En durísimos términos, el Consejo de Defensa del Estado (CDE) contestó la demanda laboral ingresada por la exembajadora en Reino Unido, Susana Herrera, quien pretendía una indemnización de parte del fisco cercana a los $190 millones.
En un escrito de 27 páginas —al que accedió la Unidad de Investigación de BioBioChile—, el organismo apunta a un actuar improcedente de la arquitecta y diseñadora de interiores. No sólo respecto de sus intervenciones para conseguir 5 millones de dólares ante el Gobierno Regional del Bío Bío, sino incluso del uso que dio a sus redes sociales y de la misión en suelo británico.
También desestiman de manera categórica que la denunciante haya sido objeto de actos vulneratorios por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores ni menos que fuese sometida a un trato “desdeñoso, desconsiderado y discriminatorio, con afectación de su dignidad”.
“Desnaturalizar el cargo”
En el documento ingresado por el abogado procurador fiscal de Santiago, Marcelo Chandía Peña, la institución que representa los intereses del Estado subraya, en primer lugar, que el cargo de Susana Herrera era de “exclusiva confianza” del Presidente de la República. Y, por ende, de libre remoción por el Mandatario.
En esa línea, recalcan que los funcionarios en dicha calidad sólo podrán mantenerse en el cargo mientras cuenten, precisamente, con la confianza del Presidente, “dependiendo su remoción de la voluntad de la autoridad facultada para efectuar el nombramiento”.
Así, a juicio del CDE, la denuncia de la exembajadora Herrera “persigue desnaturalizar” el puesto de servidora pública que ocupó.
“Disponer el cese del cargo no constituye sino el ejercicio de una facultad privativa que expresa el propósito del superior de remover al afectado de su empleo, por estimarse que dicho servidor ha dejado de contar con la confianza requerida para el desempeño de esa plaza”.
- Contestación del CDE
“Renuente con la autoridad”
Respecto de los US$5 millones que la diplomática gestionó ante el Gobierno Regional para el cuestionado proyecto Living Labs, el escrito apunta que la Cancillería se enteró recién cuando ella ya había enviado una carta al gobernador Rodrigo Díaz. Y, por lo demás, no bastaba sólo con avisar, “sin mediar una solicitud de autorización para llevar a cabo este acercamiento”.
“Admitir lo contrario implicaría desconocer la función diplomática”, fustiga la contestación.
Asimismo, descartan que el Ministerio de Relaciones Exteriores filtrara a la prensa las gestiones de la arquitecta ante el GORE en medio del caso Fundaciones. Incluso, indican que fue la propia ex embajadora quien clasificó como público los detalles del programa en el sistema de mensajería oficial de la cartera.
Y aún más: añaden que la misma Herrera se refirió a los alcances de dicha iniciativa “con diversas personas”, sin informar de ello a los miembros de la misión en Reino Unido.
Todo ello, complementan, “devela una actitud renuente con la autoridad a nivel central y que se manifestó durante el período en que ejerció funciones como embajadora”.
Susana Herrera y sus redes sociales
En su demanda —dada a conocer por este medio a fines de noviembre recién pasado— la excandidata a la Convención Constitucional y luego a diputada por el distrito 20, acusó haber recibido un “trato inapropiado” y “discriminatorio” por parte del jefe de gabinete de la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de La Fuente.
De acuerdo al documento, el asesor le recalcó que había recibido comentarios y mensajes negativos por parte de la subsecretaria y de la Presidencia.
En su respuesta, el CDE descarta un trato improcedente en contra de la demandante, pero detallan que sí era una preocupación el uso de sus redes sociales.
A juicio de ellos, no le correspondía que hiciera valer su posición como embajadora para requerir al personal de la misión diplomática incorporar referencias a sus cuentas personales en las publicaciones oficiales. Tampoco, añaden, debía publicitar aspectos que carecían de algún grado de identidad con la función diplomática en dichas plataformas.
Esto último ya había ocurrido el 4 de julio del año pasado, cuando Francisco Bartolucci era primer secretario de esa embajada. En la instancia le llamaron la atención. Resulta que en medio de la crisis política que terminó con la salida del primer ministro Boris Johnson, la embajada dirigida por Herrera posteó un meme donde se ve un emocionado Jonah Hill. Algo que, desde luego, fue considerado altamente inapropiado considerando el escenario por el que atravesaba el país.
Según la contestación, en todo ese ese contexto, “le hicieron ver la necesidad de seguir los lineamientos” comunicacionales, “más aún si las publicaciones que se realizan en las redes sociales tienen impacto en la imagen del país y de la Cancillería”.
“Admitir un margen de improvisación, contraviniendo las anotadas directrices, podría repercutir —necesariamente— en la percepción que terceros Estados podrían tener de la República de Chile en la ejecución de su Política Exterior”, retruca el CDE.
“Perseveró en atender su interés particular”
Con todo, el organismo también fustigó la comentada entrevista que Susana Herrera, aún en su calidad de embajadora, otorgó a CNN. Todo ello, “sin consultar previamente ni pedir autorización a autoridad alguna del ministerio”.
Sea como sea, en la oportunidad dijo que sus gestiones en el Bío Bío se dieron tras acercamientos con el mismísimo rey Carlos III.
—You touched my heart (tocaste mi corazón) —dijo la diplomática que le había dicho el monarca británico.
Así, el CDE cuestiona que develara “conversaciones con agentes del Estado receptor, en las que se tenía una expectativa razonable de reserva”.
“La señora Herrera Quezada, teniendo el deber de actuar con lealtad con la República de Chile y el Ministerio de Relaciones Exteriores, perseveró en atender su interés particular”, sentencian.
Todo deberá resolverlo el Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago.
"Debiendo ser leal a Chile, perseveró en su interés particular": CDE da portazo a exembajadora Herrera
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