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El general de contrainteligencia venezolana y su paso por Chile: ascenso y operaciones estratégicas

27 febrero 2024 | 08:12

Los reflectores están puestos sobre el perfil de los generales que trabajan bajo el alero del régimen venezolano y que, en estos días, podrían estar vinculados con la desaparición, catalogada como secuestro por las autoridades chilenas, del teniente (r) Ronald Ojeda. Dentro del listado del alto mando militar, se encuentran varios nombres conocidos en Chile, pero uno en particular ha llamado la atención: el General de División y segundo al mando de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, Carlos Carvallo Guevara. Este general cursó estudios en la Anepe en Santiago el año 2007 y tuvo paso por la academia de Carabineros el 2008.

En Chile, la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (Anepe), mantiene un registro de los alumnos que han pasado por sus aulas de toda la región. Sin embargo, algunos de sus diplomas están en manos de militares cuestionados por Estados Unidos o la Unión Europea por participar en acciones vinculadas a regímenes autoritarios.

Es el caso de militares venezolanos que, durante el primer gobierno de Michelle Bachelet y con un amplio respaldo del Ministerio de Defensa de la época, llegaron a vivir a nuestro país para tomar cursos impartidos por esa entidad. Uno de ellos fue el “Diplomado en Introducción a la Defensa”.

En aquel tiempo, hace 17 años, el país petrolero era dirigido por Hugo Chávez, quien mantenía una relación cercana con integrantes del Partido Socialista chileno. Incluso, la relación con Michelle Bachelet estaba en buen término, muy distinto a cómo terminó en 2009, cuando el presidente venezolano criticó duramente a la gobernante por participar en “cumbres progresistas” con países europeos.

No obstante, antes de que la relación entre Chávez y la izquierda chilena se enfriara, más de una decena de oficiales pasaron por academias militares, no así de la Armada, donde no existe registro alguno.

Un ejemplo es el año 2007, cuando cinco efectivos de rango medio ingresaron a estudiar en Anepe, entre el 10 de abril y el 8 de junio de 2007. Entre los nombres de esa lista, destaca el entonces mayor Carlos Ramón Enrique Carvallo Guevara, quien hoy ocupa un influyente cargo como general en la temida Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).

La visita de este grupo es recordada por el nivel de ostentación que demostraban y por el enorme interés de algunos, como Carvallo Guevara, por realizar otros cursos sobre materias ligadas al quehacer policial. Ejemplo es que el número dos de contrainteligencia militar también tuvo un paso hasta fines de 2008 en la Academia Superior de Carabineros.

A Carlos Carvallo lo recuerdan como un hombre amistoso, sibarita y de invitación rápida. Sus vínculos con Chile continuaron después de regresar a Venezuela; sin embargo, con el paso de los años, esas relaciones se fueron desgastando, especialmente con el seguimiento que realizaron Estados Unidos y la Unión Europea sobre el ahora general, principalmente debido a la cercanía que se decía que tenía con el entonces comandante Vladimir Padrino López, hombre de confianza del régimen chavista, y que hoy ocupa el cargo de ministro de Defensa de Venezuela. Esta cercanía, claramente, ha rendido frutos, ya que hoy en día forman parte de la élite principal.

Secuestro de Ronald Ojeda

Su nombre volvió a la palestra y a la memoria de militares y policías que compartieron aulas en la Anepe y Academia Superior debido al secuestro del teniente (r) Ronald Ojeda Moreno, visto por última vez en la madrugada del 21 de febrero pasado en la comuna de Independencia.

La razón es que, según la familia del militar degradado en Venezuela y al cual Chile le otorgó asilo político a fines de noviembre pasado, la Dirección General de Contrainteligencia Militar estaría implicada en los hechos. Frente a esto, el nombre del número dos de esa dirección ha vuelto a la memoria de muchos.

Y claro, la familia pone como hito para entender lo que habría ocurrido con Ojeda el 22 de enero pasado, cuando el teniente coronel Alexander Granko Arteaga, jefe de la Dirección de Asuntos Especiales (DAE) de la DGCIM de Venezuela, viralizó un mensaje en su cuenta de Instagram en el que afirmaba categóricamente: “no vamos a permitir ninguna conspiración venga de donde venga”.

El militar, que en sus cuentas muestra una apariencia distinta a un militar convencional, ya que usa barba larga y pelo largo, estilo cubano de los ´60, escribió que estaba en una reunión de trabajo con “todos los jefes de grupos de la Dirección de Asuntos Especiales de la DGCIM”, manifestando un apoyo incondicional al “Comandante en Jefe Nicolás Maduro”, al alto mando militar y a la fiscalía general.

Sin embargo, como ha dado a entender el hermano del militar asilado en Chile, la fecha de esos mensajes no pasaron desapercibidos, ya que ese mismo día, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, anunció la existencia del plan denominado “Brazalete blanco”.

Este, según Venezuela, era un plan que contemplaba un atentado contra una brigada del Ejército, el gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, y el magnicidio de Nicolás Maduro. Además, habría buscado la muerte del ministro de Defensa, Vladimir Padrino.

Según los datos que han dado a conocer medios afines al régimen de Maduro en Venezuela, este plan se comenzó a desbaratar a fines de 2023, cuando se cursaron ocho detenciones, entre ellas el excapitán de Ejército Angelo Heredia. Pero, según las mismas publicaciones, tras esa planificación habría estado involucrada la inteligencia colombiana, así como a la Drug Enforcement Agency (DEA) y la Central Intelligence Agency (CIA) de Estados Unidos. Todos datos incomprobables por este medio.

Recordemos que la Fiscalía en Chile no mantiene ese como otros escenarios posibles tras la desaparición del teniente (r) Ronald Ojeda.

Anepe

Durante los años 2005 a 2009, al menos una veintena de oficiales de rango medio, la mayoría de los cuales ocupan hoy puestos clave dentro del régimen, según advirtió una fuente que conoció el proceso, fueron enviados por Venezuela para recibir la máxima instrucción posible en diversas materias en Chile. Todo esto ocurrió tras los acuerdos que se generaron durante el último año de Ricardo Lagos y se profundizaron durante el primer gobierno de Bachelet.

Dentro de ese contexto, según fuentes vinculadas a la inteligencia, se estableció una relación con algunos militantes socialistas chilenos en esa época. Esto se explica porque el comandante Hugo Chávez fue líder del Movimiento Quinta República, fundado en 1997, y posteriormente creó, precisamente en 2007, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Chávez dirigió este partido desde ese año hasta 2012. Un año después falleció.