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Alarde en chopería y celular prendido: así cayó sospechoso de triple crimen en San Pedro de Atacama

Alarde en chopería y celular prendido: así cayó sospechoso de triple crimen en San Pedro de Atacama

Martes 01 febrero de 2022 | 18:21

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Cedida a BBCL | Diseño de Jaime Silva (BBCL)

Fue llevado como testigo a prestar declaración en una comisaría, pero cometió un error que terminó transformándolo rápidamente en el principal sospechoso del triple crimen ocurrido en San Pedro de Atacama. El ciudadano ecuatoriano mantenía consigo los celulares de las víctimas y cuando los aparatos sonaron se vio obligado a confesar. La historia es de la Unidad de Investigación de BioBioChile.

Un macabro triple homicidio rompió de golpe la habitual tranquilidad de la comunidad atacameña Ayllu de Solor, ubicada en la provincia de El Loa a unos pocos kilómetros del centro de la comuna de San Pedro de Atacama, en la región de Antofagasta.

El crimen quedó al descubierto durante la mañana de el sábado recién pasado, luego de que a las 10:30 horas el llamado de un joven ecuatoriano nacionalizado chileno pusiera en alerta al personal de la 2ª Comisaría de Carabineros de San Pedro de Atacama.

En 20 minutos los uniformados ya se encontraban en el sitio del suceso y pudieron corroborar la presencia de una víctima fatal, con evidentes rasgos de participación de terceras personas en el crimen.

Se trataba de Wilson Gavia Butrón, cuyo cuerpo yacía de costado bajo una mesa de madera en una habitación del domicilio que estaba destinada para visitas. El hombre de 49 años presentaba signos de haber sido degollado.

No era el único.

Imagen de fachada de casa donde ocurrió crimen en San Pedro de Atacama.

Cedida a BBCL

Dos cuerpos más en la bodega

Según consta en el expediente judicial al que accedió BioBioChile, buscando recabar más antecedentes los policías procedieron a realizar una inspección ocular por el resto del inmueble. Fue en ese contexto que la puerta semiabierta de una bodega ubicada al costado de la casa les llamó la atención.

El comisario de la unidad policial, teniente Jorge Apablaza, se acercó y confirmó el hallazgo de los cadáveres de dos adultos mayores. Eran el padre y la madre de Wilson: Juan Gavia y Tomasa Butrón, de 77 y 74 años respectivamente. Ambos, según relataron los propios policías, se encontraban amordazados y atados de pies y manos.

En el acto, el comisario a cargo tomó contacto con el fiscal de turno de la Fiscalía Local de Calama, Marcelo Bravo Valenzuela.

Atendiendo la gravedad de lo ocurrido, el persecutor instruyó de inmediato el aislamiento del sitio del suceso y la concurrencia de personal OS9 y del Laboratorio de Criminalística (Labocar) de Carabineros de Antofagasta.

Mientras se estaba a la espera de las diligencias instruidas al personal especializado de Carabineros, efectivos de la Sección de Investigación Policial (SIP), comenzaron con las entrevistas a los testigos en la comisaría.

Cayó por presumido

El joven que a las 10:30 horas llamó a carabineros y su hermana fueron los primeros en aportar con antecedentes para la investigación. Más tarde haría lo propio el padre de los hermanos, quien terminó entregando datos que resultaron claves para dar con el paradero del -hasta hoy- único detenido.

El hombre que testificaba conocía a la familia asesinada en el sector Ayllu de Solor y de hecho, sabía que desde hace unas semanas un sujeto de nacionalidad ecuatoriana había comenzado a trabajar en labores agrícolas con ellos.

El círculo comenzaba a cerrarse. De buena fuente, específicamente de boca de su hermano, Medina se había enterado que el nuevo trabajador de la familia Gavia Butrón -que llevaba 3 meses viviendo en Chile de manera irregular- había hecho alarde en los últimos días de andar trayendo gran cantidad de dinero.

Que Leonardo pasara de una precaria situación como migrante irregular a gastar gran cantidad de dinero en choperías de Calama levantó sospechas en la comunidad ecuatoriana residente en la zona.

Con todo, los testigos entregaron también las características físicas del presunto implicado y el lugar donde se estaba hospedando en Calama.

Los antecedentes fueron puestos en conocimiento del jefe de la sección OS9 de Antofagasta, capitán Sebastián Soto Muñoz, quien ese mismo sábado solicitó a personal de la SIP de la 1ª Comisaría de Calama concurrir hasta el hostal ubicado en calle Balmaceda a escasos 250 metros del Estadio Zorros del Desierto lugar donde dos días antes La Roja había disputado su partido contra la Selección de Argentina.

En la residencial que paradójicamente se llama “Libertad” el presunto autor de los crímenes, Leonardo Herrera Herrera, fue encontrado por los carabineros.

Ante la imposibilidad de detenerlo, pues el tiempo de flagrancia (12 horas después de ocurrido un crimen) había terminado, los uniformados le realizaron al individuo un control de identidad y posteriormente lo trasladaron, en calidad de testigo, hasta la comisaría en San Pedro de Atacama para que prestara declaración.

Los celulares

Fue en medio de ese procedimiento que -utilizando su celular particular- uno de los miembros del OS9, el sargento 2º Jara Gallardo, comenzó a marcar a los números de teléfono de las víctimas. Habían conseguido los números horas antes a través de un sobrino.

¿El resultado? Dos de los aparatos sonaron al interior de la mochila negra marca Under Armour que portaba el sospechoso. Acorralado y mientras estallaba en llanto decidió entregar los aparatos, las tarjetas de créditos y $2 millones de pesos de dinero en efectivo que pertenecía a los fallecidos.

“Yo fui y quiero cooperar, les diré todo lo que hice”, le indicó a los policías, de acuerdo a la declaración que prestó uno de los carabineros ante fiscalía.

El resto es historia conocida: el fiscal a cargo fue notificado y gestionó la orden de detención que a las 21:40 horas dictó el juez de turno del Juzgado de Garantía de Calama.

Al día siguiente, el domingo 30 de enero, se llevó a cabo la audiencia de control de detención, instancia donde el Ministerio Público, argumentando que se trataba de un caso complejo y que estaban a la espera de resultados de algunas diligencias, solicitó la ampliación de la detención del imputado hasta este miércoles.

A la espera de ser formalizado se encuentra ahora el imputado, recluido en la Cárcel de Antofagasta. El móvil del crimen y las circunstancias exactas de lo ocurrido serán ahora materia de investigación por parte de la justicia.

Concretamente, la comunicación del inicio formal de la investigación se realizará en una audiencia programada para este miércoles a las 11:00 horas.

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