y es tanta la gente que está en lo mismo que hay que esperar el turno, entonces mi hermano hizo una nueva fosa en el sitio”.
Pero esto no es una solución estable ni cómoda porque indica que “en el verano el olor que sale de la fosa es molesto, tiene moscas, el olor para los vecinos, los ratones, etc”.
Y sobre todo, que viven en el día a día “con el problema de que la fosa puede empezar a fallar y además que utilizamos un terreno que lo podríamos haber utilizado para plantar lechuga y tenemos que tenerlo para eso. Por ende, no podemos plantar nada, podríamos usarlo agrícolamente”.
Futuro del alcantarillado
Lo que acompleja al alcalde Olave es que no hay una solución a corto plazo para los vecinos y vecinas.
“Estamos hablando con Serviu para que el Estado se haga cargo de una segunda licitación. Eso ya está acordado con el gobierno regional y eso nos va a permitir tener garantía estatal para un proyecto que reponga pavimentos y veredas y haga este segundo alcantarillado por etapas” y agrega que la demora será “por lo menos unos cuatro años. Puede ser menos, empiezan ahora en Diciembre. Hay una empresa que se lo adjudicó y en diciembre deberían empezar con la instalación de faenas”.
Comenta que además esto genera un gasto importante para la municipalidad: “Cientos de familias hoy día todavía no tienen alcantarillado y eso genera un gasto de cientos de millones de pesos al año en camiones limpia fosas y en personal 24/7 que tiene que ir periódicamente a retirar los excrementos y los residuos de estas casas que no están conectados a la red de alcantarillado”.
Según datos del municipio, son más de 16 millones lo que se gastan en costos operacionales de los camiones. Y que 115 son los hogares que reciben gratuitamente el servicio de limpia fosas y otras 476 tienen un costo fijo entre 5.000 y 15.000.
Por todo lo anterior, el alcalde presentó una querella en contra del ex edil Carlos Adasme por fraude al fisco. La cual hace un par de semanas fue declarada admisible por el Juzgado de Garantía de Talagante.