"Cabra chica" y "vieja comunista": la verdad de concejalas que cuestionaron a Torrealba en Vitacura

Llegó el día. Durante esta jornada, ante el 4º Juzgado de Garantía de Santiago, el exalcalde de la Municipalidad de Vitacura, Raúl Torrealba del Pedregal, será formalizado por los delitos de fraude al fisco, asociación ilícita y, además, ilícitos tributarios, en el marco de una investigación por el presunto desvíos de fondos desde los programa “Vita” a cuentas personales.

No estará solo. Junto a él, los fiscales Centro Norte, Xavier Armendáriz y Francisco Jacir, le comunicarán los cargos de fraude al fisco y asociación ilícita a los excontadores de la sede edilicia, Arnaldo Cañas y César Silva; a la exdirectora de Desarrollo Comunitario, Antonia Larraín Prieto; al exdirector de los programa “Vita”, Domingo Prieto Urrejola; y al exdirector de Desarrollo Comunitario, Renato Sepúlveda.

La indagatoria, que se inició tras una denuncia realizada el 22 de julio de 2021 por el director de Asesoría Jurídica de la Municipalidad de Vitacura, Mauricio Irarrázaval Cerpa, abarca un periodo de aproximadamente 10 años en los que Torrealba estuvo a la cabeza del municipio de Vitacura. Durante su último periodo, y antes que explotara el caso, solo dos concejalas se mostraron contrarias o reticentes a las decisiones de Torrealba en torno a dineros públicos.

Hablamos de Francisca Cruzat Grand, quien fue concejala independiente pro Evópoli, y Luz Pacheco Matte, simpatizante de la Democracia Cristiana (DC), quienes conversaron con Radio Bío Bío sobre lo que pasaba al interior del municipio, y de cómo fueron miradas de forma despectiva por poner en duda la palabra del “Tronco” Torrealba en asuntos varios. El resto del concejo lo componían Maximiliano Del Real, Cristián Araya, Patricia Alessandri, Catalina Recordon, Felipe Irarrázaval y Matías Bascuñan.

“Nunca se transparentaron las platas que la Corporación recibía en conceptos de donaciones o publicidad, por ejemplo. Si los gastos de Vita Deporte, por ejemplo, eran 100 mm, la subvención que le daba la municipalidad era de 100 mm… la pregunta obvia era, ¿dónde estaba el resto de la plata? ¿En qué se gastaba? ¿Cuánto recibían?”, dice Cruzat.

Y agrega: “No me cuadraba que ante la falta de transparencia nunca nos daban respuestas claras. En términos coloquiales, siempre tiraban la pelota para el córner. La respuesta era que las corporaciones son privadas e independientes de la municipalidad”.

Pacheco, por su parte, menciona que “yo sólo cuestionaba el hecho de que se tuviese que entregar una subvención completa a Deportes, cuando ellos generaban otros ingresos, como, por ejemplo, con las paletas publicitarias en toda la comuna. Cuestionaba: ¿Por qué la municipalidad debía cubrir la totalidad de los gastos cuando ellos tenían otros ingresos?”.

Ante dicha pregunta, complementa que “se me contestaba que los otros ingresos no eran parte de la subvención, por lo tanto no se rendían a la municipalidad y al concejo. Yo lo que decía era que al menos se descontaran, pues la municipalidad tenía muchas otras necesidades que por falta de recursos no se podían cubrir”.

Patrón de fundo

En relación al actuar del exalcalde, Francisca Cruzat dice que Torrealba “era muy carismático, los funcionarios lo adoraban. Transmitía mucha seguridad y experiencia. Un hombre muy político y con gran conocimiento de cómo funcionan los municipios. El ‘Tronco’ hizo una muy buena pega en Vitacura. El parque, los colegios, el Cesfam, el urbanismo, la sustentabilidad que hoy hacen que Vitacura sea Vitacura como decía él. Pero por lo mismo se sentía ‘dueño del fundo’”.

No obstante, Cruzat admite que se sintió “aislada” y que lo pasó “mal”. Asimismo, dice que dentro del municipio la trataban como la “cabra chica hija de papá”. En torno a la relación de Torrealba con Antonia Larraín y Domingo Prieto Urrejola, la exconcejal dice que “Domingo y la Antonia eran muy cercanos y unidos al alcalde, se conocían de toda una vida”.

Luz Pacheco, en relación a los concejales que más oposición hacían a Torrealba, menciona al actual diputado Republicano, Cristián Araya, a Felipe Irarrázaval, a ella y a Cruzat. “Los cuatro hacíamos un buen team para hacer oposición respecto a este tema en específico, pero nos costaba, ya que siempre habían respuestas vagas y poco claras. En lo personal, lo que me hacía ruido era la cantidad de cursos y cantidad de profesionales contratados para ello, especialmente en Vita Deportes”.

Información sobre los movimientos

Francisca Cruzat dice que siempre pidió información “pero era muy difícil encontrar pruebas o tener algún atisbo de lo que pasaba realmente. Sin pruebas o argumentos es muy irresponsable hacer acusaciones”. A pesar de que siempre dudó sobre lo que ocurría en el municipio, detalla que luego de conocer los hechos investigados por el Ministerio Público algunos no le sorprenden, pero “otros sí”.

En tanto, Luz Pacheco dice que “pedí mucha información y en algunas ocasiones se me hacía llegar. Por ejemplo, se me entregó una planilla con los cursos, profesionales y sus respectivas remuneraciones. Pero la cantidad de cursos eran muchos, al igual que la cantidad de profesionales que los impartían, lo que sonaba raro, especialmente en plena pandemia”.

La misma Luz cuenta que al pedir información “el alcalde se molestaba evidentemente, y a veces, perdía la paciencia. No creo que nos aislara, pero no hacía caso a las solicitudes de información, contestaba: ‘Sí, señora Pacheco, se le va a hacer llegar la información que solicita’, y nombraba al profesional correspondiente. Con eso cerraba el tema y se aseguraba que quedara en acta lo solicitado”.

En el siguiente concejo, y al volver al punto de la información, Pacheco señala que “se le decía que la información no había llegado, y así ocurría constantemente. Es importante señalar que pasaba lo mismo con otros concejales, como Cristían Araya, Irarrázaval y Cruzat”.

Las definiciones de Luz Pacheco

– ¿Era notorio que algo podría estar pasando en términos económicos? ¿Qué rol cumplía Domingo Prieto y Antonia Larrain?

A Domingo Prieto yo lo llamé en varias oportunidades para solicitarle el monto percibido por otros ingresos. Me contestaba no tener claro el valor total, y me daba cifras aproximadas muy pequeñas, y sin ser publicista, uno sabía que los montos que se pagan por publicidad en rotondas y espacios públicos es muchísimo más alto. Los números no calzaban

– Ante los hechos conocidos en el último tiempo y que forman parte de la acusación que durante esta jornada el Ministerio Público, ¿sus dudas eran correctas o nunca imaginaron el alcance?

En esto debo ser súper sincera, yo jamás cuestioné ni imagine que se sacaran recursos de la municipalidad para otros fines. Yo creí, que se debía a un desorden, poca rigurosidad o falta de procedimientos para una correcta rendición.

– En el reporteo señalan que a ustedes internamente les decían “vieja comunista”, ¿cree que esa era la forma para denostar su posición fiscalizadora?

Lo de vieja, quizás. Pero comunista no me considero, y nunca lo escuché tampoco. Lo que sí creo es que al ser la única de oposición en el concejo, era muchas veces estigmatizada al representar una visión distinta, especialmente en lo social y, por mi formación, en cuanto a materias educacionales. Pero sí, quiero reconocer que de gran parte de los funcionarios municipales recibí mucha ayuda, y mucho apoyo en mi gestión. Forjé grandes amistades con ellos hasta el día de hoy, y algunos han sido injustamente cuestionados en este proceso tan difícil

Las definiciones de Francisca Cruzat

-¿Era notorio que algo podría estar pasando en términos económicos? ¿Qué rol cumplía Domingo Prieto y Antonia Larrain?

Domingo y Antonia eran muy cercanos y unidos al alcalde, se conocían de toda una vida. El rol de Antonia era de directora de desarrollo comunitario y jefa de gabinete sin serlo. Y, Domingo Prieto, era director de los programas Vita. Ejercían sus cargos.

-Ante los hechos conocidos en el último tiempo y que forman parte de la acusación que hará la Fiscalía hoy, ¿Sus dudas eran correctas o nunca imaginaron el alcance?

Algunas no me sorprenden, otras sí.

-En el reporteo señalan que a ustedes internamente les decían “cabra chica hija de papá”, ¿cree que esa era la forma para denostar su posición fiscalizadora?

Absolutamente

– Palabras al cierre.

Ahora le toca a la justicia hacer su trabajo en forma y tiempo pero, siempre con verdad y no impunidad. Esto es lo que se necesita para que Vitacura pueda cerrar esta dura etapa y seguir avanzando.