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"¿Sientes que te obligué?": el mensaje y las pistas detrás del "modus operandi" de Jorge Valdivia

29 noviembre 2024 | 14:33

Un "modus operandi". A eso apunta el Ministerio Público detrás del actuar de Jorge Valdivia, hoy nuevamente en prisión preventiva, acusado de violar a dos mujeres en apenas 48 horas. La fiscalía evidenció un patrón de comportamiento del exfutbolista: es él quien las contacta a través de Instagram, no existe una relación sentimental previa con ellas, hay consumo de alcohol, ninguna da cuenta de una relación sexual consentida, las dos sospechan haber sido drogadas y ambas presentan lesiones posteriores. Informes toxicológicos, peritajes sexuales y mensajes figuran en las pistas que terminaron con el imputado tras las rejas.

“¿Todo bien entonces por lo de ayer? ¿Nada forzado? ¿O sientes que te obligué?”.

Un examen toxicológico, peritajes sexuales concordantes con los relatos de las víctimas y mensajes vía Instagram forman parte del cúmulo de evidencias que sellaron el retorno a prisión preventiva de Jorge Valdivia, acusado de violar a dos mujeres en octubre de este año.

La decisión fue tomada este jueves por la Corte de Apelaciones de Santiago, luego de que la Fiscalía Metropolitana Oriente expusiera un “modus operandi” del exfutbolista para concretar los delitos. Un argumento que fue recogido por el tribunal de alzada capitalino, cuyos ministros revocaron el arresto domiciliario nocturno que pesaba contra el imputado.

Sin consentimiento

El primero de los hechos se remonta a la noche del 17 de octubre, cuando la denunciante de 23 años se reunió con Jorge Valdivia en el restaurante El Toro, donde —según fiscalía— ambos bebieron alcohol. Tras compartir ramazzottis fueron hasta la discoteca Candelaria, en Vitacura.

De acuerdo a la investigación del organismo —liderada por el persecutor Rodrigo Celis y la fiscal Metropolitana Oriente, Lorena Parra—, fue entonces que la víctima comenzó a sentirse mareada y a perder el control de sus funciones cognitivas y de respuesta física. Ya entrada la madrugada, ambos se retiraron del local para enfilar a la casa del imputado a bordo de su camioneta. De acuerdo a la indagatoria, fue precisamente en ese trayecto que, aprovechándose de su incapacidad de oponerse, Valdivia realizó actos de significación sexual contra la joven.

Una vez en el departamento, emplazado en Las Condes, Valdivia —sostiene la investigación— la violó sin que ella pudiera ofrecer resistencia dado su estado.

Según estimó la Corte, existen “suficientes elementos que permiten configurar la ausencia de consentimiento”. Primero, por la declaración de la propia víctima y de testigos. Y segundo, dado los peritajes sexuales, cuyos resultados son concordantes con la versión de la víctima. Los mismos dan cuenta de una relación sexual no consentida, que dejó graves consecuencias físicas.

Ansiolítico de origen desconocido

El segundo hecho investigado ocurrió apenas dos días después de la reunión de Valdivia en El Toro. Fue la noche del 20 de octubre que el exfutbolista llegó hasta el restaurante peruano Chicha en Ají, en Manuel Montt, para reunirse con una tatuadora. Allí, según la investigación, la víctima bebió dos pisco sour y también comenzó a sentirse mareada, desorientada y a perder el control y dominio de su cuerpo. De acuerdo a antecedentes contenidos en el expediente, Valdivia se aprovechó de esa situación para más tarde violar a la víctima en el domicilio de esta última.

El Ministerio Público sospecha que la denunciante pudo ser intoxicada por terceros. Justamente, el examen toxicológico dio positivo a un ansiolítico, que afectó su sistema nervioso central y cuyo consumo voluntario fue descartado tajantemente por la víctima.

En este caso, al igual que el primero, la mujer también terminó con lesiones atribuibles a una agresión sexual.

¿Sientes que te obligué?

En base a estos antecedentes, la jefa de Asesoría Jurídica de la Fiscalía Metropolitana Oriente, Pamela Valdés, planteó en la audiencia de este jueves un “patrón de comportamiento” o “modus operandi” por parte de Valdivia en ambos hechos: es él quien las contacta a través de Instagram, no existe una relación sentimental previa con ellas, hay consumo de alcohol, ninguna da cuenta de una relación sexual consentida, las dos sospechan haber sido drogadas y ambas presentan lesiones posteriores.

A ello hay que sumarle que con ambas mantuvo conversaciones vía mensajería al día siguiente de los hechos. En el primer caso, sobre si lo ocurrido había sido forzado o no; y en el segundo, respecto al uso de preservativo.

¿Todo bien entonces por lo de ayer? ¿Nada forzado? ¿O sientes que te obligué?“, versa un mensaje enviado por Jorge Valdivia a la primera víctima, según constató BBCL Investiga. La comunicación está fechada el 18 de octubre, antes incluso de que se interpusiera una acción contra Valdivia.

Sobre este último punto, la Corte reparó que la evidencia expuesta presupone el pleno control del imputado en lo sucedido. Esto, si se considera que Valdivia, mientras estuvo en casa de una de las víctimas, mantuvo conversaciones con su expareja, la diputada Maite Orsini, de forma constante, según el registro de conversaciones que se encuentran en poder de la fiscalía.

“A mayor abundamiento, no se ha demostrado a la fecha una ganancia secundaria de parte de las víctimas, quienes no se conocen, no son vecinas, ni siquiera desarrollan labores similares, siendo que mantienen dinámicas vitales totalmente diferentes una de la otra”, concluye el fallo del tribunal de alzada con el que selló el retorno de Valdivia a la cárcel por considerarlo un peligro para la seguridad de la sociedad.