Fue uno de los nombres que más polémica generó a nivel político. El indulto otorgado por el Presidente Gabriel Boric al ex frentista Jorge Mateluna, condenado por el asalto a una sucursal bancaria en la comuna de Pudahuel en 2013, y a otros 12 individuos condenados en el contexto del denominado “estallido social”, generó una crisis al interior del Ejecutivo que le costó el puesto a Marcela Ríos, y al jefe de gabinete de Boric, Matías Meza-Lopehandía.
Polémica a la que este martes ingresó la Contraloría General de la República (CGR) quien, tras una solicitud de pronunciamiento de parlamentarios de Chile Vamos, solicitó información al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos sobre los indultos otorgados por la administración Boric. Pese a los cuestionamientos esgrimidos por parlamentarios que no comparten la decisión, lo cierto es que es una facultad exclusiva del Presidente de la República otorgar indultos.
Y si bien desde el Palacio de La Moneda se ha defendido la determinación, en los decretos -de acceso público- no se mencionó de forma explícita los fundamentos por los cuales se indultó a cada uno de los beneficiados. Bajo ese contexto, la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío tuvo acceso a dos informes de Gendarmería en los que se detallan las visitas que se “enrolaron” y que han “ingresado a ver al -entonces- interno”.
Enrolarse
Toda persona privada de libertad en un recinto carcelario tiene derecho a que sus familiares y amigos puedan visitarlo. Antes de eso, eso sí, debe “enrolarse”. En simple, y según el artículo 1º de la resolución exenta Nº 6622 de Gendarmería de Chile que aprobó dicho procedimiento, esto consiste en un trámite de “carácter obligatorio que tiene como finalidad habilitar y registrar en el sistema informático respectivo a las personas que el interno/a autorice, para que ingresen en calidad de visita y puedan remitirle encomiendas”.
Conocido es que de todos los indultados el caso más mediático fue el de Jorge Mateluna. La denuncia de presuntas irregularidades en el desarrollo de su proceso penal ha sido apoyada públicamente por abogados, actores, políticos, y sectores de la sociedad civil. Mario Horton, Daniel Alcaíno, en el teatro, por ejemplo, en la poesía Raúl Zurita. Por ende no es de extrañar que dichos nombres aparezcan en la lista de enrolados que maneja Gendarmería y que fue analizada por este medio. Pero hay un nombre que llama la atención: Felipe Valenzuela Sepúlveda.
El artículo 2º de la citada resolución señala que “podrán ingresar en calidad de visitas toda persona que se encuentra enrolada y autorizada por el privado de libertad”. El artículo 4º, en tanto, dispone que la etapa administrativa consta de 10 trámites, uno de ellos, en la letra d), el tener que “declarar el vínculo que tiene con la persona privada de libertad, información que debe ser corroborada con este último”. Es decir, Mateluna aprobó a sus visitas por lo que se entiende que se da un continuo a contar de ese acto.
Felipe Valenzuela es amigo de infancia -y actual asesor- del Presidente de la República, Gabriel Boric. En marzo asumió como director de Prensa de la Presidencia, cargó que dejó en agosto. Según Transparencia Activa, al mes de noviembre de 2022, su rol es “asesorar en la coordinación general de comunicaciones de S.E Presidente de la República, con los medios de comunicación y los equipos de comunicación digital”
Actores y políticos
Según el listado al cual tuvo acceso la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, son 68 personas las que se enrolaron por Jorge Mateluna. Una de ellas es Valenzuela. Pero hay más. A los actores ya mencionados se suman Francisca Lewin, Luis Cerda Esparza y el director de teatro Guillermo Calderón Labra. A todos estos los une la obra Mateluna, que Calderón dirigió.
También aparece enrolado el actual vicepresidente del Partido Socialista (PS), Arturo Barrios Oteiza , quien explicó que conoció a Mateluna en el contexto de las negociaciones del primer indulto que le fue concedido durante el gobierno de Ricardo Lagos, donde el interno era el vocero de los llamados presos políticos que se encontraban en huelga de hambre en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS). En este hito -señala- jugó un rol importante monseñor Alfonso Baeza.
“Lo conocí cuando negociamos la primera huelga de hambre, cuando le dieron el primer indulto. Yo llevaba la negociación con el parlamento. Lo negocié y conversé con Zaldívar, que era el presidente del Senado en ese momento, si mal no recuerdo. Ahí lo conocí. Yo hacía de puente o de correa transmisora para que bajaran la huelga de hambre”, señala el militante del PS, quien en ese entonces era miembro de la directiva de la tienda de calle Paris.
La lista es larga y destacan figuras del mundo de las artes, la cultura y la memoria. Ejemplos de lo anterior es la antropóloga/arqueóloga Adriana Goñi Godoy, miembro de la Mesa de Sitios de Memoria del Colegio de Arqueólogas y Arqueólogos de Chile; Francia Jamett Pizarro, jefa de la Unidad de Memoria y Derechos Humanos del Ministerio del las Culturas, las Artes y el Patrimonio; la fallecida Luisa Toledo Sepúlveda, madre de los hermanos Vergara Toledo, asesinados durante la dictadura; Felipe Vera Peñaloza, ex candidato -no electo- a constituyente por el movimiento Independientes No Neutrales; entre otros.
La Unidad de Investigación de Radio Bío Bío contactó a Felipe Valenzuela Sepúlveda para conocer su versión. Al ser consultado sobre los hechos dijo: “Yo no soy amigo de Mateluna”. Sin embargo, no quiso referirse por qué su nombre aparece en el listado de Gendarmería de Chile ni si concretó finalmente la visita al CCP de Colina I. El inquilino de Palacio está en el lugar 64 y en la relación de parentesco, al igual que la mayoría salvo la familia, se le menciona como “amigo”.