Desde enero de 2023 en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago se está investigando el actuar del empresario Álvaro Saieh. Esto comenzó cuando MBI Inversiones, empresa liderada por Arturo Claro, interpuso una querella en contra del empresario y controlador de CorpGroup Banking (CGB) por vaciamiento de patrimonio y contrato simulado.
La denuncia contra la empresa del también controlador de Copesa, dueña del diario La Tercera, tendría su origen entre los años 2016 y 2022. Según el documento, entre esos años se generaron una serie de operaciones en que se simuló la compra y venta de acciones donde Saieh habría sacado activos y dinero de CBG a otras sociedades de la familia. Esto en medio del incumplimiento de los pagos a raíz de la emisión de un bono de US $500 millones, lo que llevó a la firma a acogerse a la ley de quiebra en Estados Unidos, llamado Chapter 11.
Con el pasar de los días, se sumaron más querellantes a la causa, que hasta la fecha cuenta con más de 60. Según lo descrito en los diversos escritos ingresados por los demandantes, se detalla que Saieh habría incurrido en “la realización de una serie de contratos de suscripción y compraventa de acciones con la Compañía Inmobiliaria y de Inversiones SAGA SpA (SAGA) e Inversiones GASA Limitada (GASA)”.
Se señala qué “esta maquinación tuvo como propósito vaciar el patrimonio de CGB a través de la eliminación de activos, sin incurrir en contravenciones o infracciones a las obligaciones y prohibiciones contraídas al momento de la emisión del bono”. Es decir, a juicio de quienes acusan a la familia Saieh, premeditadamente ocuparon como estrategia sacar todos los activos de esa sociedad para no pagar a los acreedores.
Tras 11 meses desde que la Fiscalía inició la investigación sobre los traspasos ocurridos entre las sociedades de la familia Saieh, nuevos antecedentes han aparecido en la carpeta. La Unidad de Investigación de la Radio Bío Bío tuvo acceso a dos archivos que contienen información clave que dejaría de manifiesto un presunto actuar delictual de Saieh y podría complicar la situación para la familia. Pero claramente más de los acreedores.
Informe
Un documento de 52 páginas es el que elaboró el Ingeniero Comercial de la Universidad Católica y PhD en Economía de la Universidad de Harvard, Matías Braun, el que fue presentado e ingresado en la carpeta de investigación.
Si bien, Braun da cuenta que “no se contó con información financiera-contable generada directamente por la compañía (…) el estudio está en casi su totalidad basado en fuentes públicas indirectas sobre las compañías relacionadas con SAGA. Esto implicó realizar varios supuestos adicionales que se detallan en el informe”.
Braun realizó una valorización económica del patrimonio de SAGA entre los años 2016 y 2021, y da cuenta de ocho conclusiones. Comienza explicando que “el valor económico del patrimonio de SAGA se mantiene en alrededor de $300 mil millones entre 4Q2016 y 1Q2019, similar al patrimonio contable.” En palabras simples, entre el cuarto trimestre de 2016 y el primer trimestre de 2019 el patrimonio de SAGA se mantiene en los $300 mil millones.
Agrega que desde el cuarto trimestre 2019 la situación de SAGA cambia radicalmente. “A partir de ese momento baja significativamente para tomar valores negativos desde 4Q2019 (“Q” indica trimestre) y terminar reduciéndose en $541 mil millones, para llegar a -$246 mil millones en 25/6/21 (momento de la petición de protección Chapter 11)”.
Pero la conclusión número siete es la más relevante. “Los traspasos de acciones de SAGA se realizaron, en general, a un valor superior al económico, implicando un mayor pago (en términos netos) de $68 mil millones por parte de los compradores ($65 mil millones correspondientes a compras por parte de CGB)”.
Esto quiere decir que CGB pagó un monto extra de $65 mil millones al comprar las acciones de SAGA. Todo esto en medio de una crisis e inestabilidad económica dentro del grupo Saieh.
Ver documento:
Declaración de ex contador
Pero eso no es todo, dentro de las personas que declararon -en lo que va de la investigación- se encuentra el ex subgerente de contabilidad de CGB, Esteban Zavala Destefani.
El contador auditor, en una corta declaración de menos de cuatro planas, relata “el mecanismo” que se utilizó durante los años en cuestión.
“En el año 2014, recuerdo haber visto por primera vez el empleo del mecanismo que permitía el bono, en el sentido de invertir en ciertos activos financieros como lo es la compra de acciones de bancos”, señala en la declaración y agrega que “ya en el año 2016, finalmente se concreta la fusión del Banco Corp Banca e Itaú Chile, pero la situación de mercado aún no permitía liberar la restricción del bono, por ello, fue que Corp Group Banking S.A., empezó a adquirir acciones de la Compañía Inmobiliaria y de Inversiones SAGA SpA., sociedad relacionada que dentro de su patrimonio mantenía acciones de Banco Itaú Corp Banca, lo que entiendo mantiene el cumplimiento de la restricción, ya que si bien compra acciones de una sociedad, esta última es tenedora acciones del banco, situación que estaba permitida”.
Relata además que “como se había llegado al mínimo de acciones de requeridos por el bono, Corp Group Banking S.A., se encontraba impedido de vender, por eso se recurrió a la Compañía Inmobiliaria y de Inversiones SAGA SpA”.
Y recalca que “estas operaciones comentadas, recuerdo que se repitieron hasta el año 2020, momento en que fue la última vez que se recibió dividendos del banco, antes de entrar al proceso de Chapter 11, de Estados Unidos”.
Conocedores del tema comentaron a la Radio que tanto lo que se describe en el informe como las declaraciones del ex subgerente podrían complicar la situación para el grupo Saieh. Esto porque el sobre pago de una acción es delito en el país y que aunque para muchos el hecho de que hayan salido adelante del Chapter 11 podría haber terminado con el proceso judicial que lleva la Fiscalía de Las Condes, estos son posibles delitos que los tribunales norteamericanos no investigan.