Se busca al "Niño Guerrero": Venezuela emite alerta Roja para capturar a líder del Tren de Aragua

Venezuela, en las últimas horas, subió finalmente al sistema de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) una alerta Roja mundial que recae sobre el líder de la organización criminal conocida como el “Tren de Aragua”, Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alías “Niño Guerrero”.

Dicha orden se da luego que el pasado miércoles, tras un operativo que contabilizó 11 mil policías, se desarrollara un allanamiento al interior de la cárcel de Tocorón, lugar que controlaba Guerrero desde hace años. Pero pese a las intenciones del gobierno venezolano, tanto él como sus más cercanos lograron escapar.

Desde aquella jornada se cumplirán siete días, y la información que manejan distintas agencias de inteligencia, seguridad y de instituciones que combaten el narcotráfico en la región dan cuenta que se desconoce su paradero. Se busca al “Niño Guerrero”.

En Sudamérica, Colombia y Ecuador han tomado la decisión de levantar toda la información que se pueda cotejar para establecer si el líder del “Tren de Aragua” llegó o no a su territorio, pese a que no existe ninguna evidencia al respecto. Mientras Perú, en las últimas horas, anunció una cuantiosa recompensa para quien entregue datos que permitan la captura de Guerrero.

El vagón chileno del tren

En Chile, el “Tren de Aragua” habría comenzado a operar el año 2017. Si bien públicamente la información se conoció en 2019, desde ese entonces esta organización criminal se ha convertido sin lugar a dudas en uno de los grupos extranjeros más despiadados registrados a nivel local.

A nivel regional, el Tren de Aragua es considerado como una megaorganización sudamericana que, desde Venezuela, ha coordinado una serie de delitos que van desde trata de personas, prostitución, tráfico de drogas, armas, secuestros, robo de vehículos, asaltos de gran envergadura y control territorial de zonas específicas.

En el caso chileno, existen dos investigaciones que lleva adelante el Ministerio Público que se cruzan con esta organización. Ambas radicadas en regiones del norte del país. Ambas están directamente relacionadas con los ingresos ilegales de inmigrantes, tráfico de drogas y control territorial.

La primera investigación, en la que cayeron nombres como el “Estrella” -Carlos González Vaca- y “Satanás” -David Landaeta Garlotti-, está en manos de la Fiscalía Regional de Tarapacá, que dirige el fiscal regional Raúl Arancibia. El “Estrella” ingresó a Chile en 2017 con una visa de turista y luego, cumpliento todos los pasos, obtuvo su visa temporaria en 2019.

Pese a su peligrosidad, no se emitió ninguna alerta sobre quién era este sujeto en ese momento. Fue arrestado por la Policía de Investigaciones (PDI) en Quilpué el 7 de abril de 2012. Tal como informó Radio Bío Bío, la órden de detención que permitió su captura se logró después de identificarlo como el responsable del secuestro y tortura de un colombiabo apodado “Papi papi” a quien le cortaron un dedo por no pagar una deuda que tenía con el grupo.

La ficha de Carabineros

Incluso Carabineros, en base a toda la información que han recibido sobre Guerrero, decidió elevar una alerta nacional que está a cargo de la Dirección Control de Drogas e Investigación Criminal y del Departamento de Investigación de Organizaciones Criminales que depende del O.S-9.

El documento, que se titula “Alerta de Seguridad”, mantiene dos fotos de Guerrero Flores, y en ella se señala que tiene 39 años, estado civil soltero, tiene una estatura de 1.70 metros. Tiene tez blanca, cabello negro y contextura gruesa, según el documento.

La comunicación que fue enviada a unidades policiales del país, señala que el “sujeto de alto compromiso delictual, quien sería el líder del grupo delictual denominado “Tren de Aragua”, quien se encontraría prófugo de la justicia en Venezuela, el cual posiblemente se pueda haber trasladado hasta Chile. Se pide que ante la menor evidencia se comunique rápidamente con el O.S-9 de Carabineros.

Vagón Los Gallegos

Pero el “Tren de Aragua” tiene sus propios vagones. En Chile no solo ha sido descubierto operando desde Tarapacá hacia el sur, sino que también se ha asentado en el extremo norte, particularmente en la ciudad de Arica. Ahí, entre cerros y el calor del desierto, se descubrió al clan “Los Gallegos”, una célula de esta red criminal de origen venezolano.

En Arica los lazos van más allá de la frontera. Esto porque la investigación que dirige la Fiscalía Regional de Arica y Parinacota ha identificado que el líder de quienes han estado operando en la zona está radicado en Perú. ¿El nombre? Félix Anner Castillo Rondón, alias el “Puré Arnel”. “Los Gallegos” se han caracterizado por su alto nivel de agresividad y el uso de armamento en una serie de homicidios en la zona, además de estar ligados a delitos de drogas.

La acusación fiscal que presentó en junio de este año la Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos del Ministerio Público en Arica, en el marco de la investigación titulada “Tren del Norte”, dio cuenta de cómo operaban “Los Gallegos” y sus redes. En esta, por ejemplo, quedó al descubierto que utilizaban una casa de tortura ubicada en el cerro Chuño. A la fecha, gracias al trabajo de policías y persecutores, hay más 40 sujetos tras las rejas a la espera del comienzo del juicio oral del caso.

Cárcel de Tocorón

El gobierno venezolano afirma haber “desarticulado completamente” la influyente megabanda después de tomar el control de una de las prisiones más violentas de ese país. Sin embargo, la operación plantea dudas sobre su verdadera naturaleza, ya que los líderes de la banda lograron escapar y gran parte de sus actividades se han mantenido prácticamente intactas.

De hecho, el ministro venezolano de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, almirante Remigio Ceballos, elogió la operación en la que participaron 11.000 soldados y oficiales, respaldados por vehículos blindados, patrullas aerotransportadas, todo para tomar el control de la prisión el pasado 21 de septiembre.

De hecho, terminado el mega operativo, el almirante Ceballos dijo: “Este es un golpe significativo que ha debilitado en gran medida a todas estas organizaciones delictivas, que han quedado prácticamente desmanteladas”.

Sin embargo, y pese a los aplausos iniciales, fue el propio oficial que tuvo que salir a retractarse al admitir que la operación no logró la captura del preso más importante de la prisión, Héctor Guerrero Flores. Según el alto oficial, Guerrero ya estaba en libertad cuando se llevó a cabo la Operación que tuvo por nombre: “Liberación Cacique Guaicaipuro”.

Según medios especializados en bandas criminales, Tocorón no solo alojaba 3.000 reclusos, sino que también servía como refugio para delincuentes buscados por las autoridades. Josué Ángel Santana, alias “El Santanita“, uno de los lugartenientes más importantes de “Niño” Guerrero, y uno de los delincuentes más buscados en Venezuela.

A pesar de la presentación de la acción en Tocorón como un “rescate” por parte del almirante Ceballos, es importante señalar que los presos habían sido enviados allí por el sistema de justicia venezolano y que el Ministerio de Prisiones había otorgado a “Niño” Guerrero el control sobre la prisión, convirtiéndola en una base importante para las operaciones criminales en el país, tal como lo indicó el sitio web de la ONG Insight Crime. De hecho, Guerrero Flores vivía en una casa de dos pisos y con acceso a canchas de béisbol e incluso caballos a su disposición, todo dentro de la misma cárcel.

La clausura de la prisión de Tocorón representa un golpe al Tren de Aragua, pero no lo termina por completo. Con la prisión cerrada, la banda y “Niño” Guerrero pierden varios beneficios claves, incluyendo su fortaleza, un centro de reclutamiento, una base logística y una fuente de ingresos importante. Sin embargo, la banda sigue operando. Sus líderes están en libertad y sus operaciones se extienden por toda América Latina.

Algunos observadores, como Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), consideran que esta operación fue más una entrega negociada que una toma militar, y que antes de la operación, posiblemente más de 1.000 reclusos podrían haber salido de la prisión, no solo los líderes del “Tren de Aragua”. La falta de transparencia del régimen de Nicolás Maduro dificulta la obtención de datos precisos sobre la población carcelaria, lo que plantea preocupaciones sobre una posible fuga masiva de criminales.