Dos relojes de alta gama tienen en jaque a siete hombres imputados por diversos ilícitos en la región Metropolitana. Organización criminal o no, el Servicio de Impuestos Internos (SII) y Aduanas se querellaron apuntando a delitos tributarios y contrabando, respectivamente.
La investigación liderada por el Ministerio Público se enfoca en la comercialización irregular de relojes, los que fueron adquiridos de manera ilícita en Estados Unidos y posteriormente ingresados a Chile.
Una vez en territorio nacional, los aparatos fueron vendidos y posteriormente traspasados a dos personas con el fin de nuevamente venderlos. Esta vez, en Brasil.
Contrario a lo esperado por los involucrados, los relojes no lograron traspasar la frontera. Una vez en el aeropuerto, la policía los interceptó tras ser alertados de la situación.
El robo de una tarjeta de crédito, un contrato de compraventa falso y siete imputados, entre ellos un lanza internacional, un notario y el hijo del dueño de una conocida cadena de restaurantes santiaguina, confluyen en la indagatoria del ilícito. El detalle lo revela la Unidad de Investigación de BioBioChile.
Business en Manhattan
Según antecedentes recopilados por este medio, los hechos se remontan a agosto de 2019, en Estados Unidos, cuando un lanza internacional chileno, Fabián Ahumada, junto a otro connacional, Daniel Urzúa, robaron la tarjeta de crédito y el pasaporte del ciudadano español Philip Waterman.
Una vez consumado el hurto, ambos sujetos acudieron a la exclusiva tienda de relojes Richard Mille ubicada en Nueva York. El local emplazado en la Gran Manzana es uno de los 40 distribuidos a lo largo del planeta, donde se comercializan relojes de lujo confeccionados en cantidades limitadas en Suiza.
Una vez en el número 46 de la calle 57 Este, a dos cuadras de la Trump Tower y a cuatro del Central Park, ambos ingresaron a la lujosa e imponente tienda. Las puertas adornadas con el dibujo de un gran reloj color verde agua les dieron la bienvenida.
Allí, usaron la tarjeta robada para adquirir dos de los exclusivos artículos. En total, su valor sumaba unos $350 mil dólares. Es decir, en promedio, cada uno fue comprado en casi 161 millones de pesos chilenos.
La aventura criminal de Ahumada en Estados Unidos, sin embargo, llegó a su fin menos de un año después, en julio de 2020. De acuerdo a informes policiales contenidos en la carpeta investigativa, el país del norte lo deportó a Chile tras ser condenado en una causa paralela por fraude al fisco.
De allí, se desprende que en dicho trayecto de retorno, Ahumada y Urzúa ingresaron los relojes a territorio nacional. Según Aduanas, esto ocurrió sin declararlos, evadiendo así el control correspondiente y el consecuente pago de impuestos.
Vuelta a Santiago
Ya en Chile, la historia se reconstruye mediante las declaraciones de los propios involucrados.
El mismo Ahumada reconoció los hechos por los que se le acusa cuando prestó testimonio ante el Ministerio Público el 22 de noviembre de 2021. Allí, confesó que en 2019 se encontraba en la Gran Manzana justamente para cometer robos. En eso, conoció a Urzúa.
También contó que los relojes fueron transados en Santiago, en el mercado informal. ¿El comprador? Luis Vásquez, hijo del dueño del tradicional restaurant capitalino “Donde Augusto”.
“En agosto del mismo año (2020) le conté a Luis Vásquez que tenía estos relojes. Luis me pidió que se los pasara y los negociaría y así lo hice”, explicó Ahumada a la Fiscalía Local de Pudahuel.
Ahumada incluso afirmó que su contraparte conocía el origen ilícito de los relojes y parte del acuerdo al que llegaron habría consistido en que Vásquez los vendiera y le entregara 150 mil dólares. Es decir, unos 140 millones de pesos (a cambio actual).
“Se sabe que me gustan los relojes”
Luis Vásquez, por el contrario, reconoció ante la fiscalía haber hecho negocios con Raúl Ahumada, hermano de Fabián, pero negó saber que los relojes fueran comprados con una tarjeta robada y dijo no saber porqué lo habían contactado a él.
“En septiembre del año 2019, tomó contacto conmigo Raúl Ahumada. Llegó a mi restaurant del Mercado Central. Yo no lo conocía e ignoro cómo llegó a mí, me imagino que es porque es sabido en el ambiente que me gustan los relojes. Fue él quien me ofreció venderme los relojes de marca Richard Mille”.
En esa línea, afirmó desconocer si Ahumada era o no el dueño original de los artefactos, pero argumentó que él le dijo que provenían de Argentina y eran usados.
“De hecho, me exhibió en su momento la boleta de compra y los certificados de origen u originalidad. Todo se veía normal y en regla. Como no lo conocía, le pedí adicionalmente para seguridad mía que firmáramos un contrato de compraventa y eso hicimos el 29 de noviembre de 2019. Como no me puso inconvenientes, nunca desconfié”, sostuvo.
Según contó, la idea era quedarse con uno y vender el otro. El problema fue que alcanzó a pagar cuatro cuotas de los relojes antes de que el covid-19 irrumpiera en Chile.
“Con la llegada de la pandemia se me hizo muy pesado seguir pagando”, explicó Vásquez. Por lo anterior, manifestó que decidió simplemente deshacerse de los artículos. ¿El problema? Al ser de un alto valor, “nadie los quería comprar”.
Rumbo a Brasil
Así las cosas, la indagatoria apunta a que los ofreció a un amigo: Mauricio Carrillo, quien conocía a alguien que podría estar interesado, pero en Brasil.
De esta manera, el intermediario decidió viajar para mostrar los relojes junto a su amigo Jorge Cancino, el 25 de agosto de 2020. Todo se vino a pique justamente ese mismo día. No lograron salir del país. Ambos fueron sorprendidos ad portas de abordar un vuelo a Sao Paulo en el aeropuerto capitalino.
Tras no poder justificar la procedencia de los relojes, decidieron entregarlos voluntariamente.
El documento que selló la caída
Según una querella presentada por el SII, luego de la incautación, se constató mediante escuchas telefónicas que la declaración de Luis Vásquez era derechamente falsa.
De acuerdo al documento presentado por el organismo, el contrato de compraventa fue sólo “para dar una apariencia de legalidad a la comercialización” y así pedir la devolución de los relojes al Ministerio Público.
El documento fue suscrito en una notaria de Vitacura, donde se estipuló que Raúl Ahumada vendió a Luis Vásquez relojes por la suma de $80 millones el 28 de noviembre de 2019.
No obstante, un informe policial concluyó que los datos del escrito son falsos. Esto porque imágenes de cámaras de seguridad dan cuenta de que el contrato se celebró el 27 de agosto de 2020. Es decir, dos días después de la incautación en el aeropuerto.
Según el Ministerio Público, el documento firmado por Vásquez y Ahumada, se concretó gracias a la intermediación de un tercer involucrado: Eduardo Bollo. A él se le sindica como el responsable de gestionar que el notario Daniel Cid, firmara el escrito.
Con todo, y en vista de los antecedentes, esta acción es considerada por fiscalía como una obstrucción a la justicia.
La Unidad de Investigación de BioBioChile intentó contactar al funcionario público, sin resultados positivos hasta el cierre de esta edición.
Formalización
Con los antecedentes recopilados, el fiscal jefe de Pudahuel, Eduardo Baeza, decidió formalizar la investigación el 3 de mayo recién pasado.
En la instancia se designó la cautelar de firma mensual a Luis Vásquez, Raúl Ahumada y Eduardo Bollo. Jorge Cancino y Carlos Carrillo, en tanto, se mantienen con arraigo nacional.
A Fabián Ahumada y Daniel Cid, quienes no asistieron a la audiencia por problemas en su notificación, se le comunicarán los cargos el 12 de septiembre de 2022, a las 09:00 horas.
Por el delito de contrabando, Aduanas solicita tres años de cárcel para Fabián Ahumada, sumado a la multa de cinco veces el valor aduanero de la mercancía, esto es casi 1.500 millones de pesos.
Para Carlos Carrillo y Jorge Cancino, solicitan las mismas penas, pero por el delito de receptación aduanera.
A su vez, el SII acusa delito tributario contra Luis Vásquez y Fabián Ahumada, dado que “ninguno de los querellados está autorizado para ejercer el comercio de estas especies”.
Según el servicio, por este hecho se dejaron de percibir más de 74 millones de pesos en impuestos. Cifra que se evidencia en la siguiente tabla contenida en la querella interpuesta.
En vista de lo anterior, el organismo estableció que existe clandestinidad en la venta y compra de los productos. Razón por la que esperan que se les condene “al máximo de las penas asignadas”.
Un antecedente adicional de Impuestos Internos, es que Vásquez fue objeto de “otro proceso de recopilación de antecedentes”. Dicha investigación, culminó en un informe fechado el 23 de noviembre de 2021. En él se estableció que el imputado comercia “joyas y relojes de alta gama de origen irregular, obteniendo ingresos informales”.
Respecto al delito de obstrucción de justicia, de momento, los que enfrentan cargos son Luis Vásquez, Raúl Ahumada y Eduardo Bollo.
Ante los hechos imputados, la Unidad de Investigación de BioBioChile consultó al abogado de Vásquez, Ignacio Schwerter, quien se limitó a decir que los antecedentes presentados por fiscalía “no son ciertos”, aunque sin ahondar en detalles que pudieran desvirtuar los planteamientos del Ministerio Público.
De igual forma, este medio intentó contactar a los demás acusados, sin embargo, esto no fue posible. Quien sí respondió fue Carrillo: “No puedo hablar sobre eso”, espetó.