—Mejor vaya a comprarle condones porque van a estar haciendo posiciones sexuales, como el 69.
Esas fueron algunas de las palabras que usó Reynaldo Oliva Lagos —actual ministro de la Corte de Apelaciones de Arica acusado de abuso sexual con menores de edad— contra una niña de 6 años, hija de un funcionario judicial.
Según información a la que accedió BBCL Investiga, fue el propio padre de la menor, un trabajador con más de 14 años de trayectoria, quien lo denunció directamente al tribunal de alzada ariqueño. Los hechos ocurrieron la noche del 23 de febrero de este año, a sólo seis meses de que Oliva asumiera su cargo. Era junta de viernes, fuera del horario laboral. Fue luego de esa reunión social en la que el denominado “juez religioso” comenzó a insultarlo y a hablar de la hija del denunciante.
Cuando Reynaldo comenzó con las vulgaridades, no estaba solo. De acuerdo a la investigación sumaria que abrió la propia repartición judicial, a su lado estaba un amigo del magistrado con quien “se reía y se mofaba” de cada expresión que él deslizaba.
La resolución del tribunal exhibe que al principio, todo comenzó con un menosprecio contra el funcionario. Lo insultó con la palabra “huevón” en reiteradas oportunidades.
Lo más grave vino cerca de las 00:20 horas.
“Empezó a hacer comentarios inadecuados hacia la hija menor de 6 años del denunciante utilizando expresiones como que mejor vaya a comprarle condones, por cuanto van a estar haciendo posiciones sexuales, como el 69, el helicóptero, el delfín y otros”, estipula el oficio.
Después, el ministro de la Corte de Apelaciones continuó:
“Hizo otro comentario como “que debería comprarle a su hija el libro del Kamasutra y que el lunes siguiente la mandara a llamar a su privado en la Corte, para ver si había aprendido todas las posiciones sexuales”.
Así, el funcionario y padre de la niña, acusó a Reynaldo a la propia Corte de Arica el 11 de marzo. Y si bien la investigación sumaria fue abierta en dicha sede, más tarde se derivó a Iquique. Lo anterior porque cuatro ministros se inhabilitaron por tener causales de recusación. En simple, porque consideraron que al tratarse de un compañero de trabajo, su imparcialidad se encontraba en duda.
Amonestación privada
Una vez que notificaron a Reynaldo de este nuevo requerimiento contra él, presentó sus descargos y pidió que lo absolvieran. No negó las acusaciones pero argumentó que era una actividad ajena al trabajo, “de camaradería y familiaridad”.
“Muy lamentablemente, en ese momento y procurando seguir en este ambiente distendido, cometí el error de referir, sin mayor reflexión ni cuidado, las expresiones que se contienen en la formulación de cargos”, objetó Oliva.
Pero ninguna de sus excusas sirvió. La Corte estimó que “dicha circunstancia no exime al denunciado de actuar éticamente y cumplir los preceptos legales”. De partida, porque la expresión “huevón” es una falta de respeto, y segundo, por “los comentarios impropios realizados referentes a la conducta sexual de una niña de 6 años, amparada por la Convención Internacional de los Derechos de los Niños”
Fue así que la Corte de Apelaciones de Iquique determinó que “los hechos señalados precedentemente constituyen una falta administrativa”. Y que incluso, son de gravedad porque “afecta la dignidad del cargo que ostenta, integridad, prudencia en sus comentarios, cortesía, respeto y buen trato que debe tener todo funcionario judicial”.
De este modo, los ministros Mónica Olivares Ojeda, Pedro Guiza Gutiérrez y Andrés Provoste Valenzuela resolvieron imponerle el castigo de una amonestación privada. En simple, le llamaron la atención al interior del Poder Judicial y lo dejaron anotado en su hoja de vida.
Sólo una magistrada, Marilyn Fredes, estuvo en contra. Dijo que prefería “la medida disciplinaria de censura por escrito, por considerarlo más proporcional a los hechos acreditados”.
Fuentes de este medio aseguran que la sanción se apelará porque buscan castigos más severos.
Los chats sexuales
Las causas por abuso sexual contra Reynaldo Oliva Lagos datan desde 2013, cuando era diácono de la iglesia católica. En dicha fecha, una madre lo acusó directamente al Arzobispado de Concepción por haber tenido conversaciones “con lenguaje erótico y subido de tono” con Matías, su hijo de 13 años.
La madre de Matías en ese entonces presentó pruebas de los chats y a Oliva sólo lo restringieron de su diaconado. Fue el propio Fernando Chomalí —entonces arzobispo— quien lo echó de la iglesia.
10 años después apareció una nueva denuncia por abuso sexual y la causa llegó a la Fiscalía Metropolitana Norte. Todo ocurrió en el mismo periodo en que él juraba como ministro de la Corte de Apelaciones de Arica.
Esta vez, fue Luciano quien acusó que había sido abusado por el juez desde que tenía 16 años. Cada uno de estos antecedentes quedó expuesto en un reportaje de BBCL Investiga.
Actualmente, Reynaldo se encuentra con licencia médica. Extendió un certificado luego de ser consultado para la publicación del primer reportaje de este medio. La semana pasada ingresó un documento por otros 30 días de descanso.