Compraron Porsche, casas en Cachagua y Vitacura: el "lavado" y "triangulación" de los hermanos Jalaff

Compraron Porsche, casas en Cachagua y Vitacura: el "lavado" y "triangulación" de los hermanos Jalaff

Viernes 17 enero de 2025 | 17:41

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Antonio y Álvaro Jalaff | Víctor Huenante | Agencia UNO

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Casas y automóviles de alta gama figuran entre los lujos que Álvaro y Antonio Jalaff adquirieron por alrededor $6.500 millones, dinero que ―según fiscalía― provenía de un "origen ilícito". A ambos se acusa de montar un entramado en conjunto con Factop, Luis Hermosilla y Leonarda Villalobos, que no sólo les permitió defraudar a otros empresarios sino también al fisco. El perjuicio a las arcas públicas, según el Servicio de Impuestos Internos (SII), se empina, también, por sobre los $6.500 millones. Un Porsche Cayenne, un BMW, casas en Vitacura, Pucón y Cachagua están entre las adquisiciones.

16 inmuebles, entre ellos casas en Cachagua, Pucón y Vitacura, además de casi una veintena de automóviles, varios de ellos de lujo, forman parte de los antecedentes de los cargos por lavado de activos que la fiscalía formuló en contra de los hermanos Álvaro y Antonio Jalaff.

Según documentos a los que accedió BBCL Investiga, los dos excontroladores del Grupo Patio recibieron multimillonarias sumas de dinero por parte de Factop, la empresa fundada por los hermanos Sauer con la que —según fiscalía, pago de coimas mediante— montaron una bicicleta financiera para entregar dinero sonante y contante a los Jalaff.

De acuerdo a cálculos del Ministerio Público, los empresarios recibieron casi 6 mil millones de pesos de parte de los Sauer: Álvaro más de $3.600 millones y Antonio casi $2.300 millones.

Tal como reveló este medio en agosto de 2024, los dueños de Factop desplegaron una serie de maniobras reñidas con la ley. En simple, tal como apuntan documentos contenidos en el expediente judicial, recurrieron a facturas ideológicamente falsas y a la estafa: captaron a inversionistas, les ofrecieron rentabilidades mensuales superiores a las que ofrece el mercado financiero y, luego, simplemente no les respondieron. Los dineros iban a parar justamente a los hermanos Álvaro y Antonio Jalaff, además de Luis Hermosilla y Leonarda Villalobos, quienes —según la causa— prestaron apoyo en el fraude.

Desvío de fondos

Información contenida en el expediente judicial apunta a que los Sauer y los Jalaff triangularon dineros obtenidos mediante el fraude con la finalidad de ocultar y disimular el origen ilícito de éstos. Ello incluyó el desvío de los fondos a las cuentas personales y de empresas de los imputados, además de transferencias a bancos en el extranjero.

“Un porcentaje importante de los dineros no se condecía con actividades económicas reales”, reza la formulación de cargos del equipo de la Fiscalía Metropolitana Oriente durante la mega-audiencia de formalización concretada esta semana.

Según el Ministerio Público, esas maniobras permitieron mezclar los fondos obtenidos a través de los delitos con aquellos conseguidos de forma regular por sus empresas. Ello dificultó “sustancialmente la identificación del origen ilícito de los mismos”.

Automóviles de lujo e inmuebles

En concreto, el organismo persecutor dice que durante el mismo periodo en que recibieron financiamiento a través de Factop, los Jalaff adquirieron ―en conjunto― 16 inmuebles y 19 automóviles que suman más de $6.500 millones.

Álvaro fue el más prolífico a la hora de las compras. En 2018 y 2019 se hizo, a título personal, de tres inmuebles: una casa en Vitacura por 1.400 millones y otras dos en Cachagua por $537 y $489 millones cada una.

En los mismos años, pero esta vez a través de su sociedad Inversiones Ralún SPA, efectuó la compra de nueve inmuebles en las comunas de Colina, Barnechea, Pucón, Renaico, y Vitacura. Esta última fue la más cara, avaluada en 948 millones. ¿El total? Más de $2.570 millones.

La fórmula la repitió en 2019 y 2022 mediante su sociedad Inversiones 540 (ex Gestión y Desarrollo Patio SA): compró tres inmuebles en Pichilemu por $292 millones.

A las casas se suman los automóviles: 16 en total.

A su nombre, en 2018, adquirió un Land Raver del año por $63 millones. Entre 2018 y 2022, a través de su sociedad El Tranque Limitada se hizo de 15 vehículos. Aquí figuran un BMW, dos Chevrolet Tahoe, un Honda y dos Subaru.

$781 millones: las compras de Antonio Jalaff

Las compras de Antonio, en tanto, bordean los $781 millones.

En concreto, se compró un departamento en Ñuñoa por $182 millones. Y ―a través de Antofagasta Mejillones y Cobija― se hizo de un inmueble en Las Condes por $258 millones.

También compró tres automóviles a su nombre. ¿El avalúo? Otros 340 millones. Aquí aparecen dos Porsche Cayenne y un Mercedes Benz.

“Mis abogados van a esclarecer todo”

―¿Hubo enriquecimiento ilícito de su representado?

―Absolutamente ninguno. Perdió todo su patrimonio.

Aunque Cedric Bragado dijo que no respondería preguntas mientras se abría paso entre los periodistas en el Centro Justicia, defendió a su representado Antonio Jalaff a la pasada.

Por su parte, este viernes Álvaro Jalaff sostuvo su inocencia al llegar a tribunales. “Mis abogados van a esclarecer todos los hechos”, comentó el imputado.

De acuerdo al Ministerio Público, el perjuicio fiscal provocado por los hermanos Jalaff fue de $161 millones por impuesto de primera categoría y de $6.385 millones por global complementario, como acusó el Servicio de Impuestos Internos en una primera querella y en su posterior ampliación. En total, un detrimento a las arcas fiscales de $6.547 millones.

El Ministerio Público solicitó la prisión preventiva para los hermanos Jalaff el jueves, lo que se definirá en las próximas jornadas de formalización en el 4º Juzgado de Garantía de Santiago.

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