Aunque Ricardo Ffrench-Davis (85) está a punto de cumplir los 60 años de carrera, una que inició cuando volvió de sus estudios en la Universidad de Chicago, sigue muy activo laboral y académicamente. Eso sí, reconoce, se cansa mucho más.
“No es lo mismo tener 80 que tener 85”.
Y vaya que estos días han sido ajetreados: ha tenido que compatibilizar su rutina con integrar el Consejo Asesor Económico del Presidente electo Gabriel Boric, el equipo que entregó consejos para reforzar aspectos en esta temática a la campaña del frenteamplista.
Además, estuvo imbuido en redactar un nuevo libro, que fue demorado por el estallido social y la pandemia.
En diciembre, Ffrench-Davis comenzó un período de silencio hacia la prensa que terminó con esta entrevista cedida a Radio Bío Bío, en la que analizó algunos de los puntos clave que tendrá que enfrentar el nuevo gobierno que asumirá este 11 de marzo.
¿Se ha contactado con el presidente electo?
“No. La única vez que estuve con él fue en un panel en la Fundación Chile 21. Y aún no era el candidato presidencial. Por tanto, no he hablado con el Presidente electo después de la segunda vuelta. Pero hablamos varias veces con el Consejo Asesor Económico, en el cual tuve mucho gusto de participar cuando me llamaron”.
¿Lo contactaron después del paso a segunda vuelta?
“Después del paso de Boric a segunda vuelta nos reunimos los primeros días, varias veces en la semana. Estuvimos dedicados a leer, escuchar y participar con algunos de los economistas de Boric con los cuales uno tiene contacto desde antes. Yo soy amigo de algunos de ellos, no mencionaré nombres. Entonces, nos comunicamos durante la campaña y antes de ella”.
Usted suena mucho para ser ministro de Hacienda. ¿Está dispuesto a tomar ese cargo?
“Sería fuera de foco que una persona de 85 años, aunque sea un Superman de ultra buena salud, a esa edad tome una tarea que es de 24 horas al día. No corresponde. No es que yo diga que me niego. Parecería fuera de foco que a alguien se le ocurra que yo pueda ser. Esa persona puede leer de mí y decir ‘qué fantástico, que buena idea, qué brillante esta persona’, y después mira mi año de nacimiento, y luego dice ‘ah, pucha, no puede ser’. A los 85 años, no tiene sentido. Ya no puedo hacer cosas que hice a los 80 años“.
¿Pero se siente capaz de realizar el trabajo?
“A estas alturas, creo que no. Uno tiene que ser realista. Voy a cumplir 60 años de carrera profesional en marzo. Y estoy contento. Mi vida se está terminando. Pero todavía puedo dar consejos, feliz”.
¿No descarta un cargo de consejero en Hacienda?
“Claro, pero si uno lo dice, ya se está ofreciendo. Pero saben que yo he sido un tipo disponible para el servicio de Chile. Y creo que Boric es el que nos puede salvar, porque es el Presidente electo. Él tiene en sus manos la posibilidad tremendamente difícil de salvarlo. Y encantado de poder colaborar en eso. Alguien podría decir ‘este gallo se está candidateando para ser miembro del Comité Asesor’, y no estoy en esa onda“.
¿Entonces, qué nombre lo dejaría tranquilo que tome el mando en Hacienda?
“No debo dar nombres. Pero he hablado con nombres. A esas personas, sean hombre o mujer, las he aconsejado. Pero no corresponde dar nombres. Creo que enturbia. Y yo quiero despejar cosas”.
Reformas
Muchos economistas auguraron que el dólar luego del triunfo de Boric alcanzaría el piso de los $900, pero rozó los $880 y hoy está en descenso. ¿Se mantendrá en el piso de los $900 el dólar?
“Primero, uno debe estar consciente de que la política cambiaria actual es intensamente inestable. Eso es horrorosamente negativo para el empleo, para el desarrollo productivo y para el valor agregado de las exportaciones. Es un daño tremendo provocado por un tipo de cambio manejado por la especulación financiera“.
“Esto hay que corregirlo si queremos tener un crecimiento con inclusión. Este es uno de los instrumentos para lograr el crecimiento, no el único. Pero esto está dañando nuestro empleo y nuestra inclusión. La especulación daña la equidad. Es profundamente regresiva. Ganan unos pocos porque le ganan a otros. No aportaron al producto, sino que le quitaron”.
“Entonces, no nos guiemos por el precio del dólar como un indicador de nuestro futuro. Salvo que, si eso sigue presente, va a ser malo para nuestro futuro. Esa es la señal clarita. Es malo para nuestro futuro si seguimos con esto”.
“Pero ahora vamos a estar sujetos a las declaraciones. Sale el nombre del ministro tal o cual, puede subir o puede bajar. Es una relación. Y lo importante es que el tipo de cambio refleje la realidad económica del país. Y la realidad económica no está bien”.
¿Ve posible que el dólar llegue a ese piso de $900?
“Es posible, porque estuvimos muy cerca. Entonces, basta un empujoncito más. Y esto es que aparezcan decenas de millones de dólares que entren ese día, o que salgan ese día. Y se pega un gran salto. Porque se está equilibrando en el corto plazo”.
¿Y qué va a pasar con el dólar a futuro?
“Nosotros queremos que el dólar refleje el equilibrio del mediano plazo. No el del largo, porque cambian muchas cosas en 30 años. Pero que refleje el equilibrio de los tres, cuatro o cinco años. Que le dé una señal a las actividades productoras y consumidoras”.
“Esto es lo sostenible los próximos años. Y es muy importante que, si lo sostenible va cambiando, tú vas cambiando la política cambiaria del Banco Central y vas ajustando el tipo de cambio. Si nuestra productividad crece en relación a países que son nuestros socios comerciales, podemos tener un dólar más barato“.
“Pero tenemos muchos desafíos adentro del país. Esos son más difíciles de hacer. La política cambiaria la cambias en una hora. En cambio, para cambiar el desarrollo productivo necesitas años, pero tenemos que partir a primera hora el 11 de marzo. Y el Gobierno le está poniendo tropiezos a eso, con la Pensión Garantizada sin financiamiento aprobado. En el mismo segundo, le está poniendo otra gran traba a las tareas de construcción del futuro, que pasan por un mejor empleo. La gente no puede vivir de las donaciones del Gobierno”.
¿Qué opina usted del IFE Universal?
“Soy partidario de un IFE selectivo. Tienes que darle plata a quienes la necesitan, y concentrar tus platas en darle empleabilidad a la gente. Un subsidio al empleo. Un IFE laboral. ¿Se puede mejorar? Sí. Pero hay que usar la plata en eso y no repartir cheques cuando ya tenemos una economía en que la suma de cheques ya es muy grande. Tenemos más cheques repartidos que lo que hay para repartir. Eso se manifiesta en inflación. Tenemos que repartirle a los que no hemos llegado, que es mucha gente”.
“Se habla de 500 mil personas sin empleo. Sí, siempre que en Chile no hubiera aumentado el número de ciudadanos con más de 18 años que están disponibles para trabajar y que no trabajaron. Y esas personas son mucha gente. Según las cifras, si es que aumentó un 5% la fuerza laboral desde el 2018, hay 500 mil personas adicionales. Si le sumamos las 400 mil personas que no tienen empleo hoy, son 900 mil personas: 900 mil empleos más a generar hoy día. Eso es tremendamente difícil de corregir”.
“A eso le llamamos la transformación productiva, de la cual la candidatura de Yasna Provoste y Gabriel Boric hablaron, pero profundizaron poco. Hay que profundizarlo. Hay que trabajarlo”.
“Tenemos que meterle. Hay que darle énfasis. No basta con decir: hay que hacer. Hay que generar condiciones de empleabilidad. Y eso pasa por hacer reformas. Por ejemplo: un apoyo sistemático a las pymes. No regalarles plata, sino que condiciones para que estén mejor, para que tengan trabajadores más capacitados”.
“Ese mensajes hay que ponerlo en uno de esos letreros luminosos grandes: viene una gran transformación del sistema de capacitación chileno. En cómo asignamos las platas, en cómo las manejamos y cómo capacitamos para el futuro. Es ultra difícil hacerlo. Los europeos lo hicieron en la posguerra. Los surcoreanos en los años 1960 y 1970. Los taiwaneses y malasios lo hicieron. Y pudieron hacer transformaciones productivas”.
¿Qué es lo primero que tiene que hacer el país desde el 11 de marzo?
“El empleo es muy esencial. No es cuestión de cortar las horas de trabajo con la situación pésima laboral que tenemos. Ni de subir el sueldo mínimo. No. Lo primero que hay que hacer es mejorar la empleabilidad de la gente. Entre 500 y 1 millón de personas no tiene un buen empleo o derechamente no tiene empleo. O está haciendo algo informal que no es registrado, que vende cosas en la calle o en el metro. Eso es un pésimo empleo. Está ganando sin aportar al bienestar del país. Necesitamos empleo y comercio formal. Eso hay que agrandarlo”.
“Otro punto: hay que asegurar el PIB del 2%. No lo tenemos seguro si miramos donde estamos hoy día: tenemos menos producción por miembro de la población en edad de trabajar que lo que teníamos el 2018 y 2019. Tenemos mucho más comercio, más servicios, pero menos bienes disponibles. Menos bienes agrícolas, mineros e industriales”.
“También tenemos menos escuelas de buena calidad. Hay jardines infantiles deteriorados y subdesarrollados que han perdido durante estos dos años. Estamos atrás en esas cosas. Esas son las cosas reales. Ahí tiene que ser real. Jardín infantil universal para todos los niñitos“.
¿Hay un exceso de gasto?
“Tenemos un exceso de gasto. Hay que reasignarlo. Hay que crear capacidad de producción. No hay que reactivar más la demanda, ¡por dios! Y si lo vas a hacer, hazlo selectivo. Por ejemplo, en el rubro hotelero, que va a ser muy difícil, con la variante Ómicron. Pero hay que incentivar el consumo en áreas alicaídas. No en general”.
“Hay que entender que el crecimiento no nace en los ricos. Nace en los 10 millones de miembros de la fuerza de trabajo, o los 9 millones ahora. Ellos lo hacen. Eso es toda la población. Ahí, ayuda. Pero ayuda a los de abajo. No gastes la plata en los de arriba, sino en los de abajo. Entregándoles capacitación. Capacitación a las pymes precarias. Hay que mejorar la capacitación laboral y las políticas de ayuda a las pymes, con créditos a mediano plazo y tasas razonables de interés, para la reactivación de la actividad de las pequeñas empresas”.
“Además, las pymes deben hacer su trabajo tranquilas, con seguridad: sin que las roben, ni que las asalten. Tenemos que darle seguridad a esos productores. Esa es otra tarea gigante. La seguridad personal en las calles y en los negocios del país”.
Pensiones y salario mínimo
¿Considera irrealizable un salario mínimo de 500 mil pesos y una jornada laboral de 40 horas semanales?
“Lo correcto es pensarlo. Tratemos de tenerlo en cuatro años más. No crear las esperanzas de que eso venga ahora. Y algunas cosas se pueden hacer muy gradualmente, como los 500 mil pesos de salario mínimo. Pero es más complicado rebajar la jornada laboral a 40 horas semanales. Puede depender del tipo de empresa, pero no puedes hacer que todas las empresas hagan una hora menos. Es muy complicado. Hay una complicación técnica, seria, en eso”.
“Lo de los $500 mil de sueldo mínimo es una complicación financiera. No se puede, pero a lo mejor sí los $370 o $380 mil. Hay muchas pymes que tienen uno o dos empleos. Hasta diez, que es una multitud, un número muy grande. Eso hay que trabajarlo con los pies en la tierra, para que tengamos efectivamente mejor empleo, no solo para quienes ya están empleados, sino que para los que no tienen empleo, y no creemos desempleos“.
“Hay que tener los pies en la tierra: gradualidad. Y ponerse a pensar en qué significa con esto, qué sucede al interior de las empresas, antes de tomar la decisión. Para hacerle bien a la mayoría de los chilenos y reducir la distancia. No agrandes las distancias, porque crea menos empleabilidad. Acórtalas, porque estarás dando más empleabilidad a quienes no tenían empleo, o tenían uno muy malo. Eso es la construcción de futuro, y eso es lo que llamamos transformación productiva“.
En ese caso, usted considera mejor que haya una pyme con dos empleos con el mínimo actual a solo un empleo con 500 mil pesos de salario.
“Claro. Las gradualidades que el presidente electo ha transmitido hay que meterles no solo corazón, sino que cerebro en cómo lo hacemos eficazmente. Cuál es la gradualidad que nos da más en lugar de darnos menos”.
El Presidente electo Boric propone pensiones a 250 mil pesos junto al fin de las AFP. ¿Se sostiene esto considerando la pirámide invertida de la población?
“Yo lo que le he entendido a Boric y a sus representantes decir clarito: gradualidad. Y el tema del fin de las AFP es las AFP como el corazón del sistema de seguridad social. Que el corazón pase a ser el sistema nuevo, con el componente solidario”.
“Pero yo doy mi recomendación: no cometas tonteras que te pueden hacer imposible las tareas transformadoras de este país. Piensa: lo más importante son las tareas transformadoras. Lo transformador no es cerrar algo que existe, que no ha sido bueno en el promedio, pero que cerrarlo puede crear un desbarajuste brutal en tu sistema económico. Cerrar un sistema que administra $170 mil millones de dólares actualmente, y hacer que pase a otras manos, sería un error fatal”.
“Puedes odiar a las AFP, pero si amas más a Chile que lo que odias a las AFP, no hagas una tontera tan brutal de cerrarlas. Déjalo ahí. Y la plata nueva, que vaya a un nuevo sistema. Pero empieza a regular cómo lo administra. Está la Superintendencia de Pensiones para eso. Puedes cambiar las proporciones de dónde van las platas, etcétera. Eso está en tus manos. Pero haz cambios graduales. Porque el sistema financiero es propenso a los cambios bruscos. Y tú le das una señal y te vas a hacer una corrida brutal en el sistema financiero. Y eso te amarra las manos como gobierno. No seas… inexperto. Uso esa palabra para no decir ‘leso’ o ‘bruto’. No caigas en una trampa explosiva. Sería una trampa“.
“La gente que quiera salirse de las AFP y venirse al sistema nuevo, que lo haga. Las nuevas platas vienen para acá, pero las nuevas. Y los $170 mil millones los dejas ahí y vas manejando inteligentemente como el nuevo sistema se va transformando en el predominante, porque se van acumulando las platas”.
¿A cuánto debe aumentar el porcentaje de cotización de cada trabajador?
“Espero que sea más que el 6% que es muy poco, y se acerque al 8% o 10%, cosa de parecerse al promedio de países desarrollados, que están más en un 19% o 20%. Y también gradualmente, porque eso alguien lo paga. Y lo paga la empresa”.
“Y algunas empresas, las grandes, no tienen ninguna dificultad en pagarlo. Las empresas grandes usan muy pocos trabajadores por millón de dólares de capital. La minería del cobre produce el 10% del PIB, y usa el 2% de la fuerza de trabajo”.
¿Qué porcentaje propone que venga del empleador y del trabajador?
“Es curioso que los que son economistas digan que eso hará una gran diferencia. Al tercer o cuarto año no hace diferencia lo que tú digas. El mercado se ajusta. Pero al comienzo del primer año hace toda la diferencia, cuando tú dices ‘el empleador lo paga desde ahora’, lo paga ahora el empleador. Pero en el próximo reajuste”.
“Yo llegaría al 8% de cotización del empleador y dejaría el 10% actual del trabajador, que lo está pagando también el empleador. Eso hacerlo gradual, y que esta distribución de fondos se vaya a capitalización, otra para los actuales jubilados. Y lo de las AFP sigue ahí, los $170 mil millones”.
“Porque, si se traspasaran los 170 mil millones de dólares, irían a una licitación con otros administradores privados. ¿Qué va a cambiar en términos de calidad de la inversión? Va a pasar de unos administradores privados que viven en la inversión financiera, a otros administradores privados que viven en lo mismo. Pero cambian de mano 170 mil millones de dólares. Eso crea un desbarajuste en la transición para hacer lo mismo: mal. Eso es una brutalidad. Cuando dicen, todo esto pasa a manos estatales. Ya, tolerable. Pero si me dicen que pasan a otros administradores que vienen de la inversión financiera, no de la productiva, no del crédito a largo plazo para el desarrollo productivo, para la infraestructura, para las pymes que inviertan a 20 o 30 años, no. Traspasárselos a administradoras financieras es dispararse a los pies”.
Camino al desarrollo
¿Cuántos años podemos prever con un modelo mixto, el modelo de AFP corriendo y el modelo nuevo?
“Si queremos ir al mundo del desarrollo, miremos al mundo desarrollado. Los sistemas puros de reparto son insostenibles. La transición etaria del país hace insostenible el financiamiento de los viejos por los jóvenes, cuando los viejos van a ser dos o tres veces los jóvenes. Si son tres veces, bueno, van a poder recibir pensiones que son un tercio de los sueldos de los jóvenes, que son más bajos que los de mediana y alta edad. Tendríamos pésimas pensiones. Tienes que tener una combinación de los dos. Y yo le he entendido a Boric, Jackson y Cariola muy buenos mensajes: necesitamos aportes contributivos. Y esos están ahí en el actual 10%. Los que quieren se trasladan a esto, pero sigue capitalizándose en su cuenta. Yo creo que la gente no entiende lo de las cuentas nocionales. Es para gente muy entrenada en el sistema financiero”.
Este sistema solidario usted propone que siga capitalizando a la par, que se siga reinvirtiendo.
“Hay una parte de las platas que se reinvierten y se capitalizan, y otra parte va a compensar las pensiones bajas. Se adiciona a lo contributivo, pero mucho más a las pensiones solidarias. Por tanto, tienes una mezcla del sistema que tienen algunas economías desarrolladas, y otras que se están alejando del reparto y avanzando hacia componentes contributivos y solidarios”.
¿Cuánto tiempo funcionarán las AFP y el modelo social conviviendo?
“No me pidas saber qué haremos a 20 años plazo. Yo te digo qué hacemos a 4 años plazo. Y a 4 años mantén el 10% de cotización en la AFP y abre la puerta para el que quiera, se traslade al nuevo sistema a un fondo de inversiones estatal, del cual yo soy muy partidario, para que esas platas vayan a financiar el desarrollo productivo. Y eso es el empleo. Todo esto está relacionado. Hay que hacer muchas cosas para tener un mejor país, dar el salto que dieron los países destruidos por la Segunda Guerra Mundial. Y dieron un gran salto. Podemos hacer algo de eso ahora. Esto es lo que yo llamo la Nueva Oportunidad, con mayúsculas. Es una nueva oportunidad. Se puede perder y nos podemos joder como país”.
Los países europeos llegaron al desarrollo después de guerras, crisis gigantes y muchas muertes. En un extracto de su nuevo libro usted escribe que Chile está más cerca del desarrollo que el 1989, pero aún muy lejos de él. ¿En qué etapa del camino al desarrollo está Chile?
“Nosotros estamos con nuestro PIB, tal como diría el Banco Central, en plata para consumo e inversión, en apenas 12 mil dólares per cápita. Apenas. Se dice 25, pero no lo son. Son 12 mil lo que Chile tiene según el Banco Central. El Banco da una cifra, pero yo empiezo a calcular todo lo que se puede repartir. Tenemos que agrandar la torta. Estamos muy lejos. Tú puedes quitarle plata a algunos y darle parte de eso al resto, pero va a ser un país empobrecido”.
“Entonces, podemos ser un país que avance al desarrollo solo si tenemos crecimiento, y el crecimiento solo es posible si es incluyente. Por lo tanto, el desarrollo no debe estar basado en la gran empresa, porque es la mitad de la fuerza de trabajo. Debe basarse en la otra mitad, en las empresas pequeñas y en la fuerza de trabajo que no está trabajando”.
“Si impulsamos el desarrollo de las pymes, nos vamos a ir acercando al desarrollo: un año, dos, tres. En diez habrás hecho una diferencia. Y en dos años se va notando”.
¿En cuánto alcanzaron los países desarrollados ese estado?
“Hay que transmitirle a la gente que si queremos hacerlo todo en un día, vamos a perder la oportunidad. Alemania lo hizo en 20 años, del 1945 al 1965. Corea lo hizo en 30 años de crecimiento. A la mitad del camino nos pasaron, y ahora nos dejó un 60% atrás. Ellos están entre los más desarrollados”.
Pero eso requiere un cambio de mentalidad de la población.
“Como diría Pedro Aguirre Cerda: educar, educar, educar. Hay que educar también en esto. El mundo político tiene que aprender para poder transmitir, educar y guiar. Los pueblos europeos entendieron que no están en una situación inflada como Chile. Yo creo que le va a hacer mucho más difícil una economía inflada en la demanda. Por tanto, es más difícil que el desafío de los europeos. O el desafío del Presidente Roosevelt con su New Deal en los años 1930. Acá está la gente gastando más de lo que el país tiene”.
Modernizar Codelco
¿Hay un enfoque keynesianista en la política de Boric?
“Es un enfoque poskeynesiano. Uno es muy keynesiano, pero estamos 90 años después. Aprendimos a manejar mucho la economía. Y el mundo es muy distinto, es ‘financierista’. Es un peligro que te lleva a preocuparte en lo que pasa en la noche. Hay que preocuparse de lo que pasa las 365 noches del año y del otro año también. Eso se llama ‘overnight investment’. Inversión en la noche. Invertir en la noche y al día siguiente pasarlas al otro lado. Esas movidas de plata son movidas de trabajadores de un lado al otro. No puedes hacer eso, tienes que crear oportunidades estables, con desarrollo productivo. Pymes que se van expandiendo, que se van abriendo, mejorando su capacidad de pago de sueldo, que hacen mejor sus procesos productivos con un mejor entorno macroeconómico”.
“Decir todo esto es complejo. ¿Cómo poder decirlo en cinco minutos y que la gente pueda entenderlo? Y que los conductores lo absorban. Mi impresión es que al menos 3 o 4 personas lo han absorbido, incluyendo al Presidente electo. Pero es ultra difícil hacerlo, por lo tanto, no está claro cómo hacerlo. Entonces hay que pensarlo. Ahí puede ayudar la consulta a gente de afuera que piensa sobre esto. Gente que está en desarrollo productivo”.
“También hay que aprovechar a los consejeros y exministros. Pero no puedes esperar tres meses. El 11 de marzo tienes que empezar con muchas ideas claras. Lanzar las ideas transformadoras, no las ideas de plata que no tienes. Partimos sin plata”.
¿Falta invertir en centros de investigación?
“Sí, hay que dar ese mensaje. El actual gobierno les quitó plata. Hay que darles plata. Se ha hablado del 0,8% del PIB. Yo estoy de acuerdo con eso. Pero no esa plata no es para publicar papers en Washington. Uno lo hacía antes a través de fundaciones, por ejemplo. Pero las platas públicas son para el desarrollo productivo de las pymes y del estado, para innovar el servicio público”.
¿Y modernizar Codelco?
“Hay que modernizar Codelco. Lo hace bien, pero lo puede hacer mejor. Y puede invertir en otras áreas. Tiene atribuciones en el litio: ejérzalas. No lo ha hecho. Hay muchas ideas, pero hay tantas cosas que son absorbidas por la pregunta de quién va a ser ministro de Hacienda”.
¿Vendería un porcentaje de la empresa?
“Jamás. Eso sería un crimen contra la patria“.