“Nos hemos propuesto un plan especial, que es recuperar para Chile Vamos y con figuras de la UDI cuatro comunas que son La Reina, Santiago, Providencia y Maipú. Si logramos eso tendríamos un gran triunfo y esa es la tarea que comenzamos hoy”.
Con esas palabras Joaquín Lavín asumió como “generalísimo” y líder de la UDI en las elecciones municipales de 2016, acompañado de un team que incluía tres expresidentes del partido: Ernesto Silva, Juan Antonio Coloma y Patricio Melero.
Electoralmente hablando, Chile Vamos cumplió la meta a cabalidad. En todas esas comunas ganaron. José Manuel Palacios (UDI), Felipe Alessandri (RN), Evelyn Matthei (UDI) y Cathy Barriga (Ind-UDI) se alzaron victoriosos.
Sin embargo, a nivel judicial el tiempo dijo otra cosa. Barriga acabó formalizada y con arresto domiciliario tras ser acusada de fraude al fisco, acompañada de toda la atención mediática a propósito del escándalo.
Hasta ahora poco se ha hablado sobre quiénes tomaron la decisión política de llevarla como candidata. En esa época quien encabezaba el partido era Hernán Larraín Fernández, exsenador y exministro de Justicia. El secretario general era Guillermo Ramírez, actualmente diputado de la UDI y jefe de bancada en la cámara baja. Todo ello, sin considerar —lógicamente— el respaldo de su propio marido, el parlamentario gremialista Joaquín Lavín León.
Hoy, en medio de la tramitación judicial que podría poner a Barriga en prisión preventiva, todos en la UDI parecen sufrir de amnesia. O prefieren no recordar.
Ramírez, por ejemplo, se desentendió públicamente de su rol en esa época: “Como bancada, no tenemos nada que ver en las decisiones electorales. Como partido, le puede preguntar a la directiva. En todo caso, nadie puede conocer el futuro y saber qué es lo que va a ocurrir. Nosotros hemos actuado de buena fe”, aseguró.
No obstante, a nivel político, al margen de Lavín padre e hijo, Larraín y Ramírez fueron claves en la decisión de llevarla como candidata en Maipú.
Ni el exministro de Justicia ni el actual diputado respondieron las preguntas de BBCL Investiga. El primero declinó formalmente emitir una declaración respecto de su responsabilidad política en la designación de Barriga como candidata. El segundo no atendió los mensajes ni llamados de este medio.
De acuerdo a fuentes de BioBioChile, que conocen de cerca el desarrollo de estos procesos al interior del gremialismo, explican que para las municipales siempre hay una comisión electoral, que va viendo los candidatos junto con el presidente y el secretario general.
Dicha comisión es propuesta por la directiva y aprobada por la comisión política. A la instancia para definir candidatos también se suele a invitar al jefe o subjefe de bancada de la Cámara y el Senado.
A la fecha, al interior del gremialismo nadie dice recordar los nombres específicos que zanjaron las listas parlamentarias en esa época. Sin embargo, en 2016, en la cámara alta la jefa fue la senadora Jacqueline Van Rysselberghe y, en la cámara baja, Juan Antonio Coloma Álamos.
Política y farándula unida
El matrimonio Lavín-Barriga, sin embargo, se ha transformado en el ejemplo más icónico de la fusión de ambos mundos.
Todo comenzó en 2012, cuando Lavín Jr. compitió por la alcaldía de Maipú, aunque sin éxito. En su campaña, Barriga siempre aparecía junto a él.
Al año siguiente, ella entró directamente en la carrera: anunció su ingreso a la política como candidata a CORE de la UDI. “Hoy día tuve una propuesta, la recibí. Estoy contenta porque ya acepté”, detalló en esa época ante el micrófono de Intrusos, el programa de farándula de La Red.
De forma exitosa, hicieron campaña en conjunto: Lavín logró un cupo de diputado y Barriga ganó su escaño en el Consejo Regional.
Antes de terminar su periodo como CORE, renunció para optar al municipio. Y una vez más el periodo de campaña se farandulizó. Como cuando los programas de la época llenaron sus pantallas con la transmisión de una misa en que coincidió con su contendor, Christian Vittori, a quien le negó el saludo.
Así fue como su imagen despegó y, para 2018, la entonces presidenta UDI Jacqueline Van Rysselberghe ya la consideraba una posible carta presidencial del partido.
Más aún, para 2019 las encuestas “ratificaban” el escenario.
Hoy por hoy, nadie asume la responsabilidad. El actual presidente del partido, Javier Macaya, hizo una escueta autocrítica: “(Barriga) no tuvo una relación más estrecha con la UDI y no fue posible, como en otros casos lo hacemos, orientarla más en su gestión”, aseguró.
El marido de Barriga, su suegro y el propio Macaya, requeridos por BBCL Investiga, tampoco estuvieron disponibles para este artículo.
¿Paradigma obsoleto?
Con el flanco judicial abierto, el mundo político y analistas han empezado a colocar sobre la mesa otro reproche: la forma en que los partidos han elaborado sus listas de candidatos durante la última década. En muchas ocasiones han tomando figuras ajenas al quehacer político para ganar votos mediante la popularidad que han adquirido tras una carrera artística o en televisión.
En la propia comuna de Maipú, por ejemplo, el histórico exdirector de orquesta del Festival de Viña del Mar, Horacio Saavedra, se desempeña como concejal de la UDI. De hecho, se ha erigido como uno de los principales defensores de Barriga en la comuna.
Aunque no se trata de una estrategia exclusiva de un sector político en particular. En esas mismas elecciones de 2016, DJ Méndez compitió contra Jorge Sharp en Valparaíso, en un cupo PPD. Aunque no resultó electo, ha deslizado recientemente que repostular podría estar entre sus opciones.
Como independiente en cupo del Partido Radical, ese mismo año resultó electo concejal en Quinta Normal Adriano Castillo, conocido por su papel en Los Venegas como el “Compadre Moncho”, quien sigue en el cargo hasta hoy.
También en 2016, RN llevó al entonces chico reality Rodrigo Wainraihgt, quien resultó electo concejal en Puerto Montt. Posteriormente se desempeñó como seremi y consejero regional en Los Lagos.
Otro caso de alta notoriedad pública, fue la llegada al Congreso del excéntrico músico Florcita Motuda, quien fue electo diputado por el Partido Humanista en las elecciones parlamentarias de 2018. En sus cuatro años en la Cámara protagonizó una serie de exabruptos, como cuando recomendó medicamentos prohibidos para combatir el covid durante la pandemia o incluso una denuncia de abuso sexual.
Por ahora, tras la formalización de Barriga, la fiscalía apunta a cambiar el arresto domiciliario total de Barriga por la prisión preventiva. Todo lo resolverá la Corte de Apelaciones de Santiago.