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Pepe Auth: "Doy por hecho que Pamela Jiles está por el Rechazo, cualquiera sea la propuesta"

Sábado 15 abril de 2023 | 06:03

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BBCL | Pepe Auth

El exdiputado Pepe Auth, hoy devenido en analista electoral, proyecta las próximas elecciones de consejeros constitucionales. Pronostica que los resultados del 7 de mayo serán similares a los resultados del plebiscito de salida del 4 de septiembre. Destaca la estrategia del Partido de la Gente y el Partido Republicano, que han incorporado a Pamela Jiles y José Antonio Kast en sus franjas electorales. Auth predice que tendrán un buen desempeño, pero asegura que los principales ganadores probablemente serán Chile Vamos y el oficialismo. De paso, advierte que el nuevo proceso constitucional aún puede ser rechazado por la ciudadanía, particularmente si la ultraizquierda y Jiles unen fuerzas por el Rechazo.

Pepe Auth, a fines de marzo, analizó y proyectó la elección de consejeros constituyentes que, pese a que el voto es obligatorio, tiene menos ambiente que nunca.

A tres semanas de los comicios, y franja electoral mediante, realiza pequeños ajustes a sus estimaciones: celebra la jugada del Partido de la Gente de incorporar a Pamela Jiles y les pone algunas fichas extra. Eso sí, mantiene que los principales ganadores serán Chile Vamos y el oficialismo.

En conversación con BioBioChile, Pepe Auth también anticipa los escenarios una vez que la propuesta sea presentada a la ciudadanía. Ve posible que otra vez triunfe el Rechazo. “Es un escenario imaginable”, enfatiza. En tanto, prevé que Pamela Jiles y la ultraizquierda podrían sumarse a esa opción. “Y si tú agregas la eventualidad de que los Republicanos también estén por el Rechazo, ya la pelea se hace dura”, afirma.

—A grandes rasgos ¿cuál es la proyección del desempeño de las distintas fuerzas políticas en la elección del 7 de mayo?

La conclusión general, yendo de lo general a lo particular, es que la elección de mayo es tributaria de la elección anterior, que es el plebiscito. Los resultados no van a estar muy lejos de lo que fue el 4 de septiembre; es decir, las listas del Apruebo van a estar cerca del 38%. Creo que un poco más, por el hecho de que van en dos listas y una no es exactamente otra lista del Apruebo y otra lista del Gobierno, porque incorpora a la Democracia Cristiana, incluso algunas de las que optaron por el Rechazo.

Y las tres listas del Rechazo van a estar cerca del 60%. Ahora uno tiene que destacar que la lista Republicana y del Partido de la Gente se basan fundamentalmente en marca y liderazgo: Parisi y Kast. Ahora, en una jugada maestra, el PDG incorporó la figura de Pamela Jiles, su apelación al enésimo retiro y probablemente eso le va a significar, respecto de lo que yo predije, un alza.

—¿Le suma o le resta el “fichaje” de Pamela Jiles?

Le suma, por supuesto. El Partido de la Gente es un receptáculo de las personas que son más bien desconfiadas y critican el sistema político, no tiene una posición particular frente a los hechos ni una posición ideológica determinada y, por lo tanto, aún así, por efecto de Parisi se había posicionado más bien en la oposición cerrada y del centro a la derecha. Lo que le aporta Pamela Jiles es el centro a la izquierda. Y eso hace entonces que tenga un potencial mayor de votación.

Habrá descontentos con el Gobierno de Boric de la izquierda y podrán seguir el derrotero que les marca Pamela Jiles. Por lo tanto, al 10 y algo por ciento que yo le pronosticaba hace una semana, probablemente le signifique de 12% a 14% en la elección. No sé si van a elegir, pueden elegir un par, pero, no van a ser un fenómeno desde el punto de vista de la elegibilidad.

-¿Y en la derecha?

Tampoco los Republicanos que, por supuesto, van a crecer. Piensa tú que el candidato en realidad, en el caso de los Republicanos, es José Antonio Kast. Las figuras que presenta la lista son relativamente desconocidas y por lo tanto las apelaciones son a Kast. Van a subir respecto del 11% que sacó su lista de diputados en 2021, se va a empinar bastante cerca del 19%.

La lista de Chile Vamos, bautizada como Chile Seguro, nombre del cual nos reímos mucho, pero mediante el asesinato de Rita Olivares conecta, por supuesto, con un sentimiento hacia la seguridad. Y ellos orientaron la franja de manera muy adecuada a sus intereses, porque hacen dos cosas que son muy ventajosas para ellos. Primero, definen el objetivo, y el objetivo es que todo aquel que votó Rechazo pudiera votar por ellos. Entonces constituyen en la franja la ética del Rechazo y luego intentan convertir la elección del 7 de mayo en un plebiscito al gobierno. ¿Seguimos? No, no seguimos. Y es lo que yo haría si estuviera ahí, porque evidentemente si la elección es un plebiscito al gobierno, va a acercarse al resultado de evaluación positiva y negativa que tiene el gobierno, que básicamente es el doble de negatividad que de positividad.

Luego, de las listas que más o menos se reclaman del oficialismo, uno podría decir que obviamente una lista que agrupa al Frente Amplio con los liberales, el Partido Socialista, los regionalistas verde va a llegar primera o segunda, después de la de Chile Seguro. La de Chile Seguro va a obtener al menos 28% de los votos y la del Frente Amplio en torno al 25% de los votos, más o menos el voto de primera vuelta de Boric en la elección de noviembre 2021.

comillas
El Presidente no pudo o no supo convencer al Frente Amplio, que era el grupo articulador de la Convención, de que tenía que haber una Constitución mínimamente de consenso y no de imposición. Creo yo que la Convención lo mató
- Pepe Auth y la fallida Convención Constitucional.

Ahora la elegibilidad superior es de Chile Seguro, porque la votación del FA, PC y demases es mucho más fuerte en las grandes regiones, la Metropolitana y Valparaíso. Pero resulta que la región Metropolitana y Valparaíso eligen cinco cada una. La Región Metropolitana con cinco millones de electores elige cinco y La Araucanía eligen los mismos cinco, con un millón de electores, es una elección bastante más favorable a la regiones y a quienes tienen más fuerza en las regiones. La derecha tiene bastante más fuerza en las regiones Maule, Ñuble, incluso ahora Bío Bío, Araucanía por supuesto y Los Lagos. Entonces va a elegir cinco o seis consejeros más. Yo estimo en torno a 19 consejeros de los 50 a elegir y luego les seguiría la lista al Frente Amplio, en torno a 14 o 15 consejeros. Luego la de Republicanos con siete u ocho. Luego la de la centroizquierda con 5 a 6.

¿Qué es lo que te dice eso? Primero que nadie va a tener mayoría suficiente para imponer su constitución al otro. Nadie va a obtener 3/5 de los votos. Segundo, es posible que entre la centroderecha y la centroizquierda haya gente que no sepa definir un comportamiento de los otros para estar en el acuerdo. Yo creo que los incentivos para estar puestos en llegar a acuerdos.

Así todos los incentivos están puestos para llegar a acuerdos. No llegar a acuerdos es el fracaso. El problema, por supuesto, es que siempre los plebiscitos luego deben conseguir que los cambios sean aprobados. Aún cuando hubiera unidad total en el Consejo Constitucional respecto de un texto, de todas maneras será un desafío que la ciudadanía lo apruebe.

Habrá que preguntarse sobre cómo convencer a la ciudadanía de que es bueno para el país cerrar el capítulo constitucional y cerrar la incertidumbre que conlleva para las reglas del juego común y para la incertidumbre para el conjunto del país.

-Y previendo un escenario en el que pueden haber muchos acuerdos entre la fuerzas políticas ¿Usted ve probable que la ciudadanía la rechace de todas formas?

Es un escenario imaginable y quiero alertar de que no basta que toda la clase política y el sistema político se ponga de acuerdo para que ese acuerdo sea inmediatamente ratificado por la ciudadanía, porque tenemos una crisis de representatividad.

Te aseguro que van a haber algunos liderazgos… Yo te doy por hecho que Pamela Jiles está por el Rechazo, cualquiera sea la propuesta. Doy por hecho que la ultra izquierda que quería que desde la Constitución se dibujara un país completamente nuevo, van a estar por el Rechazo. Y si tú agregas la eventualidad de que los Republicanos también estén por el Rechazo, ya la pelea se hace dura.

Lo de los Republicanos, creo yo, va a estar muy vinculado a la manera en que Kast vea su candidatura. Si Kast ve su candidatura de nuevo como testimonial y como acumulación de fuerza, no para ganar, claro está, va a trabajar por el Rechazo.

En cambio, si ve en serio que puede disputar la presidencia, va a estar por el Apruebo. Ahí sabremos si se toma en serio su candidatura o no, si quiere seguir acumulando fuerza o quiere efectivamente disputar la conducción del país.

-Usted menciona harto a Pamela Jiles. Con su aparición en la franja del PDG, el clivaje izquierda-derecha parece seguir debilitándose ¿Hasta qué punto podría seguir ocurriendo?

Ese es un proceso que viene largo. Pamela es una expresión de ese proceso. La auto definición en el eje izquierda-centroderecha ha ido disminuyendo desde los 90 hasta hoy día. Y sobre todo la lealtad a determinado precepto ideológico y político. El voto antes, si tú eras de una familia socialista, la probabilidad de que siguieran votando socialistas los hijos y los nietos era muy alta. Hoy día eso mutó. Ya no hay esta tradición de voto y muchos votantes cambian su voto de sector en sector y a veces de manera inverosímil, de la izquierda a la extrema derecha. Dependiendo del contexto, dependiendo de la candidatura, dependiendo de dónde te aprieta el zapato.

Hoy día, además, ya no votan solo los que se interesan por la conducción del país. Vota todo el mundo. O puede votar todo el mundo. Y por lo tanto, quien entienda eso y apele a las preocupaciones de los electores y no a las propias, le va a ir mejor.

Y claro, en la adscripción ideológica hoy día se cumple en una porción de la población mucho menor que lo que ocurría hace 20 años atrás. Y bueno, eso lo hemos visto no solo en la elite, sino que también abajo. En el plebiscito el Apruebo ganó en Ñuñoa y perdió La Pintana. Nunca había pasado que una propuesta, entre comillas, de izquierda ganara en una comuna de clase media alta y perdiera en una comuna popular. Nunca en la historia de Chile.

Pepe Auth: “La maduración está ocurriendo dentro del gobierno”

-Usted hablaba de la diferencia de volumen de votación entre una votación con voto voluntario y el obligatorio. Si en un escenario hipotético hubiera habido plebiscito de entrada con voto obligatorio ¿Usted cree que tal vez el Apruebo no habría ganado?

No, estoy seguro que habría ganado. Y quizás por más todavía, porque el electorado que no participa en las elecciones se hace parte de la ola. Y la ola del Apruebo en el plebiscito de entrada era una ola incontenible, era lo políticamente correcto era, era para donde iba la historia. En fin, el Rechazo estaba completamente atrincherado en la perspectiva ideológica de defensa de la Constitución del 80.

Yo no creo que estos electores nuevos pudieran ser caracterizados como electores de derecha. Son, sin embargo, electores mucho más sensibles al contexto, al momento, a las preocupaciones que le están apretando el zapato en ese momento. Yo creo que tiene mucho más que ver con un elector que vota mucho más desde sus preocupaciones del momento que en su marco ideológico político. No sigue las noticias, desconfía del Estado y de la política. Por algo no votaba.

-El giro de Apruebo a Rechazo ¿se explica solo por el hecho de que ellos votan de acuerdo a la coyuntura?

Tiene que ver con eso. También tiene que ver con que los no votantes, después del cambio de sistema electoral, con la inscripción automática y el voto voluntario, los adultos y los adultos mayores habían disminuido su participación significativamente y el peso relativo del componente joven del padrón había crecido significativamente.

Y entonces, claro, eso influyó en la elección de Boric, en el plebiscito de entrada. Pero esto también tiene que ver con la pandemia, que redujo la tasa de participación de los adultos mayores. Y en esta elección en el plebiscito se recuperó completamente y no hubo diferencia de participación como sí la hubo el año anterior. Y claro, los adultos mayores naturalmente han de ser más conservadores que los jóvenes y tienden a querer más certidumbre y temor de estropear el futuro. Pero es tan amplio el resultado del Rechazo que no se puede atribuir todo a esos electores, porque el Rechazo ganó incluso entre los jóvenes.

-Bueno, el contexto actual va a estar dado claramente por la crisis de seguridad, cuyo tema se ha tomado la agenda por varias semanas ¿cuánto perjudica al oficialismo y cuánto beneficia a la oposición?

Bueno, mucho. O sea, si las cosas estuvieran tranquilas y no se sintiera acosada la gente y temerosa por sus hijos de vuelta en la noche a la casa. Si no hubiera la sensación de que el narco está ganando la batalla. En fin, obviamente la valoración del gobierno sería distinta. Muy probablemente ese es el factor más incidente en la valoración negativa del gobierno. No es el único. Pero con toda seguridad hay una relación muy, muy estrecha entre la valoración del gobierno y la disposición de voto.

-Volviendo al temas de las listas. Ahora en la franja Unidad para Chile irónicamente entrega mensajes por separado ¿Qué desprende usted de esa ironía?

Eso en literatura se llama oxímoron. Cuando uno dice la unidad dividida, el calor frío, en fin. Es un dato de la realidad, porque el hecho creo yo que ha marcado este gobierno es que la coalición que lo respalda se constituyó para la elección, no existía. Se constituyó para las primarias. No había una coalición entre el Partido Comunista y el Frente Amplio. Y luego menos había coalición entre el Frente Amplio y el Partido Socialista y el PPD, que después concurrieron al Gobierno y la coalición de Gobierno no ha fraguado todavía, porque no fraguó ni siquiera Apruebo Dignidad. Y el socialismo democrático es reciente, que una parte de la Concertación, por supuesto, ahí hay más amistad cívica y más interacción previa. Pero yo te diría que son dos los problemas; el primero, los problemas de fondo. El tiempo y el trayecto que hubo para que esta generación política llegara al gobierno fue muy breve. Y entonces la maduración está ocurriendo dentro del gobierno.

-Por otro lado, la aprobación de las 40 horas ¿le podría traer réditos al oficialismo o no va a mover la aguja como lo hace la seguridad?

No lo mueve el mismo nivel, naturalmente, porque es algo que va a ocurrir gradualmente, porque compromete a una parte de la ciudadanía, los que tiene el contrato de trabajo. En cambio la seguridad es de chincol a jote, a todo el mundo y ahora, no mañana. Un rasgo importante de la sociedad actual es la instantaneidad de la demanda y de la satisfacción de la demanda, que antes no se tuvo.

-Hay una cultura de la inmediatez

Exactamente. Y eso hace que todos los gobiernos, no solo en Chile, a todos los gobiernos les dura muy poco la luna de miel. En este caso no le duró nada. En este caso era más razonable porque nunca había habido un Presidente antes que se convirtiera en Presidente con tan poco apoyo propio. A él y a su programa. El programa de Boric sacó 25,8% de los votos. Después tuvo que elegir entre Kast y Boric. Allende, que fue un gobierno de minoría, sacó 37% y Bachelet 48% y Lagos 48%. Su voto real era 25,8%.
Todo lo que debió haber hecho, debió haber sido orientado a esos electores que le dieron una oportunidad frente a Kast.

El Presidente no pudo o no supo convencer al Frente Amplio, que era el grupo articulador de la Convención, de que tenía que haber una Constitución mínimamente de consenso y no de imposición. Porque si hubiera habido una propuesta que incorporara incluso a parte de la derecha, me imagino que en lugar de perder 62/38, hubiera aprobado una Constitución de consenso 62/38 y el gobierno estaría completamente en otra posición. Creo yo que la Convención lo mató. Ahora claro que él tiene responsabilidad en eso, porque el Frente Amplio era el eje de la Convención y no jugó para el éxito del Gobierno.

“La votación del Partido de la Gente es la más incierta”

-Usted cree que la Convención mató a Boric, pero también en parte mató la ilusión por un proceso constituyente. Para esta elección que ya se avecina en un par de semanas casi no hay nada de ambiente.

La frustración ciudadana hizo que la gente, si se le hubiera preguntado en un plebiscito previo, y por eso no se hizo, probablemente habría respondido que no siguieramos adelante.

-Al margen del interés ciudadano ¿son interesantes los candidatos que hay ahora?

La diferencia es que son más conocidos. A pesar de que hay mucho desconocido, naturalmente. Primero que hay más personas conocidas que son candidatos y que tú puedes saber si les tienes confianza o si los valoras o no los valoras. Lo segundo es que aquellos que son desconocidos encarnan una posición política de un partido determinado y, por lo tanto, sabes más de ellos de lo que sabían los electores cuando había 81 listas independientes repartidas por el territorio. Y no solo eran desconocidos los candidatos, sino que también era desconocido lo que representaban. Y de hecho, cuatro de cada diez chilenos votó por listas independientes de candidatos que no conocía. Quizás, el rasgo diferenciador entre los candidatos de ayer y los candidatos de hoy día, es que los candidatos de ayer representaban cada uno una causa, una causa minoritaria, pero una causa. Y el gran error de diseño de la Convención pasada fue creer que la suma de causas minoritarias puede ser mayoría. Uno no construye mayoría con la simple suma de causa minoritaria.

-¿Usted se la jugaría por alguna sorpresa el 7 de mayo?

Yo creo que la votación del Partido de la Gente es la más incierta. Efectivamente podría ser más de lo que yo ya le anticipo. Yo me anticipo a la sorpresa diciendo mira, le daba yo 10 y algo. Y ahora no me extrañaría que sacara 13/14%. Pero tampoco sería un sorpresón para mí si hubiera un sobresalto. Espero sinceramente que no lo haya.

Sería como la convención anterior, metiendo la punta en el sentido de que uno no sabe qué van a votar, si van a bloquear el trabajo. Si van a ser conservadores, si van a ser progresistas. Es un conglomerado que no tiene una identidad. Uno no sabe a dónde van a partir.

“No creo que el PPD tenga futuro como partido”

-Usted igual le lleva fe al PPD en su proyección

No, nunca tanto. O sea, no me extrañaría que eligiera tres. Pero bueno, no más. Y un 5% o 6% de los votos. Tu sabes, yo abandoné el PPD hace ya seis años, el 2016, y lo abandoné por que perdió su identidad y además perdió su carácter democrático. Pasó a ser la propiedad de un socio controlador. Pero me ha entrado el alma al cuerpo con el liderazgo de Natalia Pergientili que, lo que está intentando en el fondo es regresar al PPD a su espíritu original, que supo plantar cara al socio controlador y que resistió los embates del Presidente y que al final optó por intentar reconfigurar una opción de centro izquierda despegada de la identidad comunista.

-Pese a que ya no es su partido, te ha recomendado a varios candidatos del PPD en sus redes sociales.

He recomendado a gente que conozco, no recomiendo yo personas que no conozco. Me hago responsable en ese sentido y van a jugar un rol positivo. Son personas que conozco, a Sergio Bitar lo conozco de toda la vida y creo que puede ser un aporte. En fin, también he recomendado a socialistas, por ejemplo, como Ricardo Núñez en Tarapacá o Miguel Littin en O’Higgins, por ejemplo. No es que esté volviendo al PPD ni mucho menos.

-Pero se nota que le tiene afecto al PPD ¿Le gustaría volver?

No, no, no, no creo que tenga futuro como partido. Yo creo que si tú me preguntas hoy día son muy pocos los que tienen futuro como partido. El futuro requiere de grandes formaciones políticas que representen corrientes de la sociedad y no seguidores determinados. Debiera constituirse un gran partido de izquierda socialdemócrata moderno donde concurran socialistas, PPD, radicales. Yo creo que la derecha debiera concurrir en un partido único con la UDI, RN y Evópoli.

Qué sentido tiene el Frente Amplio, con partidos y no sé cuántos movimientos, porque deberían tener la madurez suficiente para constituir una opción política. Pero esta fragmentación no me gusta. O sea, si me preguntaras por volver a militar en un partido sería en un gran partido. No, no voy a seguir militando jamás en una pequeña tribu detrás de uno o un par de caudillos.

-¿Ve viabilidad en que se pudieran aglomerar de esa forma?

Yo espero que la nueva Constitución los obligue si quieren sobrevivir. Antes, cuando regía el sistema proporcional en Chile no existían los pactos electorales. Tú eras partido y tenías que concursar con tus candidatos y entonces eso hacía que no hubiera incentivo para que alguien se saliera del partido y se formara un pequeño partido que después iba dentro de una coalición y, por lo tanto, sobreviviría con uno o dos diputados. Y entonces el pequeño club de Tomás Hirsch, más el pequeño club de Jaime Mulet, que arma su partidito y lo dirige él.

Si esos partidos tuvieran que competir solos, morirían. ¿Y qué es lo que hace alguien antes de morir? Busca cobijo en un árbol, en el tronco. Y nosotros nos hemos ido por las ramas y se han multiplicado las ramitas, tenemos 21 partidos en el Congreso. A mí me gustaría que la gente votara por opiniones políticas, no por el tamaño de la sonrisa del candidato. Pero claro, ese es el país que yo idealizo.

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