—Al ver que todo se estaba quemando, tomé mi celular y llamé a mi hija mayor, Andrea, de quien me despedí. (Le dije) que ella hiciera todo y que al día siguiente nos fuese a buscar y que nuestros restos los dejase al interior de un mismo cajoncito junto a mi esposo.
Declaraciones judiciales a las que accedió BBCL Investiga reconstruyen paso a paso el infierno que se desató durante febrero de 2023, en las comunas de Nacimiento, Santa Juana y Coronel. Todo ello, producto del mega-incendio Santa Ana, el segundo más grande en la historia de Chile desde que se tiene registro y que cobró 17 vidas.
En el centro de la indagatoria figura Coelcha, empresa eléctrica que es sindicada por el Ministerio Público como la causante del siniestro que en pocas horas arrasó con vegetación, casas y personas a su paso.
Ahora, transcurrido casi un año de diligencias llevadas a cabo por detectives de la Policía de Investigaciones, la Fiscalía Regional del Bío Bío se alista para sentar en el banquillo de los acusados a dos trabajadores vinculados directamente a la compañía.
Peritajes y declaraciones de testigos apuntan a que sería esta distribuidora eléctrica la responsable de la tragedia. No intencionalmente, sino que por la falta de mantención de las fajas de seguridad de líneas de transmisión que terminaron en contacto con la vegetación y provocaron la catástrofe.
Desde Coelcha se defienden y no comparten la hipótesis del organismo persecutor: “Como cooperativa se encargaron los trabajos necesarios para cumplir la normativa legal, los cuales según los registros existentes fueron debida y oportunamente ejecutados”.
La “Zona Cero”
En su última cuenta pública, la fiscal regional del Bío Bío, Marcela Cartagena, anunció la formalización de la investigación contra dos imputados por los mega-incendios forestales que azotaron la zona. Una promesa que se comenzó a materializar este sábado con la solicitud de una audiencia para comunicar cargos en contra de un contratista y un supervisor por infringir la Ley de Bosques, además de 14 cuasidelitos de homicidios y cuasidelitos de lesiones graves y menos graves.
Informes policiales tenidos a la vista por la Unidad de Investigación de BioBioChile servirán como insumo principal durante la instancia. Y es que de acuerdo a los antecedentes contenidos en el expediente judicial, el fuego se originó en la parcela San Pedro, ubicada en el sector El Pino de Nacimiento. Allí, específicamente en una plantación de eucaliptus que está atravesada por líneas eléctricas de Coelcha, se habría producido la chispa que inició todo.
―Mi primo concurrió hasta el lugar y tras recorrer la parcela observó que el fuego se había producido en el sector de plantación de eucaliptus, por donde pasa la faja de conducción eléctrica, indicando además que había una rama fracturada y quemada que sobrepasaba el tendido eléctrico ―atestiguó ante la PDI uno de los propietarios del terreno sindicado como la “Zona Cero”.
Lo descrito por el dueño coincide con lo que los propios funcionarios policiales apreciaron in situ. Lo observado el 23 de febrero de 2023, en la inspección ocular que duró 2 horas y 45 minutos, quedó plasmado en un informe policial donde remarcan la “evidente falta de mantenimiento”.
―Se visualiza, dentro de esta plantación de eucaliptus y traspasando de sur a norte, la existencia de postes de concreto sobre los cuales se posiciona el tendido eléctrico, con soportes de cerámica. Si bien los postes permiten que la red eléctrica se oriente a una altura que restringe la manipulación de personas y animales, no cumple tal objetivo con la flora existente. (…) Es evidente a la observación, en determinados sectores, la proximidad que mantienen algunas de las ramas de los eucaliptus con la red eléctrica.
Otro párrafo de la descripción del sitio del suceso elaborada por los investigadores confirma que la vegetación presenta “signos evidentes” de haber estado en contacto con líneas eléctricas:
―De la observación de los árboles y sus ramas se han realizado diversos hallazgos de interés, de los cuales destacan la existencia de ramas que, tanto en sus extremos y partes terminales, presentan signos evidentes del contacto con algún agente externo que habría originado una alta temperatura ―reza el escrito. El mismo destaca que se trata de un lugar próximo a la red eléctrica.
Un belga muerto en Santa Juana
Una de las tantas historias trágicas descritas en el informe fue protagonizada por un ciudadano belga que estaba de vacaciones en Santa Juana. Se trata de Raymond Octave Laurent, de 77 años. Junto a su esposa, Gabriela Fernández Neira (76) se encontraba viviendo en la casa de veraneo que mantenían desde 1998 en uno de los ingresos al emblemático cerro Catiray.
Hasta allí llegaban casi todos los años en esta época para evadir el gélido invierno de Mons, ciudad de Bélgica cercana a la frontera con Francia, donde las temperaturas por estos días bajan a varios grados bajo cero.
El 2 de febrero en la noche, el Senapred había decretado Alerta Roja para las comunas de Nacimiento y Santa Juana debido al rápido avance del incendio Santa Ana.
En ese contexto, según relató la mujer posteriormente a la policía, el día 3 de febrero se comenzaron a alistar desde temprano para dejar la zona ante el inminente riesgo.
―Nos preparamos junto a Raymond con nuestras cosas, maletas y enseres producto de los incendios que afectaban esa comuna.
En eso, la mujer llamó a su cuñado ―de nacionalidad francesa― quien tenía una casa en el sector de Doñico de Santa Juana para que los fuera a buscar.
Desde ese lugar se mantuvieron monitoreando lo que ocurría con su casa de veraneo. Pasado el mediodía recibieron la noticia de que la propiedad se había quemado por completo. Habían salvado por poco.
Sin embargo, la situación de riesgo se mantenía. El incendio avanzaba hacia distintos sectores rurales de la comuna y Doñico, donde se habían refugiado, no era la excepción. A las 14:30 horas, recuerda Gabriela, vieron fuego cerca de la piscina ubicada en el terreno de su cuñado.
―Tratamos sin éxito de apagarlo con la ayuda de vecinos, todo esto mientras me mantenía dentro de la piscina llenando tiestos para apagar el fuego ―relató la mujer.
En paralelo, su marido y su hermano habían ido a ayudar a otro sector donde también había llegado el fuego. Poco minutos después se enteraría que las llamas habían alcanzado a su esposo.
―Mi hermano Jaime Fernández Neira, quien también estaba ayudando, me pide seguirlo a su casa por el lado de la huerta a pie, solo los dos, cuando me percato que mi marido ya estaba en ese domicilio en compañía de otros familiares, con su cuerpo todo quemado. Específicamente brazos, manos cara y pelo, manifestando lo mucho que le dolían las quemaduras.
De urgencia lo llevaron por sus propios medios en un vehículo hasta el Hospital de Santa Juana, lugar desde donde posteriormente fue trasladado al Hospital Regional de Concepción debido a la gravedad de las quemaduras.
En ese lugar se mantuvo hasta el 25 de febrero, día en el que producto de complicaciones, murió.
Diego Martín | Agencia UNO
“Me despedí de mi hija”
La despedida
Otra de las historias que resalta entre las recogidas por los policías a través de la toma de declaración, es protagonizada por Delia Ulloa Chávez y su esposo, quienes mientras arrancaban de las llamas tomaron la decisión de llamar a su hija para despedirse.
El 2 de febrero por la tarde ya veían desde su casa, ubicada en el sector Poduco Alto de Santa Juana, cómo desde a lo lejos, desde el sur, se acercaba galopante el fuego. Se prepararon. Esa noche la pasaron en vela.
―En horas de la noche era más evidente el fuego, ya que se veía acercarse más y se observaba una franja naranja extensa. Todo esto nos mantenía preocupados y por ello no dormimos en la noche ―relató la mujer a los policías.
Cerca de 05:00 de la mañana del 3 de febrero llegó uno de sus hijos a advertirles que la tragedia era inminente. Que el fuego estaba muy cerca, por lo que si el viento cambiaba tenían que evacuar lo más rápido posible. Aquel mal presagio se cumplió rápido.
Antes de eso hicieron todo lo posible por salvar el hogar. Construyeron cortafuegos por alrededor utilizando los bueyes y mojaron la casa, mas no fue suficiente. Entre las 10:30 y las 11:00 de la mañana decidieron arrancar.
Lo hicieron a bordo de la camioneta Volkswagen Amarok que utilizaban para moverse a diario. La cargaron con todo lo que cupo y huyeron por el sector Las Piñas pensando que hacia allá no había peligro. Se equivocaron.
―En nuestra ruta a Santa Juana utilizamos el camino de La Generala hacia Espigado, luego a Diñico, y de ahí nos devolvimos hacia arriba por entremedio de las llamas, pasando por debajo de ellas, hasta llegar al sector Purgatorio, cercano a la iglesia de Valle Hermoso, ruta que tuvimos que realizar entre las llamas ―recordó Delia en diálogo con la policía.
Mientras intentaban continuar avanzando la caída de un pino hizo que se trabaran las ruedas de la camioneta. Se atascaron. Allí estuvieron una media hora y el fuego los rodeó. La muerte los miraba a los ojos.
―Al ver que todo se estaba quemando, tomé mi celular llamé a mi hija mayor, Andrea, de quien me despedí. (Le dije) que ella hiciera todo y que al día siguiente nos fuese a buscar y que nuestros restos los dejase al interior de un mismo cajoncito junto a mi esposo ―contó Delia a los detectives el 21 de marzo de 2023 cuando la entrevistaron.
El relato parece sacado de un guion de película de Hollywood. Justo después de despedirse por teléfono de su hija y cortar la llamada, el fuego hizo que se rompiera uno de los vidrios traseros de la camioneta. Comenzó a entrar el humo y ya no tenía sentido continuar adentro.
―Comenzamos a inhalar el humo, por lo que tomamos bebida y ahí mi esposo vio que ya no había fuego afuera, que todo se había consumido, por lo que nos bajamos y corrimos por diez metros ―reconstruyó Delia.
En eso se percataron de la presencia de una piscina de niños que estaba a algunos pasos, dentro de una propiedad. Corrieron, pasaron bajo el cerco y se sumergieron en el agua. Les sirvió como refugio por cerca de una hora.
Luego, una camioneta llegó a su rescate. El conductor se bajó y lanzó un grito desgarrador. Ellos se acercaron rápidamente y abordaron el vehículo. Pocos metros más allá, en otra piscina, se encontraba la familia del joven, la razón por la que él había ido a ese lugar en medio del peligro. Así, todos se fueron hasta Santa Juana centro.
Entre bosque perdido, mangueras y daños estructurales, Delia avalúo sus pérdidas en unos $50 millones.
El peritaje
Un informe pericial de la Sección de Electro-Ingeniería del Laboratorio de Criminalística Central de la PDI, revisado por este medio, confirma el contacto entre un cable energizado propiedad de Coelcha y ramas de árboles cercanos a la línea de transmisión.
En el documento de 11 páginas, fechado el 17 de abril de 2023, se entregan certezas científicas a partir de la evidencia levantada por tres peritos que visitaron la “Zona Cero”.
En el lugar constaron que la línea de transmisión correspondía a una de cobre, monofásica y de media tensión que había tenido contacto con los eucaliptus.
“Estas marcas se producen por el contacto entre la línea eléctrica de cable desnudo con la vegetación que se encuentra en las cercanías, siendo estos dos puntos de potencial diferente, lo que genera una alta circulación de corriente, provocando arcos eléctricos y chispas, que finalmente se transforman en una fuente de calor momentánea que incide en el inicio del fuego”, detalla el escrito de Jorge Padilla Esparza, perito que firmó el documento.
En sus conclusiones, el profesional fue categórico al señalar que, en base al trabajo de campo llevado a cabo, “fue posible establecer que la línea eléctrica estuvo en contacto con un trozo de árbol, generando signos de carbonización en un punto de esta”. Así, agrega que “dado lo anterior y a la ubicación del área de inicio del fuego (…) es posible inferir que un fenómeno de naturaleza eléctrica tuvo incidencia en el inicio del fuego”.
Coelcha se defiende
En base a todos estos antecedentes, este sábado 20 de enero la Fiscalía Regional del Bío Bío ingresó la solicitud de audiencia de formalización para dos de los presuntos responsables de la emergencia, cuyas consecuencias se mantienen latentes. Más cuando faltan pocos días para que se cumpla un año y la zona enfrenta una ola de calor que propicia la ocurrencia de una situación similar.
En este contexto, BBCL Investiga contactó a Coelcha para conocer su versión de los hechos. De entrada, desde la firma remarcan que no comparten la teoría de la fiscalía sobre que la tragedia se desató por culpa de ellos.
“Como cooperativa se encargaron los trabajos necesarios para cumplir la normativa legal, los cuales según los registros existentes fueron debida y oportunamente ejecutados”, afirman.
En esa línea, aseguran que “no es efectivo” lo que plantean los informes policiales en torno a que faltaba mantención de las fajas de seguridad.
“Existen antecedentes documentales que indican la ejecución de trabajos en la zona donde según la fiscalía se originó el fuego. Además existen antecedentes de otros múltiples focos de incendio en otros lugares que estamos recabando”, subrayan.
Sobre si prestarán asesoría legal a los imputados, desde la compañía indicaron que aquello está sujeto a evaluación y que “dependerá de las decisiones que adopte el Ministerio Público respecto de las personas que eventualmente puedan ser formalizadas, de lo que no hemos sido notificados, y se decidirá en su oportunidad”.