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Favorito en las elecciones presidenciales argentinas, que sucederán el día 22 de octubre, el candidato de ultraderecha Javier Milei pretende realizar grandes inversiones para el área de Defensa y Seguridad. La justificación es que se hace necesario revalorar las Fuerzas Armadas del país.
“Tengo la decisión de transformar la Argentina en un país seguro”, afirmó Javier Milei durante el segundo debate presidencial realizado el pasado 8 de octubre. Favorito en las elecciones presidenciales de este año, el economista de ultraderecha está entre las figuras más polémicas de la historia reciente del país. Una de sus propuestas de programa, por ejemplo, es triplicar las inversiones en Defensa, revalorar las Fuerzas Armadas y promover la soberanía nacional en lugares donde Argentina se viera amenazada, lo que podría preocupar a sus vecinos, incluido Chile.
La encargada del área de Defensa y Seguridad, en caso de que Milei sea electo, será Victoria Villarruel, hija de un excombatiente de la Guerra de las Malvinas. En entrevista a la radio Neura FM, Villarruel explicó la razón para invertir más en defensa. Según ella, actualmente Argentina destina 0,4% del PIB en el sector, siendo el menor presupuesto de la región. La propuesta del candidato del partido La Libertad Avanza es elevar esta cifra para 2% en un proceso que duraría ocho años.
Para Pablo Lacoste, analista internacional y profesor de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), este plan de Milei le llama bastante la atención porque, de acuerdo con el docente, Argentina es un país quebrado que debería tener otras prioridades a la hora de invertir. “Esto me parece extraño porque tendría que primero avanzar mucho en bajar otros gastos públicos para alcanzar el equilibrio fiscal antes de decir que aumentará el presupuesto para la Defensa”, afirma.
El discurso de Milei y Villarruel tiene fundamento. Desde los años 90, el gasto militar sobre el PIB tuvo un fuerte descenso comparado con la década anterior y durante el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) bajó aún más. Un informe elaborado por Sergio Eissa, doctor en Ciencia Política y director nacional de Formación del Ministerio de Defensa, señala que el presupuesto en defensa nacional alcanzaba el 2,4% del PIB en 1989, mientras que esta cifra alcanzaba un 0.9% en 2016.
A pesar de las acciones del actual gobierno de Alberto Fernández para mejorar la situación, Argentina sigue estando detrás de las Fuerzas Armadas de Brasil, México, Chile, Perú y Colombia en cuanto a equipamiento, capacidad militar, y operatividad.
“Ninguna fuerza política en Argentina propuso aumentar el gasto militar. O sea, con esto, Milei está tratando de atraer el voto de la derecha, el voto de los militares, de las fuerzas de seguridad. La capacidad que va a tener para poder aplicarlo sería muy dudosa porque el fisco está en condiciones desastrosas”, destaca Lacoste.
El cientista político argentino, Marcos Novaro, también es escéptico en relación con esta propuesta de Milei. Además de no ver necesidad para un aumento tan expresivo en el presupuesto, ya que no existe una amenaza de conflicto entre Argentina y sus vecinos, el discurso del candidato es parte de la retórica de la derecha militarista y no se traduciría en acciones concretas. “Se está planteando el restablecimiento nacionalista de las Fuerzas Armadas como un actor, pero eso es pura retórica porque la verdad es que no tiene eco entre los civiles y tampoco entre los militares”, afirma.
Teniendo eco o no, esta y otras propuestas de Javier Milei han sido del agrado de la mayoría de los argentinos. De acuerdo con una encuesta realizada por Proyecciones Consultores, el candidato de La Libertad Avanza tiene un 35,5% de intención de voto. El segundo puesto es ocupado por el candidato del gobierno Sergio Massa (30.9%) y en tercer lugar está Patricia Bullrich, con 23.2%.
El futuro de la relación argentina con Chile
Un sujeto sin “pelos en la lengua” y excéntrico. Así se puede definir a Javier Milei, quien durante los últimos meses ha captado votos de los más distintos sectores de la sociedad argentina con su plan de dolarización de la economía para solucionar los problemas del país y sus críticas aferradas a la izquierda. En distintas entrevistas, afirmó, incluso, que cortaría lazos con Brasil, China y otros países que son gobernados por izquierdistas.
El porteño de cabellera despeinada -una combinación compleja del mullet, moptop y mohicano, según destacó “Wall Street Journal“-, ya estuvo en Chile varias veces. Su última visita fue en julio de este año, cuando participó de una actividad promovida por Axel Kaiser, presidente de la Fundación para el Progreso. En la instancia, Milei no dejó de críticar duramente al presidente Gabriel Boric. “Así como esperamos sacar la plaga kirchnerista, en realidad toda la plaga socialista que azota a Argentina por más de cien años, espero que ustedes tengan la dicha y la altura como para poder sacarse también a este empobrecedor de Boric”.
El analista Pablo Lacoste cree que cortar relaciones con gobiernos de izquierda es una contradicción porque va en contra de los planes de normalización económica que tiene Milei y por eso a veces es difícil tomarlo en serio. “Si él insiste en eso y lo lleva adelante, tendría que incluir al gobierno de Chile también. Argentina y Chile tienen un montón de temas en común que resolver, sobre todo en las zonas de frontera, donde hay muchos proyectos de integración física que están pendientes. El problema es que viene Milei con estas limitaciones ideológicas y esta inestabilidad emocional, y genera un manto de duda de cómo pueden evolucionar esas relaciones bilaterales”, señala.
Milei define sus propuestas de política exterior como una “lucha global contra socialistas y estatistas” y, en caso de que sea electo, eligió a Diana Mondino como su ministra de Relaciones Exteriores. Uno de los desafíos de la economista sería el reposicionamiento argentino ante la economía global tras una posible salida de Mercosur. El candidato defiende esta idea, pues considera que el bloque económico fundado por Argentina y Brasil es de mala calidad y perjudica a sus miembros.
“Él ha dicho varias veces que no cree en Mercosur y cree en acuerdos de libre comercio. Me parece que podría tratar de hacer un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos u otra gran economía. No sé si eso tendría mucho éxito, pero en todo caso sí, sería parte de una diplomacia ideológica”, comenta Marcos Novaro. El analista político agrega que, independiente del candidato que gane las elecciones, Argentina debe dejar instancias internacionales, como la Celac, y no aceptar la invitación a los BRICS. “Nadie cree que eso sea útil para el país”.
En medio de incertidumbres respecto a sus propuestas de un eventual gobierno, Javier Milei llegará a las elecciones con bastante fuerza, pudiendo derrocar sectores tradicionales, como el peronismo. La primera vuelta está agendada para el día 22 de octubre. En caso de que haya una segunda vuelta, los electores volverán a las urnas el día 19 de noviembre para elegir aquel que ocupará la Casa Rosada y escribirá un nuevo capítulo de la conturbada historia argentina.