“Notifíquese al procesado la presente resolución de la Corte Marcial que concede su libertad provisional, fijándose la fianza en la suma de $1.000.000″.
Así concluía el documento que permitió salir de prisión preventiva al excomandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez Menanteau, el pasado 7 de abril. Todo ello, tras ser procesado por el delito de fraude al fisco en la arista “Agencias de Turismo” del Milicogate.
La decisión -que ya había contado con una opinión desfavorable de la jueza que sustancia la investigación, Romy Rutherford- fue votada por cinco ministros. ¿El resultado? Fallo dividido. Tres a favor y dos en contra de otorgar el beneficio al ex mandamás castrense.
Justamente uno de quienes inclinó la balanza a favor del general (r) fue Isaías Martínez Castillo. Un viejo conocido, quien -de acuerdo a información recabada por la Unidad de Investigación de BioBioChile– fue propuesto por el propio Ricardo Martínez como ministro titular de la Corte Marcial en representación del Ejército.
Ello, incluso implicó un considerable aumento en sus remuneraciones.
El oficio de Ricardo Martínez
Según los antecedentes recopilados por este medio, fue el miércoles 6 de enero de 2021, cuando el entonces comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, propuso a Isaías Martínez Castillo como ministro de la Corte Marcial.
Lo hizo a través de un oficio firmado de su puño y letra, enviado a la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas. En el documento, al que accedió la Unidad de Investigación de Bío Bío, el general (r) daba cuenta de las aptitudes de Martínez Castillo para el cargo y anunciaba la salida de su antecesor, Eduardo Rosso Barrientos, rumbo a la Corte Suprema.
Lea el oficio
De acuerdo a lo que se desprende del escrito, hasta ese entonces Martínez Castillo llevaba más de 20 años en la institución. Trabajaba precisamente en la Asesoría Jurídica de la Comandancia en Jefe. Es decir, un puesto de confianza.
Sus funciones principales correspondían a asesorías en materias de orden disciplinario.
Acogen nombramiento
La recomendación de Ricardo Martínez tuvo eco. El 1 de marzo de 2021, la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas selló el arribo de Isaías Martínez a la Corte Marcial.
Según se lee en el documento de una carilla remitido a este medio por la Justicia Militar, la propuesta del entonces comandante en jefe del Ejército fue clave para el nombramiento.
“Encomiéndese a Isaías Martínez Castillo (…) quien se desempeña como coronel sin grado, de la planta de oficiales de los servicios en el Ejército de Chile, para ejercer funciones directivas de ministro integrante de la Ilustrísima Corte Marcial del Ejército, Fuerza Aérea y Carabineros”, reza el decreto.
Lea el decreto
Asignación de $4 millones
El nombramiento, desde luego, iba aparejado a una mejora en las remuneraciones de Martínez Castillo.
En efecto, según contempla la legislación, a todos los ministros titulares de la Corte Marcial les corresponde una asignación mensual equivalente a un 40% de la remuneración de un magistrado de Corte de Apelaciones (ver artículo 185, letra G, del Estatuto de Personal de FFAA)
En simple, a Martínez Castillo la decisión del comandante en jefe le significó un aumento de sueldo de casi unos 4 millones de pesos. Ello, si se considera el 40% del salario de un ministro de la Corte de Santiago que bordea los $10 millones.
No se inhabilitó
Precisamente la gratificación económica podría haber sido causal de recusación del ministro Martínez Castillo.
Fuentes consultadas por este medio afirman que el funcionario castrense debió hacerlo en virtud del artículo 196 del Código Orgánico de Tribunales.
En su numeral 14 estipula expresamente como causal de recusación el que juez haya “recibido de alguna de las partes un beneficio de importancia, que haga presumir empeñada su gratitud”.
Medida que, en esta oportunidad, no ocurrió.
“No influyó”
Según asevera el propio Martínez Castillo en conversación con BioBioChile, en su situación no concurría una causal por la que debiese inhabilitarse.
En sus palabras, esto solo correspondería en caso de una amistad o enemistad íntima, lo que, en este caso, no ocurre.
“Cada juez vota en consideración a los antecedentes que están en la causa. Muchas de las personas que han estado involucradas en los procesos, uno las conoce, como me ha ocurrido y le ha ocurrido a todos los que me precedieron, y uno vota en el mérito del proceso y de los antecedentes“, asegura.
En esa línea, asevera que ser ministro de la Corte Marcial no es ningún beneficio, sino una responsabilidad pública.
Por ello, indica que su nominación no inclinó la decisión de darle la libertad bajo fianza a Martínez Menanteau.
“Fui propuesto al Ministerio (de Defensa) pero no tengo un tema de gratitud comprometido con él, ni con ningún otro integrante de la institución”, concluye.
BBCL intentó obtener una respuesta de la defensa de Ricardo Martínez sin resultados hasta el cierre de esta edición.