La Democracia Cristiana atraviesa una nueva disyuntiva: acercarse o no al Gobierno. En conversación con BioBioChile, su jefe de bancada en la Cámara, el diputado Eric Aedo, reflexiona sobre esta posibilidad. “No sé si hay ánimo en La Moneda de invitarnos, porque no basta que yo tenga deseos de ir a una fiesta. Te tienen que invitar a una fiesta. Yo puedo tener ánimo de participar, pero si no me invitan mi ánimo no sirve de nada”, lanza.
Y aunque dice que la coyuntura no está para pasadas de cuenta, el parlamentario de la región del Bío Bío sostiene que “en sectores del oficialismo fueron muy activos participantes para que la DC desapareciese”.
“El único llamado que hago, nosotros, al Frente Amplio, al mundo de la socialdemocracia, es que pongamos al país en el centro de nuestra preocupación. Y no quién fue más chueco o menos tolerante o faltó más a su palabra en el pasado”, asegura.
Golpe a la DC
—El pacto Todo por Chile no logró ningún escaño ¿Cómo la DC replantea el futuro en base a la elección del 7 de mayo?
Esa elección fue un mazazo contundente al oficialismo, al mundo de la centroizquierda. Finalmente este resultado de 62% a favor de la derecha, si uno lo suma en todas sus vertientes, Republicanos, Chile Vamos y PDG; versus las dos listas que compitieron entre la izquierda y la centroizquierda, obviamente es un mazazo enorme. Eso es lo primero que uno tiene que asumir.
Lo segundo es que obviamente, al no haber elegido constituyentes, lo que debemos buscar de aquí en adelante es un acuerdo electoral, político y legislativo con los sectores del socialismo democrático y también con el oficialismo. Y cuando digo un acuerdo legislativo es un acuerdo como lo que ha estado sucediendo durante esta semana en la Cámara de Diputados. Pudimos sacar adelante toda la ley de salario mínimo, sacamos adelante el royalty minero. Lo pongo de ejemplo porque al inicio de esas votaciones los votos no estaban para aprobarlos, pero logramos un nivel de coordinación y de trabajo también con otros sectores políticos. En este caso con Renovación Nacional.
-¿Y en lo electoral?
Y en lo electoral, en los acuerdos, insisto, se necesita un acuerdo político y electoral amplio con el socialismo democrático y con el oficialismo. Esto, para enfrentar de manera unida lo que va a ser la elección de gobernadores regionales, alcaldes y obviamente la elección de concejales y consejeros regionales.
Eric Aedo: La gente que ha salido de la DC no ha tenido éxito
—¿Fue un error ir a la elección con figuras de la “vieja guardia”?
Hicimos una apuesta y una lectura del momento político en que queríamos avanzar hacia la consolidación de un centro que evitase la polarización en dos grandes bloques. Fue un error el que algunos sectores políticos se hayan jugado tanto hace ya un par de años por eliminar el centro político y eliminar a la propia Democracia Cristiana. Fue un error porque en definitiva no lograron una polarización o una bipolaridad que ayudase a la centroizquierda y a la izquierda. Finalmente, a la luz del resultado que tuvimos el 7 de mayo, esa bipolaridad y ese afán de algunos sectores políticos por destruir a la Democracia Cristiana, simplemente llevó a que muchos votantes de centro se fuesen derechamente hoy a los sectores de derecha. Por eso quiero quiero plantearlo en ese aspecto.
-Entonces…
Nosotros lo que quisimos hacer fue dar una alternativa a esa bipolaridad, pero a la luz de los hechos, con las personas que llevamos… Combinamos jóvenes que no estaban en la primera línea política como candidatos, que estuvieron presentes en la región del Bío Bío, con personas que son verdaderos buques insignia de lo que era la Democracia Cristiana, como Carmen Frei o Andrés Zaldívar. Pero no fue suficiente. Con esta destrucción del centro político que, lamentablemente, creo que viene aconteciendo de los últimos diez años, obviamente en ese cuadro fue la derecha la que avanzó.
—En este contexto de destrucción del centro político, hay muchos nombres propios de la DC que han dejado el partido en los últimos años ¿Cuánto ha perjudicado eso la elegibilidad de los candidatos de la falange?
Bueno, muchos han dejado el Partido Demócrata Cristiano. Es una verdad ineludible, pero esos nombres fuera de la Democracia Cristiana tampoco han tenido éxito. Si tú ves la gente que ha salido, que probablemente no compitió porque no se han podido constituir en partido político, pero sí apoyaron a personas que fueron de la Democracia Cristiana, pensando en el caso de Jaime Ravinet, por ejemplo, y que recibió el apoyo muy concreto de partidos en formación como Demócratas, tampoco Ravinet resultó electo.
-¿Fue un error?
Lo que ha sido un error, y por eso lo quiero decir con mucha claridad, es que algunos partidos políticos del mundo de la izquierda se jugaron por derribar a la Democracia Cristiana pensando que con ello ellos iban a tomar esa votación. Y la verdad es que lo único que han logrado, a la luz de los hechos, es que esa votación de ese mundo más moderado, que espera claridad en los temas de orden público, de seguridad y desarrollo económico, se terminó yendo de manera muy contundente hacia la derecha.
No era votación estrictamente militante de la Democracia Cristiana, pero es un universo de ciudadanos, votantes antiguos y votantes nuevos, que lo que les interesa es justamente respuesta en estos temas: seguridad, desarrollo económico, el tema de migraciones y que no encuentra respuesta en la izquierda. Ese mundo de izquierda cometió un error enorme al debilitar justamente a partidos de centro como la Democracia Cristiana o el PPD o el propio Partido Radical.
La debacle
—Estos sectores, como usted dice, no han tenido éxito por su cuenta una vez se fueron de la FC, pero han logrado perjudicar la imagen del partido ¿Cuánto daño les han hecho figuras como Walker, Rincón y Chahin?
Yo diría que más que un daño a la imagen de la Democracia Cristiana, uno podría decir “bueno, Chahín, Walker, Rincón votaron rechazo al igual que yo en el plebiscito de septiembre y estábamos bastante más conectados con los ciudadanos que el Apruebo”. No, yo creo lo que le hace mal a la Democracia Cristiana es la incapacidad que ha tenido de retener a sus cuadros políticos, en capacidad de tolerancia, a veces de visiones distintas que tienen que ser capaces de convivir al interior de la Democracia Cristiana, que claramente hoy día el electorado no está mirando a la izquierda. Y si hay un electorado que mira a la izquierda, entonces mira a la izquierda tradicional. No mira a partidos de centro, de capas medias, de capas profesionales y de gente que tiene emprendimientos económicos, que era lo que representaba en buena parte también la Democracia Cristiana.
—Y más allá de las individualidades ¿En qué momento cree que comenzó la debacle de la Democracia Cristiana?
Bueno, yo diría que del gobierno de Lagos en adelante. Los tironeos, esa incapacidad de convivencia interna. Eso fue lo que fue dañando y creo que esos procesos se comenzaron a vivir a partir del gobierno de Lagos en adelante. O sea, estamos hablando hace ya más de 20 años. Lo digo porque la Democracia Cristiana siempre ha habido visiones distintas, incluso en momentos muy duros de la historia. Este año vamos a conmemorar 50 años del golpe de Estado y no tengo dudas que habían visiones distintas en los democratacristianos, en grandes liderazgos respecto a lo que sucedía hace 50 años atrás en el país. En visiones a veces distintas entre hombres como el propio Aylwin, Frei Montalva, Bernardo Leyton, Radomiro Tomic, Valdés, por dar algunos nombres. Pero siempre hubo la capacidad de, con esas visiones distintas, no perder el sentido de unidad, de que podían convivir visiones distintas.
Eric Aedo: “Hay mucho en juego
—¿Temen bajar su rendimiento en las municipales el otro año o derechamente desaparecer del mapa en la próxima elección parlamentaria? Hoy son sólo 5 diputados y están en una bancada mixta con los radicales y los liberales. En otro tiempo eran una de las bancadas más relevantes…
(Ríe). Por cierto. Y la derecha más dogmática o dura hace cinco años prácticamente no existía. Lo representaba la UDI y hoy día son el 35% de los votos. Este cambio en el cuadro político sin duda afecta a la DC de manera contundente, porque nosotros fuimos, desde el retorno a la democracia, el partido más grande en Chile durante prácticamente una década. Después eso vino cambiando. Ahora, esto que le pasó a la DC perfectamente le puede pasar a otros. Hoy día, partidos como Renovación Nacional, que eran el partido más grande con 25 diputados, obtuvo solo cuatro constituyentes. Lo mismo le pasó a la UDI, que sacó seis teniendo 23 diputados.
-Entonces…
Esto es un proceso muy móvil que hay que enfrentar. Ahora, la Democracia Cristiana, en el marco de las próximas elecciones municipales del próximo año, obviamente que tiene mucho en juego porque nosotros somos el partido con más alcaldes en el país. Varios de ellos no pueden ir a la reelección porque se cumplen sus tres periodos. Por lo tanto tenemos un desafío muy importante en materia de alcaldes y también de concejales y es por eso la necesidad de buscar un acuerdo político y electoral amplio. En este caso, en mi opinión, hacia la centroizquierda y hacia el propio oficialismo. Sin ese acuerdo político no sólo está en peligro el resultado de la Democracia Cristiana.
-¿La centro izquierda?
Yo te aseguro que sin ese acuerdo político está en peligro el resultado del resto de los partidos del socialismo democrático del oficialismo. Todo el Partido Republicano por sí solo es el 35% de la votación. Pero si el resto de los partidos de la derecha, junto a republicanos, si se repite lo mismo del 7 de mayo, es el 62%. Con eso prácticamente ganarían mayor cantidad de municipios a lo largo del país, de gobernaciones regionales a lo largo del país y por eso tenemos que encontrar rápidamente un acuerdo electoral, político y legislativo para salir a cambiar esa realidad que hoy día nos toca enfrentar. No es solo que está en juego la DC, que por cierto lo está, eso no lo niego, pero está en juego todo el mundo de la centroizquierda.
“Touch and go”
—Algunas voces de su partido han señalado que deberían solicitar formalmente ingresar al Gobierno ¿Debería la DC ingresar al Gobierno?
Los que están en el Poder Ejecutivo hoy día son otros. Y esos otros invitan a un gobierno y si eso llegase a suceder, obviamente la Democracia Cristiana debiera tomar una decisión. Esa decisión tiene que ser colectiva a través de una junta nacional o incluso de un militante, un voto. Estoy convencido de que hay que buscar un acuerdo político, electoral y legislativo para enfrentar no solo el desafío electoral del año 2024, también al 2025.
—¿Cree que hay ánimo en La Moneda de recibirlos?
Yo no sé si hay ánimo en La Moneda de invitarnos (Ríe). Por eso yo pongo el énfasis ahí, porque no basta que yo tenga deseos de ir a una fiesta. Te tienen que invitar a una fiesta. Yo puedo tener ánimo de participar de una fiesta, pero si no me invitan mi ánimo no sirve de nada. Aquí los que pueden invitar a participar del gobierno en La Moneda es el gobierno. Eso no está en nuestras manos.
—Pero la DC quiere ir a la fiesta ¿no?
Esperemos si hay invitación o no. Y ahí decidimos. Lo que sucede es que tiene que haber un ánimo en el gobierno. Si no lo hay, bueno, no tiene sentido lo que uno quiera.
—El diputado Iván Flores dijo que “están pololeando con el Gobierno” ¿Cómo ha sido el inicio de la “relación”?
O sea, tenemos una relación que -se lo planteábamos al ministro Elizalde- cuando tenemos niveles de coordinación, ponemos nuestras voluntades, todas las partes, la inteligencia para sacar adelante cosas que son complejas, como el royalty minero o los delitos de cuello y corbata, logramos éxitos. Pero para eso tiene que ser un ejercicio constante. Este pololeo tiene que ser un pololeo permanente, no puede ser sólo a ratos.
Así no hay amor que resista, digamos. Tiene que ser una relación más permanente. Yo creo que eso ha faltado, una relación que sea mucho más fluida, que sea más permanente en el tiempo y no sólo en momentos que nos encontramos de manera casual. Cuando uno quiere pololear, se visita, se llama, se invita. Pero no es sólo un touch and go. Eso no es pololeo, es un touch and go no más.
Eric Aedo: “En sectores del oficialismo fueron muy activos participantes para que la DC desapareciese”
—¿Qué puede aportar la DC al Gobierno? Considerando que no van estar presentes en la discusión constitucional, por ejemplo.
Bueno, una de las cosas que ofreció la DC es que nuestras expertas tuvieron un rol bastante destacado en este acuerdo del texto o del anteproyecto constitucional. Qué otra cosa tiene la DC: tiene tres senadores, tiene cinco diputados que creo que hemos sido súper claves en algunos proyectos. Todo el proyecto, por ejemplo de seguridad en torno al robo de madera, lo impulsamos nosotros, la Comisión Investigadora de Robo de Madera, el rol que hemos tenido para lograr un acuerdo en la reforma previsional. Los puntos que hemos puesto también, por ejemplo, en el tema de la Ley Corta de Isapres. Nosotros consideramos que las isapres tienen que devolver aquello que cobraron mal a sus usuarios, pero el sistema de salud privado tiene que seguir existiendo en Chile y en eso hay que buscar, en esta ley corta, la sustentabilidad de la salud privada, que convivan con salud pública.
-Entonces…
Entonces la Democracia Cristiana ¿qué aporta? Aporta un mundo cultural y social que sigue existiendo en la sociedad chilena. Aporta también disciplina y orden al interior del parlamento y de sus votaciones. Y creo que, a pesar de lo poco que somos hoy día, somos una bancada de cinco diputados, hemos estado muy presentes en la discusión pública de Chile.
—En el segundo gobierno de Michelle Bachelet se hicieron fama de “traicionar” a la Nueva Mayoría, como cuando Ignacio Walker dijo en 2016 que él no había firmado ningún programa ¿Debería el gobierno de Boric confiar en que eso no volvería a pasar si entran al gobierno?
Bueno, yo te puedo contestar de otra forma. En sectores del oficialismo fueron muy activos participantes para que la DC desapareciese. Yo podría poner el peso de la prueba en ellos ahora, pero creo que si uno va a ir por la vida política, dado la coyuntura que estamos viviendo y los desafíos que tiene el país, viendo quién tuvo más culpa en el pasado, no vamos a llegar a ninguna parte. El único llamado que hago, nosotros, al Frente Amplio, al mundo de la socialdemocracia, es que pongamos al país en el centro de nuestra preocupación. Y no quién fue más chueco o menos tolerante o faltó más a su palabra en el pasado. Porque de eso no vamos a construir nada. Aquí lo que tenemos que mirar es al futuro y ese futuro es seguridad, desarrollo económico, enfrentar el tema migraciones.