Nadie perdió ni ganó. Al menos esa es la postura del senador Gastón Saavedra (PS) frente al rechazo de José Morales como fiscal nacional: la carta que apostó el Gobierno para convertirse en mandamás del Ministerio Público.
Su decisión fue abstenerse en la votación del Senado. Ni en contra ni a favor de que fuera elegido, lo que derivó en que el persecutor no alcanzara los 33 votos que precisaba para ser ratificado.
El exalcalde de Talcahuano es enfático en recalcar que la decisión de la Cámara Alta fue bajo el criterio de cada uno y que no existió negociación alguna.
También tuvo palabras para el proceso constituyente aún pendiente: “Tenemos que ser generosos con esto y capaces de lograr acuerdos por el bien de Chile y por una buena Constitución que, por lo menos, de la tranquilidad en un horizonte de muy largo plazo”, lanza.
“El candidato no cumplía los requisitos”
-En la votación para elegir al fiscal nacional se abstuvo. ¿Qué lo llevó a tomar dicha decisión?
Lo que tenemos que entender es que se está eligiendo una autoridad de la República. Y digo esto porque es bueno contextualizarlo, porque para algunos pareciera ser que se estaba eligiendo a alguien que representaría a la oposición o al oficialismo en el Senado. No es así. Usted está eligiendo el jefe del Ministerio Público. Por lo tanto, tiene que tener algunos antecedentes que avalen que la elección que usted va a hacer, va a tener un liderazgo idóneo, capaz de imponerse ante sus pares, ordenar lo que ya hay, y así como ya están las cosas, era muy difícil.
A mi entender, el candidato que se nos presentó no cumplía con esos requisitos. Del ejercicio del liderazgo no me garantizaba que después el proceder de la fiscalía iba a estar dentro del marco de una estrategia y seguridad que el país requiere para el combate a la delincuencia, al narcotráfico, a la violencia, al terrorismo, todo lo que se está viviendo en Chile, y que la población lo único que nos exige es que haya justicia.
Frente a eso es que yo tomé una decisión que está dentro de lo que puede ocurrir también en el Senado, porque el Senado, así como también hay consenso también hay disenso y tenemos que acostumbrarnos a entender que acá se puede actuar con algunas autonomías, sobre todo en elecciones de tanta importancia como la que estábamos haciendo el día miércoles.
-¿Pero cuáles fueron esos antecedentes que lo llevaron a su decisión?
Todo lo que en definitiva se hizo público. Las opiniones de Sabas Chahuán. Otras opiniones que uno recaba de otras personas. También son sospechoso los lobbys. No tengo reparo sobre la actuación de la ministra (Marcela Ríos), eso me parece que es parte de su trabajo, pero hay gente que se dedicó a interceder por esta persona en que no son los mejores evaluados por la sociedad para asumir este desafío.
-¿Su decisión la tenía meditada o cambió a último minuto?
No, no no no. Era frente a esta situación que se dio. (…) Yo esperaba que la Corte también tuviera un análisis más cualitativo del fiscal Morales, y con eso entonces, el candidato o los candidatos que estaban en primera puntuación, no iban a garantizar efectivamente el ejercicio apropiado en cuanto a la conducción que tiene que tener el Ministerio Público, a la certeza que iba a haber justicia en el país, y que los más poderosos no iban a ir a clases de ética otra vez.
Una nueva oportunidad
-¿Su decisión significó darle la espalda al Gobierno?
No, porque es una decisión soberana la que tenemos los senadores. Yo todo lo contrario, creo que es una tremenda oportunidad que tiene el Presidente de hacer una selección mucho más ponderada. Mucho más aquilatada respecto de las capacidades, de los liderazgos y de la historia que cada uno representa.
Es tremendamente importante también ese punto. Y yo te digo que la sociedad civil hoy día, si hubiese sido elegido (José Morales), ustedes estarían diciendo “ah, por qué eligieron al señor del caso Latam, por qué eligieron a este otro”. Eso habrían estado comentando ustedes. Entonces también ahí creo que tenemos que tener una dosis de responsabilidad. La multiplicidad de actores y factores que opinan en la sociedad, y que también influyen en la conducta y en la aceptación social que es tremendamente importante para una autoridad como la que estábamos eligiendo.
-¿Qué opina de la presentación de Marcela Ríos en el Senado?
Ella hizo una intervención tratando de efectivamente no salirse de algún marco que se establece como ministra, y me hubiera gustado mayor contundencia en su presentación. Sobre todo, en lo que espera el Ministerio de Justicia respecto de quién iba a encabezar la fiscalía.
Ideas, diseños o cosas que al Ministerio le interesaran a partir de la situación que el país vive en materia de casos pendientes; la persecución de los responsables de los diferentes delitos y la sanción de quienes efectúan estos delitos que es lo que reclama la población.
“Esperaba más”
-¿Cuál es su análisis respecto a la presentación de José Morales?
Hizo una presentación con seis ejes y me parece bien que los presente, pero yo lo que esperaba es que a eso él también le pusiera cuánto cuesta esto y qué tiempo esperaba que eso se pudiera llevar a cabo.
Yo puedo decirte, mira, vamos a construir un camino por la costa a Santiago. Claro, está bien, pero cuánto cuesta, de dónde sacamos la plata, en cuánto tiempo la tenemos. En cuánto tiempo vamos a tener construido ese camino. Y acá, todas esas ideas tienen un costo. Nos interesa el fortalecimiento regional, a mí por lo menos, de la fiscalía. Me interesa además, todo lo que son los procesos de formación de los respectivos fiscales. Cómo van a adquirir elementos innovadores en materia de investigación, cosa que sus procedimientos nos garantice que efectivamente están efectuando una investigación exhaustiva.
-¿Y de esas seis ideas no dio nada de lo que usted menciona?
A mí no me impresionó.
-¿Cree que fue una mala carta la que propuso en esta instancia?
Evidentemente si no logró el consenso algo faltó.
“Somos personas adultas”
-¿Hubo conversaciones entre ustedes previo a la elección del fiscal Morales?
Nosotros conversamos. En el último almuerzo que tuvimos el día miércoles, ahí cada uno se enteró de sus posiciones. Aquí no hay nada oculto, ni nadie se parapetó en su fuero o como senador. Nos llevó una conversación franca por lo menos en la bancada del Partido Socialista respecto de las posiciones que teníamos y por qué.
-¿Pero no hubo negociaciones?
No. Nosotros no estábamos negociando nada. Qué íbamos a negociar. Lo que estábamos eligiendo era una autoridad de la República. Yo no hago política así. Otros podrán hacer, pero creo que este estilo de política es el que tiene que quedar fuera de todo este tipo de situaciones.
-¿Al final fue una decisión que tomó cada uno bajo su criterio?
Aquí había criterio informado por parte de todos. Somos personas adultas y con cierta trayectoria política. Nosotros no venimos amaneciendo hoy día en la política, venimos hace rato y hemos visto muchas cosas. Y también hemos cometido muchos errores y en esta oportunidad había que cuidarse de algunas cosas que pudieran afectar aún más en un momento crucial donde se está discutiendo la nueva Constitución. Donde el rol del Senado ha sido clave y donde hay que mantenerlo incólume porque es la que nos puede resolver el problema de fondo que tiene el país en materia de una nueva carta de navegación.
Hay que cuidarlo, y por lo tanto, no podíamos cometer errores. Yo creo que la decisión está bien tomada y es una oportunidad que al Presidente se le entrega para que la selección que él haga efectivamente dé con una candidatura que nos permita reencantar a la ciudadanía con la Justicia, con el Ministerio Público, con la fiscalía, con las investigaciones que hace la fiscalía; con las penas que se aplican. Que la ciudadanía de una vez por toda sienta que entre todos estamos haciendo un esfuerzo por protegerla y porque haya justicia en Chile.
-¿Se puede ver como una derrota del Gobierno?
No. No hay que tomarlo por el lado que alguien perdió o ganó. Aquí el candidato que se presentó, simplemente no fue escogido porque no daba con todo lo que son las garantías que se requieren. Si usted ve, opinan por la prensa a cada rato. Hay disensos entre ellos y al mismo tiempo no se aplica la justicia como la población necesita.
La carta de Evo Morales
-¿Cómo evalúa el trabajo del gobierno con lo que ocurrió con el Silala?
Esto ha sido una tarea de Estado. Los problemas con Bolivia no son una situación de corto alcance, sino que esto viene posterior a la Guerra del Pacífico. Pero era un diferendo que había que resolver y fue resuelto de buena forma a mí entender, por parte de la Corte Internacional.
Al mismo tiempo establece que este río, que es de carácter internacional, puede ser usado de buena forma. Por lo tanto, incorpora los elementos de sustentabilidad para ambos países, pero al mismo tiempo, pone un escenario de colaboración, de trabaja en conjunto, y da a entender que estamos en un mismo espacio territorial. Es decir, tenemos al Cono Sur de América y no nos queda más que trabajar en conjunto, colaborativamente para sacar adelante ambos países y resolver las aspiraciones que tienen los ciudadanos de bienestar y de vivir bien.
-¿Y qué opina de los dichos de Evo Morales?
Evo Morales se la jugó en su momento por una carta en donde, más que pensar el futuro de ambas naciones, siempre se estuvo utilizando, y esto no es ningún misterio, el diferendo con Chile para asuntos más bien de carácter electoral. Entonces eso evidentemente no ayudó a tener la claridad, la serenidad, la ponderación y la determinación de la búsqueda de acuerdo, más que de estar extremando posiciones de un tribunal que a todas luces es que los países se entiendan.
Constitución antes del 2023
-¿Cómo ve el panorama político actual? ¿Cuáles son las proyecciones que se viene este nuevo año?
Estamos inmersos en una crisis gigantesca como planeta, y Chile está en la punta del mundo. Nosotros no movemos la aguja de esta crisis y tenemos que buscar fórmulas para enfrentar el tema, tales como economía, IPC, las reformas tributarias… para no solamente emprender el camino de saldar toda la deuda que está pendiente con las reformas, sino que para poder ayudar y sostener los hogares de a lo menos 5 millones de chilenos que ganan menos de 500 mil pesos que la van a pasar mal. Entonces, esos son procesos que requieren de prioridad nacional para sacar adelante ciertas tareas al interior del país.
Por otra parte también, cumplir con la palabra empeñada. Tenemos que ojalá, antes de fin de año, tener resuelto el acuerdo y que se le presente al país el proceso de la nueva Constitución que Chile requiere. Eso significa una apertura. Yo cómo no quisiera que hubiera consulta ciudadana, que hubiera elección y selección de quiénes son los componentes de esta nueva constituyente, pero también uno tiene que abrirse a escuchar y a construir acuerdo con otros que piensan distinto.
Una de las dificultades que tuvimos para tener una buena Constitución es que hubo exclusión. Entonces hubo una mayoría que resultó del proceso electoral pero no se entendió. Tenemos que ser generosos con esto y capaces de lograr acuerdos por el bien de Chile y por una buena Constitución que, por lo menos, de la tranquilidad en un horizonte de muy largo plazo.