Si bien dice que asumió la presidencia de la Cámara con un ánimo dialogante, el diputado Mirosevic admite que ha sido una labor compleja. “No podemos estar tratándonos de lo peor unos a otros porque eso no sirve en nada a la democracia chilena”, dice en conversación con BioBioChile.
A su vez, el congresista hace un llamado a sus colegas para evitar todo tipo de actos que induzcan a la “chacota”, recalcando que a ellos les pagan por mejorar la vida de los chilenos.
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Jueves 01 Enero, 1970 | 00:00
Junto con criticar a los parlamentarios opositores por rechazar los fondos para el INDH en el Presupuesto 2023, se mostró confiado en que tras su reposición en el Senado, este ítem se apruebe de manera definitiva.
En tanto, Mirosevic asegura que la demanda por una nueva Constitución sigue vigente, aunque reconoce que ha habido un desgaste natural por el excesivo debate constitucional.
Complejos primeros días como Presidente en la Cámara
-¿Las mociones de censura de la oposición podrían ser una pasada de cuenta por lo ocurrido con la convención constituyente?
No, no creo que sean dos cosas relacionadas. Más bien yo diría que es una actitud no muy constructiva de la oposición, pero no creo que tenga que ver con eso.
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-Usted hizo un llamado a la oposición a tener una actitud constructiva. ¿Siente que su sector ha tenido una actitud constructiva en órganos como la convención o la propia Cámara?
Yo creo que nosotros en la Cámara hemos buscado tener un diálogo con la oposición. Ese ha sido el tono, además, de mi presidencia. Nosotros queremos acercar posiciones y sobre todo poner orden en la Cámara y eso requiere también de un diálogo más fraterno. No podemos estar tratándonos de los peor unos a otros porque eso no sirve en nada a la democracia chilena. Estoy en esa actitud permanentemente.
-El pasado lunes usted se reunió con el Presidente Gabriel Boric. ¿Él le hizo ver su parecer sobre la situación en la Cámara?
Lo que hemos conversado con el Presidente, y lo que compartimos, es que hay que escuchar al que piensa distinto y por lo tanto nadie puede sentirse tan dueño de la verdad como para insultar o agredir a otro. Eso es parte de lo que tenemos que cambiar en la Cámara, así que yo estoy en esa misión, no fácil por lo demás, pero me he autoimpuesto la misión de producir el mayor diálogo fraterno posible.
“Nos pagan por hacer un trabajo”
-¿Cree que gestos como la guitarra del senador Francisco Chahuán o la pelota del diputado Tomás Lagomarsino afectan la institucionalidad?
Yo no quiero juzgar a nadie en particular, pero sí creo que tenemos que cuidarnos mucho en el Congreso en nuestra forma. Creo que tenemos que cerrar cualquier espacio a la chacota o a un estilo que se salga de nuestro trabajo.
A nosotros nos pagan por hacer un trabajo y ese trabajo tiene que ver con mejorar la vida de los chilenos y chilenas. Cualquier cosa que distraiga no ayuda mucho a ese propósito. Yo haría un llamado a la sobriedad y a dedicarnos a hacer nuestro trabajo.
Fondos para el INDH
-A propósito del debate sobre el Presupuesto, el Senado repuso los fondos para el INDH aunque en una primera instancia se habían dejado fuera en la Cámara.
Yo lamento este tema que se supone es de consenso, y que dábamos por superado, como es el tema de los derechos humanos. Me refiero a que no sólo era propio de un sector político sino que se supone ya era más bien transversal la defensa de los derechos humanos y el “nunca más” en Chile. Me parece muy extraño el retroceso que ha tenido la derecha respecto a este tema.
El Instituto de Derechos Humanos es un órgano autónomo justamente porque no puede depender de un gobierno de turno, entonces me llama mucho la atención que se le cuestione su autonomía, como que fuera algo negativo. Al revés: es un organismo permanente del Estado que tiene que mirar con estatura de Estado un asunto donde tiene que fiscalizar al propio gobierno de turno.
Me llama la atención que la derecha caiga en este retroceso tan significativo. Volvieron varias décadas para atrás, pero me alegro que se haya repuesto en el Senado. Nadie entendería que se rechace algo como esto, Chile es un país que tiene, se supone, estándares de derechos humanos y me parecería muy extraño que se rechazara. Sería muy vergonzoso.
-¿Pero qué cree que va a pasar con estos fondos, considerando que aún falta la votación en la Cámara?
Yo creo que este trámite en la Cámara se va a aprobar, como sucedió en el Senado.
Polémico uso de tarjetas para bencina
-Sobre la investigación de Ciper respecto a familiares de diputados que usan tarjetas pagadas con fondos públicos para cargar bencina, ¿tiene pensado fortalecer las herramientas para controlar el buen uso de este ítem?
Sí. Lo primero que hay que decir es que quien regula los fondos de los parlamentarios es un organismo externo que es autónomo, que es el Consejo de Asignaciones Parlamentarias, básicamente porque se terminó con la idea que existió en un momento de que los parlamentarios se autorregularan en el uso de sus fondos. En este caso es un organismo externo que se hace cargo de esto.
Como mesa de la Cámara le hemos pedido a este organismo externo, a través de una carta, que aclare este vacío que existe actualmente respecto de quién puede cargar bencina, porque eso no estaba regulado, entonces creemos que hay que regularlo. Es necesario que se regule y es necesario que se aclare ese vacío.
-¿Hay ánimo consensuado para fortalecer esta herramienta de fiscalización?
Sí, absolutamente. Desde que se creó este Consejo de Asignaciones Parlamentarias y desde que los parlamentarios no somos los que nos autorregulamos en este tipo de temas, la verdad es que se ha puesto mucho más orden y los escándalos han disminuido muchísimo, porque ya no son los propios parlamentarios los que hacen según su criterio sino que más bien hay reglas muy precisas para todos y claro, en este caso hay un vacío que hay que resolver.
Polémica celebración de Ana Lya Uriarte
-La ministra Ana Lya Uriarte celebró enérgicamente en el hemiciclo cuando usted fue elegido presidente de la Cámara. ¿Siente que este gesto pudo haber agitado las aguas de manera innecesaria en la oposición?
He escuchado que la oposición interpretó ese gesto no de la mejor manera.
-Le han pegado duro con ese tema.
Sí. Efectivamente creo que fue un gesto que a la oposición no le gustó y bueno, creo que de todas maneras la elección ya sucedió y yo le pido a la oposición, en el mejor ánimo constructivo, que nos dejen trabajar. Nosotros venimos en la manera más ecuánime posible a intentar levantar esta institución que requiere de prestigio, porque cuando en los países los parlamentos no están prestigiados, se convierte en un problema para la democracia.
Y los países a los que les va bien son aquellos que tienen democracias sólidas. Yo vengo con una misión: intentar poner orden en la Cámara, intentar generar un diálogo e intentar reivindicar la convivencia cívica dentro del Congreso.
Debate constituyente
-Hay voces, como la de Cristian Warnken de Amarillos por Chile, que dicen que el interés de la gente por una nueva Constitución se ha diluido. ¿Coincide?
Yo creo que las encuestas muestran invariablemente que desde hace mucho tiempo hay una mayoría en Chile que quiere una nueva Constitución. Esa demanda no se ha terminado. Lo que pasa es que por supuesto que hay una saturación y desgaste producto de tanto tiempo de debate constitucional en la sociedad chilena. Hay un desgaste natural pero eso no quiere decir que la demanda esté muerta.
-¿Pero no cree que temas que se han tomado la pauta en el último tiempo, como la seguridad y delincuencia, han mermado estas ansias de la población por una nueva carta magna?
Es que no son contradicción. Yo creo que este gobierno, y el Congreso también, tiene que tener un foco en seguridad y reactivación económica, y así lo estamos teniendo.
En la Cámara hice un llamado a la oposición a revivir treinta proyectos que estaban durmiendo en el Congreso para darle una tramitación exprés. Muchos de ellos tienen que ver con seguridad, reactivación económica, derechos de los consumidores, anti-abusos, en fin. Pero eso no quita que sea necesario tener una nueva Constitución del siglo XXI.
-¿Qué piensa del “cónclave” propuesto por el senador Matías Walker, en el sentido de “encerrarse” y “no pararse de la mesa” hasta llegar a un acuerdo constituyente?
Yo vengo llegando de los diálogos constitucionales recién, vengo a escuchar, he estado en eso, conociendo y actualizándome de las posiciones de todos los sectores. Nosotros, como patrocinadores y convocantes de este diálogo, estando en la mesa de la Cámara y en el Senado con Álvaro Elizalde, tenemos que promover el diálogo pero no le podemos imponer posiciones a nadie, aquí cada fuerza y sector tendrá sus posiciones y tendremos que seguir dialogando hasta que se llegue a un acuerdo.