“Nos atacaron, por favor, ayúdenos. Vivianne MacKay y Werner Luchsinger. Mi marido está herido. Siguen disparando, por favor vengan luego”.
Esas fueron las últimas palabras registradas de Vivianne Mackay (69), quien suplicaba por teléfono antes de morir quemada dentro de su casa junto a su marido, Werner Luchsinger (75), la madrugada del 4 de enero de 2013, al interior del fundo Granja Lumahue en la comuna de Vilcún.
Fue este hecho que llevó a la imputación de 12 personas distintas por incendio con resultado de muerte en carácter terrorista, siendo cuatro de ellos condenados a 18 años de presidio como autores del delito, a través de peritajes que vincularon comunicaciones telefónicas entre los involucrados. Es decir, se conectaron en el mismo radio de las antenas que estaban cerca del ataque.
Desde sus inicios, la investigación se sometió a presiones políticas de distintas partes, al ser uno de los casos más emblemáticos del radicalismo mapuche.
Conflicto que ha vuelto a hacer noticia este martes, cuando el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco condenó a 23 años de cárcel al fundador de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul. El comunero había sido condenado el 22 de abril por delitos contemplados en la Ley de Seguridad del Estado, usurpación violenta, hurto de madera y atentado contra la autoridad.
A pesar de la gravedad de los delitos, a los condenados por el caso Luchsinger-Mackay se le han dado beneficios excepcionales.
¿Dónde están ahora?
Celestino Córdova Tránsito
El primer condenado por el crimen Luchsinger-Mackay fue Celestino Córdova (37), machi detenido la misma madrugada de los asesinatos, al haber quedado inmovilizado tras recibir una bala en el hombro, que se teoriza fue una de las últimas acciones realizadas por Werner Luchsinger antes de morir.
La sentencia de Córdova fue dictada el 28 de febrero de 2014, y a sus 27 años fue condenado a dieciocho años de presidio mayor en su grado máximo.
En 2020, este fue trasladado desde el Centro de Cumplimiento Penitenciario de
Temuco al Centro de Estudios y Trabajo de Vilcún, a consecuencia de una petición de estar más cerca de su rewe y poder así realizar sus prácticas religiosas en su calidad de machi. Lugar donde hoy cumple la condena, a pesar de haber recibido la Libertad Condicional el 2 de enero de este año, beneficio revocado seis días después tras una apelación.
Los Centros de Estudio y Trabajo (CET) son dependencias en las que los condenados gozan de mayores libertades y beneficios, distinta a las penas tradicionales que se cumplen en otros centros penitenciarios, accediendo a capacitación laboral y recibiendo pagos por sus trabajos.
Incluso Jorge Luchsinger, hijo de la pareja, comparó en una entrevista televisiva la pena cumplida por los condenados en los CET como “unas vacaciones”.
En el CET Vilcún, ubicado a 40 kilómetros de la capital regional, son capacitados en oficios relacionados al área silvoagropecuaria.
José Tralcal Coche y Luis Tralcal Quidel
Los agricultores José Tralcal Coche y Luis Tralcal Quidel, también condenados por la jueza Rocío Pinilla Dabbadie a 18 años de cárcel a sus 48 y 37 años de edad respectivamente, han cumplido destinos similares.
Ambos comenzaron sus condenas en el mismo centro que Córdova, en Temuco, pero este 5 de marzo de 2024 fueron trasladados al CET Victoria, con la razón de su traslado determinada como reinserción social.
El CET Victoria es un centro semiabierto, en que los condenados pueden realizar trabajos mecánicos, de pintura, desabolladura de vehículos y otras certificaciones con ayuda de entidades públicas y privadas, como universidades y la municipalidad.
Ambos, condenados por incendio con resultado de muerte, además pudieron acceder recientemente al beneficio de salida trimestral, teniendo la libertad de salir de su reclusión desde las 7.00 a las 22.00 de este 26 de marzo.
Tralcal Coche, también conocido como “El Alcalde”, había solicitado el beneficio de libertad condicional, petición rechazada por la Corte de Apelaciones de Temuco en agosto del año pasado. Tralcal Quidel también lo intentó, siendo el recurso negado por la presencia de factores de riesgo de reincidencia del condenado.
José Manuel Peralino
El cuarto condenado por el caso Luchsinger-Mackay es quien obtuvo mayores beneficios.
José Manuel Peralino –testimonio clave para la sentencia del anulado primer juicio en que se imputó a otros ocho involucrados–, también fue condenado junto a los Tracal el 5 de mayo de 2018.
Sin embargo, a diferencia de sus pares, Peralino cumplió su pena en Libertad Vigilada Intensiva por un periodo de cinco años, la que inició el 12 de noviembre de 2018 y finalizó el mismo día del año pasado, habiendo ya cumplido su condena y encontrándose libre.
Tiene una mala relación con los Tralcal, por cuya razón estaba en otro centro.
Desde la defensa de la familia Luchsinger-Mackay descartaron la idea de emprender nuevas acciones legales en un futuro cercano, al no haber antecedentes suficientes para solicitar penas más duras.