—(El fiscal) ese día que fui (a buscar droga) envió mensaje a Conejo, mi socio, señalando que venía la Brianco a hacer redadas.
La declaración corresponde a Carlos Ávila Ascencio, un narco-imputado apresado a fines de 2022 en Puerto Natales. En su poder, la PDI le encontró 10 kilos de droga. Pero no cayó solo. Consigo arrastró a Cristián Muñoz Pérez, fiscal jefe de la ciudad patagona. En su testimonio no sólo dijo conocer al persecutor, sino también aseguró que este último alertó a un segundo investigado respecto de los movimientos de la policía para que zafara del actuar de la justicia.
Los hechos relatados motivaron la apertura de una indagatoria contra Muñoz y la presentación de una querella de capítulos —liderada por el fiscal regional de Aysén, Carlos Palma— que fue recientemente acogida a trámite por la Corte de Apelaciones de Punta Arenas. Todo, ad portas de la formalización del otrora agente del sistema judicial chileno.
De cohecho a revelación de secreto
Contra Cristián Muñoz Pérez pesan dos cargos: cohecho y revelación de secreto. El primer delito se remonta a febrero de 2022, cuando el entonces fiscal habría aceptado recibir un millonario monto a cambio de gestionar y ejecutar actos en su calidad de fiscal. Todo esto en favor de una tercera persona, quien al no contar con el dinero sonante y contante, terminó entregándole un automóvil Suzuki Swift, año 2015, color azul perlado. Vehículo que incluso —según la indagatoria— utilizó para acudir a trabajar a las oficinas el Ministerio Público.
El segundo ilícito, en tanto, responde al operativo de drogas. De acuerdo al libelo —al que accedió la Unidad de Investigación de BioBioChile— todo se remonta a octubre de 2022, en medio de una causa por tráfico de sustancias ilícitas. El primer nombre que saltó a la vista del fiscal del caso, Manuel Soto Basauren, fue el de Carlos Ávila Asencio, a quien un mes más tarde, le interceptarían sus comunicaciones telefónicas.
Las escuchas revelaron que el hombre recibiría un cargamento de estupefacientes. Así las cosas, el 7 de diciembre cayó detenido con 10 kilos de marihuana. Mientras cumplía la cautelar de prisión preventiva, el imputado reveló conocer al fiscal Muñoz. Todo esto porque tenían un conocido en común: Carlos Serón Aguilar, alias “El Conejo”. Para Ávila este era su socio. Trabajaban codo a codo en una botillera local.
Según estableció la indagatoria, ese último sujeto le arrendaba una casa en Puerto Natales al persecutor. ¿El valor? 600 mil pesos.
“Jala más que todos en la cárcel”
En su declaración, Ávila aportó detalles de su relación con el fiscal. Dijo, por ejemplo, haber compartido en varias ocasiones con él y que también conocía a su hermano. Aseguró que era común que el persecutor consumiera alcohol y drogas para luego ventilar los pormenores de su trabajo en el Ministerio Público.
—Cristian y los otros se drogan y siempre habla de las causas de esta fiscalía, señalando que varias personas que se han investigado están libres gracias a él y que le deben muchos favores —atestiguó.
También habló de actitudes reñidas con la ética por parte de Muñoz. Una de ellas, sostiene, ocurrió luego de que Ávila perdiera su teléfono celular. Cuando llamó para recuperarlo, contestó el propio fiscal:
—Me dijo que me lo devolvía pero que me cobraba dos espumantes. Se los llevé a su casa (…) ahí estaba tomando un juicio por computador y borracho, ese día me pidió Misiones de Rengo Moscato —confidenció.
Y lanzó:
—En la cárcel me dicen que Cristian jala más que todos acá.
El “dateo”
En la declaración, el imputado contó que el mismo día que fue a buscar la droga, su socio “El Conejo” recibió un mensaje de parte del fiscal, en el que alertaba de la presencia de personal antinarcóticos de la Policía de Investigaciones de Punta Arenas en Puerto Natales.
—Yo me enteré de esto estando detenido, cuando mi pareja me comentó que mi socio le había reenviado una imagen con el aviso que Cristian le dio sobre la concurrencia de PDI —acotó.
Tras periciar el teléfono de la mujer, los investigadores comprobaron la veracidad de la acusación. En efecto, en el dispositivo se descubrió una fotografía del mensaje. Fechada el 5 de diciembre de 2022 a las 21:06 horas, la captura versaba: “Vale, pero mañana la tengo difícil porque hasta el jueves tengo los antinarcóticos de PUQ (Punta Arenas) acá”.
Según se desprende de los mensajes y de declaraciones contenidas en el expediente judicial, la respuesta del persecutor se da luego de que “El Conejo” le solicitara, una vez más, ponerse al día con el arriendo del domicilio.
A juicio del Ministerio Público, la advertencia de Muñoz permitió que Carlos Serón Aguilar no cayera detenido. La querella concluye que “pudo mantener las precauciones necesarias para no verse involucrado en actividades ilícitas durante esa semana”.
“Poco serio”
Sea como sea, la defensora Marisa Navarrete Novoa acusó poca seriedad de la Fiscalía en ambas investigaciones y que el ente persecutor busca instrumentalizar una sanción administrativa “con fines diversos a los previstos por la ley al establecerla”.
Así, solicitó el rechazo de todos los capítulos de la querella por estimar que son “improcedentes”.
“No existe mérito para sustentar con seriedad tales cargos puesto que los mismos se basan ‘casi exclusivamente’ en las declaraciones de los denunciantes de los hechos materia de investigación”, manifestó.
Con todo, los argumentos fueron desestimados por la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, la que acogió la tramitación de la querella, con lo que deja la puerta abierta para la formalización del otrora agente de la ley.
“Queda de manifiesto que existe una pluralidad de antecedentes graves, precisos y concordantes que permiten hallar sobradamente mérito a la investigación en curso, lo que a su vez permite concluir que no se trata de denuncias difamatorias o sin fundamento, sino que, por el contrario, están revestidas de seriedad que amerita que se continúe el procedimiento penal conforme a las reglas generales”, sentencia la resolución del tribunal de alzada.
Fiscalía niega acceso a sumario
Contra el exfiscal Muñoz el Ministerio Público abrió también un sumario administrativo que terminó con su remoción del cargo. BBCL Investiga solicitó al organismo, vía transparencia, copia de dicha indagatoria interna. La solicitud, sin embargo, fue denegada luego de que la entidad persecutora notificara del requerimiento al imputado. Según se lee en la carta de respuesta enviada a este medio por Mónica Naranjo, directora ejecutiva nacional del Ministerio Público, Muñoz se opuso a la divulgación de dichos documentos, con lo que -a juicio de ellos- quedaron “impedidos de proporcionar los antecedentes”.
“Manifiesto, desde ya, mi total RECHAZO a que se tenga acceso a las investigaciones administrativas y a los antecedentes respectivos, así como todo otro antecedente, de cualquier naturaleza y de cualquier época que obre en poder del Ministerio Público relativo a mi persona o que afecte directa o indirectamente mis derechos e intereses. Lo anterior se extiende a cualquier otra persona que realice alguna solicitud de idénticas o similares características, anteriormente, actualmente, o en lo sucesivo”, reza la respuesta del imputado.
Posterior a la publicación de este artículo, el expersecutor emitió una declaración en la que descarta las acusaciones formuladas en su contra.
En ese sentido, sostiene que las afirmaciones contenida en la querella y reproducidas por este medio “se basan en una denuncia efectuada por una persona imputada por un grave delito de tráfico de drogas, y que son absolutamente carentes de veracidad”.
Respecto de esta última, asegura que se retractó de lo mencionado en una declaración posterior ante fiscalía. “Yo no he visto drogándose a Cristian Muñoz”, versa ese nuevo testimonio en un extracto que hizo llegar el propio exfiscal.
Así, menciona que cuenta con un examen de drogas negativo realizado una vez conocida la denuncia, que en el sumario en su contra “se descartaron el cien por ciento de estas falsas afirmaciones” y que la conversación que motivó el inicio de las pesquisas corresponde a un chat privado y que no se refiere a una “redada”.
“Que en este contexto es menester destacar que la querella de capítulos solamente se trata de un antejuicio que tiene por finalidad exclusiva resolver acerca de la procedencia de continuar con el procedimiento”, añade.