El fiscal jefe de la Fiscalía Local de Pudahuel, Eduardo Baeza, investiga de manera sigilosa a una red dedicada al robo de joyas y relojes en el extranjero que luego eran internados y comercializados en el país.
Se trata de una organización, según documentos a los que tuvo acceso Radio Bío Bío, que lideraría Estrella Dinamarca Sánchez, Domingo Jalil Allel y Jaime Quiroz Jara, la cual tendría nexos en Europa, Estados Unidos y Argentina, lugares donde operarían las bandas que envían los objetos de alto valor.
En Chile, los productos son recepcionados por Estrella, una conocida joyera del centro de Santiago, la cual busca a los potenciales compradores de estos exclusivos bienes. Los contactaba por teléfono. Lo que no sabía Estrella es que sus llamadas eran escuchadas por la Policía de Investigaciones (PDI). De esta forma, la Fiscalía Metropolitana Occidente ha ido recopilando una serie de nombres en el transcurso de la indagatoria.
Uno de ellos es el de Marco Antonio López Spagui, más conocido como Parived, tal como reveló Ciper. Según los documentos que tuvo a la vista Radio Bío Bío, López Spagui es mencionado en una serie de interceptaciones como un potencial comprador de dichos productos obtenidos de manera ilícita en el extranjero.
Por ejemplo, en una conversación interceptada entre Estrella Dinamarca Sánchez y Jaime Quiroz Jara, donde hablan de la venta de unos aros, según da cuenta un informe de la PDI, la mujer habría dicho que “por último se los mande y se los puede mostrar al Parived”. Y no solo eso. Las mismas escuchas revelaron el encuentro entre López Spagui y Harold Vilches Pizarro, el “rey del oro”.
La cita en el Sheraton
Fue el 19 de febrero del 2020 el día en que Marco Antonio López Spagui se reunió con Harold Vilches Pizarro, conocido como el “rey del oro”, en el Hotel Sheraton de Providencia. De cerca, eran observados por oficiales de la PDI que se apersonaron al recinto.
Según quedó establecido en el informe policial, además de Parived y Vilches, una tercera persona participó en la reunión pero no se logró identificar su identidad. Se indica que fueron pocos los minutos los que estuvieron al interior del hotel y que después abordaron el automóvil en que Parived llegó al lugar para dirigirse a la calle Emeterio Larraín Bunster, a un costado del hotel.
Según lo descrito, luego de 30 minutos aproximadamente se dirigieron al frontis del Sheraton donde Vilches y el tercer sujeto descendieron de este y regresaron al hotel pero López Spangui se retiró del lugar.
Una de las conclusiones de dicho encuentro, plasmadas en un informe dentro de la carpeta de investigación, señala: “Es un indicio claro de que dicha reunión se realizó a fin de realizar negociaciones con especies producto de delito, toda vez que se mantiene el antecedente que Harold Vilches Pizarro, es un sujeto que se desenvuelve en el mundo de la compra y venta de bienes robados, específicamente de joyas y diversas especies”.
La tesis anterior toma cuerpo luego de una conversación entablada ese mismo día por Parived y un tercero, horas después del encuentro. Según consigna un informe, López Spagui “le indica a un tal Luis, entre otras cosas, que mantendría en su poder una piedra que posee un alto valor comercial (130 millones según lo que indica), que se la habría entregado un sujeto, al cual le dio un cheque por 65 millones en garantía, para poder quedarse con dicha piedra, por la cual, mantendría ofertas en el extranjero”.
El rey del oro
El 31 de enero de 2018 el Primer Juzgado de Garantía de Santiago dio a conocer la sentencia contra Harold Vilches Pizaro. Se le atribuyó la participación en calidad de autor en los delitos de asociación ilícita, contrabando, lavado de activos, infracción a la ley tributaria y presentación de declaración maliciosamente falsa, por lo que fue condenado a cinco años de presidio menor en su grado máximo y a la multa de más de 14 mil millones de pesos.
En ese entonces, Vilches era estudiante de Ingeniería Comercial y se convirtió en el mayor contrabandista de oro de América del Sur. Logró evitar la prisión ya que colaboró con la justicia entregando información de empresas fantasmas y de los ejecutivos de distintos países como Perú y Dubai.
Vilches realizaba la compra del oro en Perú y lo internaba en Chile donde fundía el oro cuando no era obtenido en barras listas para ser exportadas. Él mismo seleccionaba a proveedores de oro de contrabando y negociaba con ellos para exportar, compraba facturas ideológicamente falsas a Dagoberto Muñoz para justificar el origen del oro y suscribía declaraciones falsas juradas con la misma finalidad para así contar con toda la documentación necesaria para ser presentada al Servicio Nacional de Aduanas.
Para hacer más creíble las exportaciones, Vilches utilizó varias sociedades creadas y representadas por él, pero también tenía una red de personas cercanas que lo ayudaban con el negocio como su esposa Scarlett Rivas quien se ocupaba de todas las labores administrativas, la coordinación de viajes de los contrabandistas desde Argentina y recibía personalmente el oro.
Pero además, el “rey del oro” hoy es objeto de investigación en esta causa, la que indaga a una red dedicada al robo de joyas y relojes en el extranjero y posteriormente comercializadas en Chile. En ella, habría sido observado por oficiales de la PDI en diversas reuniones con Estrella y Jaime Quiroz.