Un mes después, los ecos de la caída del narco-imperio encabezado por El Palta, como es conocido Jorge Espinoza Zapata en el mundo del hampa, continúan concentrando la atención de la Policía de Investigaciones y el Ministerio Público en la región del Bío Bío.
Es que, pese a los reiterados intentos, todavía no ha sido posible capturar al hombre acusado de estar a cargo de lavar el dinero y de financiar las transacciones de droga. Su nombre, de hecho, se ha manejado bajo completo hermetismo por las autoridades.
Sin embargo, una revisión exhaustiva de los antecedentes por parte de la Unidad de Investigación de BioBioChile permitió dar con la pieza faltante del rompecabezas: Luis Orlando Zapata Moraga. Esa es la identidad de quien hoy figura dentro del listado de prófugos de la PDI.
Un súbito viaje, presumiblemente a la región Metropolitana, lo libró de caer en alguno de los 15 allanamientos que efectivos de la policía civil materializaron el jueves 21 de marzo en distintos inmuebles de las regiones del Bío Bío, Ñuble y Maule.
Conocedores de la interna apuntan a que el propio Palta estaría molesto con Zapata Moraga, su tío, por haber tenido que enfrentar él solo la caída de sus negocios ilegales y porque este aún sigue evadiendo a la justicia. En paralelo, la cúpula de la organización criminal prepara un fichaje “estrella” para defenderse de las imputaciones de la Fiscalía.
Con todo, parte del contenido de la formalización —resguardado celosamente por el Ministerio Público— quedó a la vista en medio de los intentos de la defensa de la pareja de El Palta, que busca revertir la prisión preventiva decretada en su contra.
En un escrito de 40 páginas revisado por este medio se proporcionan detalles hasta hora desconocidos del modus operandi de la banda.
Juguete favorito
De las cosas que más llamaron la atención cuando se conocieron los primeros antecedentes de la caída del narco-imperio que El Palta y su tío habían erigido en Hualpén, fue la ostentosa forma que tenían de movilizarse.
Varios vehículos de marcas de lujo conformaban el parque automotriz de la banda, destacando por sobre todo el Lamborghini Huracán 5.2 año 2016. Concretamente, el superdeportivo figura inscrito a nombre de la sociedad LZ Eventos SpA., propiedad de Luis Zapata Moraga.
Dicha firma es la que utilizaba la organización para mantener funcionando el “Club 740”, un local nocturno para caballeros, atendido exclusivamente por mujeres, ubicado en avenida Manuel Rodríguez de Concepción… precisamente a la altura del 740. El recinto fue uno de los allanados por la PDI en el mega-operativo del 21 de marzo.
El Lamborghini en cuestión fue inscrito por la sociedad el 13 de junio de 2023. Antes de eso, figuraba como propietario un empresario iquiqueño de apellido Vargas dedicado a la prestación de servicios logísticos para la minería del norte. Su nombre ha sido objeto de interés de los investigadores, quienes buscan determinar la fórmula que se utilizó en la transacción de un vehículo, cuyo valor comercial puede llegar a los $250 millones.
Algunas fuentes consultadas apuntan a que eso último, la forma en que se concretó el pago, es clave para la arista de lavado de activos, pues el dinero por la compra habría sido pagado en efectivo. BBCL Investiga se contactó con empresa de Vargas, sin embargo no fue posible obtener una versión del propio exdueño del Lamborghini, a quien se le comunicó el interés de conversar con él.
Vargas, al igual que los otros dos dueños anteriores del preciado deportivo italiano, es un asiduo fanático de los automóviles de lujo. De hecho, a su nombre se han inscrito distintos vehículos llamativos: un Lamborghini Aventador 2016, un McLaren 720S Coupe 2019, un Nissan GTR Premium 2011 e incluso un Ford A del año 1929, según registros tenidos a la vista por este medio.
Antes del empresario nortino, el Lamborghini Huracán que terminó en manos de la organización criminal penquista fue propiedad del gerente técnico de una empresa metropolitana dedicada a la prestación de servicios en la construcción. El hombre, un extranjero de apellido Muñoz, también ha tenido distintos autos caros. Un BMW 320 Sport 2014, McLaren 720s Coupe 2018, otro BMW M5 Limousine 2019 y un Land Rover Defender 2021 son parte del listado de vehículos que son o han sido de su propiedad.
Antes de todos, el dueño fue otro empresario. Esta vez, uno dedicado al rubro de los alimentos oriundo de Ercilla, región de La Araucanía. Él, al igual que el resto, un amante de las tuercas y de los motores potentes. En los registros figuran haber pasado a su nombre desde un Cadillac Escalade 2011, hasta un Dodge Challenger SRT8, un Chevrolet Corvette Z06 2014, una Hummer 2003, una Ford New F150 2016 y un BMW X1 Sdrive 2017, entre otros.
Nexo con clan Mora
Otro de los aspectos que los policías analizaron acuciosamente durante el año que duró la investigación es el vínculo entre Jorge Espinoza Zapata, El Palta, y Los Mora, el famoso clan familiar penquista dedicado al narcotráfico. Es que la actual pareja de Espinoza Zapata es hija de un viejo conocido de las policías, miembro de Los Mora con varias causas por tráfico y otros delitos a su haber.
En concreto, Fiorella Mora, sindicada por el Ministerio Público como uno de los “mandos medios” de la organización que lideraba su pareja, es una de las hijas de Nolberto “El Teo” Mora, uno de los integrantes del clan de Los Mora que fue sindicado como partícipe en 2013 de un fatal incendio en venganza por la muerte de uno de los suyos, hecho que provocó impacto en la ciudad, y que terminó con la vida de un hombre de 99 años. Eso sí, tras un año en prisión preventiva fue absuelto por falta de pruebas.
Como sea, la mujer de 26 años —madre de la pequeña hija de El Palta— está ahora buscando por todos los medios demostrar su inocencia. Es por ello que se interpuso una acción de amparo ante la Corte de Apelaciones de Concepción en la que se desmarca de cualquier responsabilidad en el negocio que lideraba su novio.
El abogado Juan Fernando Silva plantea en la instancia que a su representada no se le ha comprobado ninguna relación directa con los delitos que la fiscalía le imputa a los miembros de la organización, por lo que la prisión preventiva es —a su juicio— un exceso.
En el documento de 40 páginas salen a la luz también detalles del proceso que se habían intentado mantener bajo reserva. Primero al declarar como secreta la investigación y segundo con alejar por la fuerza a la prensa del caso.
La estructura
En el escrito se adjunta, por ejemplo, una parte de la resolución del tribunal de alzada penquista respecto a un recurso de apelación que interpusieron las defensas buscando revertir la prisión preventiva.
Allí, se cuenta que en la carpeta de investigación hay “fotografías que ubican a Fiorella Natalia Mora Sandoval, circulando con su pareja (Jorge Espinoza Zapata) al lugar de trabajo de Álvaro Jara Loyola, esto es, la automotora Salazar e Israel, apreciándose que entran con vehículo y a los pocos minutos salen con otro”.
Asimismo, se apunta a que la indagatoria estableció que ella habría estado intentado vender armas de fuego a través de redes sociales. Cuestión que es objetada por su defensor, pues no hay a la vista pruebas concretas de aquello.
En la misma línea, se detalla que El Palta estuvo casado con una mujer que también está en la lista de imputados, apuntada por colaborar en las operaciones de la organización que lideraba su exesposo.
“La asociación criminal (…) estaba liderada por Jorge Espinoza Zapata y Luis Zapata Moraga, quienes recibían cooperación para llevar a cabo los delitos de un conjunto de sujetos (algunos miembros del grupo familiar como Paola Zapata Moraga [mamá del palta], Jorge Espinoza Hidalgo [papá del palta] de sus parejas actuales y anteriores como Joselyn Flores, Fiorella Mora, Karen Vallejos y de los otros imputados) ellos (El Palta y su tío) realizan labores de mando, financian, planifican el trabajo y se encargan de la receptación de los dineros de los receptores de drogas, dan instrucciones al resto de la asociación y manteniendo como parte de esta organización al Cheyo, al Muñeca y al Guatón Ale”, se lee en el documento judicial.
A los mandos medios, entre los que se cuentan la pareja y los papás de El Palta, la fiscalía los escribe como quienes estaban a cargo del “suministro, adquisición, entrega, porte, transporte, transferencia de armas de fuego y municiones” y de ejecutar “diversas formas de lavado de activos”.
A modo de reflexión, se establece que “la estructura además aparece con la intención de estar compartimentada, pues esta jefatura intermedia y gerencial buscaba evitar que los brazos operativos inferiores tomaran contacto directo con los líderes”.
Con todo, el abogado en representación de Fiorella apunta a que en poder de la justicia no hay ninguna prueba concreta de que ella haya tenido un rol activo en la organización ilícita, pues —afirman— las imágenes que la muestran entrando y saliendo de una concesionaria de vehículos no son suficiente argumento para fundamentar la medida cautelar más gravosa del ordenamiento jurídico chileno.
Con la banda casi completa en prisión preventiva, la cúpula de la organización -cuentan fuentes de este medio- reforzará su estrategia judicial con la contratación del controvertido abogado Víctor “Vito” Contreras.
Consultados por BBCL Investiga sostienen que las negociaciones entre el clan y el profesional están muy avanzadas. Tanto que es cosas de días para que se formalice el patrocinio en la causa del excéntrico “narco-abogado”, quien se hizo conocido por su fanatismo por los autos de lujo, los viajes y la ostentación del dinero que obtiene de sus clientes a través de redes sociales.