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De los 28.335 dentistas inscritos hasta la fecha, 144 prestan servicios mediante bonos Fonasa. Menos del 1% del total de los profesionales. Esta cifra alarma a las autoridades del gremio, quienes apuntan a que desde el Ministerio de Salud no han gestionado las autorizaciones sanitarias de las consultas ni han actualizado los valores de las prestaciones. Una crisis que deja a Chile sin sonrisas. La historia es de la Unidad de Investigación de BioBioChile.
Apenas 144 dentistas de los 28.335 inscritos en Chile, ofrece sus servicios bajo la Modalidad Libre Elección (MLE). Es decir, mediante la adquisición de un bono Fonasa. Las cifras no alcanzan a representar siquiera el 1% del total de quienes se dedican a esta profesión.
Así lo revelan cifras analizadas por la Unidad de Investigación de BioBioChile, las que también dan cuenta de que tan sólo 20 de los odontólogos que atienden bajo este mecanismo cuentan con una especialidad.
Los números, según advierten expertos, son del todo insuficientes para un problema que golpea con fuerza a la comunidad.
Sin ir más lejos, de acuerdo a información presentada por el Colegio de Cirujano Dentistas ante el Senado, el 25% de la lista de espera hospitalaria en Chile corresponde sólo a consultas odontológicas.
Los números proporcionados por el gremio hablan por sí solos. En la población de entre 35 y 44 años, casi un 20% no tiene piezas dentarias y un 80% es desdentado parcial.
El desglose
Según pudo constatar este medio, la región con mayor cantidad de profesionales que atienden con bono Fonasa es la región Metropolitana con 39. Le siguen más atrás Maule (17), Bío Bío (16) y Antofagasta (14).
¿Los más perjudicados? Arica y Parinacota, Tarapacá y Aysén. Todas ellas, con sólo un profesional para toda la región (ver gráfico).
“La falta de profesionales inscritos se debe a que el aumento de cobertura de los PAD de Libre Elección, a la población de 18 a 35 años, es reciente y en medio del período de pandemia. A esto se suma que las autorizaciones sanitarias de las salas de procedimiento odontológico, requisito para inscribirse como prestador Fonasa, dependen del Minsal y se han visto retrasadas en varios meses debido a la falta de personal fiscalizador o agenda para realizar el proceso, esto es una clara falla estatal”, explica Carlos Marchant Pizarro, presidente nacional del Colegio de Cirujano Dentistas de Chile.
“Históricamente, el Estado de Chile no ha generado la cobertura odontológica para la población en Modalidad Libre Elección”, agrega Marchant, quien precisa que tampoco “se ha realizado una actualización certera de Fonasa de los valores de las prestaciones de cuanto a los costos de la tecnología y materiales que se requieren para una atención odontológica oportuna y de calidad”.
Todo ello, afirma Marchant, dificulta justamente el proceso para que más cirujano dentistas se sumen como prestadores Fonasa.
Según cuenta el profesional, el bajo número de dentistas que atienden por Fonasa provoca graves problemas en el acceso de la población a una atención oportuna y “dificulta que el Estado de Chile garantice un acceso equitativo a la salud, lo que empeora los indicadores de salud oral”.
Lo mencionado por Marchant guarda relación con las cifras que entregó el organismo colegiado en 2018 ante la Comisión de Salud del Senado.
Allí indicaron, por ejemplo, que los chilenos que tienen menos de 8 años de estudio, un 74% no tiene dentición funcional (no pueden masticar bien). Y en caso de aquellos que tienen mayor escolaridad, esa cifra baja a un 22%
“La solución al problema radica en el Gobierno, que debe generar las políticas de incorporación progresiva de la odontología, favorecer la inscripción a Fonasa, pero por sobre todo instruir a Fonasa a actualizar sus datos según la lex artis de los tratamientos”, sostiene Marchant.
Y agrega que se debe “instruir al Ministerio de Salud a obtener reales datos de salud odontológica y a las Seremis a generar rúbricas de evaluación objetivas y unificadas para los procesos previos a la inscripción en Fonasa de los colegas”.
Cifras por el suelo
La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda un odontólogo por cada 2.500 habitantes.
Si bien esta proporción se cumple con creces en Chile, dado el alto número de escuelas y profesionales graduados, el escenario para acceder a una consulta dental por libre elección siendo usuario de Fonasa es a lo menos complicado.
Esto, porque si los datos se ponen en perspectiva -y si se consideran los 14 millones de chilenos inscritos en Fonasa- la proporción cambia de manera radical . En otras palabras, existe tan sólo un profesional para cada 97 mil habitantes.
“La cobertura bucal en Modalidad Atención Institucionalizada (MAI) de Fonasa no es de las mejores (…) Las horas son bastante pocas para la atención en sus distintos niveles”, advierte el senador Rabindranath Quinteros, presidente de la Comisión de Salud del Senado.
Proyecto inconcluso
Justamente, dicha instancia del Congreso intentó impulsar un proyecto de ley para la creación de la Dirección Nacional de Odontología, al interior del Ministerio de Salud (Minsal).
Esto, para concentrar los esfuerzos en la atención primaria, y así acercar al usuario a un continuo monitoreo de su salud bucal.
“Es triste que los pacientes lleguen a urgencia tarde, porque no queda más que extraer los dientes afectados. Todo esto pasa porque los problemas no se solucionan a tiempo y para eso la única manera es tener controles periódicos”, se describe en la presentación del proyecto lanzado en 2018.
Pese a las reuniones, todo quedó en nada. Y la iniciativa aún se encuentra durmiendo en el parlamento.
Sobre esto, el senador Quinteros (PS), cirujano dentista de profesión, explica a BBCL que “el proyecto está ahí, y el Gobierno no le ha puesto ningún tipo de urgencia para aprobarlo”.
“Junto al Colegio Médico hemos tratado de que se reconozca la importancia que tiene la salud bucal. Yo espero que algún día, en una verdadera reforma al Sistema de Salud nuestro, la odontología sea considerada fundamental para la salud integral de las personas”, lamenta.
Acerca de la oportuna prevención, tratamiento y rehabilitación en este tipo de salud, la odontóloga Isabel Sepúlveda afirma que “es difícil en el sistema público poder atender a un paciente de manera integral”.
“Por lo general a quienes trabajamos en hospitales o Cesfam nos dan 20 minutos para cada usuario. En ese tiempo uno no alcanza a dar el servicio completo”, asevera.
“Aquí se ha privatizado todo”
Así las cosas, los tres profesionales consultados coinciden en que es urgente que el Gobierno le dé prioridad a la salud bucal en el Sistema Público, tanto para la inyección de recursos como para garantizar el acceso equitativo.
“Tengo una opinión bastante drástica de lo que es la salud en nuestro país, aquí se ha ido privatizando todo, y al privatizar la salud y al darle menos recursos a la salud pública en general, la odontología -que es el pariente pobre de la medicina-, va a seguir siendo el pariente pobre”, enfatiza el senador Quinteros.
“No hay recursos suficientes para contratar profesionales, para hacer campañas destinadas a atacar la carie, para otorgar una la rehabilitación al usuario, y eso es un problema monetario, claro, pero también de voluntades (…) Al nuevo Gobierno le seguiremos insistiendo”, finaliza el parlamentario.
En tanto, Sepúlveda sostiene que ante la escasez de profesionales, los usuarios se ven obligados a sumarse a listas de esperas que pueden ir desde meses hasta años.
“Tienen que costear tratamientos que oscilan entre los 40 mil pesos por tratamiento de pieza dental, hasta incluso sobrepasar el millón de pesos en tratamientos de especialidad como la endodoncia”, sentencia.
A las modalidades Libre Elección y Atención Institucional se agrega el programa PAD (Pago Asociado a un Diagnóstico). Este método, sin embargo, cubre sólo un rango etario que va de entre los 12 a 35 años y contempla seis tratamientos.
Pese a los reiterados intentos de la Unidad de Investigación, hasta el cierre de esta edición, Fonasa no contestó antes las consultas. De este modo, no otorgó las cifras de profesionales de la odontología trabajando en Modalidad de Atención Institucional (MAI). Tampoco proporcionó los valores de las consultas requeridas, ni la respuesta que le otorgan a los usuarios ante el escenario expuesto.