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Escándalo en La Dehesa: Clínica Alemana se querella por agresión a enfermera pero usuario niega todo
Acusado desconocía querella

Escándalo en La Dehesa: Clínica Alemana se querella por agresión a enfermera pero usuario niega todo

Lunes 18 octubre de 2021 | 17:51

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Jaime Silva | BBCL

La Clínica Alemana se querelló contra el esposo de una paciente. Lo acusan de insultar y agredir en estado de ebriedad a personal de salud durante Fiestas Patrias. Pero el querellado niega que los hechos ocurrieran como lo describe el libelo en su contra: "Yo puse un reclamo, porque tenían a mi señora secuestrada", asegura. De todos modos, el hombre fue detenido por Carabineros en medio del altercado y hoy enfrenta un proceso judicial del que se acaba de enterar. La historia es de la Unidad de Investigación de BioBioChile.

Acompañó a su esposa a la Clínica Alemana en La Dehesa, pero todo derivó en un escándalo. Así podría resumirse lo ocurrido durante las Fiestas Patrias recién pasadas en el acomodado barrio de Lo Barnechea, cuando Enrique Pinto Riveros, médico oriundo de Rancagua, protagonizó un altercado en el que terminó detenido.

Los hechos salieron a la luz pública, luego de que el recinto privado interpusiera una querella criminal en contra del cardiólogo, quien se encontraba de paseo en la capital.

En la presentación, la clínica expone detalladamente su versión de los sucesos acaecidos cuando Pinto, en supuesto estado de ebriedad, habría insultado y agredido físicamente a funcionarios de salud del centro de urgencias.

Gritó insultos, rompió la mica de un mesón, y zamarreó a la enfermera jefe que atendía a su cónyuge, versa la acción legal ingresada al Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, la que contrasta radicalmente con la versión del acusado.

Es “una falacia”, se defiende el médico. “Yo no sé cómo pueden inventar tantas cosas. Y me vengo enterando”, comenta a BioBioChile.

Con la sorpresa frente a los actos que se le atribuyen, el facultativo apunta contra el centro asistencial. Asegura que se defenderá de “esta injusticia gigantesca”.

“¡Yo también soy médico!”

La historia va así. Fue el 18 de septiembre cuando Ana De La Carrera ingresó a urgencias en compañía de su cuñada. Según indica el libelo, presentaba una fractura en su codo derecho, por causas asociadas a una caída doméstica.

Ante la situación, la acompañante de la paciente decidió contactar a Enrique Pinto, marido de Ana. Este a los pocos minutos llegó al hall del servicio de urgencias de la Clínica Alemana.

Al dirigirse al box donde estaba su esposa, de acuerdo al documento, habría mantenido una fuerte discusión con ella.

El personal médico presente relataría más tarde que Pinto había llegado en estado de ebriedad, algo que es descartado tajantemente por su cónyuge y el propio acusado.

“Yo ni siquiera había tomado, si estábamos con mi señora. Y Carabineros nunca me hizo la alcoholemia, el fiscal nos soltó de inmediato”, retruca Pinto.

El relato de la clínica prosigue. Aseveran que cuando el traumatólogo tratante les informó el diagnóstico y la necesidad de una posterior intervención quirúrgica, Pinto simplemente perdió el control. Siempre de acuerdo al libelo, habría pedido a punta de insultos y gritos (incluso contra la misma accidentada) que su esposa debía ser operada en ese mismo momento.

Luego, fue expulsado del box hacia el hall y las cosas habrían empeorado. “¡Yo también soy médico!”, dice la clínica que vociferó el cardiólogo. La respuesta del personal de salud fue simple: con mayor razón debía entender que la operación de Ana no tenía el carácter de urgencia.

En contraste a lo anterior, Pinto afirma que cuando entró a ver su esposa, ella tenía el brazo totalmente hinchado.

“Por lo mismo, reservé un pabellón en la Clínica Las Condes para que fuera operada de inmediato, pero la Clínica Alemana no me dejó. Secuestraron a mi señora”, acusa el cardiólogo.

Y agrega: “Con el brazo como lo tenía, no podíamos esperar 12 a 14 horas para que la Clínica Alemana la operara. Ellos no tienen cirujano de llamado, y yo había reservado un pabellón en otro recinto a 10 minutos de donde estábamos”.

Enfermera jefe lesionada

La Clínica Alemana continúa. Por su violenta conducta, versa el documento, se le prohibió el ingreso al box a Pinto, al cual sólo la cuñada de la paciente pudo acceder.

Frente a esto, con insultos hacia el equipo médico de turno, detallan, efectivamente expresó su intención de llevarse a su esposa a otro centro asistencial.

Con este objetivo, agregan, quiso arrebatar los documentos de Ana desde un escritorio. Y para lograrlo, no encontró mejor forma que romper a golpes una mica de separación dispuesta en el mesón, sostienen.

No conforme con lo anterior, y en medio del temor de los funcionarios presentes, nuevamente intentó ingresar al box donde se encontraba Ana. Según el escrito, forcejeó con la enfermera jefe mientras esta le impedía pasar. La profesional resultó con el brazo lesionado a causa de la agresión de Enrique, acusan.

Lo descrito por el centro médico una vez más contrasta con la del querellado.

“Yo jamás he lesionado a nadie ¡Por favor!. Vengo saliendo de haber tenido covid, peso 20 kilos menos. Espero que me muestren esas lesiones, porque lo que dicen es una mentira”, afirma Pinto.

“Yo puse un reclamo, porque tenían a mi señora secuestrada, y al querer poner el segundo alegato, no me lo permitieron, eso es irregular”, se lamenta.

Llega Carabineros

Mientras ocurría lo anterior, guardias de seguridad de la clínica ya habían realizado el correspondiente llamado a Carabineros, quienes acudieron al lugar cerca de las 23:10 horas.

Los uniformados intentaron conversar con el cónyuge de la paciente, sin embargo, no pudieron aplacar los ánimos. Finalmente, Pinto fue detenido.

En relación a la enfermera afectada por la agresión física, en el escrito se expone que ésta acudió junto con personal de Carabineros a la 53ª Comisaría de Lo Barnechea.

En el lugar, interpuso una denuncia por agresión al personal de Salud, la que fue tramitada por la Fiscalía de Las Condes.

Agravante por covid-19

Así las cosas, el 8 de octubre recién pasado, Clínica Alemana de Santiago S.A ingresó la querella criminal en contra de Enrique Pinto Riveros.

En el documento, los abogados patrocinantes destacan que los hechos de violencia cobran especial relevancia en el contexto de COVID-19.

“Como es de conocimiento, tal crisis sanitaria causada por el virus ha supuesto una recarga laboral, psicológica y emocional sin precedentes para todo el personal de salud del país”, indican.

“Agrava lo anterior, el hecho que el querellado, es también un profesional de la salud (…) En consecuencia, la situación de la que se da cuenta, supone la existencia de hechos constitutivos de delitos, particularmente el de amenazas y agresión en contra de los profesionales de Salud”, versa el libelo ingresado.

En respuesta, Pinto afirma haberse sentido vulnerado por la Clínica Alemana, y que todo corresponde a una versión tergiversada de los hechos.

Desconocía la existencia de esta querella en su contra, explica. Y señala que Carabineros nunca le tomó una alcoholemia. De todos modos, reconoce que fue notificado por medio de una carta la prohibición de ingresar al centro médico.

Ana de la Carrera, en tanto, dice estar asombrada de la querella.

“Yo estaba ahí, yo me accidenté, y jamás ocurrieron así las cosas”, complementa.

Debido a los acontecimientos, acusan, el Servicio de Urgencias de la Clínica Alemana de Santiago debió suspender sus servicios de intervenciones ambulatorias (salvo excepciones), con el fin de resguardar la seguridad de sus trabajadores, pacientes y familiares de los últimos.

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