Francisco Ugás, consejero Instituto Nacional de Derechos Humanos | Créditos: Jaime Silva, BBCL

Francisco Ugás, consejero INDH, y gestión de Sergio Micco: fue "negligente y deficiente"

02 septiembre 2022 | 06:00

El abogado, elegido para integrar el consejo del Instituto Nacional de Derechos Humanos representando a las organizaciones de la sociedad civil, desmenuza sus primeros meses al interior del organismo y analiza la administración de Sergio Micco. “No puede ser que a un director lo condenen en el marco de un procedimiento de tutela laboral”, dice. Pese a que se declara en reflexión, cree que la próxima máxima autoridad debe ser una mujer.

Francisco Ugás Tapia (43) lleva más de 15 años trabajando por los derechos humanos en Chile. Abogado de la Universidad Católica, trabajó en la Oficina de Derechos Humanos de la Corporación de Asistencia Judicial, y entre abril de 2010 y abril de 2014 se desempeñó como jefe del área Jurídica del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, espacio donde incluso llegó a ocupar el cargo de secretario ejecutivo.

Por ende, su nominación al consejo del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) por parte de las organizaciones de la sociedad civil se explica en el marco de su trayectoria laboral. Actualmente, es coordinador jurídico del estudio Caucoto Abogados, fundado en 2008 por Nelson Caucoto, con especialidad en derechos humanos. En su primera entrevista en el cargo, con la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, Ugás explica que aceptó el desafío “porque precisamente desde esa experiencia (…) podía tener una una incidencia relevante en la promoción y protección de derechos humanos en nuestro país”.

Además de incidir, el abogado cree que la institucionalidad en derechos humanos debe ser “extremadamente fuerte y ejercer una labor consistente”, cuestión que no vió durante el último tiempo y dirección, la cual califica con un “desempeño nefasto”. Esto último, cuenta, a tal punto que “las mismas organizaciones de la sociedad civil no se sentían representadas por la dirección y por el consejo que en mayoría operaba ahí”. Junto a Ugás, llegó al consejo del INDH, representando a la sociedad civil, la licenciada en Ciencias Jurídicas, Constanza Valdés.

– ¿Con qué situación te encuentras al ingresar al instituto?

Uno se forma un diagnóstico cuando ingresa a una institución, y lo hice conversando con organizaciones de la sociedad civil respecto de la cual no existía ningún vínculo por parte de la dirección anterior. Fue muy criticada, muy criticada, la dirección en ese ámbito. También veo que hay un quiebre con las asociaciones de funcionarios, me reuní con ellas y me manifestaron eso.

– ¿Hay quiebres con alguna institución más?

Veo también que existía prácticamente nulo contacto con otros poderes públicos del Estado, y especialmente el Ejecutivo, y es importante desarrollar un trabajo colaborativo. Crítico si porque se trata de promover y proteger los derechos humanos y el Estado es el principal violador de los derechos humanos.

– ¿Qué más encontró?

También me di cuenta que, por ejemplo, teníamos asuntos en tabla que estaban retrasados hace aproximadamente dos años. Informes de condiciones carcelarias, por ejemplo, del año 2019, y es resorte de la dirección presentarlo al consejo para su aprobación, rechazo o modificación. (…) Nos topamos que habían concursos que no estaban resueltos porque no habían sido presentados por la dirección al consejo de aproximadamente nueve meses, y un caso concreto es la jefatura de Planificación de Control de Gestión y de Técnicas de Información y Conocimiento, un cargo crítico, extremadamente relevante. Administración y Finanzas tampoco teníamos titular, por ejemplo, también cargo crítico.

– ¿Y a nivel regional, con las otras reparticiones del INDH?

También me reuní con las jefaturas regionales, la falta de diálogo, el extremado centralismo. (…) Funcionarios manifestaban, algunos de ellos con los cuales conversé, malos tratos, y yo creo que incluso en ese sentido es relevante señalar que hay acciones de tutela de derechos fundamentales en el plano laboral que fueron ejercidos por algunos ex funcionarios de la institución y ex funcionarias. Hay un caso muy concreto que es el de Osvaldo Torres, ex jefe de la Unidad de Estudios, del cual tuve conocimiento. Yo a Osvaldo no lo conozco personalmente, pero sí, siguiendo el caso, tomé conocimiento que esto fue resuelto de manera definitiva por la justicia y en definitiva se condena al instituto por haber, y especialmente por conductas materia imputables a su entonces director por violar derechos fundamentales en el plano de la relación laboral en contra de una persona.

– ¿Y cuál es la conclusión al diagnóstico?

La conclusión concreta es que aquí ha habido una deficiente, negligente, administración, pero además hay conductas que, a mí juicio, no se condicen con cómo debe ejercer una persona la dirección de la institución nacional de derechos humanos. Hay un estándar ético, que me parece que es muy relevante, respetar en este ámbito, no puede ser que un director del INDH lo condenen en el marco de un procedimiento de tutela laboral por haber violado derechos fundamentales de un trabajador, eso me parece inadmisible.

– Si tuvieras que definir en una frase la situación que te encuentras, ¿cuál sería?

Más que una palabra, hay una expresión, y que precisamente de ella da cuenta la carta que nosotros entregamos, y que habla precisamente sobre esta negligente y deficiente gestión en la administración.

– ¿Está quebrado ideológicamente el INDH?

En toda organización hay personas que tienen distintas visiones políticas, y todas esas visiones son muy respetables. Y no porque existan distintas versiones o posiciones políticas o ideológicas respecto de alguna materia significa que va a existir un quiebre. (…)Hay distintas posiciones, quizás algunas más extremas que otras, pero es parte de la riqueza que debe tener el consejo del INDH. (…) Es más, tenemos que trabajar unidos para poder sacar adelante lo que significan los desafíos de esta institución, entonces un quiebre propiamente tal yo no lo calificaría así.

– ¿En qué sector se posiciona?

Mi posición básicamente deviene de un interés genuino, fidedigno, de que debo promover y proteger los derechos humanos del país. Esa es una primera posición que quiero definir, y por otra parte tengo en mi concepción que esta promoción y protección de los derechos humanos debe ser progresiva, debe ser progresista también, debemos apuntar a la eficacia mayor de estos derechos. Entonces, en ese sentido, si tú quieres que me encarrile dentro de un determinado grupo, te diría que formo parte, quizás, de un grupo que tiene una visión más progresista y no tan conservadora de la vida y también de los derechos humanos.

– Su par Cristián Petuzé señaló al diario La Tercera que Sergio Micco “hizo todo lo que se tenía que hacer con los antecedentes que se tenían”. ¿Comparte dicha afirmación?

La respeto, pero no la comparto, y particularmente creo que como fundamento de mí posición precisamente están los argumentos que anteriormente expuse, y que he desarrollado mayormente, pero que también están enunciados en la carta que presentamos.

– Con la llegada del consejero nombrado por el Ejecutivo se cuenta con mayoría absoluta para elegir nuevo director. ¿Quién crees que debería ser el nuevo director o directora del INDH?

Esa es una reflexión y decisión que tenemos que adoptar al interior del consejo del INDH. Yo hoy por hoy puedo caracterizar que esa persona tiene que ser una dotada de las capacidades y aptitudes para poder recomponer las relaciones con la sociedad civil, para recomponer las relaciones y las confianzas con las asociaciones de los funcionarios y funcionarias; que también tenga esas capacidades y aptitudes para poder restablecer las relaciones con los poderes del Estado, poderes público del Estado, y especialmente con el Ejecutivo en post de ese trabajo colaborativo pero crítico que mencionaba anteriormente.

– ¿Debería ser hombre o mujer?

El consejo del INDH tiene más hombres que mujeres, y eso no es paritario, y para mí eso es muy relevante, entonces dado que no existe esa paridad ante tu pregunta te contesto que mi ideal sería que fuese una mujer, en términos de que esa diferencia en las cuantías entre hombres y mujeres, en desmedro de las mujeres, sea compensado otorgando un poder mayor dirigiendo la institución a una mujer.

– ¿Cómo ve el nombre de Constanza Valdés?

Estoy en estado de reflexión, estoy valorando los pro y los contra respecto de cada una de las personas que forman parte del consejo, y en definitiva una vez que tome una decisión en base a los pro y los contra lo informaré. Valoro mucho a Constanza y creo que tiene muy buenas cualidades personales, es una lideresa, tiene hartas capacidades intelectuales, y bueno, en el proceso de reflexión que estoy desarrollando tomaré la decisión en su oportunidad y en su mérito.

Carta

– ¿Es necesario restablecer confianzas internas junto al rol institucional con actores del Estado?

Es importante. Es uno de los elementos que te comentaba hace un momento atrás, debe reunir como cualidades relevantes la persona que vaya a dirigir la institución, para mí son elementos súper importantes. Tenemos que generar confianzas, tenemos que construir diálogo, institución, y eso es relevante.

– Fue uno de los firmantes de una carta en la que pidieron la salida de Sergio Micco. ¿Cómo se gestó esa misiva?

Las cinco personas que, en ese entonces, ya éramos consejeros y consejeras, firmamos esa carta luego del diagnóstico que teníamos. (…) Los tres últimos que ingresamos conversamos precisamente con los otros consejeros que llevan más tiempo, específicamente con Consuelo y Yerko, y concordamos en que correspondía confeccionar esa carta y presentarla. Básicamente esa es la génesis, no tiene mayor detalle.

– ¿Mantiene, tal como señalaba la carta en un pasaje, que la etapa de Sergio Micco fue “una administración negligente y deficiente”?

La mantengo totalmente. Cada uno de los elementos contenidos en esa carta lo mantengo.

– ¿No siente que hubo una especie de “golpe” hacia la administración de Sergio?

La verdad es que uno no puede tener confianza en una persona, para dirigir una institución, como el INDH, que existen a su respecto todas estas críticas que subyacen. (…) Aquí no hay un ataque como se expresó en algunos sectores, (…) de que hubo una izquierda radical que atacó particularmente la dirección del INDH. Hay argumentos concretos que te los he evidenciado.

– Descarta la tesis de un golpe, entonces.

Ninguna. Yo no he hablado con ningún partido político, con ninguna persona de un determinado sector político que me haya llevado a decir: ‘Oye firma la carta en contra’, no, o ‘redacta en contra’, no, eso fue un acto voluntario, deliberado y fundado en los motivos que expresé.

Estallido social

– ¿Hubo en el país, posterior al 18-O, violaciones sistemáticas a los derechos humanos?

En nuestro Estado, dada su estructura, quienes de manera definitiva van a tener que resolver si corresponde o no establecer la existencia de un crimen de lesa humanidad va a ser los tribunales de justicia, eso es un punto de partida.

– Pero para usted, que no es ajeno al tema, ¿hubo?

Para efectos de definir el concepto de crimen de lesa humanidad, y particularmente ir a los elementos de contexto, sistematicidad, y generalidad, creo que es importante recurrir a un jurista que es Kai Ambos, (…) a propósito del test que él establece en sus textos dirigido a establecer si es que concretamente hay crímenes de lesa humanidad y concurren estos elementos de contexto. Y para efectos de la generalidad nosotros vamos, por ejemplo, al elemento de la cuantificación, pero cuando hablamos de sistematicidad vamos a un elemento más cualitativo, específicamente esta política estatal.

– ¿Y en los casos que ha conocido?

Aquí en concreto quiero decir que de los elementos, de distintos casos que he tomado conocimiento de los cuales incluso el INDH es parte, y particularmente respecto, por ejemplo, de aquellos atentados que significaron los traumas oculares, y también otras torturas realizadas en contra de determinadas personas al interior de comisarías, por ejemplo, creo que hay elementos plausibles que permitirían afirmar la existencia de crímenes de lesa humanidad concurriendo el elemento de contexto de la sistematicidad, sí creo. Y en ese sentido, creo que a la institución, el INDH, en tanto tiene la facultad para poder querellarse por crímenes de lesa humanidad, más no le corresponde decir si es que existen o no, porque eso es propio de los tribunales de justicia, sí corresponde poner en conocimiento estos antecedentes de la fiscalía para que se indaguen.

– No es fácil probar un crimen de lesa humanidad.

No se trata de investigar un homicidio que tiene elementos básicamente, según lo que describe el tipo penal, el que mata alguien, el causa la muerte. (…) cuando hablamos por ejemplo de crímenes de lesa humanidad estamos agregando más requisitos. Se nos hace más compleja la acreditación precisamente de esos presupuestos, pero yo sí creo que hay elementos indiciarios y en ese sentido, pese a esa complejidad, creo que corresponde que el instituto promueva la acción jurisdiccional correspondiente para que el órgano competente de la investigación de hechos constitutivos de delito indague y establezca si es que existe o no crímenes de lesa humanidad.

– ¿Pero nos encontramos con el factor sistemático?

Por eso te especifico en relación a esas conductas particularmente que creo que ahí hay sistematicidad. Particularmente los traumas oculares que son realizados especialmente por conductas que son imputadas a funcionarios de Carabineros de Chile, especialmente (en un) periodo acotado de tiempo, en territorio más bien acotado también. Cómo puede ser que tantas lesiones oculares existan o traumas oculares existan si no es solo a través que eventualmente se les haya instruido… O uno puede presumir que se les haya instruido a los funcionarios que disparen directamente a los rostros de las personas. Creo, insisto, que hay elementos plausibles para promover una acción jurisdiccional en ese sentido y que sean los tribunales, la fiscalía primero y los tribunales de justicia quienes en definitiva resuelvan esa situación. Quiero ser bien concreto y correcto en esto, creo que hay elementos plausibles que me hacen pensar de que sí hay que hablar de lesa humanidad concurriendo al elemento de sistematicidad y particularmente en estos casos muy concretos, en estas hipótesis generales más concretas.

– ¿Hay presos políticos en el país en el contexto del estallido?

Son distintas las acepciones que existen de preso político. Nosotros en nuestra cultura estamos, quizás, más identificado con aquello que dice que ha sido una persona privada de libertad sin que se le imputen delitos y sólo por motivaciones de carácter político, por sus ideas, se menciona, pero también hay otras acepciones.

-¿Cuáles serían las otras?

Quisiera recurrir a una de la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, que contempla la definición de presos políticos a aquellos que en la detención se violó las garantías fundamentales, como la libertad de pensamiento, de religión, conciencia, libertad de expresión o de reunión, que fue impuesta por motivos políticos sin conexión a los delitos tipificados, si la duración de la detención, sus condiciones, no son proporcionadas con respecto al delito que se le imputa y si es una detención discriminatoria en comparación con otros sujetos o si es resultado de procedimientos injustos y pudieran tener relación con motivaciones políticas de las autoridades. La idea tiene distintas acepciones, y más allá de las cuestiones de nomenclatura, desde las funciones y desde el mismo INDH se ha abordado esta situación particularmente de los excesos en el uso de la prisión preventiva y de los excesos en las investigaciones, porque no corresponde, en definitiva, de que la prisión preventiva, (…)se extienda a tal punto que existan personas que estén privadas de libertad por eso.

– Pero están privadas de libertad por…

Hay imputaciones de delito, pero también, insisto, desde la perspectiva que institucionalmente se ha abordado esto es particularmente en que no puede extenderse la prisión preventiva como medida cautelar, y las extensión de las investigaciones.

– ¿Pero no cree que eso es general, de forma transversal?

Dentro de mi experiencia profesional estuve algún tiempo trabajando en la Defensoría Penal Pública, en la Defensoría Regional Metropolitana Norte, y (en) ese paso estuve vinculado al proyecto que se llama Inocentes. (…) Y, mira, es verdad, te admito que efectivamente hay un problema con la prisión preventiva, pero en estos casos se acentuó de una manera grosera.

Macrozona Sur

– ¿Cómo está la relación del INDH con las comunidades indígenas?

Hace unos días atrás nuestra directora (s) tuvo una visita en el sur. Las relaciones no se pueden recomponer de un día a otro, hay todo un proceso, pero hay personas que sí revisten la confianza para las comunidades indígenas, y nuestra directora (s) hace unas semanas atrás concurrió precisamente al sur, tuvo algunos encuentros con comunidades indígenas, y fue recibida. Ella tuvo un rol preponderante en el caso Catrillanca y eso la ha legitimado frente a las comunidades, entonces ella fue recibida, pudo dialogar evidentemente con ellas, pero es un proceso de reconstrucción de confianzas.

– ¿Debe el nuevo director/a tener esta característica?

Evidentemente la capacidad de diálogo es fundamental. Es esencial, precisamente para poder construir esos puentes, esos nexos, esos vínculos relacionales concretamente con los distintos agentes que has mencionado, qué duda cabe.

– ¿Cómo le gustaría que lo recordaran?

Como una persona que pudo contribuir, particularmente, a la realización de los derechos humanos en nuestro país, pudo contribuir a que existan derechos fundamentales en nuestro país.