De chirimoya alegre, crema frambuesa y de limón. Esos son algunos de los sabores con los que llegaron los asesores de los constituyentes a vender cajas de helados en señal de protesta. Lo que parece una inocentada esconde un trasfondo: no les pagaron los sueldos y necesitan solventar sus gastos.
La promesa era que la Secretaría Administrativa de la Convención les debía abonar el viernes pasado sus sueldos, algunos impagos hace dos meses, pero a la fecha, la cuenta bancaria de la mayoría seguía sin recibir nuevos fondos.
Es así entonces, que acompañados de las altas temperaturas, un grupo de asesores llegaron cargados de cajas de helados de agua y cremosos para venderlos, a tan sólo $500 pesos. Todo para manifestar que a más del 90% les faltan sus remuneraciones, y que cada día se hace más difícil sostener la situación.
En total, son 367 los asesores que se encuentran inscritos en la Convención. De ellos, sólo se les pagó a 94. Es decir, un 25,61%. De ese porcentaje, la mayoría sólo ha recibido un mes. Agosto y septiembre siguen al debe con las liquidaciones de sueldo en casi la totalidad de los casos.
Buscando sindicalizarse
Claudia Delgado es asesora de Alejandra Pérez. Declara que no le han pagado y ni siquiera le han hecho firmar el contrato. Asegura que tiene todos los papeles. Si se lo permiten, buscará ingresar al sindicato.
“Yo trabajo desde principios de septiembre. Yo hago trabajos aparte, en oficinas, veo temas de conservador de bienes raíces. Eso me ha ayudado a generar dinero para la locomoción, colación y los gastos de la casa, porque también tengo una hija”, relata.
Motivación similar tiene Jocelyn Veloso, asesora de Alejandra Pérez. “Creo que me voy a sindicalizar”, asegura.
Explica que ella es parte del ínfimo porcentaje de a quienes les pagaron, pero que lo hace para ayudar a los “chiquillos”.
“Me pagaron los meses de agosto y septiembre. También trabajé julio, pero no lo pagaron. Ese mes viví porque mi convencional, Alejandra Pérez, me colaboró con todo lo que yo necesitaba”, aclara.
En cuanto a la venta, Patricia “Dedos Verdes” Núñez, asesora de Elsa Labraña, señala que ya recuperaron el capital invertido. Expresa lo siguiente:
“No los vamos a vender todos porque ya se están derritiendo, tenemos muchos. Así que los que no vendamos los vamos a regalar entre los mismos asesores. Ya recuperamos las lucas, pero la idea era que en realidad vendiéramos todo. Y más que nada, es el simbolismo. Si bien esto no nos hace menos dignos, es insólito que tengamos que estar vendiendo helados para tener un poco más de dignidad, para apañar a compañeros que la están pasando pésimo”.
“Íbamos a vender completos”
Patricia explica que además de ser asesora trabaja en la feria los fines de semana. Aclara que la idea original fue vender completos, pero desistieron.
“Acá hay otras vulneraciones además de que no nos paguen el sueldo. Acá trabajamos sentados en el suelo, no hay espacio físico. Tenemos que andar con nuestras cosas y materiales. Eso no está bien”, expresó.
En la misma línea, Úrsula Eggers, asesora de Manuel Woldarsky, elucida que la situación afecta a un porcentaje de sus compañeros y que ya se les acabaron sus fondos personales para vivir.
“Venir acá también es un gasto, sumado a los gastos personales, que son importantes. Y para poder venir ellos pensaron en hacer una completada, pero lo pensamos y era mucho más difícil, por la manipulación de los alimentos. Y ahí salió el tema de los helados. Esta plata irá para ayudar a esos dos caso puntuales, que son los más críticos que tenemos identificados”.
Julio se trabaja “gratis”
Úrsula tampoco ha recibido su sueldo y a raíz de la idea del sindicato, expuso que se necesitan 25 socios y socias.
“Nuestra meta es poder juntar esas firmas, entendiendo que por nuestros horarios y labores es muy difícil tener reuniones, como asambleas, o mover gente a notarías. Luego de eso, podremos sumar más socios y socias”, dijo.
Lo más crítico es que trabajaron julio y no será pagado: “esa decisión se tomó unilateralmente sin la decisión de los trabajadores”.
Concluye describiendo su situación personal: “Yo llevo desde julio sin sueldo por mi trabajo en la convención. A mí, Manuel de su sueldo, en el caso particular, por su criterio y sensibilidad, nos dio un aporte a los dos asesores que tiene, para compensar un poco el trabajo intenso del primer mes de la Convención.
“Yo estoy desde las 9:00 hasta que nos tengamos que ir, hasta incluso las 4:30 de la mañana. Ese aporte que hace mi constituyente viene a dar un mínimo de compensación económica hacia ese trabajo. He subsistido por el IFE y en base a aportes de familiares”, concluye.