Jorge Gatica Bórquez, es oficial en retiro del Ejército y profesor titular en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE) y en la Escuela Militar. Tiene más de 30 años de experiencia en mando y asesorías en Chile y el extranjero. Así lo demuestra el rol clave que ha tenido desde mayo de 2023 en la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputadas y Diputados de Chile, donde expuso sus opiniones con respecto al proyecto de ley que se tramita en el Congreso Nacional, destinado a fortalecer y modernizar la ley 19.974 que rige el Sistema de Inteligencia del Estado.
Es doctor en Estudios Internacionales (USACH), Magíster en Ciencia Política (PUC) y Magíster Ciencias Militares (ACAGUE). También, cuenta con más de 25 años en la gestión educativa, en la docencia, en la vinculación con el medio y en la investigación, nacionales e internacionales. Se ha enfocado en investigar los Estudios de Seguridad, Estudios de Futuro y Estudios Internacionales.
Asimismo, ha asesorado al Ministerios de Defensa Nacional y al Congreso Nacional, en temas de Estudios de Futuro y Ciberseguridad.
Respecto a su llegada como experto al parlamento, junto David Hardy, contralmirante en retiro, exsubdirector de la ANI y exdirector de Inteligencia de Defensa en el Estado Mayor Conjunto, dice que se dio porque “cuando fuimos a exponer -en 2023- quedó la impresión de que tanto David, como yo, teníamos una mirada no ideologizada, más técnica, que podíamos de alguna manera, generar los consensos”, contó.
COOPERACIÓN INTERAGENCIAL
¿Por qué era necesario cambiar la ley desde una perspectiva técnica?
La Ley original N°19.974 -que nos rige hoy día-, se creó en un contexto sociopolítico distinto. En ese tiempo (acuérdate que fue en el año 2004), después de varios años de trámite, había una natural aversión a la palabra inteligencia. La palabra inteligencia generaba mucho temor, mucha desconfianza, porque teníamos una mirada de la inteligencia asociada a violación de Derechos Humanos, a cosas fuera del margen de la ley.
Entonces, ¿cree que esta perspectiva afectó la mirada histórica que se tiene de la inteligencia?
Claro, porque la inteligencia para todo el mundo era una cosa muy siniestra, que tenía que ver con atropellar los derechos humanos, con la intromisión de alguna agencia en tareas que no le correspondían. Bajo ese contexto, se hizo una ley controladora, restrictiva, no facilitadora de la inteligencia.
Y tales restricciones se mantuvieron así, hasta ahora…
Claro, perduró casi 20 años. Entonces, tenía muchas deficiencias de carácter técnicas. Existía una suerte de organismo colegiado: el comité de inteligencia. En él se suponía que la ANI y el director, eran una suerte de líder del servicio del sistema. Pero, nunca lo fue. Por otro lado, todo lo que hacían las otras agencias, lo hacían por favor. La ANI, que no tiene capacidad operativa hoy día, según la ley, dependía de lo que le podían proporcionar las policías o las otras agencias.
¿Eso abría el espacio para que, por ejemplo, existieran fallas en el sistema o vulneraciones?
Sí, porque en general no estaba muy regulado. Las obligaciones de mantener la reserva o el secreto de la información, por ejemplo, no lo estaban. Si la ANI detectaba alguna situación de riesgo para alguna entidad del Estado o viceversa, y se le informaba a esa entidad del Estado, ese organismo no tenía obligación de tener un cuidado especial con la información. Las carpetas se perdían. Con los cambios hay procedimientos para evitar aquello.
Claro, hay avances en varios puntos
Sí, un sistema de verdad. La normativa refuerza la labor de la Agencia Nacional de Inteligencia, entregando tareas específicas a las policías: Carabineros y la PDI. Refuerza la idea de la inteligencia residual, de la cooperación interagencial, que son muy importantes, es decir, que la inteligencia residual es aquello que tú en tu trabajo propio encuentras, pero que no es de tu área y lo compartes o derivada los organismo competentes. Hay una colaboración y coordinación.
Pero, ¿qué falta por mejorar?
Siempre se hablaba de riesgos clásicos: el crimen organizado, el cibercrimen o en general el ciberespacio. Pero hay otras cosas que son riesgos que no están dentro de la mirada tradicional del riesgo, uno de ellos es el riesgo hídrico. Resulta que la falta de agua va a producir el desplazamiento de millones de personas, probablemente. En la Declaración de las Américas, se identifica que hay nuevos riesgos “multidimensionales”, que deben ser mirados como el resto de los crímenes.
“NO ESTOY DE ACUERDO CON LA CRÍTICA DESCARNADA”
En relación al apoyo que tuvo las modificaciones al sistema, ¿fue transversal o hubo algún tipo de complejidades?
Hay miradas distintas, pero una genuina intención de avanzar para resolver los problemas que tenemos. Existe un acuerdo transversal de mejorar la ANI. Yo creo que la legislación va a llegar a buen puerto, por la buena predisposición que hay de los sectores políticos. Sin embargo, también creo que se debe mover la atención y ser críticos. No estoy de acuerdo con la crítica tan descarnada que se hace a la inteligencia en el país. Se habla de problemas, desastres y aspectos negativos. No obstante, se desconoce su buena labor, porque ese es su trabajo. Si supiéramos lo bueno, la inteligencia chilena estaría haciendo mal su pega.
Si se trata de hacer bien la pega, ¿de qué carece la ANI para poder funcionar bien?
Faltan capacidades, eso es evidente, porque no hay ningún servicio de inteligencia en el mundo que aguante con una dotación tan pequeña. Pero, asimismo, hay problemas administrativos, falta preparación formal o capacitación, como también cultura de inteligencia. Junto con tal carencia, un concepto súper importante y que va a quedar en la nueva ley muy probablemente, es la anticipación estratégica. Porque es súper relevante posicionarte virtualmente en el futuro para saber hacia dónde quieres ir, hacia dónde quieres llegar y cuáles son los riesgos, las amenazas y las oportunidades que tienes para alcanzar los objetivos o metas del país.
EL MODELO ESPAÑOL
En lo que respecta al trabajo interno, ¿cómo se desarrolló?
Fueron muchas reuniones, en diferentes lugares, pero la mayoría se desarrollaron en La Moneda. Tuvimos muchísimas reuniones más técnicas. De reflexión. Nos fuimos cada uno con tarea para la casa. Después nos juntábamos en sesiones de Zoom y compartimos ideas o documentos. Hubo consenso en tener una estructura de sistema de inteligencia de Estado que nos diera satisfacción a todos. Donde todas las partes dijeron, sí, en realidad esto es lo que mejor nos funciona. Y aquí hubo mirada de gente de izquierda, gente de derecha, gente de Gobierno, del Ejecutivo, gente del Congreso y también de los expertos externos.
¿Cuánto tiempo hay invertido?
Esto operó un par de meses. Bueno, sigue funcionando. Pero, fueron muchas reuniones incluidos sábado, domingo y noches. Hubo varias noches que nos quedamos hasta las 11 y media o dos de la noche en el Zoom conversando.
¿Se inspiraron quizás en modelos extranjeros?
Sí, pues revisamos varios. El modelo español lo hemos visto con harta detención.
¿Por qué ese modelo y no otro?
Porque es un modelo que se ajusta bastante a nuestra idiosincrasia. España es un país que tiene problemas y que tienen realidades similares a las nuestras. En algún minuto también sufrió alguna mirada un tanto traumática con respecto a la noción de inteligencia. Entonces también tuvo que abrirse desde una inteligencia que estaba radicada en los militares específicamente y pasar a un servicio mucho más civil. Es un modelo que ha cumplido con lo que se le ha pedido.
CRIMEN ORGANIZADO: “FALLÓ LA INTELIGENCIA DE HACE 15 AÑOS”
Pasando a otro tema, pero fundamental en estos momentos, hay quienes plantean que Chile no se preocupó del crimen organizado a tiempo, ¿cómo ves esa idea?
Chile vivía en el limbo. Chile era un país económicamente sólido, en desarrollo. Ahí estábamos empezando a resolver los problemas de política interna que habíamos tenido. Teníamos una democracia robusta. No teníamos problemas. Y de repente nos encontramos una granada nos explotó en la cara. De un día para otro aparecen una serie de delitos, llega el tren de Aragua. Chuta, ¿qué pasó? ahí la gente dice: falló la inteligencia. Le echan la culpa como si el sistema hiciera persecución penal.
La inteligencia hace estudios a futuros, es decir, la de 15 años atrás falló. No la de ahora.
¿Se podría decir que esta percepción de inseguridad lleva a las sociedades a pensar en inteligencia?
Este es un super buen punto, porque me lleva a dos cosas: la primera, los países cuando han resuelto su problema inteligencia, ha sido post traumas importantes. Después del atentado a las torres gemelas, Estados Unidos modificó su sistema de inteligencia completo. Antes eran agencias parceladas, ahora toda la agencia excepto una responde al National Intelligence Council (NIC).
Sobre el crimen del exteniente Ronald Ojeda, según los antecedentes que se manejan ¿ve problemas de inteligencia o sólo cree que está detrás el crimen organizado?
Yo creo que es un tema de crimen organizado, derechamente. O sea, la forma como se da, tiene que ver con eso. Con esta megacategoría, ya que se tiende a pensar que el narcotráfico es una categoría del crimen organizado. No. El narcotráfico, la trata de blancas, el contrabando, todos esos contenidos son formas de crimen organizado. Pero, la verdad es un poco riesgoso hacer este análisis en este momento. Porque, se está investigando.