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Javiera Parada: "Ni un minuto de mi vida me arrepiento de haber votado Rechazo"

Sábado 30 septiembre de 2023 | 06:03

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Rafael Carneiro | BBCL Investiga

"Parece que ni la izquierda ni la derecha todavía han realmente internalizado que la democracia es el gobierno de las mayorías, pero siempre respetando a las minorías y sus opciones", asegura Javiera Parada en su análisis de la actualidad constitucional. Abierta detractora de la primera propuesta constitucional, hoy tampoco está conforme con la que está en construcción. Si tuviera que elegir una de las dos, prefiere ninguna: "Me quedaría con la constitución vigente", asegura.

Javiera Parada, un figura política que ha transitado por distintos rincones del espectro político (fue fundadora de Revolución Democrática y hoy está más alineada a la centroderecha), criticó el primer proceso constitucional y se abanderó por el Rechazo.

Empujó a favor de un nuevo proceso, como el que está actualmente en curso, pero hoy también está disconforme con cómo está quedando la propuesta constitucional. En conversación con BioBioChile, cuestiona que las derechas están cometiendo el mismo pecado que la izquierda en la Convención: pasando máquina y excluyendo a las minorías.

Desde su oficina en el Centro de Estudios Públicos (CEP), donde trabaja desde 2021 como Coordinadora de Arte y Cultura, analiza el pasado y proyecta el futuro. No se arrepiente de nada y, al mismo tiempo, alberga la esperanza de que la clase política logre ponerse de acuerdo para zanjar el capítulo constitucional: “No voy a aprobar si no son integradas las visiones del oficialismo”, asegura.

“Republicanos ha utilizado el proceso constituyente como una plataforma electoral”

—Hasta la fecha ¿Cuál es su balance del nuevo proceso constituyente?

Yo creo que es un proceso que tuvo un diseño institucional que fue producto de los procesos anteriores y creo que fue un buen diseño institucional. Con balances, contrapesos, para poner a resguardo que una mayoría pudiera pasar por sobre una minoría. Y creo que desde el punto de vista del diseño, era un buen diseño. Pero creo que el inesperado resultado de las elecciones del 7 de mayo, que les da una mayoría muy contundente al Partido Republicano -que es un partido que está en el extremo del arco político- y la baja votación que tuvo el oficialismo, que no le permite ni siquiera bloquear propuestas, ha llevado lamentablemente a una dinámica que se parece mucho al proceso anterior, donde quienes en ese momento tenían la mayoría excluyeron a quienes eran la minoría, que eran la derecha, la centro derecha y el centro.

Hoy día la mayoría de extrema derecha, con las derechas, han hecho lo mismo con la izquierda y la centro izquierda. Y creo que es muy lamentable, porque una constitución, aparte de que es un conjunto de reglas para habilitar a la política a funcionar, la organización del Estado, la distribución del poder y el Estado de derechos y libertades que nos vamos a resguardar como sociedad, también es un pacto político y por lo tanto ese pacto siempre hay que hacerlo con todos, con tu adversario.

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“Parece que ni la izquierda ni la derecha todavía han realmente internalizado que la democracia es el gobierno de las mayorías, pero siempre respetando a las minorías y sus opciones”.
- Javiera Parada

Y yo veo con mucha preocupación que el tiempo se acaba y no veo desde las derechas una actitud decidida, salvo muy honrosas excepciones, como ha sido Gloria Hutt y algunos otros consejeros. Pero en general Chile Vamos se ha plegado a las propuestas maximalistas, partisanas, identitarias del Partido Republicano, dejando afuera las visiones del oficialismo, que es bastante amplio: van del Partido Comunista hasta representantes del socialismo democrático liberales. Y creo que eso es bien lamentable porque creo que, a día de hoy, estamos frente a la posibilidad que el tercer proceso constituyente en ocho años fracase, lo que creo que sería muy grave para Chile y que además sería un caso totalmente inédito en el mundo.

—¿Está siendo esta constitución “una que nos una”?

No, de momento no es una constitución que nos una. Creo que el texto que está saliendo de la Comisión de Expertos es una constitución que nos divide, porque lo que plasma es la visión de una parte de la sociedad y que genera mucha animadversión. Y parte de mi crítica al proceso anterior tenía que ver con que la diversidad de las izquierdas y movimientos sociales pusieron, según yo, políticas públicas en el texto y también una visión de mundo. Lamentablemente, creo que las derechas han repetido ese patrón y, por lo tanto, hoy día no tenemos un texto que nos una sino que vuelve a ser un texto que nos divide, como es la constitución actual que tenemos.

—¿Los Republicanos han ido echando a perder el texto del Comité de Expertos?

Yo creo que el del Comité de Expertos era un texto que no dejaba a nadie contento del todo, porque creo que todos se entregaron mucho para construir ese texto, pero era un texto que concitó el apoyo transversal del mundo político. Había un representante republicano, había un representante del Partido Comunista y creo que era una buena base para trabajar. Por supuesto que el Consejo Constitucional fue electo para mejorar ese texto y yo voy a defender la autoridad democrática que tiene el Consejo, porque uno no puede estar durante años peleando para que haya un órgano electo y cuando uno no tiene mayoría en ese órgano decir “bueno este órgano no debería hacer nada y no tocar el texto del Comité de Expertos”. Pero creo que lo que ha hecho Republicanos, más que mejorar el texto de los expertos, es añadirle cuestiones que solo representan a su mundo y que invaden el ámbito constitucional.

Las disposiciones, por ejemplo, sobre las contribuciones, meter impuestos en la constitución. Luego en todo el capítulo de derecho, donde creo que está claro y ya es un consenso el derecho a la libre elección, pero ellos han puesto ciertas enmiendas que extreman eso. Incluso, por ejemplo, en Educación, se aprobó una enmienda que podría darle la autorización a los padres a educar a su hijo en la casa, que sería un retroceso en políticas públicas construidas para la obligación de la educación. Por lo tanto, sí, yo creo que lamentablemente Republicanos ha utilizado el proceso constituyente como una plataforma electoral para las próximas elecciones y han plasmado ahí algo así como un programa de gobierno, más que pensar en el bien de Chile y en lograr consensuar un texto constitucional con el cual todos podamos vivir y que nos permita entrar a este nuevo ciclo político que está comenzando en Chile.

“No voy a aprobar si no son integradas las visiones del oficialismo”

—¿Cuáles han sido los principales errores del nuevo texto constitucional? Ya mencionó algunos.

Sí, hay varios. Hay un enorme retroceso en los derechos de la mujer. La comisión experta dejó esto bastante similar a como está en la constitución actual, que permite el aborto en tres causales. Sin embargo, el consejo, con las enmiendas que se han aprobado, podría hacernos retroceder. Luego se vota la objeción de conciencia institucional, que es algo muy original. Osea, los seres humanos tenemos conciencia, no las instituciones. Y eso, claro, tiene un problema relacionado con el aborto, pero podría también tener problemas como que las instituciones se negaran a pagar impuestos y otro tipo de cosas. Luego se suprime el deber del Estado de adoptar medidas para la no discriminación efectiva y eso era un avance muy importante, para hacer que el Estado sea activo en pos de la búsqueda de la igualdad de género. Luego se rechazó un artículo transitorio, que venía de los expertos, ni siquiera era una norma permanente, sino un artículo transitorio para las dos próximas elecciones que apuntaba a la paridad de género. Eso también fue rechazado por el Pleno.

Por lo tanto, yo creo que es un mal texto constitucional, pero te podría dar muchos otros ejemplos. Por ejemplo, en lo que tiene que ver con los recursos naturales. En las disposiciones que tienen que ver con el agua, se rechazó lo que venía de los expertos, que recogieron la larga discusión que hubo en Chile, que duró alrededor de 10 años, para establecer un nuevo Código de Aguas, que se aprobó hace muy poco y, además, el artículo como venía redactado en la comisión experta autorizaba al legislador a legislar. El texto que fue aprobado por el Consejo hecha por tierra toda esta discusión de 10 años que hubo en el Congreso para el Código de Aguas y amarra de manos al legislador.

—¿A día de hoy, está más A Favor o En Contra del nuevo texto?

Yo creo que faltan muchas etapas para poder tener una opinión sobre si aprobar o rechazar. Yo creo que lo más importante, más que la discusión enmienda por enmienda, es que quienes hoy día tienen las mayorías en el Consejo Constitucional entiendan lo que te decía al comienzo: que la Constitución es un pacto político y que, por lo tanto, tienen que -en las etapas que vienen- sentarse con el oficialismo para consensuar un texto que a todos nos deje tranquilos. Si eso ocurre, yo voy a concurrir a aprobar el texto. Si eso no ocurre y no son integradas las visiones del oficialismo, yo no voy a concurrir a votar un texto que va a seguir dividiéndonos.

Javiera Parada en el CEP

Rafael Carneiro

—Cuando usted se la jugó por el Rechazo y “una que nos una” ¿Pensó que la siguiente propuesta iba a quedar así de cargada a la derecha?

No, por supuesto que no. Yo estoy muy tranquila con mi voto de Rechazo del 4 de septiembre, lo volvería a hacer. Creo que el proceso anterior fue lamentable y que las mayorías de izquierda se farrearan ese proceso, dando pie a un texto que claramente no interpretaba por lo menos a la mitad del país y que se metía en muchos ámbitos de políticas públicas. Por lo tanto, defiendo mi voto Rechazo y, como te digo, lo volvería a hacer. Pero esperé que la política en general hubiera aprendido de esa experiencia y lamentablemente veo que el calendario electoral que tenemos hace que todo el mundo no solamente esté pensando en hacer una constitución que pueda ser la base de nuestra convivencia para los próximos 30 años, sino que están pensando también en las próximas elecciones. Y creo que muchas de las cosas que hemos visto en el proceso no tienen que ver con la construcción del texto mismo, sino que están pensando en las elecciones municipales y en las elecciones presidenciales.

—¿Entonces no se arrepiente de haber votado Rechazo en el primer proceso?

Ni un minuto de mi vida me arrepiento de haber votado Rechazo. Creo que el texto de la Convención era un texto que le hacía mal al país, pero sobre todo creo que es un texto que se hizo excluyendo a un sector político. Y yo voy a trabajar toda mi vida para que nunca más en Chile un sector político esté excluido y eso significa que, cuando uno es mayoría, uno tiene que tomar en cuenta las minorías. Y parece que ni la izquierda ni la derecha todavía han realmente internalizado eso, que la democracia es el gobierno de las mayorías, pero siempre respetando a las minorías y sus opciones.

“Nunca voy a creer que la democracia es un error”

—¿Hacer un proceso tan democrático fue un error?

Yo comencé el año 2012 a trabajar para que en Chile hubiera una nueva constitución y el año 2013 fui parte de un movimiento que invitaba a los ciudadanos a marcar su voto con las letras AC, de Asamblea Constituyente. Siempre he defendido que haya un órgano electo que tenga la potestad de tomar la decisión sobre la constitución. Creo que después del proceso de Michelle Bachelet, que no tuvo órgano electo sino que se hizo un proceso participativo, pero luego fue procesado por el Ejecutivo y luego del proceso de la Convención, la Comisión de Expertos era un avance, porque en el fondo podía tomar en cuenta ya lo que se había trabajado en los dos procesos anteriores. Yo nunca voy a creer que la democracia es un error, yo creo que lo que si pasó en la Convención fue que, producto del estallido, producto del poco apoyo que tenía el gobierno de Sebastián Piñera, quedó la derecha muy subrepresentada y eso permitió que esta mayoría de izquierda y de movimientos sociales pasaran máquina por encima.

—Quedan muy pocos meses para el plebiscito ¿hay tiempo para corregir?

Hay muy poco tiempo, pero aún faltan etapas donde se pueden construir acuerdos. Quiero decir, el próximo sábado 7 de octubre vuelve el texto a la Comisión de Expertos y ellos tendrán que aprobar todo lo que viene del Consejo Constitucional o hacer comentarios sobre eso. Ahí el texto vuelve nuevamente al Consejo Constitucional y al Pleno. Y si hay diferencias entre el Pleno y la Comisión de Expertos, se va a una comisión mixta. Entonces queda muy poco tiempo, pero quedan todavía varias etapas donde si los partidos políticos y nuestra generación política tienen la decisión de construir un acuerdo constitucional, que nos permita dejar de mirar al pasado y nos permita mirar al futuro y podernos abocar a solucionar todos los otros problemas que tiene Chile, yo creo que es posible.

—Si tuviera que elegir entre la propuesta rechazada y la propuesta actual ¿con cuál se quedaría?

Con la constitución vigente.

—¿Qué se podría hacer para que la ciudadanía se interese más en este proceso en curso?

Sería súper importante que los políticos dejaran de pelear y mostraran que es posible construir acuerdos, porque creo que la ciudadanía, y lo decía la última Cadem, está dispuesta a votar A Favor si ven que hay un acuerdo que le va a dar estabilidad al país. La gente está cansada de ver a los políticos peleando, la gente quiere que solucionemos el tema de las pensiones, solucionemos los problemas de educación, de salud y sería una muy buena noticia. Yo creo que la gente sí se interesaría si ven que se conforma un acuerdo amplio para cerrar el capítulo constitucional.

—¿Y qué se podría hacer para que la izquierda se sienta más integrada?

Han habido algunas reuniones entre los partidos políticos, vi que el Partido Socialista se había juntado con Renovación Nacional y con la UDI. Yo entiendo que Republicanos también está teniendo reunión con los otros partidos. Y creo que este tiempo que queda, que es muy poco, lo más importante es que nadie diga: “Estas son mis líneas rojas”. Creo que lo importante es decir: “Bueno, sobre las 12 bases constitucionales sobre el texto que salió y sobre el texto que emana de un consejo democráticamente elegido, cómo podemos acercar posiciones para que todos nos sintamos representados”. Yo creo que es una conversación que no solo debe ocurrir al interior del consejo, sino que tiene que ocurrir también a través de los liderazgos de los partidos políticos. Creo que ni el oficialismo puede decir: “Si me tocan todo este capítulo no voy a concurrir”, creo que es una mala técnica de negociación, y también creo que requiere bastante generosidad y responsabilidad de todas las derechas.

“Si el proceso fracasa, Republicanos y Chile Vamos serán los mayores responsables”

—¿Tras el plebiscito constitucional de 2020, se creó una falsa ilusión de que la mayoría de los chilenos quería una nueva Constitución? Considerando que casi mitad del patrón electoral no votó en la época y, además, se utilizó como argumento para la realización de un nuevo proceso constituyente que la mayoría de la población quería una nueva Carta Magna.

No comparto la premisa de la pregunta. Yo creo que efectivamente el 2020, para el plebiscito, había una mayoría que quería una nueva constitución. Creo que la constitución actual es una constitución que está deslegitimada en su uso, no simplemente en su origen en dictadura, sino que más bien en su uso. Hay partidos como Renovación Nacional y la UDI que se crearon de alguna manera para defender la constitución y que han pasado por encima de la constitución. Es una constitución que no es respetada ni genera lealtad de la izquierda, pero tampoco de la derecha, que votó leyes inconstitucionales -por ejemplo- para los retiros. Por lo tanto, para mejorar la política, que es lo que la gente quiere, que está aburrida de que nos demoremos 10 años en tramitar una reforma de pensiones o que estemos desde el año 2011 hablando de los problemas del sistema educacional y que todavía no podamos resolverlo, es necesario mejorar cómo se organiza el poder. Terminar con la fragmentación política, ayudar a que haya más colaboración entre el Congreso y el Ejecutivo, y esas cosas las hace la constitución.

—¿Están cumpliendo su rol adecuadamente los partidos en este proceso?

Creo que recién después de la intervención de Evelyn Matthei, el fin de semana pasado, se activaron los partidos políticos. Creo que han estado muy ausentes y felizmente se activaron y hoy día vemos las conversaciones que están habiendo entre partidos de Chile Vamos y el socialismo democrático. Yo espero que pase lo mismo con el Partido Comunista y los partidos del Frente Amplio y los nuevos partidos de centro, como Demócratas y Amarillos por Chile.

—Si el proceso actual fracasa ¿la culpa será del Partido Republicano?

Yo creo que si el proceso fracasa, por supuesto que quienes tienen la mayor mayoría van a ser los mayores responsables, pero creo que las responsabilidades son de todos. Los procesos políticos involucran la responsabilidad de todos, pero por supuesto que quien tiene el poder de abrir la negociación, que es quien tiene las mayorías, como son el Partido Republicano y Chile Vamos, serán los mayores responsables. Pero no los únicos.

—En una entrevista reciente que hice, me dijeron que sería interesante aprobar la Constitución para mostrar también que Chile es capaz de aprobar una nueva constitución en democracia ¿Qué le parece? ¿Chile es capaz de aprobar?

Yo creo que sería muy bueno aprobar el texto. A mí me gustaría mucho ir a aprobarlo. Creo que, pese a todos los problemas que tiene, tiene cosas buenas. Creo que las mejoras al sistema político de la comisión experta, incluso pese a algunas enmiendas del consejo, son buenas. Creo que viene toda una parte de modernización del Estado, que son avances. Creo que el establecimiento del Estado Social de Derecho, que ha sido un poco debilitado por las enmiendas republicanas y de Chile Vamos, pero creo que se puede volver a fortalecer, son avances.

Y creo que de verdad Chile no puede seguir viviendo con una política con el nivel de fragmentación que hay, porque eso lo que hace es que la gente deje de creer en la política. Y cuando la gente deja de creer en la democracia y en la política, lo que viene acto seguido son gobiernos autoritarios. Entonces creo que es muy importante aprobar y por eso no he parado de trabajar para que eso suceda, con un texto que podamos ir ojalá, desde el Partido Comunista a Republicanos a aprobarlo. Creo que sería una buena noticia para el mundo que a nosotros nos vaya bien nuevamente practicando la democracia y, por eso, espero que todos quienes tienen que participar en construir este acuerdo constitucional no descansen hasta construirlo, para que el 17 de diciembre podamos ojalá aprobar.

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