Edición: Jaime Silva

Schalper golpea a su gobierno por "falta de urgencia" en el orden público: "No logró hacerse cargo"

29 enero 2022 | 07:00

El diputado Diego Schalper (RN) conversó con BioBioChile para tratar diversos temas de la contingencia política, desde el futuro gobierno de Gabriel Boric, el desempeño de la actual administración liderada por Sebastián Piñera, así como también la idea de Francisco Chahuán de desginar ministros alternos para fiscalizar el trabajo de los titulares que asumirán en marzo.

El diputado Diego Schalper (RN) admite que si bien durante este segundo gobierno de Sebastián Piñera se han alcanzado hitos importantes, como lo ha sido el manejo de la pandemia y su plan de vacunación, al mismo tiempo tuvo desaciertos que se pudieron haber evitado.

“El más importante es el de orden público y seguridad, donde yo creo que ya es un hecho que el gobierno básicamente no logró hacerse cargo adecuadamente de ese problema”, señala en conversación con BioBioChile.

A su vez, el parlamentario menciona que si bien el nuevo gabinete dado a conocer por el presidente electo Gabriel Boric le parece una “buena foto”, añade que “hasta aquí, la película no ha andado muy bien”, apuntando a ciertos “conflictos internos”.

Por su parte, abordó la idea presentada por Francisco Chahuán, quien propuso nombrar un “gabinete en las sombras” o “ministros alternos” a los titulares oficiales para fiscalizar su trabajo.

“Es una idea que tiene una finalidad, que es entender que la centro-derecha tiene que pasar a la acción”, sostiene el secretario general de RN.

Segundo gobierno de Piñera

-¿Cómo evalúa este segundo gobierno de Sebastián Piñera?

Este ha sido un gobierno de aciertos y desaciertos. Para mi gusto, sus aciertos son la campaña de vacunación, que sólo el tiempo permitirá determinar todo lo que ha significado para Chile el que tengamos vacunas como las tenemos. Yo tengo la impresión de que todavía no se logra entender la envergadura de lo que ha significado la vacunación en Chile y la cantidad de vidas que se han salvado por esa decisión, que es una decisión del presidente Sebastián Piñera.

Ahora, para mi gusto, yo creo que el gobierno no tuvo ni el sentido de urgencia ni tampoco la anticipación necesaria para advertir dos temas. El más importante es el de orden público y seguridad, donde yo creo que ya es un hecho que el gobierno básicamente no logró hacerse cargo adecuadamente de ese problema, y en segundo lugar, el tema de las reformas sociales. También creo que la oposición, lamentablemente, no ha puesto mucho de su parte, pero en lo que respecta a pensiones o salud, pudimos haber sacado las reformas adelante.

-Cuándo usted habla respecto al orden público y seguridad, ¿qué es lo que cree que se podría haber hecho?

Yo creo que nos faltó darle más apoyo político a Carabineros para que pudieran hacer su trabajo. Creo que hubo momentos en los que algunos trataron básicamente de horadar la posición de Carabineros. No se tuvo la suficiente fuerza para apoyarlos, tanto en sus procesos de modernización interna como en infraestructura y en apoyos públicos. Y creo que eso obviamente ha ido poniendo al orden público en una situación muy compleja.

Ahora, mire las vueltas de la vida, porque los mismos que han horadado a Carabineros por varios años ahora les va a tocar gobernar y ahí van a tener que responder por el orden público y ojalá entiendan que la tarea de Carabineros es tremendamente difícil porque a Carabineros, cuando no asisten, se les trata de ineficientes, y cuando asisten se les dice que violan los derechos humanos. Entonces, en esa ecuación, francamente es muy difícil ejercer el orden público.

Futura ministra del Interior

-Y en ese sentido, ¿cómo cree que será la relación entre la futura ministra del Interior, Izkia Siches, con Carabineros?

Yo creo que tiene una tremenda tarea, porque hasta hace poco decía que ella nunca implementaría fuerzas del orden para aplacar la protesta social. Yo creo que cuando ella se refiere en esos términos, se va a dar cuenta que cuando en la práctica se suscita que de una protesta pacífica, que yo respaldo y apoyo, hay un grupo de personas que la usan como contexto para causar violencia, la acción de Carabineros no sólo es un derecho sino que es un deber de ellos para poder resguardar a las personas inocentes.

-Hablando de la futura ministra del Interior, ¿cómo cree que serán los primeros meses de Gabriel Boric en el poder?

Yo quiero que a Gabriel Boric le vaya bien, porque si le va bien, le va bien a Chile. Yo soy un demócrata y por lo tanto respeto los resultados de las elecciones. Él va a tener tremendos desafíos, siendo el primero el de sacar adelante la llamada reforma tributaria, que él viene a anunciando, en dónde se dará cuenta de la dificultad que tiene el tránsito en el Congreso nacional.

En segundo lugar, el control del orden público y la inmigración, que es un problema heredado desde la administración de Michelle Bachelet y obviamente que está causando una situación muy tensa, especialmente en el norte del país.

Lo tercero, el control del orden público en la Macrozona Sur. Ellos han dicho que van a cambiar la estrategia. Bueno, cuando uno cambia las estrategias, es responsable de esos cambios de estrategias. Yo creo que en general, Gabriel Boric va a tener una tarea no fácil de lograr cumplir con las expectativas que planteó, y administrar una coalición que hasta aquí lo único que ha mostrado son descoordinaciones y falta de fiato interno, porque el hecho de que hoy día no tengamos subsecretarios no es fruto del chequeo de antecedentes, sino que básicamente es porque no fueron capaces de lograr poner de acuerdo a su coalición.

-Usted mencionó el caso de la Macrozona sur. ¿Qué le parece que Boric haya señalado que en su gobierno pondrá fin al estado de excepción en dicha zona?

Cuando el 81% de una zona expresa un sentir, no lo hace por casualidad. Yo creo que el presidente electo todavía está a tiempo de replantear su mala decisión.

Líderes en la oposición

-Pasando a otro tema, ¿a quienes proyecta como líderes de la oposición a partir de marzo?

Yo creo que eso de asignar liderazgos es una cosa totalmente artificial. Acá vamos a necesitar que muchas personas ejerzan liderazgos, personas que están en posiciones políticas formales pero también personas que no están en posiciones políticas formales. Estoy pensando en intelectuales, en gente del mundo social, en gente del mundo estudiantil.

Acá lo que tenemos que ir construyendo es un grupo de gente diversa, de distintas sensibilidades que quieran entregarle al país un proceso de cambios con responsabilidad. Y en ese mismo contexto, apoyar al gobierno en todo aquello que se enmarque en cambio con responsabilidad, y obviamente plantear oposición al gobierno en aquellas cosas que vayan en perjuicio de las personas. La derecha tiene que asumir un proyecto colectivo de cambio con sustentabilidad y con responsabilidad. Eso es lo que tenemos que proponerle al país.

-Pero dentro de los nombres que se han mencionado como líderes de la oposición, aparece incluso usted. ¿Cómo lo toma?

Le digo lo mismo que a todos, yo creo que los liderazgos no se asignan sino que más bien son ejercicios que uno realiza para lograr ciertos objetivos. Y los objetivos que al menos personalmente me he planteado, es cómo colaborar para que desde Renovación Nacional y desde Chile Vamos seamos capaces de construir un proyecto del futuro, con raíces en la calle, en las regiones, en las comunidades de base, trayendo de vuelta las preocupaciones de las personas que son invisibles en nuestro país. Esos son los ejes en los cuales al menos yo quiero trabajar y obviamente voy a tratar de contribuir lo más posible para que al sector le vaya muy bien.

-Hace unos días Mario Desbordes dijo que Diego Schalper podría ser un liderazgo “joven”, pero que veía difícil que liderara al sector en sí. “Tiene que recorrer más camino todavía, le falta mucho aún por recorrer, consolidarse y por supuesto si hace una buena pega lo va a lograr, pero creo que no es de los que va a liderar el sector hoy día”, mencionó.

Nuestra política en general ha sido no responder a descalificaciones, porque nosotros creemos que el partido, y en general, lo que tenemos que hacer es contribuir a una unidad en la diversidad, pero con unidad. Es decir, cómo todos trabajamos unidos sin descalificarnos los unos a los otros en pos de un proyecto colectivo.

Mire, yo entiendo que de alguna manera los que han formado parte de lo que yo llamo la centro-derecha del binominal, o sea una centro-derecha que estaba acostumbrada a co-gobernar desde la minoría, le es muy incómodo tener que dejar de ser dique de contención para empezar a ser futuro, cambio. Probablemente con esos liderazgos tengo 20 o 25 años de diferencia, entonces nuestra tarea generacional es ofrecer al país un proyecto de futuro y de cambio, no un dique de contención. Pero al mismo tiempo, cuando uno quiere hacer un proyecto de futuro, no basta con decir ideas generales, sino que uno tiene que ofrecer un proyecto bien construido, bien armado, y en eso estamos en RN, o al menos desde mi humilde trinchera.

Un nuevo gabinete

-¿Qué le pareció el gabinete dado a conocer por el presidente electo? Precisamente hay mucha gente joven y también cuenta con muchas mujeres.

A mí me parece una buena foto, en el sentido de que usted tiene muchas mujeres, lo que yo creo que es valioso. Creo que tenemos que incorporar a las mujeres masivamente en todos los campos de la sociedad. Valoro también que sea un gabinete joven, porque creo que viene un cambio de ciclo en Chile, el que está marcado porque ya la transición de los ’90 es un tema lejano emocionalmente para mi generación, y por lo tanto no marca una definición de lo que uno hace o deja de hacer. Pero si bien encuentro que era una buena foto, hasta aquí la película no ha andado muy bien.

-¿En qué sentido?

A poco andar ya tenemos ciertos conflictos internos, finalmente aparece una ministra cuestionada por cierto maltrato laboral. Lo cierto es que no han sido capaces de ponerse de acuerdo con su secretario. Entonces, yo le diría que es una buena foto pero hay que ver cómo se desarrolla la película, porque los gobiernos no son una foto, son una película de trabajo colectivo que hasta aquí no se ha visto muy afiatado.

Shadow cabinet

-Hace unos días Francisco Chahuán planteó la idea de designar “ministros alternos” a los titulares oficiales para fiscalizar su trabajo, emulando el “shadow cabinet” (gabinete de las sombras) del Reino Unido. ¿Comparte esta idea?

Es una idea que tiene una finalidad, que es entender que la centro-derecha tiene que pasar a la acción. No sacamos nada con decir que estamos en contra de todo, porque esa derecha está destinada al fracaso. La apuesta es potenciar rostros jóvenes y mujeres del partido que puedan contribuir a las agendas sectoriales del gobierno, y que el día de mañana el ministro de Trabajo tenga una contraparte en RN que no solamente le dice que “no” a todo, sino que también es capaz de ofrecer proyectos en materia laboral, lo mismo en el ámbito de la salud, lo mismo en desarrollo social, etc. Es sobre cómo RN toma el liderazgo y el protagonismo en generar agendas propositivas desde el mundo sectorial y se relaciona con los ministros sociales del gobierno entrante en positivo, obviamente fiscalizando y exigiendo pero también proponiendo. Eso es lo que queremos construir en una centro-derecha que no es dique de contención sino que es propuesta de futuro.

-Jugando un poco con ficción, ¿A quien nombraría como ministro alterno en el ministerio del Interior?

¿Sabe quién lo haría extraordinariamente bien? Diego Paulsen.

-¿Por qué?

Porque tiene la capacidad de tener la firmeza para imponer las cosas correctas y el orden pero también tiene la ductibilidad para poder trabajar con distintas personas. Creo que sería un gran ministro del Interior.

-¿Y en el caso del Ministerio Secretaría General de Gobierno?

Buena pregunta. Yo estimo que una gran vocera sería Paula Labra, una diputada joven que acaba de asumir en Linares. Y creo que también lo haría muy bien María José Gatica, una senadora también joven que ganó en la región de Los Ríos. Pienso que sería fantástico poder contar con una mujer asumiendo ese rol no sólo en vocería sino que también en coordinación política del gobierno.

-¿Y en el Ministerio de Relaciones Exteriores?

Tendría que pensarlo un poco más, pero yo me imagino a alguien que tenga experiencia internacional. Mire, yo le voy a decir lo siguiente. En este país se instaló que la oposición tenía que negarle todo al gobierno, y esa es una manera cavernaria de entender la oposición.

La oposición en los países modernos es una oposición que no se opone a todo per se, como lo vivimos nosotros en este gobierno, sino que es una oposición que fiscaliza y que exige pero que también propone, entonces la propuesta nuestra a propósito de la Cancillería: que bien vendría que alguien como Aldo Casinelli, por ejemplo, funcionario de RN, hombre joven y que fue director ejecutivo del Instituto Libertad, pudiera colaborar con el futuro ministro desde una mirada distinta. Yo creo que acá no se está entendiendo una cuestión clave: los países avanzan con acuerdos, y al gobierno entrante, le guste o no le guste, va a tener que negociar con la oposición porque manejamos la mitad del congreso.

Situación en RN

-¿En qué posición se encuentra RN hoy en día? El propio Mario Desbordes ha dicho que está analizando una eventual renuncia al partido, lo que definirá en marzo. A su vez, se han visto dimes y diretes al interior.

Nosotros lo que estamos haciendo es un proceso interno que diría que está marcado por tres grandes ideas. La primera es construir el partido desde las bases y eso lo hemos llamado “RN que queremos” porque es un proceso en donde hemos estado en cuatro regiones, lamentablemente la pandemia no nos permitió continuar.

Estuvimos reunidos con las bases, con los mismos militantes del partido, porque nosotros tenemos la convicción que el futuro del partido no lo puede decidir un grupo pequeño con puertas cerradas en Santiago, sino que tiene que construirse con las bases, y eso está funcionando muy bien, ya llevamos más de 500 insumos de personas concretas, militantes del partido, que nos han dicho “esto es lo que queremos privilegiar, esto son las ideas que queremos implementar”. Entonces, lo primero es un RN participativo.

Segundo, un RN moderno, vamos a digitalizar el partido, vamos a tener una aplicación web para los militantes del partido, estamos buscando generar una intranet para sus dirigentes.

Y lo tercero, vamos a hacer una renovación desde el punto de vista de llegar al mundo de los jóvenes, al mundo de las mujeres, al mundo de los pueblos originarios. Somos el único partido de derecha y de las distintas coaliciones en tener una vicepresidenta de pueblo originario, que se dedica al tema específicamente. Mire, nosotros somos por definición “constructores”, estamos dedicados a construir partido, no a destruir partido, y por lo tanto nunca va a escuchar de nosotros ninguna frase de descalificación respecto de nadie, porque estamos convencidos que aquí caben todos pero tienen que captar que el partido tiene que cambiar para poder acomodarse a este nuevo ciclo que comienza, y la verdad es que estamos con mucha fuerza en esa dirección.

Renovación en el partido

-Hay quienes han planteado que en la derecha hay una falta de renovación. ¿Coincide con esa apreciación?

Yo creo que parte un nuevo ciclo en Chile, un ciclo en donde tenemos a una ciudadanía más empoderada, donde tenemos una clase media que quiere que la dejemos tener libertades pero también seguridades, donde todavía subsisten muchas personas incivilizadas en su pobreza y en su miseria, y por lo tanto este nuevo ciclo obviamente requiere de personas que estén conectadas con este nuevo ciclo. Yo creo que esto corre para todos los partidos y para todas las organizaciones, yo creo que es tiempo de renovación. Ahora, a los jóvenes no se les van a regalar sus espacios, porque tienen que ganárselos. Y en eso, al menos en RN, vamos a abrir mucho espacio para que los jóvenes puedan participar de manera tal de ir construyendo esas plataformas.

¿Y en qué posición queda la derecha, considerando los resultados que han tenido en las recientes elecciones? ¿Cuál es la autocrítica que se debe hacer en el sector?

Yo diría una mezcla entre optimismo y autocrítica. Partamos por la parte de optimismo. En mayo, lo que nos decían algunos polemistas es que nosotros íbamos a tener menos de un tercio del congreso y que a segunda vuelta iba a pasar la centro-izquierda e izquierda.

Ante ese escenario decidimos rearticular la coalición, hicimos una estrategia electoral inteligente y el resultado de noviembre fue que la centro-derecha tiene la mitad del senado, cosa que no había ocurrido desde el ’90, casi la mitad de la cámara de diputados, y la verdad es que el gobierno de Gabriel Boric es una minoría dentro de la cámara de diputados. Y también hubo una segunda vuelta en la que efectivamente compitieron dos proyectos distintos. Estamos mucho mejor que en mayo y hay, al menos, una mitad de chilenos y chilenas que quiere ideas distintas a las que muchas veces representa el Frente Amplio y el Partido Comunista.

Ahora voy con la autocrítica. Mire, cuando a veces escucho esta discusión que se da en mi sector sobre los adjetivos, que somos una derecha liberal, una derecha conservadora o una derecha social-cristiana, toda esa pelea por los adjetivos la encuentro un poco ridícula, porque en verdad yo le diría que somos una derecha ausente. Ese es el adjetivo que nos cabe hoy en día, somos una derecha que no está en dónde se está construyendo el poder de cara al futuro, que son las organizaciones sociales, los barrios, los estudiantes, el mundo de los apoderados.

Entonces, por lo menos para mí, la gran autocrítica es creer que uno puede tener buen desempeño electoral cuando construye algo con unos pocos meses de anticipación y una buena estrategia de marketing. Eso no es la política que viene, sino que la que viene es la política que se construye en un proyecto colectivo, en donde se incorporan muchos agentes sociales a la tarea, y que por lo tanto le ofrecemos un proyecto a futuro a los chilenos. Tenemos que salir de los lugares de confort en los que muchas veces estamos en la centro-derecha, y salir al encuentro de una nueva ciudadanía que emerge y que perfectamente puede sintonizar con los valores de la centro-derecha en la medida que podamos llegar adonde ellos están.

-¿Y respecto a la derecha social?

Valoro muchísimo que haya gente que tenga intuición social, para mí el referente principal en la derecha social es el senador Manuel José Ossandón. Cuando yo partí como diputado, él me ofreció que escribiéramos un libro sobre este tema y yo básicamente escribí sobre por qué la libertad no podía ser un privilegio para los que la pueden pagar sino que un piso para todos. Yo creo que Ossandón es una figura muy interesante porque él logra que el relato social tenga buenos resultados electorales. Aquí no sacamos nada con enarbolar un relato social si no tenemos buenos resultados electorales, entonces yo de verdad espero que sea presidente del senado y ojalá tenga el coraje para defender la importancia de que Chile tenga dos cámaras para el futuro.

-Usted mencionó lo que ocurrió en la segunda vuelta. A propósito de esto, ¿se siente más cercano a José Antonio Kast o se siente más afín a la derecha más “tradicional”?

Yo me siento parte de una generación de jóvenes que valoramos lo que se ha avanzado en los últimos 30 años, pero que sentimos que mi sector político y la dirigencia en general no tuvo la empatía ni el sentido de urgencia ni la actitud necesaria para hacer las reformas sociales a tiempo, y eso le ha abierto espacio a miradas totalmente radicales, que si a alguien le quedaba una duda, es cosa de mirar los últimos días de la convención.

Yo me siento parte de una derecha solidaria, que va a poner el principio de solidaridad como lo central en su acción política; me siento parte de una derecha reformista en la que vamos a enfrentar a aquellos que quieren una revolución por una parte, y a quienes quieren el inmovilismo por la otra, a través de reformas contundentes, y me siento parte de una centro-derecha joven que tiene que salir a tomarse los espacios para rebelarnos ante la indolencia de algunos y ante los afanes refundacionales de otros.

Evaluación a la convención

-¿Qué le ha parecido el funcionamiento de la convención constitucional en estos primeros meses de trabajo?

Yo espero que la convención entienda la tremenda responsabilidad que tiene con Chile, y esa responsabilidad es la de construir una constitución que no siga siendo motivo de conflicto, y hasta aquí, lo que estamos viendo es que una minoría, que coyunturalmente tuvo un buen resultado electoral, esté intentando imponer una agenda que no es mayoritaria y mucho menos representativa de las distintas realidades del país. Y por lo tanto, yo creo que Gabriel Boric tiene una tremenda responsabilidad porque no se puede ser reformista en el congreso y revolucionario en la convención. O Boric hace carne su moderación en ambas instancias o quiere decir que lo que hay aquí es un doble estándar tremendo.

Yo espero que tome su liderazgo en la convención y haga que sus convencionales entiendan que es un proyecto moderado de reformas y no un proyecto para partir desde cero el país. Cuando uno observa que quieren eliminar el Tribunal Constitucional, que quieren terminar con el senado, que quieren terminar con las concesiones minera, uno piensa que estas personas no quieren construir una constitución para Chile sino que quieren construir una constitución para un pequeño sector de Chile que tiene una mirada muy ideologizada de cómo tiene que construirse el futuro, y la verdad es que no conozco un país en el que esa mirada ideologizada no haya producido sino fracaso, tristeza y pobreza.