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El auge y caída de Microplay: la causa tras su frustrada quiebra y el escenario que enfrenta

El auge y caída de Microplay: la causa tras su frustrada quiebra y el escenario que enfrenta

Domingo 22 enero de 2023 | 06:01

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Edicion: BBCL Investiga

Tras 24 años de exitosas ventas, Microplay tocó fondo. La piratería, el estallido social, la pandemia y otros factores como la inflación, terminaron por endeudar a la compañía especializada en videojuegos. En un intento por salvarse, a principios de enero de 2023, solicitó declararse en quiebra, pero la justicia rechazó su petición: en vista de los antecedentes, concluyó que la empresa no está en "insolvencia económica". En buenas cuentas, especialistas consultados por este medio, explican que la resolución apunta a que Microplay aún puede solucionar parte del problema, aunque eso signifique venderlo todo.

Microplay fue éxito durante años. Y la tienda de videojuegos lo sabía. Su crecimiento sostenido logró que se posicionara como una de las empresas líderes en su rubro en el país, llegando a tener más de 30 sucursales.

Se fundó el mismo año que Google, en 1998. Fueron visionarios, y para 2004 se incorporaron nuevos socios junto a la Compañía de Inversiones Grupo Tecnológico Comseg, que como su nombre lo dice, estaban dedicados a las tecnologías de la información.

En 2006 se unieron a las ventas online y un año después contaban con 14 puntos de venta presenciales en Chile: siete como Microplay y la otra mitad bajo Alpaso.net. Esto, no sólo les trajo un crecimiento económico, sino que también los ayudó a posicionarse en regiones, pasando a inaugurar tiendas en otras ciudades.

Su gama de productos era llamativa: la venta de sus artículos gamers estaban en el momento exacto para hilarse con la nueva era moderna de videojuegos.

24 años después, todo terminó en una liquidación de bienes y las puertas cerradas de sus tiendas. Es más, hasta enviaron una solicitud para declararse en insolvencia, en otras palabras, en la quiebra.

A mitad de partida

Felipe Serrano Sotomayor fue el gerente general de Microplay. En 2007 contó en una entrevista con la Revista Channer News que la piratería estaba afectando sus ventas, y no sólo a ellos, también al mercado general.

“Ha traspasado todas las áreas, transformándose en el principal y más desleal competidor (…) Competir con gente que no paga IVA es muy difícil, pero en el caso de Microplay, ofrecemos precios y productos atractivos que permiten a nuestros clientes contar con soluciones convenientes y de calidad”, afirmó en aquella oportunidad.

Pero sobrevivieron. Y llegaron a tener más de 30 tiendas distribuidas por Santiago y regiones. La mayoría en puntos estratégicos, como centros comerciales. Aunque después de 17 años de trayectoria y de una seguidilla de mala racha, se fueron quedando en los últimos puestos, hasta que finalmente no lograron competir más.

“Durante los últimos años ha tenido que enfrentar diversas contingencias que la ha llevado a un estado de estrés financiero que hace inviable la continuación de la compañía”, se lee en la solicitud de liquidación voluntaria de Microplay, a cargo de su abogado Nelson Contador Morales.

Enemigos externos

El 6 de enero de 2023, Microplay solicitó su liquidación voluntaria por “insolvencia”, tradicionalmente conocida como quiebra. En términos más simples, esto significa que iniciaron un procedimiento judicial para poder cerrar la empresa formalmente mediante la entrega de los bienes. Y así podrían pagar sus deudas.

La solicitud fue interpuesta en el 11° Juzgado Civil de Santiago. y en los documentos -que estuvieron a la vista de BioBioChile- se especifican los motivos que llevaron a la decisión.

Uno de ellos fue el estallido social de 2019, que entre saqueos y cierres prolongados a la tienda, hicieron caer las ventas de la empresa en un 14%.

Lo otro que describe el informe es la crisis sanitaria que mantuvo las sucursales con las persianas bajadas durante meses. A raíz de esto, las ventas cayeron un 40%.

Luego de dos años de cerrar con saldos negativos y de deudas que comenzaban a escaparse de las manos, decidieron recurrir a beneficios estatales como el Fondo de Garantía para Pequeños Empresarios (Fogape). Pero no fue color de rosas. Por el contrario, esto trajo una disminución en sus líneas de créditos por parte de los principales proveedores, quienes les exigían un mayor capital de trabajo para funcionar.

“Pese a que durante el año 2021 aumentó el consumo y las ventas de retail, Microplay no fue capaz de sobrellevar los problemas financieros debido a la alta carga financiera, disminución de líneas de créditos por parte de los proveedores y falta de capital de trabajo suficiente como para adquirir el inventario suficiente”, explica el documento.

Game over

El tercer punto que describen es la crisis económica actual. El incremento del dólar generó que sus insumos subieran de precio porque la mayoría de sus productos son importados. A eso le agregan que los arriendos de locales subieron considerablemente a causa de la inflación.

Pero hay más. También apuntan a que la gente ya no está comprando y que se proyecta un decrecimiento en el rubro. Por último, la solicitud de liquidación dice que las cuotas de los créditos bancarios son elevadísimas.

“La alta carga financiera de la Compañía no permite contar con el capital de trabajo suficiente”, concluye el documento.

Pero pese a los argumentos esgrimidos por la empresa, la solicitud para liquidar la totalidad de los bienes de Microplay, que estuvo a cargo del juez Patricio Hernández, fue rechazada.

“No ha lugar a la solicitud de liquidación voluntaria de empresa deudora”, fue la categórica respuesta del magistrado. Esta plantea que sólo existe insolvencia “cuando la suma de los bienes y recursos es inferior al monto de las deudas”.

En ese sentido, indica que la deudora solicitante “ha declarado que no existen juicios pendientes con efectos patrimoniales en su contra”.

Agrega que el listado de deudas que indica “da cuenta de una mera cesación de pago, pero no constituye en caso alguno el presupuesto fáctico de insolvencia, razón por la que habrá de negarse curso a su solicitud de liquidación”.

Vea la resolución

No cumple las reglas del juego

El máster en Derecho Concursal y profesor de la Universidad San Sebastián, Diego Rodríguez Gutiérrez, explica a este medio que “cuando la sentencia indica que no hay insolvencia y sólo cesación de pagos, significa que la empresa solicitante de la quiebra no demuestra un estado de incapacidad patrimonial tal para iniciar un concurso de acreedores”.

“Pareciera ser que, en opinión del tribunal, su situación patrimonial no es tan grave como para dar lugar a esta herramienta de cobro de los acreedores, que es la liquidación”, agrega.

Respecto a la insolvencia, detalla que es un “estado generalizado, grave e irreversible que impide absolutamente remontar un estado patrimonial defectuoso”. De la decisión del juzgado, se desprende que justamente es esa descripción la que no cumplen. “Ellos dicen que por la cantidad de activos que demuestran, por el mercado en que se desempeñan, esta situación patrimonial no es tan grave como para dar lugar a la solicitud”, acota.

En buenas cuentas, fuentes conocedoras de la materia explican que para acogerse a la liquidación concursal, Microplay debía acreditar la insolvencia absoluta. Dicho de otro modo, que no tiene cómo hacer frente a las deudas. Pero esto no ocurrió.

Lo anterior consta como requisito esencial al momento de evaluar la solicitud. En este caso, el hecho de que la tienda no tenga juicios pendientes en su contra, implica que -al menos formalmente- ningún acreedor le ha cobrado.

Con todo, se concluye que existe una “mera cesación de pago”, lo que no equivale a la insolvencia absoluta, ya que aún hay posibilidades de al menos solucionar parte de la situación, aunque sea vendiendo todo.

Pese a que la solicitud de quiebra ya fue rechazada por la justicia, desde Microplay no se han referido públicamente al tema. Su página web fue desactivada y sus redes sociales no tienen movimiento desde finales de diciembre.

Requeridos por este medio, los abogados de la firma no estuvieron disponibles.

El siguiente nivel para Microplay

El abogado y académico Diego Rodríguez explica que ahora Microplay tiene instancias para apelar la decisión que adoptó la Justicia. Y bajo su criterio, es muy probable que lo haga.

Desde su experiencia, los argumentos -o fundamentos- de los que podrían sostenerse para solicitar la liquidación “en este caso es la volatibilidad del dólar, el mercado en el que operan, los altos costos operacionales y la inestabilidad económica. Si uno revisa la solicitud, efectivamente dan cuenta de aquello”.

“Pareciera ser que el tribunal, en una resolución bastante simple, rechaza una solicitud de una empresa líder en el mercado que opera y que tiene activos por 3.500 millones de pesos y deudas por casi 6 mil millones, entonces pareciera ser que es bastante prudente que un tribunal superior pueda volver a revisarlo”, argumenta.

Concluye que los tribunales han adoptado “criterios jurisprudenciales” en estos casos de insolvencia voluntaria.

Álvaro Parra, abogado y profesor de Derecho Comercial de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile se suma a esta última interpretación:

“No se lo aceptaron (la solicitud de liquidación) por una interpretación de un requisito formal que no está en la ley, sino que es una interpretación jurisprudencial. Los tribunales han interpretado la norma del Artículo 115 N°3 de la ley”.

El Artículo 115 de la Ley 20.720, habla sobre cuándo una empresa deudora podrá solicitar su liquidación voluntaria, bajo ciertos requisitos. Este lunes la Cámara de Diputados modificó esta ley y facilitó los procedimientos concursales que creó métodos más simples. “El proyecto de ley que se presentó al Congreso ahora incluye una frase que hace que todas las empresas que solicitan su liquidación voluntaria lo pueden hacer aun cuando no tengan juicios pendientes”, explica Álvaro Parra.

Nuevas instrucciones

Entonces, el especialista en Derecho Concursal aclara que durante dos años los abogados han hecho ver a los jueces que no necesariamente hay que tener juicios para pedir una liquidación voluntaria.

Por eso, desde la próxima semana Microplay podría presentar la misma solicitud que les rechazaron, y con la nueva modificación de la ley, no podrían negársela.

“Simplemente el tribunal tiene que aceptarla. Punto. Cuando el propio deudor pide su liquidación concursal, él sabe si puede o no pagar sus deudas. Siempre se ha dicho que el que mejor sabe cuánto le aprieta el zapato es el propio deudor”, sostiene.

Por otro lado, también detalla que los jueces toman la decisión de rechazar las liquidaciones -como ocurrió en Microplay- porque muchas empresas abusan de la institución. Este proceso permite que si al final de un procedimiento de quiebra, las deudas no se pagan con los bienes rematados, los saldos pendientes se extinguen.

“Lo que quiere Microplay es quebrar su empresa, es decir, hasta aquí no más llego y entrega las llaves; llega un liquidador concursal, incauta los bienes, los saca a remate y les reparte a los acreedores lo que se logre obtener”, finaliza Parra.

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