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Tres declaraciones para un crimen: el ataque lesbofóbico que cobró la vida de Estefanía

Tres declaraciones para un crimen: el ataque lesbofóbico que cobró la vida de Estefanía

Martes 01 febrero de 2022 | 06:00

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Lorena y Estefanía llevaban 7 meses de relación cuando las atacaron violentamente por su orientación sexual en Coronel. Estefanía murió debido a los golpes y cortes que le provocaron con el gollete de una botella. Tenía 19 años. Lorena quedó con heridas graves. La Unidad de Investigación de BioBioChile accedió a las declaraciones de tres involucrados y a informes que dan luces del complicado paso en reclusión de los presuntos autores. Esta es la historia.

La última vez que Lorena (16) vio a Estefanía (19) fue cuando la ambulancia vino por ella. Nunca pensó que después de 7 meses de relación, ese sería su abrupto final. Aunque ninguna de las dos lo quiso así.

Ambas estaban heridas gravemente. Minutos antes, las dos sufrieron un ataque lesbofóbico en Coronel a manos de dos hombres y dos mujeres: dos de ellos menores de edad.

“Les voy a pegar maracas culias”, les gritaban mientras las golpeaban. Estefanía fue quien recibió la peor parte. Lorena terminó con diversos cortes por una botella que le reventaron en la cabeza. A los minutos y tras pedir ayuda, la ambulancia llegó para trasladarlas a urgencias.

Después, nunca más se vieron. Mucho menos hubo una despedida. Estefanía Breve Neira murió el 18 de febrero de 2021. A las 5:10 su cuerpo no resistió más. Tenía un traumatismo torácico complicado debido a una lesión con un elemento cortopunzante. Certificaron que se trató de un homicidio.

“Les voy a pegar maracas cu…”

Ya era poco más de las 21:00 cuando Estefanía y Lorena llegaron a Coronel. Habían estado todo el día en Concepción comprando. Un día de verano. Un 17 de febrero de 2021. Así que ya en su comuna, se fueron al negocio de Don Pelao en la Peña 2. Compraron un vodka y una bebida.

Cruzaron hasta la plaza que estaba frente al local y compartieron entre las dos. Al rato se fueron a beber a escondidas en la orilla del canal. Y ahí se quedaron, hasta cerca de las 23:30 aproximadamente.

Hace 7 meses habían iniciado una relación y vivían juntas en la casa de la madre de Estefanía. Ella tenía 19 años y Lorena 16.

La noche avanzaba, pero la tranquilidad duró poco. De acuerdo a los antecedentes contenidos en la carpeta investigativa, a eso de las 23:30 apareció Carlos (16) junto a su polola Karla Reyes (21). Iban acompañados de Cristóbal Peñailillo (18) -también conocido como el Chuto- y Cami (17), quienes eran pareja.

—Estaban gritando y echando a la gente que estaba en la plaza, instante en que el Carlos me vio con mi polola y sin mediar provocación de nuestra parte, nos comenzó a gritar “maracas culias”, pero no lo pescamos y se fue, por lo que decidí sentarme con la Estefanía para fumarme el último cigarro —versa la declaración que entregó Lorena 7 días después del ataque lesbofóbico, según consta en el expediente judicial.

Apagado el último hilo de tabaco, ambas se devolvían a casa cuando Carlos volvió con los otro jóvenes y agudizaron los insultos: “Les voy a pegar maracas culias”. Fue lo último que dijo antes de comenzar a golpear a Estefanía.

Las últimas horas de Estefanía

Y así fue. Carlos se acercó directamente a Estefanía y le atizó un combo en la cara. Karla -la polola de Carlos- se unió para atacarla también.

Paralelamente, Lorena comenzó a ser golpeada por Cristóbal y Cami, pero ella asegura que se defendió.

—En un momento determinado de la pelea, observé que esta persona (Cami) se unió a la pelea del Carlos con la Karla —narró Lorena frente a los detectives— y entre los tres le estaban pegando (a Estefanía), por lo que me di vuelta para defender a mi polola, instante en que el Chuto me pegó con una botella en la cabeza, la que me quebró, sintiendo de inmediato que había comenzado a sangrar.

El relato continúa:

—Seguí pelando con el Chuto y comencé a gritar ‘¡¡Ya basta!!’. Y ellos nos gritaron: ‘¡Son puro perkin maracas culias!’ y puros garabatos, y salieron corriendo en dirección como para donde hay unas panderetas.

Mientras los cuatro involucrados arrancaban, Lorena se acercó a su polola y se percató que tenía sangre. Mucha sangre. Un corte grande y profundo le atravesaba la espalda. La herida era brutal, tanto así que traspasó varios tejidos. También su cara estaba lesionada. La tomó y se fueron a la casa a pedir ayuda.

Al poco andar la ambulancia llegó y se llevaron a Estefanía primero al Hospital Regional de Concepción. Después a Lorena al Hospital de Coronel. En su declaración dijo que después de ese momento nunca más la volvió a ver.

Estefanía Neira murió por un ataque en Coronel
Estefanía murió el 18 de febrero de 2021 tras ser atacada físicamente por su orientación sexual.

De ataque lesbofóbico a femicidio

12:40. 24 de febrero, 2021. Declaración de Lorena en la Brigada de Investigación Criminal de Coronel.

Respecto a los hechos que se investigan y que tienen relación con el homicidio de mi polola Estefanía Breve, a quien apodamos Frully, debo señalar lo siguiente:

—Carlos es un cabro que se las da de vio en la población y siempre anda armado con una navaja y otras veces con pistola. En algunas ocasiones amenaza a los vecinos de la población. Para finalizar, debo indicar que Carlos siempre, desde que empezamos nuestra relación nos molestaba a ambas, insultándonos en reiteradas oportunidades cuando nos veía juntas, pero no podría decirle si esto fue porque nos tenía envidia o algo, solo sé que él estaba enamorado de mi polola porque esto me lo había contado ella misma.

Estefanía y Carlos se conocían. De hecho, el delito está calificado -además de homicidio- como un femicidio no íntimo. Existen diversas versiones sobre si fueron pareja o solo conocidos.

Cami, hoy imputada por el delito de homicidio calificado y frustrado, declaró casi un mes después del ataque, el 10 de marzo a las 10:15 de la mañana.

—Quiero indicar además que por el tiempo que ha pasado, me enteré que la niña que falleció era pareja con la mujer que estaba de pelo corto (Lorena), y que además Carlos había sido pareja de la Frully. No obstante, la pelea no fue por celos, ni porque hayamos tenido algo en su contra de que hayan sido lesbianas o algo así.

El Ministerio Público declaró lo contrario. Estipulan que “la agresión fue motivada por la orientación sexual de las víctimas, quienes al momento de los hechos eran pareja, ya que el imputado Carlos no aceptaba la relación entre ambas”.

De todas formas no fue la única que habló y contó qué pasó esa noche. Quien también entregó su declaración fue Cristóbal. El mismo día que su polola Cami.

—Por el tiempo que ha pasado y todas las publicaciones que he visto en redes sociales, me enteré que al parecer el Carlos con la niña que murió habían sido pareja.

Dentro de su testimonio, también asume que le reventó una botella en la cabeza a Lorena y que después de eso se cayó al piso, pero se defiende diciendo que sufrió lesiones debido a la pelea.

—En un momento determinado, una de estas niñas, de pelo largo, la que noté más afeminada, se tiró sobre la Cami y la tiró al piso, por lo que comenzó a pegarle combos, por lo que el Carlos se acerca a esta mujer que le estaba pegando a mi polola, y le pegó con una botella de vidrio en la cabeza y esta cayó al piso. En ese momento, la otra mujer que estaba ahí de pelo corto, caminó en dirección a la Cami con su mano levantada empuñando un cuchillo, por lo que yo con la finalidad de proteger a mi polola traté de detenerla recibiendo un corte en mi mano izquierda, por lo que respondí con un botellazo, quebrándole la botella en la cabeza y ella se cayó al piso —confesó Cristóbal.

Testimonios contradictorios

Las versiones de los acusados son diferentes. Ellos declaran que fueron Lorena y Estefanía quienes se burlaron del grupo de amigos, y por eso se pusieron a pelear. Cami explicó que estaban bebiendo cerveza entre las 22:30-23:30 en la plaza, hasta que escucharon muchas risas.

—En un instante determinado, observé que llegaron unas niñas a quienes no conocía, observando que ellas se comenzaron a reír, dándome la impresión que se burlaban de nosotros, puesto que su risa era completamente burlesca, y de la nada comenzaron a insultarnos, por lo que nosotros nos paramos y ellas hicieron lo mismo y ambos grupos nos acercamos a pelar —detalló.

La versión de Cristóbal es similar a la de Cami, su polola:

—Mientras estábamos sentados, mi polola con la Karla fueron a orinar como para el sector del canal, y estas cabras, comenzaron como a reírse burlescamente. Cuando regresó la Karla con la Cami, nosotros nos paramos y quisimos caminar hacia la cancha, instante en que estas mujeres, se rieron más fuerte, por lo que el Carlos les comenzó a gritar “qué pasaba” y las insultaba, y a raíz de esto como que ambos grupos nos acercamos mutuamente.

Lo que describe después, sí coincide con el testimonio de Lorena.

—Observé que el Carlos, con lo que quedaba de la botella quebrada, le pegó a la niña en la espalda, como enterrándole. Yo al ver mi mano sangrando me puse un chaleco y seguí a mi polola corriendo hacia un sector de las panderetas. El Carlos venía y me gritó ¡boca choro!, esto significa que no hablemos de lo que había sucedido.

Estefanía terminó con cinco lesiones cortopunzantes en la mejilla derecha, en la región lumbar y cervical. También en el abdomen, rodilla, antebrazo y muslo, además de múltiples hematomas que le provocaron un traumatismo torácico complicado secundario a agresión con elemento cortopunzante. Murió mientras intentaban salvarla.

Lorena sufrió cortes contusos craneal, otro en la zona parietal y en el antebrazo izquierdo. Tuvo que ser derivada a un otorrino y cirujano plástico porque una de sus heridas tenía desprendimiento parcial, justo en la región auricular derecha.

De la calle al Sename

Según los testimonios y pruebas de momento, Carlos habría sido quien hirió mortalmente a Estefanía. Como es menor de edad, quedó recluido en el Centro de Internación Provisoria del Sename de Coronel. Arriesga 10 años en un régimen cerrado con programa de reinserción social.

En un informe realizado por el Sename, donde se indican las necesidades de intervención frente a algunos factores psicológicos asociados a su desarrollo, se detalla que sus problemas comienzan cuando falleció su padre en 2017. Eso provocó que Carlos quedara al cuidado de sus hermanos mayores mientras su madre trabajaba. Comenzó con desajustes conductuales y consumo de marihuana. Pasaba casi todo el tiempo en las calles.

“La ausencia de su padre significa un episodio crítico en la vida de Carlos, quien aún no ha superado el duelo y esto le ha afectado en su estado emocional, generando auto lesiones e ideación suicida”, se lee en el documento.

Hasta la fecha, y ya con 17 años, Carlos ha protagonizado dos riñas en el CIP CRP Coronel. En la primera peleó con otro joven y en la otra saltó el muro del hogar con un arma hechiza para atacar a otros adolescentes.

Las penas que arriesgan por el homicidio

Quien también está recluido desde el 22 de marzo de 2021 es Cristóbal, en la cárcel de Concepción. Desde que ingresó ha protagonizado desórdenes. La primera vez le encontraron un celular en el colchón y alcohol junto a su compañero de camarote. La segunda fue una pelea con otro interno. Le costó una celda solitaria por 9 días.

Karla estuvo en prisión preventiva varios meses. Solicitó ayuda para retomar un tratamiento psicológico que dejó abandonado. Durante meses pidió consultas psiquiátricas, hasta que intentó suicidarse en la cárcel de Arauco. Arriesga 15 años por el homicidio de Estefanía y 10 años por el homicidio frustrado de Lorena.

Para Cristóbal exigen la misma cantidad de cárcel. Por su parte, para Cami, piden 10 años en un régimen cerrado.

El juicio oral contra los 4 responsables por el homicidio de Estefanía y el homicidio frustrado de Lorena inició el 25 de enero del presente año. Hasta la fecha ya han declarado 34 personas para la investigación: 10 peritos y 24 testigos.

Se espera que el juicio continúe con la declaración de Lorena, quien entregará su testimonio a los jueces a través de un intermediario desde una sala especial, siendo la primera de una docena de testigos citados por el Ministerio Público.

El nombre de Lorena, Carlos y Cami han sido cambiados por ser menores de edad.

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